Creo que la ferocidad con la cual esta actuando la crisis, mas allá de que en la superficie aparezcan ciertos indicios engañosos respecto a la posibilidad de una recuperación débil o de una recuperación con una nueva recaída, muestra la gravedad de la situación sobre todo para los países de la periferia y en particular para America Latina. Me refiero a que a diferencia de la fase anterior del actual reventón financiero, la crisis estructural esta ahora afectando los mecanismos fundamentales de ajuste de los mercados. Hay una distorsión generalizada en los precios fundamentales de la economía mundial debido a las burbujas financieras que están rompiendo la relación entre la evolución de los precios internacionales y los costos de producción. Dichas burbujas están desalineando por completo las posiciones de “equilibrio” de los tipos de cambio lo cual hace particularmente grave la posibilidad de que a través del mercado no se logre coherencia, no solamente en las decisiones inmediatas de abastecimiento de los mercados sino también en las decisiones de mediano y largo plazo para inversión, tanto a nivel de las firmas, como de Estados.
En las condiciones actuales de transnacionalización y financierización mundial esto significa que la agricultura de contrato, por ejemplo, donde se utiliza la producción de millones de campesinos en una escala planetaria con una logística tremendamente fragmentada y sofisticada, esta siendo puesta en cuestión por las posibilidades de que una información falsa o de una decisión equivocada en torno indicadores de precios internacionales cause serias dificultades a dicho sector. Entonces de lo que estamos hablando, en el caso especifico de la agricultura, donde se trata de productos perecibles en los que básicamente las reservas estratégicas de los Estados han sido desmanteladas por las políticas neoliberales de las ultimas décadas, de que dificultades de esta naturaleza puedan poner en riesgo el abastecimiento alimentario de masas humanas importantes. Lo propio puede decirse, con niveles distintos de consecuencias, se puede ver en el mercado energético, en el mercado de los metales preciosos con todas la incidencias que ello tiene sobre los problemas monetarios y el sistema de reservas mundiales. En fin, esto esta planteando una situación de dislocación del funcionamiento de ajuste de los mercados internacionales en condiciones en las que cada vez mas las economías locales, inclusive si no están involucradas con el comercio internacional, se rigen por esos mercados internacionales.
En esa perspectiva, America Latina tiene que proveerse de los instrumentos adecuados para recuperar la coherencia productiva, en una dinámica económica con grados crecientes de autonomía, lo cual no implica autarquía, pero si la capacidad de decidir, desde el interés de nuestros pueblos el que, como y cuando producir. Así, hay que empezar por lo primero: la soberanía alimentaria, la soberanía energética, la soberanía en el cuidado de la salud y la soberanía en la producción del conocimiento. Estas son precisamente las prioridades que están estableciendo los 7 Presidentes que han firmado el convenio constitutivo del Banco del Sur.
Sobre tal situación hay un agravante que acorta los tiempos, que es la posibilidad de que un nuevo reventón financiero exprese una nueva fase de la crisis, con una circunstancia de disputa de la hegemonía mundial, una circunstancia de encarnizada lucha de clases dirigida desde los círculos especulativos financieros que controlan los acontecimientos y que puede afectar esta vez a America Latina, a través de ataques especulativos. La posibilidad de un suceso de este tipo radica precisamente en el hecho que debido a que el continente ha podido sortear con relativo éxito los efectos de esta crisis, porque le ha ido bien en los últimos años, por los términos de intercambio favorables, porque ha logrado acumular una jugosa panoplia de activos financieros y productivos y porque políticamente seria muy adecuado para los intereses de la cultura oligárquica imperialista el que pueda doblegarse ese espíritu de lucha, de exploración, de dignidad y de resistencia que se tiene en el continente.
- Menciona el Acuerdo Constitutivo del Banco del Sur firmado en Buenos Aires en el año 2009, cual es el estado de implementación de dicho acuerdo?
El Acuerdo requiere la confirmación de los parlamentos nacionales, lo cual obviamente ha planteado una serie de ritmos domésticos que se contradicen en cierta medida con las urgencias que tienen los pueblos, las esperanzas que se tienen respecto a que este tipo de instituciones nazcan lo mas pronto posible. Hasta ahora solamente, Ecuador y Venezuela han ratificado el convenio. Entiendo que países como Bolivia y Uruguay tienen los votos listos, así como también podría ser el caso de Argentina. Tal vez en Brasil la situación de la derecha en el Senado el cual ve las cosas como si fuera mas un problema de gobierno, y no como lo que es en realidad, un problema de Estado. Tal vez la situación en Paraguay sea un poco diferente.
En lineas generales, nosotros creemos que una vez el proyecto sea puesto a consideración en un debate serio y riguroso, el sentimiento patriótico de todos los latinoamericanos va a permitir que este se cristalice en el futuro cercano. No obstante para evitar cualquier tipo de dilaciones, desde la delegación ecuatoriana estamos impulsando la posibilidad tomar un atajo, muy serio y riguroso, para empezar con el espíritu y los proyectos del Banco del Sur, inclusive antes de que el banco entre en operación. Se trata de utilizar la figura del fideicomiso que nos permitiría iniciar en un corto periodo de tiempo, de uno o dos meses una vez se tome la decisión política. A partir de ahí, es posible estructurar un mecanismo de financiamiento ágil, oportuno y flexible, que involucre no solamente a los países que hoy en día están en las negociaciones del Banco del Sur, sino que también pueden incluir a otros países de Unasur que no están en la iniciativa e inclusive a otros actores extra-regionales. Mas aun puede involucrar a ONGs, o a otras instituciones internacionales con un interés temático especifico.
Por ejemplo en el caso de la soberanía alimentaria bien podrían estar involucradas organizaciones como la FAO o la UNICEF con intereses puntuales en la perspectiva. O el fideicomiso que haga realidad el proyecto de soberanía en el cuidado de la salud. Este es un fideicomiso que empezaría con los presupuestos aprobados para el año fiscal 2011, es decir el primero de Enero del 2011, y a partir de una coordinación de las compras publicas en los rubros ya aprobados para ciertos medicamentos, aquellos que los respectivos ministros pongan sobre la mesa de negociaciones, podría definirse una negociación conjunta que baje los precios por la escala de las compras con el compromiso de que las transacciones locales se hagan dentro de ciertos plazos y condiciones en un horizonte temporal de 20 años. Obviamente, los compromisos tendrían un carácter anual, pero con un piso programado para los próximos 20 años, que permita planificar el abastecimiento. Dicho abastecimiento podría ser negociado a través de un sistema de cuotas para que todos los países involucrados tengan un pedazo del nuevo pastel que se estaría creando.
Desde esta perspectiva es posible articular esfuerzos de inversión de carácter productivo que deberían partir de la creación de un sistema continental de certificación en materia de salud, que evite que el continente este en una situación de conejillo de indias frente a los intereses de las transnacionales, o de las regulaciones de la FDA de los Estados Unidos u otros países. Es conocido que productos veterinarios y agro-químicos que se encuentra prohibidos en Estados Unidos o en Europa, pero que son producidos allí para ser vendidos a los países del tercer mundo. Esto implica un riesgo moral y una falta de ética gigantesca a nivel internacional. Entonces necesitamos contar con organismos que desde el interés de los pueblos latinoamericanos defiendan la salud de nuestra gente, y pongan con una perspectiva técnica y científica solvente un horizonte temporal de largo plazo para investigación en la búsqueda de curas a enfermedades descuidadas por las transnacionales porque no son negocio para ellas, en la medida que la población mas vulnerable no tienen los recursos que hagan rentable esta inversión. La posibilidad de organizar, a partir de ello, una relación de largo plazo con las universidades para orientar la investigación aplicada, y la producción de toda la cadena de valor: las drogas básicas, la química fina, los fármacos, los medicamentos genéricos, la bio-tecnología, vacunas, etc. En fin, todos los elementos que permitan a la región de America Latina contar con una estructura que de lugar a la garantía de los derechos de todos los ciudadanos a la salud.
- En sus conferencias suele resaltar la importancia de la participación en las discusiones relacionadas con la Nueva Arquitectura Financiera Regional del movimiento social y las organizaciones populares. En su opinión como pueden apoyar el movimiento social al proceso de acelerar la implementación del acuerdo constitutivo del Banco del Sur?
Considero que hay dos ejemplos concretos y en cada uno de ellos podríamos articular una coalición muy amplia que incluya, independientemente de su posición política, a las organizaciones populares, a los movimientos sociales, a los académicos, a investigadores sociales, etc. Por una actitud de decencia, de honestidad intelectual, es claro que los temas de alimentación, temas de salud, son cuestiones de derechos humanes fundamentales que deben ser protegidos, y es clave que las diferentes partes involucradas en el proceso lo vean de esta forma. Es fundamental que vean el potencial de America Latina en estos planos.
Sin embargo también esta la posibilidad de involucrar instituciones internacionales especializadas en estos ramos. Hablábamos anteriormente de la FAO, la UNICEF; hablemos de la OMS, de un gran numero de ONGs que están trabajando en estos temas, hablemos de los colegios médicos, de los colegios de farmacéuticos; hablemos de los químicos, de los profesores universitarios en cada una de estas ramas; hablemos de las industrias farmacéuticas nacionales, inclusive de las industrias transnacionales que puede ser que tenga ahora una modificación de su plan de negocios porque dejarían de ganar en precios pero ganarían por cantidades. Inclusive se podrían crear nuevos nichos, porque se trata de la creación de nuevas capacidades de compra en un mercado seguro de largo plazo.
Hablemos en el caso de los alimentos de la posibilidad de crear reservas estratégicas que permitan regular los precios internos, pero también los precios internacionales. Esto de tal forma que garanticen y movilicen las capacidades productivas de los pequeños y medianos productores. Así mismo que permitan hacer investigación en las practicas agronómicas ancestrales con autonomía de los intereses de las transnacionales y que permita proteger el germoplasma y la biodiversidad. Es necesario proteger la independencia y el destino de la agricultura y la producción agropecuaria latinoamericana en un escenario de tremendos retos a nivel internacional tanto por la crisis ecológica como por las nuevas fronteras de la ciencia. Es decir estamos hablando de una cantidad enorme de posibilidades.
Pero si hablamos de las otras perspectivas que esta planteando el Banco del Sur, hablemos por ejemplo de la soberanía energética. En esta área tenemos abierto un campo gigantesco para involucrar a otro tipo de actores. En America Latina se dan absurdos como que siendo exportadores netos de energía, al mismo tiempo estamos importando energía. Esto sucede por las falta de una plataforma energética eficiente e integrada que explote todas las sinergías. Así estamos evitando la posibilidad de que nuestros aparatos productivos tenga un vector de productividad competitivo y ágil que pueda cambiar las condiciones de vida de las poblaciones. En nuestra región tenemos no solamente reservas de gas, petróleo, ademas de un enorme potencial hídrico, eólico, geotérmico, sino que también tenemos el cobre requerido para hacer el tendido eléctrico y hacer un transporte eficiente de la energía a bajo costo. Tenemos una cantidad de posibilidades enormes que podríamos explotar.
Todo esto replantearía el tema de la integración, poniendole a la ciencia y a la tecnología en el centro de este esfuerzo. Esto nos brindaría un pequeño motor generador de mano de obra calificada. Dicho motor seria así mismo generador de una estructuración sistemática de la producción del conocimiento, lo cual es ahora en el siglo XXI un elemento estratégico esencial que nos permitiría tener una posición común frente a las cuestiones de la propiedad intelectual y la innovación. En este sentido nos replantea la concepción de defensa en un escenario en el que las provocaciones, la guerra y el gasto militar se convierte en uno de los elementos mas rentables para resolver los problemas de efectivo de un pequeño numero de grupos especulativos.
Para concluir, es claro que existe un gran numero de sinergías que están planteadas en los planos económico, político, social, científico y cultural que van a permitir dar un salto cualitativo para el proceso de integración latinoamericana que van a permitir consolidar el proceso democrático que se esta viviendo en nuestra región y que nos van a permitir blindar al continente frente a la eventualidad de ciertos intentos de desestabilización.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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