jueves, 30 de junio de 2011

La OTAN quiere su lago propio.







Rebelion. Lo que está realmente en juego en Libia













Lo que está realmente en juego en Libia




Asia Times Online



Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens




Mucho más allá de la impenetrable neblina de la guerra, la actual tragedia de Libia se está transformando en una guerra de acrónimos que representa gráficamente los “dolores de parto” de un posible nuevo orden mundial.

Por una parte están la OTAN y la LA (Liga Árabe); por la otra la Unión Africana (UA) y el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica). Otra interpretación alternativa sería la del Occidente atlantista y sus aliados árabes contrarrevolucionarios contra África y las potencias económicas emergentes.

Mentiras, mentiras y más mentiras

El Congreso de EE.UU. ha hecho mucho ruido con el tema de Libia, sobre todo con los tecnicismos sobre la Ley de Poderes de Guerra. Esencialmente, los legisladores estadounidenses se niegan, hasta ahora, a autorizar lo que camina como una guerra y habla como una guerra y que, según la Casa Blanca, no es una guerra. No habrá más fondos para una mayor participación de EE.UU. en esta aventura de la OTAN, pero los fondos seguirán fluyendo a pesar de todo.

Como las contorsiones semánticas involucradas en la tragedia libia ya han ido más allá de la neolengua, esto significa en la práctica que drones estadounidenses se seguirán uniendo a los cazabombarderos de la OTAN en el bombardeo de civiles en Trípoli.

A diferencia del incontenible Vijay Prashad de Trinity College en Connecticut, es posible que pocos en Occidente hayan tomado nota de lo que el primer ministro chino Wen Jiabao dijo sobre todo esto. En un artículo de opinión del 23 de junio en el Financial Times titulado “Cómo China planifica reforzar la recuperación global”, Wen señala que China está lista para ejercer su influencia política en MENA (Medio Oriente/Norte de África) a través del BRICS.

Beijing no está lo que se dice contenta después del golpe que han recibido sus considerables inversiones energéticas en Libia – más de 30.000 trabajadores evacuados en solo dos días. Quiere asegurarse de que seguirá siendo un protagonista importante en cualquier cosa que pase en Libia.

El Ministerio de Exteriores ruso, por su parte, ya ha subrayado que “la destrucción física de [Muamar] Gadafi y miembros de su familia provoca serias dudas”. La hija de Gadafi, Aisha, está demandando a la OTAN en Bruselas por el asesinato de su hija, Mastoura, su hermano y otros dos nietos de Gadafi.

Donatella Rovera, la consejera sénior de Amnistía Internacional para la reacción ante las crisis, ha informado, después de pasar tres meses en Libia, que no existe absolutamente ninguna prueba de que soldados libios con Viagra hayan violado a mujeres (es un hecho para la Corte Penal Internacional).

Amnistía tampoco encontró pruebas de que mercenarios de África Central y Occidental estén combatiendo contra los “rebeldes”. Según Rovera, “los que mostraron a los periodistas como mercenarios, fueron luego silenciosamente liberados… En su mayoría eran inmigrantes subsaharianos que trabajaban en Libia sin papeles”.

Aunque algunos fueron linchados e incluso ejecutados, históricamente Cirenaica siempre ha albergado prejuicios contra africanos negros.

Los civiles han sido bombardeados por el ejército libio y por la OTAN. Sin embargo, no existen pruebas de que las Fuerzas Aéreas libias hayan bombardeado ciudades “rebeldes” enteras, como tampoco hay pruebas de que se hayan producirdo matanzas masivas de civiles al mismo nivel de Siria o Yemen. En resumen: el régimen de Gadafi podrá tener un historial de brutal represión contra todo tipo de oposición, pero no ha cometido un genocidio. Eso entierra por completo la justificación de los halcones humanitarios para la guerra.

La hipocresía manda. La Corte Penal Internacional acusa a Gadafi, a su hijo Said al-Islam (quien solía ser un niño mimado de la London School of Economics) y al zar de la inteligencia, Abdallah al-Senoussi, de “crímenes contra la humanidad”, mientras la espantosa dictadura en Birmania/Myanmar y los al-Khalifa en Bahréin salen libres de polvo y paja.

En caso de duda, balcaniza

Hay que conocer las cavernosas salas de la OTAN en Mons, cerca de Bruselas, para estimar hasta qué punto ese enjambre de burócratas militares es impermeable a la realidad. La OTAN todavía cree que “ganó” la guerra contra Slobodan Milosevic al bombardear Serbia durante 78 días en 1999. Lo “ganó” esa guerra, en realidad, fue que Milosevic perdió el apoyo político de Rusia.

Después de más de 100 días de bombardeo de Libia, con 12.000 incursiones y 2.500 objetivos, la OTAN sigue pretendiendo que está “ganando”. Sí, exactamente cómo está “ganando” en Afganistán.

Reglas de neolengua – en el contexto de una implacable guerra de desinformación: La OTAN se niega a admitir abiertamente que está empeñada en la liberación humanitaria de Libia a través de un cambio de régimen, lo que, a propósito, la resolución 1973 de la ONU desautoriza.

Por su parte, EE.UU. desconectó la televisión libia del satélite ArabSat – del cual Libia es accionista. Al nuevo representante libio ante las Naciones Unidas se le negó una visa estadounidense. Esto significa que la sospechosa pandilla heterogénea de “rebeldes” ha conseguido un foro en los medios globales en inglés.

Incluso en los tan alabados “bombardeos de precisión”, la OTAN pierde por lo menos uno de cada diez misiles. Esto explica la creciente proporción de “daños colaterales”. Los objetivos no son solo militares: son cada vez más económicos, como la Casa de la Moneda libia, que imprime dinares.

No hay un levantamiento nacional contra el régimen. Tripolitania –Libia Occidental– se ha unido en apoyo a Gadafi; después de todo se considera que defiende al país contra un ataque neocolonial extranjero.

Mientras tanto, aquellos que en Bengasi creen que el oportunista y neo-napoleónico Nicolas Sarkozy los quiere tanto como para “liberarlos” con aviones Rafales son considerados unos mentecatos – si no como traidores.

Los yihadistas norteafricanos de al-Qaida, por su parte, gozan manipulando a la OTAN para lograr sus objetivos – realizar uno que otro linchamiento o amputación en un entorno “liberado”.

La mezcla de arrogancia e incompetencia de la OTAN lleva inevitablemente hacia una balcanización de Libia – un escenario que ya fue pronosticado por Asia Times Online. En vista de que ya se han distribuido casi dos millones de ametralladoras a la población, y asumiendo que la OTAN terminará por desplegar soldados en tierra –la única manera de lograr una “victoria” decisiva– se pueden imaginar las consecuencias absolutamente trágicas en términos de un combate urbano muy sangriento.

Un nuevo protectorado de la OTAN

Libia ya es casi un ejemplo gráfico de saqueo neocolonial posmoderno.

La “victoria” de la OTAN significaría, en la práctica, que Cirenaica se convertiría en una república independiente – aunque los “rebeldes” preferirían restaurar la monarquía (el candidato apenas puede ocultar su impaciencia en Londres), algo que desean Arabia Saudí y Qatar – los principales auspiciadores del cambio de régimen.

Ese pretendido emirato de Libia oriental “independiente” ya ha sido reconocido por unos pocos países, incluida la Francia de Sarkozy. No es sorprendente; ya está configurado como protectorado de la OTAN. El ultra sospechoso Consejo Transitorio ni siquiera puede dejar que sus miembros –desertores oportunistas, agentes de la CIA, clérigos vinculados a los yihadistas– sean conocidos.

Además, miles de millones de dólares de activos libios ya han sido –ilegalmente– confiscados por EE.UU. y la Unión Europea. Y parte de la producción nacional de petróleo es comercializada por Qatar.

Esta guerra híbrida de la OTAN ya no tiene absolutamente nada que ver con lo que se llamó R2P (Responsabilidad de Proteger) – el nuevo evangelio de los halcones humanitarios que ha puesto patas arriba el derecho internacional. Los civiles no son protegidos, sino bombardeados en Trípoli. Hay una crisis de refugiados, consecuencia directa de esta guerra civil. A pesar de los repetidos ruegos de Turquía y la UA, los halcones humanitarios ni siquiera se preocuparon de organizar un corredor humanitario hacia Túnez y Egipto.

El único camino factible es un alto el fuego – con la OTAN fuera del cuadro. El monitoreo en el terreno podría ser responsabilidad de cascos azules de la ONU – compuestos preferentemente por africanos. Occidente no tiene absolutamente ninguna credibilidad para actuar como mediador: los africanos serían los primeros en oponerse. Por lo tanto, lo que queda sería la Liga Árabe y la UA.

La Liga Árabe es favorable a Bengasi. De hecho, un falso voto de la Liga Árabe (solo nueve de 22 países, seis de ellos parte del Club de la Contrarrevolución del Golfo, también conocido como GCC), manipulado por Arabia Saudí, permitió el apoyo árabe a lo que se convirtió en la resolución 1973 de la ONU; de hecho fue un trueque a fin de que la Casa de Saud tuviera las manos libres para reprimir las protestas por la democracia en Bahréin, como ha informado Asia Times Online (vea en Rebelión: “ Revelado el acuerdo entre EE.UU. y Arabia Saudí ”, 2 de abril de 2011).

La UA ha zaherido repetidamente el consorcio por cambio de régimen anglo-francés-estadounidense – incluso después que obtuvo un compromiso de Gadafi de iniciar negociaciones. La UA se reunirá de nuevo este jueves en Guinea Ecuatorial. El presidente del panel Libia de la UA –el presidente de Mauritania, Mohamed Abdel Aziz– ya ha dicho oficialmente que Gadafi “ya no puede dirigir Libia”, lo que es un considerable paso más para la UA.

Pero eso no significa que la UA –a diferencia de la OTAN y de los “rebeldes”– quiera un cambio de régimen ahora mismo. La entrega del poder de Gadafi tendría que ser un resultado natural de negociaciones detalladas. En pocas palabas: la AU tiene un mapa de ruta hacia una solución; la OTAN tiene bombas. Y el BRICS, especialmente a través de China, Rusia y Sudáfrica, prefiere la estrategia de la UA.

Hay que contar con que el consorcio EE.UU./OTAN luchará hasta la muerte por motivos obvios, todos vinculados con la eterna, inconmovible, doctrina de dominación de espectro completo del Pentágono, además de un argumento secundario crucial: el nuevo concepto estratégico de la OTAN adoptado en Lisboa en noviembre de 2010 (vea en Rebelión “Bienvenidos a "OTANstán" , 21 de noviembre de 2010).

La definición de “victoria” de la OTAN implica a Bengasi como el nuevo Campo Bondsteel – la mayor base militar de EE.UU. en Europa, que casualmente también funciona como Estado “independiente” bajo el nombre de Kosovo. Cirenaica es el nuevo Kosovo. Reglas de la balcanización.

Es una especie de escenario ideal para el complejo OTAN/AFRICOM. AFRICOM consigue su tan deseada base en África (la sede actual está en Stuttgart, Alemania) después de participar en su primera guerra africana. La OTAN extiende su crucial programa de gobernar el Mediterráneo como lago de la OTAN. Después del Norte de África, solo habrá dos no participantes mediterráneos que “eliminar”: Siria y el Líbano. El nombre de este juego no es Libia, sino la Guerra Prolongada.

Pepe Escobar es autor de “ Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su último libro es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com.

(Copyright 2011 Asia Times Online (Holdings) Ltd. All rights reserved.)

Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/MF30Ak02.html

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miércoles, 29 de junio de 2011

¿Salir de la UE?







Rebelion. ¿Puede sobrevivir Grecia? ¿Puede sobrevivir la UE?















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Economía






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29-06-2011







¿Puede sobrevivir Grecia? ¿Puede sobrevivir la UE?




New Economic Perspectives






Para quienes entienden la Teoría Monetaria Moderna (TMM) resultó siempre obvio que el lanzamiento de la Unión Monetaria Europea cometió yerros fatales. Sabíamos que a la primera crisis financiera y económica seria, se vería amenazada su misma existencia. En cierto sentido, ha pasado desde el principio como en los EEUU de 1929, en vísperas de la Gran Depresión: un fraude crediticio excesivo, una excesiva deuda de las familias y de las empresas, y un boom económico que duró demasiado tiempo. Cualquier cosa podría haber disparado la crisis que siguió, pero fue el descubrimiento de que Grecia había estado cocinando su contabilidad lo que selló el destino de Eurolandia. Y como en los EEUU posteriores a 1929, Eurolandia pugna por comprender y por lidiar con la crisis. Ahora se desliza hacia otra gran depresión.

Muchos economistas y muchos responsables políticos –incluso algunos suficientemente ortodoxos— empiezan a reconocer que el obstáculo atravesado en el camino es la incapacidad para armar una respuesta en términos de política fiscal efectiva. Esa incapacidad nace de la ausencia de una autoridad fiscal a escala europea. De aquí las semimedidas tomadas por el BCE y otras autoridades para poner parches al problema de la deuda.

Ello es que hay un conflicto entre las distintas autoridades respecto de la solución al problema, como no podía ser de otra manera, dada la ausencia de una autoridad fiscal. Muchos desean imponer una austeridad equivalente a las sangrías "terapéuticas" medievales. Sostienen que el problema real es la falta de autodisciplina en los países periféricos. Y no puede dejar de observarse que esa idea es ampliamente compartida por las elites de esos mismos países. Esas elites se sentirían felices arrojando a sus propios países al abismo de la depresión, a fin de desbaratar toda resistencia a los recortes salariales y de llevarse por delante todos los programas sociales a favor de la población trabajadora. Esa es siempre la solución preferida por las elites ignaras. Con este método se pretende rebajar los costos salariales en las naciones periféricas y hacer más competitiva la producción.

Esa es también, huelga decirlo, la posición de los miembros más poderosos de la UE. La prudente Alemania ha mantenido a raya los salarios durante la pasada década, disparando la productividad. Consiguió así convertirse en el país con producción de menos coste en Europa, y pasito a pasito, podría llegar a poder competir hasta con Asia. No, desde luego, en la producción fundadada en trabajo intensivo barato, sino en la producción que de verdad cuenta, en el sector exportador de alto valor añadido.

Y esa es también la perspectiva más común también entre las clases trabajadoras en los países centrales, que comparten el prejuicio de unas poblaciones periféricas tan holgazanas como exageradamente remuneradas. Más asombroso aún que la falsedad de esa actitud, es el hecho de que si la sangría fiscal y el recorte de los salarios se pusieran efectivamente por obra en los países periféricos, no tardarían las fábricas en comenzar a salir de Alemania buscando trabajadores menos costosos. En otras palabras, el éxito de la periferia sería a costa de los trabajadores alemanes, que tendrían que aceptar salarios más reducidos para poder competir. Lo que de todos modos ocurrirá, espoleado por la pérdida de puestos de trabajo, si Alemania no puede encontrar ventas para sus productos fuera de la UE, en donde la demanda caerá indefectiblemente a medida que las naciones periféricas se hundan más en la depresión. El resultado será una bonita carrera hacia el abismo, de la que sólo puede beneficiarse la elite europea. Muy bonito.

Para decirlo todo, yo no creo que la UE pueda llegar a chupar suficiente sangre de los griegos (y españoles e italianos e irlandeses y portugueses) para que eso pueda funcionar. Harto más razonable sería ahora un aumento salarial en Alemania para conseguir competitividad dentro de la UE por la vía de elevar el nivel general. Pero tampoco eso parece nada probable, habida cuenta de que Alemania mira hacia más allá de las fronteras europeas, sobre todo en dirección al Este. Por consiguiente, seguirá empeñada en recortar sus propios costes laborales, y las naciones periféricas nunca conseguirán atrapar a Alemania en el común despeñadero.

Eso deja sólo dos alternativas. La primera es una reestructuración continua de la deuda, con compras del BCE por la puerta trasera (permitiendo a los bancos centrales comprar la deuda), y con garantías y préstamos del propio BCE. Todo en la esperanza de que las instituciones financieras tenedoras de toda la deuda pública periférica puedan, o bien sacarla de su contabilidad, o bien servirse del método norteamericano de ir proponiendo el ajuste a la baja de sus balances alargando indefinidamente el proceso de ajuste para no reconocer su insolvencia. El problema es que casi todos los datos económicos de las últimas semanas son malos –en prácticamente todo el mundo—, lo que hace más probable que se produzca algún tropezón en algún sitio y que se propague a través de los mercados financieros tan rápidamente como lo hizo en la Crisis Financiera Global de 2007.

Muchos bancos europeos quedarán con las nalgas al aires como insolventes sin remedio, y la deuda pública de los PIIGs será un problema añadido. Además, el BCE está legítimamente preocupado por los "precedentes" y los "efectos de incentivos". No se trata de las normas reguladoras de lo que el BCE puede o no hacer: tiene tanta licencia como la Reserva Federal para intervenir en una crisis y comprar o prestar a cambio de prácticamente cualquier tipo de activo. Se trata de lo que el BCE entiende que es su independencia. Los mercados verían un rescate de estilo norteamericano del sistema financiero europeo (con garantía de la deuda pública de la distintas naciones, por añadidura) como una pérdida de independencia. Lo cierto es que el BCE ya la ha entregado, pero se agarra a la esperanza de poder recuperar de algún modo la virginidad perdida.

Eso deja sólo una tercera posibilidad: crear la necesaria autoridad fiscal. Eso permitiría al BCE limitarse a la política monetaria, cediendo al Tesoro europeo las riendas para lidiar con la crisis. Yo he venido sosteniendo desde 1996 que este es el único camino para hacer viable el proyecto de la UE. La teoría económica subyacente a ese punto de vista es sencilla, y es la que vale por doquiera en todos los países desarrollados. En efecto: los EEUU son en realidad una Unión Monetaria Norteamericana (UMN), pero una unión monetaria bien constituida, que dispone de un Banco Central y de un Tesoro. Sin embargo, por razones políticas, eso no va a ocurrir en la UME. Estamos ahora más lejos de ello aún que en 1996, porque la crisis ha hecho crecer la hostilidad entre sus miembros. Nadie quiere ceder poderes al centro.

Así pues, nada de todo eso va a suceder. ¿Qué queda? Salir de la unión.

Randall Wray es uno de los analistas económicos más respetados de Estados Unidos. Colabora con el proyecto newdeal 2.0 y escribe regularmente en New Economic Perspectives. Profesor de economía en la University of Missouri-Kansas City e investigador en el "Center for Full Employment and Price Stability". Ha sido presidente de la Association for Institutionalist Thought (AFIT) y ha formado parte del comité de dirección de la Association for Evolutionary Economics (AFEE). Randall Wray ha trabajado durante mucho tiempo en el análisis de problemas de política monetaria, macroeconomía y políticas de pleno empleo. Es autor de Understanding Modern Money: The Key to Full Employment and Price Stability (Elgar, 1998) y Money and Credit in Capitalist Economies (Elgar 1990).

Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4262






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martes, 28 de junio de 2011

Petrocaribe, una nueva forma de integración.







Rebelion. PETROCARIBE, el salvavidas económico del área















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Economía






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28-06-2011







PETROCARIBE, el salvavidas económico del área










La iniciativa del presidente venezolano Hugo Chávez de crear PETROCARIBE en 2005 permitió a las naciones integrantes, solventar los graves problemas económicos mundiales de los últimos años y preservar la soberanía de sus pueblos al no tener que acatar las medidas neoliberales extremas diseñadas por el Banco Mundial (BM) y Fondo Monetario Internacional (FMI).

Del 14 al 17 de junio se desarrolló en Porlamar, Isla Margarita, Venezuela, la jornada técnica de PETROCARIBE, “Desafíos y perspectivas sociales y operacionales” con el objetivo de revisar el desarrollo de los asuntos operativos acordados y a la par fortalecer los proyectos de cooperación, tanto conjunto como binacionales, entre los países de Centroamérica y el Caribe.

Durante el evento se dio impulso a la creación de empresas mixtas entre sus miembros con el fin de contribuir al desarrollo equitativo de sus pueblos y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

Esos acuerdos y proyectos de desarrollo económicos eran difíciles de concebir en esta región hace apenas unos años debido al control económico, político y social que por décadas ejerció por diferentes vías Estados Unidos en una región considerada como su traspatio.

PETROCARIBE se convirtió en el pulmón de los países con que sin yacimientos petrolíferos y pocos recursos económicos no podrían haber enfrentado la profunda crisis económica que ha elevado considerablemente los precios del crudo.

Los 17 miembros del grupo estuvieron presentes en Isla Margarita: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, Surinam y Venezuela.

Desde su fundación el 29 de junio de 2005, esas naciones reciben petróleo venezolano en condiciones ventajosas con un financiamiento que llega al 40% cuando el precio del petróleo supera los 50 dólares, al 50% si sobrepasa los 80 dólares y al 60% cuando la barrera se sitúa, como en la actualidad, en más de 100 dólares. El plazo de financiamiento es de 25 años y la tasa de interés que se aplica es de solo 1%.

El intercambio comercial alcanza alrededor de 11 000 millones de dólares y los suministros de crudo han pasado de 59 000 barriles día en 2005, a 200 000 barriles diarios en 2011, según informó el vicepresidente de refinación, comercio y suministro de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Asdrúbal Chávez.

Recientemente, el ministro venezolano del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, informó que debido a ese mecanismo ya existe un ahorro de 2 000 millones de dólares en esas naciones lo que ha permitido incrementar las inversiones en los 17 miembros para apoyar el desarrollo, además de eliminar los intermediarios y la especulación en materia energética.

El viceministro Asdrúbal señaló al término de la reunión de Isla Margarita que estos intercambios han permitido a las naciones integrantes desligarse de las transnacionales que antes las explotaban y tener un mecanismo de integración que va más allá de la energética para propiciar el intercambio de bienes que saldan las deudas por suministro petrolero. Puso como ejemplo que mediante esos acuerdos, Nicaragua suministra a Venezuela, carne, leche y granos; República Dominicana proporciona diversos alimentos y próximamente Jamaica aportará cemento, lo cual mejora la integración de las economías regionales.

Para estos países pobres que carecen de yacimientos petrolíferos en sus suelos, el gasto y la dependencia resulta mucho mayor pues deben importar derivados de todo tipo con los altos valores que ha alcanzado el petróleo en el mercado internacional.

Con la asesoría y transferencia tecnológica de Venezuela se estan construyendo o renovando refinerías en algunas de estas naciones como en Cuba, Nicaragua, Haití, Jamaica y República Dominicana.

Durante los cuatro días que sesionó el evento en Isla Margarita, los participantes actualizaron las estrategias de negocios entre las empresas del Caribe, analizaron temas de exploración y refinación de hidrocarburos, definieron rutas para instalar plantas de almacenamiento y distribución de combustibles y la transferencia de tecnología.

Además, según fuentes de PDVSA, consideraron la importancia de la promoción y fomento de comercio equitativo de productos químicos y petroquímicos. En la amplia agenda, fueron abordados temas como el suministro de gas, mejoramiento de la logística de provisión de combustible, provisión de urea para fortalecer el sector agrícola de esas naciones, así como se analizaron políticas comunicacionales, energías alternativas y la dimensión social como aspecto central en los acuerdos.

PETROCARIBE se ha convertido en uno de los nuevos mecanismos de cooperación, integración y solidaridad que han surgido en los últimos años en el hemisferio sur de América Latina, debido a los esfuerzos llevados a cabo por la Revolución Bolivariana en estrecha coordinación con Cuba.

El deambular de la organización en estos seis años de vida, ha permitido a sus miembros enfrentar la profunda crisis capitalista mundial y a la par brindar beneficios para el progreso económico y social de esos países.

Este mecanismo de intercambio ha aportado millones de dólares para un centenar de proyectos de desarrollo que se ejecutan en 12 de los países miembros, los cuales se realizan sin presiones y amenazas por parte de los organismos capitalistas financieros que aupan políticas neoliberales y de privatizaciones en beneficio de las grandes compañías transnacionales.

La integración y la solidaridad latinoamericana avanzan con organismos afines a las necesidades de los pueblos del área y PETROCARIBE va a la avanzada económica de la región.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.







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El gato de despensero.







Rebelion. Cosas curiosas de la economía europea















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28-06-2011







Cosas curiosas de la economía europea










Como es sabido, uno de los protagonistas de la crisis financiera que se inició en 2008 en Estados Unidos, junto con la entidad Morgan Stanley, fue un banco de inversión llamado Goldman Sachs. Abocado a la bancarrota, en septiembre de 2008 la Reserva Federal estadounidense decidió que dejase de ser un banco de inversión para convertirse en un banco comercial y tuvo que ser rescatado con diez mil millones de dólares públicos. En abril de 2010, la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos acusó a Goldman Sachs de fraude por las hipotecas subprime. En los juzgados la entidad financiera está acusada de emitir obligaciones de deuda a partir de valores respaldados por hipotecas que se preveía que fallaran y comercializarlas para sus clientes presentándolas como una buena inversión. Así, las autoridades bursátiles estadounidenses calculan que los ingenuos inversores de Goldman Sachs perdieron en torno a 740 millones de euros (El País, 17-4-2010).

No solamente esto, Goldman tuvo un papel central a la hora de ayudar a Grecia a ocultar el déficit presupuestario de su gobierno a la Unión Europea, los mercados financieros y la opinión pública en general. Goldman vendió a Grecia unos complejos canjes en los que pagaba al gobierno griego por futuras fuentes de ingresos por conceptos tales como tasas de aterrizaje en aeropuertos. Se trataba en realidad de un préstamo, pero el canje permitía al gobierno griego evitar que el dinero prestado pasara a los libros como préstamo, lo que habría elevado su déficit presupuestario por encima de los límites permitidos en la zona euro (The Guardian, 20-4-2010). También hizo más negocios con Grecia, Goldman Sachs gestionó colocaciones de bonos griegos por importe de unos 15.000 millones de dólares (unos 11.000 millones de euros al cambio actual) tras llevar a cabo una permuta de divisas que permitió al Gobierno de Atenas ocultar la verdadera cuantía de su déficit. Goldman ganó unos 735 millones de euros con la colocación de bonos griegos desde 2002, según datos de la agencia de noticias financieras Bloomberg News (El País, 18-2-2010).

¿Y por qué contamos ahora esto? Porque entre enero de 2002 y enero de 2006, mientras se cocían todos estos petardos financieros, el vicepresidente de Goldman Sachs era un señor que se llama Mario Draghi. El mismo que los líderes de la Unión Europea en una cumbre de Bruselas acaban de nombrar presidente del Banco Central Europeo. Ejercerá su cargo desde el 1 de noviembre de 2011, al 31 de octubre de 2019. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que Draghi “ejercerá un liderazgo fuerte e independiente” de la institución, “continuando la tradición establecida por sus antecesores”. Hasta ahora solamente habíamos dedicado fondos públicos a salvar a las grandes financieras que habían provocado la crisis, ahora ya contratamos a sus directivos para gestionar la economía pública.

Y una última anécdota. Recordemos que los ciudadanos de Islandia decidieron en referéndum que no estaban dispuestos a que su Estado asumiera el pago de 3.700 millones de euros a la banca privada del Reino Unido y Holanda. El gobierno islandés, que defendía el pago, se quedó muy abrumado y dijo que entonces el país no podría acceder a los mercados financieros. Sin embargo no hubo ningún problema para colocar en el mercado bonos a cinco años. Su precio se estableció a un tipo del 4,875% (Público, 11-6-2011). Lo curioso es que otros gobiernos más disciplinados con el mercado deberán pagar un interés mayor para que los inversores se interesen por sus bonos y los compren. Los bonos irlandeses se pagan al 15% y los griegos al 25%. Hasta el Estado español deberá pagar más interés que el islandés para que los inversores se los queden, el 5,6%. De modo que ni los mercados te premian cuando eres servil.

Www.pascualserrano.net

Pascual Serrano es periodista. Su último libro es ¿El mejor del los mundos? Un paseo crítico por lo que llaman “democracia” (Icaria)

rCR







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lunes, 27 de junio de 2011

La ruta del dinero.







Rebelion. Crisis mundial: la ruta del dinero















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27-06-2011







Crisis mundial: la ruta del dinero




Prensa Obrera






No tiene nada que ver con el caso Schoklender, pero investigar esa ruta es útil para responder a la pregunta de cómo es posible que Grecia, un país de diez millones de habitantes, tenga en jaque a la economía mundial -al menos según describe la información corriente. Dicho de otra manera, para que un ‘default' de Grecia arrastre a la zona euro a la bancarrota, es necesario que esa bancarrota ya se encuentre instalada en el conjunto de la economía mundial.

La deuda pública de Grecia, Irlanda y Portugal en poder de los bancos alemanes apenas supera los 25 mil millones de euros, una migaja para un sistema con activos por 25 billones de esa moneda; los bancos franceses tienen en cartera unos 30 mil millones; el resto de Europa y Estados Unidos, muy poco. El asunto cambia de aspecto cuando se observa que esos bancos alemanes tienen acreencias por 140 mil millones de euros sobre bancos y compañías privadas de esos países, y nada menos que otros 100 mil millones de dólares en títulos y bonos que protegen las inversiones realizadas (derivados). O sea que la deuda pública de esos tres países no afecta, al menos directamente, a los bancos acreedores, pues representa apenas el 8% del total de lo que les deben Irlanda, Grecia y Portugal. Más ilustrativo es el caso de Gran Bretaña: los bancos tienen en su poder deuda del trío en crisis por 200 mil millones de euros, pero sólo diez mil millones corresponden a deuda pública de esos países. Los bancos de Estados Unidos tienen menos deuda pública aún: siete mil millones de euros, pero la deuda privada de compañías, bancos y derivados con los bancos norteamericanos se acerca a 200 mil millones. Los bancos del conjunto de la zona euro más Estados Unidos, poseen deuda de esos países en el orden de un billón de euros, de los cuales la deuda pública en sus manos no supera los 50 mil millones de euros.

¿Qué pasa entonces? Ocurre que la parte del león de la deuda pública de Irlanda, Grecia y Portugal -alrededor de 650 mil millones de euros- se encuentra en manos de los bancos y compañías de esos mismos países, cuya compra financiaron (un 60% de ella) contrayendo deuda con bancos en el exterior, y financiaron del mismo modo, con deuda externa, la compra de deuda del sector privado. De acuerdo con "cálculos del Banco de Inglaterra, las pérdidas que produciría una ‘quita' del 50% a la deuda de esos países más España, barrería con el 70% del patrimonio de los bancos griegos, con la mitad del patrimonio de los bancos de España y Portugal, y con el 10% del de los bancos alemanes y franceses" (The Economist, 16/4). La deuda privada de España triplica a la del conjunto de los países mencionados y es casi el doble de su propia deuda pública. Si en lugar de una ‘quita' se produce un ‘default', las consecuencias serían terminales. Los bancos franceses y alemanes son, en muchos casos, los accionistas principales de los bancos de los países afectados. En resumen, la deuda griega es la punta del témpano de un sistema bancario en bancarrota. A esto nos lleva "la ruta del dinero". Incluso en el momento actual, sin ‘quitas', ni menos ‘defaults', se estima que el déficit de capital de la banca alemana con respecto a las normas actuariales, es de 250 mil millones de euros. ¿Pueden los planes de austeridad y las privatizaciones de los países en cuestión hacer frente a semejante hipoteca? Imposible.

Reestructuremos

La reestructuración de las deudas públicas de esos países, como abogan algunos ante la evidencia, es entonces sólo un aspecto de la crisis de deuda -es necesaria una reestructuración de las deudas privadas. ¿Pero cómo se reparten en forma equilibrada las pérdidas que ocasionaría una reestructuración a los acreedores? Alemania, que oficialmente aboga por un refinanciamiento, es el país que tiene las espaldas más anchas para compensar a su sistema financiero, lo cual dejaría a éste en una posición dominante en el mercado. Alemania pretende hacer recaer el costo de una refinanciación de la deuda pública de Grecia (y de la deuda de los bancos griegos con la banca alemana) en los bancos que nacionalizó al comienzo de la crisis -o sea que pagará el Tesoro, no los acreedores de esos bancos ni los bancos que no fueron nacionalizados- como el Deustche o el Commerzbank. Otras formas de reestructuración tropiezan siempre con su costo; el Tesoro italiano, al borde la bancarrota, no está en condiciones de financiar a los otros países en bancarrota. Un refinanciamiento colectivo sólo funcionaría como un paso hacia un sistema fiscal único de Europa -por ahora imposible. Lo decisivo, sin embargo, es algo que va más allá de la crisis financiera: el mercado mundial se contrae, es decir que los países en bancarrota no tienen salida por la vía de la recomposición de la industria y del comercio. El ‘default' virtual de Grecia es la expresión de una bancarrota que se encuentra más allá de sus fronteras, y ésta la expresión de un límite histórico del conjunto del capital mundial.

No sólo Europa

Es en este punto que entran Estados Unidos y China, la relación que hace las veces de telón de fondo de la crisis europea. La economía norteamericana no levanta cabeza a pesar de la inyección de billones de dólares; el crédito no se reanuda y los bancos guardan la plata en las cuentas remuneradas del Banco Central u operan especulativamente en los mercados ‘emergentes'; la deuda pública federal se encuentra en ‘default'; las empresas que ofrecen ganancias explotan una enorme intensificación de la explotación de la fuerza de trabajo y el desplazamiento de la competencia -no aumentan las inversiones ni la producción. El desempleo sube, los precios de las viviendas siguen cayendo a niveles históricos, los estados y municipios se encuentran en quiebra. Por otro lado, el motor de la demanda mundial en los últimos años, la inversión inmobiliaria en China y en la siderurgia, está saturada, o sea que sus gestores se encuentran en default con sus propios financistas. La mancha de aceite va llegando a nuestras costas: un negocio de venta minorista en gran escala, La Polar, en Chile, bordea la quiebra como consecuencia de la saturación de sus créditos al consumo con tarjeta. El caso importa porque se está generalizando en Brasil, donde el ‘default' de los consumidores ha subido un 20,6% desde principios de año (Financial Times, 20/6). Un índice del nivel de especulación que anticipa la bancarrota brasileña lo ofrece el dato de que la Bolsa de Sao Paulo tiene un nivel de capitalización (suma de los precios de las acciones de las empresas cotizantes) superior a la de Alemania y China, cuyos valores se han desplomado en la crisis. Argentina sufre el mismo fenómeno y es el principal vecino de los brasileños.

La crisis política entre nosotros

La bancarrota capitalista ha comenzado a provocar fisuras en la capacidad de decisión política de la burguesía, como lo muestran las divisiones en la Unión Europea, la situación terminal de varios de sus gobiernos, la disputa creciente en Estados Unidos sobre los planes de ajuste -que incluso se trasladan a la guerra contra Libia, con la división de la Otan y el reclamo de la derecha italiana para retirarse de los bombardeos criminales. Por último, la reacción popular: desde la toma de la Bastilla hasta hoy, pasando por varias revoluciones rusas y el mayo francés, los primeros síntomas de la revolución son las huelgas, las manifestaciones, las luchas desesperadas y la aparición en masa de los Indignados.







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Grecia: ¿Quien asume el costo?







Rebelion. Los banqueros se preparan para violar a Grecia: los socialdemócratas votan por el suicidio nacional















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Economía






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27-06-2011






Solo un referendo popular puede detenerlos

Los banqueros se preparan para violar a Grecia: los socialdemócratas votan por el suicidio nacional







Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens




La lucha por el futuro de Europa se está librando en Atenas y otras ciudades griegas que se resisten a las exigencias financieras que son la versión en el Siglo XXI de un ataque militar directo. Sin duda, la amenaza de supremacía de los bancos no es el tipo de política asesina de la economía que proporcione oportunidades para mostrar heroísmo en la batalla armada. Las políticas financieras destructivas se parecen más a un ejercicio en la banalidad del mal, en este caso las conjeturas favorables a los acreedores del Banco Central Europeo (BCE), la UE y el FMI (incitado por el Tesoro de EE.UU.).

Como señaló Vladimir Putin hace algunos años, las reformas neoliberales colocadas en manos de Boris Yeltsin por los Harvard Boys en los años noventa, llevaron a que Rusia sufriera tasas de natalidad más bajas, esperanza de vida más corta y emigración –la mayor reducción del crecimiento de la población desde la Segunda Guerra Mundial. La huída de capitales es otra consecuencia de la austeridad financiera. La “solución” al problema de la deuda de Grecia propuesta por el BCE es por lo tanto contraproducente. Solo sirve para que el BCE gane tiempo para apoderarse de más deuda del gobierno griego, dejando que todos los contribuyentes de la UE paguen la cuenta. Para evitar ese traspaso de las pérdidas de los bancos a los contribuyentes, Angela Merkel en Alemania ha insistido en que los dueños privados de bonos deben absorber parte de la pérdida que resulta de sus malas inversiones.

Los banqueros tratan de obtener una ganancia inesperada utilizando el martillo de la deuda para lograr lo que hacía la guerra en el pasado. Exigen la privatización de activos públicos (a crédito, con deducción tributaria para los intereses de manera que quede más flujo de efectivo para pagar a los banqueros). Esta transferencia de tierras, servicios públicos e intereses como botín financiero y tributo a las economías acreedoras es lo que hace que la austeridad financiera se parezca a la guerra en su efecto.

Sócrates dijo que la ignorancia debe ser la raíz de todo mal, porque nadie se propone deliberadamente ser malo. Pero la “medicina” económica de llevar a los deudores a la pobreza y de forzar la venta de su dominio público se ha convertido en una sabiduría socialmente aceptada enseñada en las actuales escuelas de gestión. Se pensaría que después de cincuenta años de programas de austeridad y de ventas de privatización para pagar malas deudas, el mundo habría aprendido bastante sobre las causas y las consecuencias.

La profesión bancaria decide deliberadamente ser ignorante. La “Buena práctica aceptada” está apoyada por Premios Nobel de Economía para suministrar un manto de negabilidad plausible cuando los mercados son “inesperadamente” vaciados y la nueva inversión disminuye como resultado de economías que se desangran en lo financiero al estilo medieval, mientras la riqueza es absorbida por la punta de la pirámide económica.

A mi amigo David Kelley le gusta citar el comentario sarcástico de Molly Ivins: “Es difícil convencer a la gente de que la estás matando por su propio bien”. El intento de la UE de hacerlo no tuvo éxito en Islandia. Como los islandeses, los manifestantes griegos están hasta la coronilla de docta ignorancia neoliberal de que la austeridad, el desempleo y los mercados en contracción son el camino hacia la prosperidad, no a más pobreza. Por lo tanto hay que preguntar ¿qué motiva a los bancos centrales a promover a administradores con estrechez de miras, que siguen las órdenes y la lógica de un sistema que impone innecesarios sufrimientos y desperdicio, todo para continuar con la banal obsesión de que los bancos no deben perder dinero?

Hay que concluir que los nuevos planificadores centrales de la UE (¿No es lo que Hayek dijo que era el Camino a la Servidumbre?) actúan como guerreros de clase al exigir que todas las pérdidas sean sufridas por las economías al imponer la deflación de la deuda y al permitir que los acreedores se apoderen de activos. Como si esto no empeorara el problema. Esta línea dura del BCE está respaldada por el secretario del Tesoro de EE.UU., Geithner, evidentemente a fin de que las instituciones estadounidenses no pierdan sus apuestas en juegos de derivados que han emprendido.

Es una repetición de la intervención de Geithner para impedir el alivio de la deuda irlandesa. El resultado es que entramos en un territorio absurdo en el cual el BCE y el Tesoro insisten en “renegociación voluntaria” sobre la base de que algún banco puede haber tomado un riesgo del tipo AIG al ofrecer seguro contra default o apuesta a que pueda hacerlo perder tanto dinero que sería necesario otro rescate. Es como si el juego financiero fuera económicamente necesario, no parte de Las Vegas. ¿Por qué les iba a importar un dracma a los griegos? Es un problema regulatorio entre bancos europeos. Pero para soslayarlo, el BCE dice a Grecia que venda sus derechos de agua y de alcantarillado, puertos, islas y otra infraestructura.

Esto vira hacia el teatro financiero del absurdo. Por cierto, algunos intereses especiales siempre se benefician del absurdo sistémico, por banal que sea. Los mercados financieros siempre se han basado en que Grecia terminará por hacer default. Sólo es cuestión de cuándo. Los bancos están aprovechando el tiempo para apoderarse de todo lo que pueden y pasar las pérdidas al BCE, la UE y el FMI, instituciones “públicas” que tienen más influencia que los acreedores privados. Por lo tanto los banqueros se convierten en patrocinadores de lo absurdo y de la economía chatarra lanzada tan irreflexivamente por los ejecutores, porristas por la banalidad del mal. No importa realmente si sus nombres son Trichet, Geithner o Papandreu. Solo son bultos emparentados sobre el calamar vampiro de las demandas de los acreedores.

Las multitudes griegas que se manifiestan frente al Parlamento en la Plaza Syntagma están suministrando su contraparte a la “primavera árabe”. Pero en realidad, ¿qué pueden hacer, a falta de violencia, mientras la policía y los militares se ponen de parte del gobierno que por su parte se pone de parte de los acreedores extranjeros?

La táctica más efectiva es pedir un referendo nacional sobre si se aceptan los términos de austeridad, aumentos de impuestos, recortes de los gastos públicos y privatizaciones del BCE. Es como el presidente de Islandia impidió que la dirigencia socialdemócrata de su país comprometiera la economía a pagos ruinosos (e innecesarios desde el punto de vista legal) ante las exigencias del Partido Laborista de Gordon Brown y de los holandeses para Icesave e incluso los rescates de Kaupthing.

La única base legal para exigir el pago del rescate por la UE de bancos franceses y alemanes -y la exigencia del secretario del Tesoro de EE.UU., Tim Geithner, de que las deudas deben ser sacrosantas, no las vidas de los ciudadanos– es la aceptación y aquiescencia pública de una política semejante. De otra manera la imposición de la deuda podría tratarse simplemente como un acto de guerra financiera.

Las economías nacionales tienen derecho a defenderse contra una agresión semejante. Los dirigentes populares pueden insistir en que, a falta de un referendo, se proponen elegir un programa político comprometido con la anulación directa de la deuda. El derecho internacional prohíbe que las naciones traten a sus propios ciudadanos de un modo diferente a los extranjeros, de modo que todas las deudas en categorías específicas deberían anularse para crear una Tabula Rasa. (La Reforma Monetaria Alemana de 1947 impuesta por las Potencias Aliadas fue la Tabula Rasa más exitosa de los tiempos modernos. Liberar a la economía de la deuda [incluidas las reparaciones a Grecia por el descalabro de la Segunda Guerra Mundial] se convirtió en la base del milagro económico alemán.)

No se trata de la primera propuesta semejante para Grecia. Hacia finales del Siglo III a.de C., los reyes de Esparta, Agis y Cleómenes, presionaron por la cancelación de una deuda, cómo lo hizo Nabis después de ellos. Plutarco cuenta la historia, y también explica el trágico defecto de esa política. Propietarios absentistas que habían pedido prestado para comprar bienes raíces respaldaron la cancelación de la deuda, obteniendo un inmenso beneficio.

Sería mucho más el caso en la actualidad que en el pasado, cuando la gran masa de la deuda es deuda hipotecaria. Imaginad lo que una cancelación de la deuda haría a los Donald Trump de la economía –habiendo adquirido propiedad con crédito con un mínimo de inversión propia, ¡debiendo repentinamente nada a los bancos! El objetivo de una reforma financiera-fiscal debería ser liberar la economía de gastos fijos financieros que son tecnológicamente innecesarios. Para evitar hacer un regalo a los propietarios absentistas, una cancelación de la deuda tendría que combinarse con un impuesto a la renta económica. El sector público recibiría el valor de arrendamiento de la tierra como su base fiscal.

Sucede que éste era el objetivo básico de los economistas del libre mercado del Siglo XIX: gravar la tierra y la naturaleza –y los monopolios naturales– en lugar de gravar el trabajo y los bienes capitales. El objetivo era mantener para el público lo que crean la naturaleza y la infraestructura pública. Hace un siglo se creía que los monopolios como los que ahora tienen en la mira los privatizadores deberían ser operados por el sector público; o, si se dejaban en manos públicas, sus precios serían regulados para mantenerlos en línea con los costes reales de producción. En los casos en los que propietarios privados ya habían tomado posesión de la tierra, las minas o los monopolios, el ingreso de la renta de esos privilegios de propiedad sería totalmente gravado. Esto incluye el privilegio financiero del que gozan los bancos en la creación de crédito.

El camino para reducir costes es reducir los “malos” impuestos que aumentan el precio de producción, sobre todo los impuestos sobre la mano de obra y el capital, los impuestos a la venta y los impuestos al valor agregado. Al contrario, los impuestos a la renta recaudan el “almuerzo gratuito” de la economía, y por lo tanto dejan menos disponibilidad para comprometerla con los bancos para ser capitalizada en servicio de la deuda en préstamos más elevados. Al transferir la carga tributaria griega de la mano de obra a la propiedad se reduciría el precio de de suministro de mano de obra, y también el precio de la vivienda que está aumentadndo debido a los créditos bancarios.

Un cambio del impuesto sobre la tierra fue la propuesta primordial de reforma de los siglos XVIII y XIX, de los fisiócratas y de Adam Smith hasta John Stuart Mill y los reformadores de la Era Progresista de EE.UU. El objetivo era liberar los mercados de las rentas hereditarias de la aristocracia terrateniente originadas en la conquista vikinga medieval. Esto liberó las economías del feudalismo, y mantuvo a raya los precios en relación con los costes de producción socialmente necesarios.

Todo gobierno tiene el derecho de cobrar impuestos, mientras lo haga uniformemente a los propietarios del interior así como a los propietarios extranjeros. Fuera de re-nacionalizar la tierra y la infraestructura la imposición completa de su renta económica (pagos de acceso para lugares cuyo valor es creado por la naturaleza o por mejoras públicas) devolvería a las autoridades griegas lo que los acreedores tratan de agarrar.

Esta clásica amenaza de los reformadores del Siglo XIX es la respuesta que los griegos pueden dar al Banco Central Europeo. Pueden recordar al resto del mundo que fue, después de todo, el ideal de los mercados libres como fue expresado desde Adam Smith a John Stuart Mill en Inglaterra, y que fue la base de los gastos públicos, las agencias reguladoras y la política tributaria de EE.UU. durante su período de ascenso.

Cuán extraño (y triste) es que el propio Partido Socialista que gobierna en Grecia, cuyo líder dirige la Segunda Internacional, haya rechazado este programa centenario de reformas. No es comunismo. No es ni siquiera inherentemente revolucionario, o por lo menos no lo era cuando se formuló. Es socialismo del tipo reformista en el que culminaron dos siglos de economía política clásica.

Pero es el tipo de mercados libres contra el que lucha el BCE, respaldado por las estridentes exhortaciones del secretario del Tesoro Geithner de EE.UU. Obama no dice nada, deja en manos de burócratas de Wall Street la fijación de la política económica nacional. ¿Está mal? ¿O es solo pasivo e indiferente? ¿Representaría una gran diferencia para el resultado final?

Resumiendo, los objetivos de la agresión financiera extranjera son los mismos que en la conquista militar: la tierra y el dominio público. Pero las naciones tienen derecho a gravar el rendimiento de la renta además del rendimiento de la inversión de capital. Contrariamente a las demandas de la UE de “devaluación interna” (recortes de salarios) como medio para reducir el precio de la mano de obra griega para hacerla más competitiva, la reducción de los niveles de vida no es el camino a seguir. Reduce la productividad de la mano de obra mientras erosiona el mercado interior, llevando a una espiral en deterioro de contracción económica.

La necesidad de un referendo popular

Todo gobierno tiene derecho y por cierto la obligación política de proteger su prosperidad y subsistencia a fin de mantener a su población dentro del país en lugar de conducirla a emigrar o a una posición de dependencia financiera de rentistas. En el corazón de la democracia económica está el principio de que ninguna nación soberana tiene la obligación de renunciar a su dominio público o a sus impuestos, y por ello a su prosperidad económica y su subsistencia futura, ante los extranjeros o en cualquier caso a una clase financiera interior. Por eso Islandia votó “no” en el referendo de la deuda. Su economía se está recuperando.

Irlanda votó “sí” y ahora enfrenta una nueva gran emigración comparable con la que sobrevino después de las emigraciones impulsadas por la pobreza y la hambruna de mediados del Siglo XIX. Si Grecia no fija un límite, será una victoria de la agresión financiera y fiscal que le impondrá la esclavitud por deudas.

Las finanzas se han convertido en el modo de guerra preferido del Siglo XXI. Su objetivo es apropiarse de la tierra y la infraestructura pública para sus propias elites del poder. El logro de este objetivo por medios financieros, imponiendo la esclavitud por deudas a poblaciones sometidas, evita el sacrificio de vidas de la potencia agresora, pero solo mientras los países deudores sometidos acepten voluntariamente su carga. Si no hay referendo, la economía nacional no se puede responsabilizar de pagar las deudas debidas incluso a acreedores “preferidos”: el FMI y el BCE. Activos que se privatizan por insistencia de bancos extranjeros pueden ser re-nacionalizados. Y exactamente igual que las naciones atacadas militarmente pueden entablar un proceso legal, Grecia puede presentar una demanda por la devastación causada por la austeridad, los empleos perdidos, la producción perdida, la población perdida, la fuga de capitales.

La economía griega no recibirá los fondos de un “rescate” del BCE. Los bancos recibirán el dinero. Les gustaría darle vuelco y volver a prestárselo de nuevo a los compradores de la tierra, los monopolios y otras propiedades que dicen que Grecia debe privatizar. Los ingresos que cobren (indudablemente aumentando las tarifas al hacerlo, para cubrir el interés y otorgarse los usuales aumentos de salarios sobre propiedad privatizada) se pagarán como intereses. ¿No es como un tributo militar?

Margaret Thatcher solía decir “No hay alternativa”. Pero evidentemente existe. Grecia puede optar por no participar en este despilfarro de activos y de privilegio económico para los acreedores.

¿Qué dicen los colegas de Papandreu de la Internacional Socialista sobre los actuales acontecimientos en Grecia? Supongo que es evidente que la antigua Internacional Socialista está muerta, dado el hecho que Papandreu es, después de todo, su jefe. Lo que pasa hoy por socialismo es diametralmente opuesto de las reformas promovidas bajo su nombre hace un siglo, en la era anterior a la Primera Guerra Mundial. Los partidos socialdemócratas y laboristas europeos de la actualidad han encabezado el camino de la privatización, de la financiarización de sus economías bajo condiciones que han bloqueado el crecimiento de los niveles de vida. El resultado promete ser un realineamiento político internacional.

La austeridad económica no puede garantizar las demandas de los acreedores

El jueves por la tarde el Dow, que había bajado 230 puntos, dio un salto al cierre para perder “solo” 60 puntos, por los rumores de que Grecia había aceptado el plan de austeridad del FMI. ¿Pero qué es Grecia? ¿Es solo el gabinete? Ciertamente no todo el Parlamento. ¿Habrá una votación parlamentaria opuesta al interés público, que acepte austeridad y privatización?

Solo un referendo puede comprometer al gobierno griego a pagar nuevas deudas impuestas bajo la austeridad. Solo un referendo puede impedir que propiedad que está privatizada se re-nacionalice. Una transferencia semejante no es legítima según ideas comúnmente aceptadas de democracia política y económica. Y en todo caso, un impuesto sobre la renta puede recuperar para la economía griega lo que los agresores financieros tratan de agarrar.

La historia está llena de ejemplos instructivos. Oligarquías locales en la región invitaron a Roma a atacar Esparta, y derrocó a los reyes y a su sucesor Nabis (quien puede haber sido real). La secuela es que Roma dirigió un imperio oligárquico, utilizando la violencia en el interior para asesinar a reformadores democráticos como los hermanos Gracchi después de 133 A. de C., arrojando a la república a un siglo de guerra civil. Los intereses acreedores terminaron por estar en control total, y su propio egoísmo banal arrojó a la mitad occidental del Imperio Romano a una Edad Oscura económica y social.

Esperemos que esta vez el resultado sea mejor. Ciertamente habrá luchas, pero más en la esfera financiera y fiscal que en la abiertamente militar. En última instancia la lucha sólo se puede ganar si se comprenden la corrosiva dinámica de la “magia del interés compuesto” y la necesidad social de subordinar los intereses de los acreedores a los de la economía “real” en general. Pero para lograr esto, la propia teoría económica tiene que sacarse de su actual banalidad posclásica “neoliberal”.

Michael Hudson es ex economista de Wall Street, distinguido profesor investigador de la Universidad de Missouri, en Kansas City, y autor de numerosos libros, entre ellos: “Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire” (nueva edición, Pluto Press, 2002) y “Trade, Development and Foreign Debt: A History of Theories of Polarization v. Convergence in the World Economy”. Puede contactarse con él en: mh@michael-hudson.com

Fuente: http://www.counterpunch.org/hudson06242011.html

rCR







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