jueves, 31 de enero de 2013


Rebelion. Nuestras protestas deben anular los intereses de los combustibles fósiles que bloquean a Barack Obama
Portada :: EE.UU.
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 31-01-2013

Nuestras protestas deben anular los intereses de los combustibles fósiles que bloquean a Barack Obama


Traducción para www.sinpermiso.info : Lucas Antón


Por lo general, el cambio se produce con mucha lentitud, aun cuando la gente más seria haya decidido ya que existe un problema. Así sucede, en un país tan grande como los Estados Unidos, debido a que la opinión pública se mueve en forma de lenta corriente. Puesto que, por definición, el cambio requiere ir en contra de poderosos intereses establecidos, puede que hagan falta decenas de años para que estas corrientes erosionen la fortaleza de los intereses especiales.

Tomemos, por ejemplo, "el problema de nuestras escuelas". No se preocupen de si había en realidad un problema, o de si hacer que todos los estudiantes dediquen sus años escolares a rellenar “tests” normalizados lo ha resuelto. Pensemos solo en la cronología. En 1983, después de algunos años para que los expertos se aclarasen la garganta, la Comisión Carnegie publicó "A Nation at Risk" [“Un país en peligro”], insistiendo en que una "creciente marea de mediocridad" amenazaba nuestras escuelas. Las mayores fundaciones y la gente más rica del país despertó a la acción y durante tres décadas nos aplicamos entrecortadamente a una serie de reparaciones y reformas. Tuvimos Race to the Top [Carrera a la Cumbre, concurso escolar del Departamento de Educación para promover innovaciones y reformas], y Teach for America [Enseñar por Norteamérica, ONG que recluta a recién licenciados para enseñar en comunidades de bajos ingresos], y estatutos y vales escolares, y… todavía estamos metidos en lo de "arreglar" la educación, muchas generaciones de estudiantes después.

Aun encarando problemas que son innegablemente reales – la discriminación contra la comunidad homosexual, pongamos por caso- se puede defender que el cambio gradual ha sido en realidad la mejor opción. Si algún mítico Tribunal Supremo progresista hubiera declarado legal, en 1990, el matrimonio homosexual en el país, la reacción en contra habría sido rauda y contundente. Desde luego, puede aducirse que yendo de estado en estado (empezando por estados más sagaces y pequeños como Vermont) se ha conseguido un feliz resultado más sólido a medida que cambiaba la cultura y las nuevas generaciones se hacían mayores.

Lo que no significa decir que no hubiera millones de personas que han sufrido de resultas de ello: las ha habido. Pero nuestras sociedades están hechas para moverse despacio. Las instituciones humanas tienden a trabajar mejor cuando disponen de años o hasta de décadas para llevar a cabo correcciones graduales de rumbo, cuando el tiempo suaviza los conflictos entre la gente.

Y esa ha sido siempre la dificultad respecto al cambio climático, el mayor problema al que hayamos tenido alguna vez que enfrentarnos. No es una lucha, como la reforma educativa o el aborto o el matrimonio de los homosexuales, entre grupos en conflicto con opiniones en conflicto. No podría ser más distinto en un plano fundamental.

Estamos hablando de una lucha entre los seres humanos y la física. Y la física no tiene el más mínimo interés en los calendarios humanos. A la física no puede importarle menos si una actuación brusca hace subir los precios del gas, o daña a la industria del carbón en estados electoralmente indecisos. No podría importarle menos si ponerle un precio al carbono ralentiza el ritmo de desarrollo de China y hace menos rentable la industria agropecuaria.

La física no entiende que la acción rápida sobre el clima amenaza el negocio más lucrativo de la Tierra, el sector de combustibles fósiles. Es implacable. Toma el dióxido de carbono que producimos y lo traduce en calor, lo que quiere decir en hielo que se funde y tormentas que se forman. Y a diferencia de otros problemas, cuanto menos haces, peor se vuelve. Y si no se hace nada, te encuentras de pronto con una pesadilla.

Podríamos demorar la reforma sanitaria durante diez años y el precio sería terrible, con todo ese sufrimiento al que no responderíamos en esos diez años. Pero cuando volviéramos a ello, el problema vendría ser de las mismas dimensiones. Con el cambio climático, a menos que actuemos con bastante prontitud para responder al calendario que impone la física, no hay mucha razón para actuar en absoluto.

A menos que se comprendan estas distinciones, no se entiende el cambio climático, y no está nada claro que el presidente Obama lo entienda.

Por esa razón es por la que su administración siente ese fastidio cuando no consigue el crédito que cree merecer por enfrentarse al asunto en su primer mandato presidencial. La medida que señalan con más frecuencia es el aumento del ahorro medio de combustible en automóviles, que irá entrando lentamente en vigor a lo largo del próximo decenio.

Precisamente es el tipo de transformación gradual que a la gente – y a los políticos – les gusta. Deberíamos haberlo adoptado hace mucho tiempo (y lo habríamos adoptado, salvo que desafiaba el poder de Detroit y sus sindicatos, y así tanto los republicanos como los demócratas lo mantuvieron a raya). Pero aquí viene lo terrible: ya no es una medida que le impresione a la física. Al fin y al cabo, la física no va por ahí bromeando o negociando. Mientras discutíamos si el cambio climático era siquiera un tema al que se le podía permitir aparecer en la última campaña presidencial, se estaba fundiendo el Ártico. Si vamos a ralentizarlo, tenemos que recortar la emisiones a escala global a un ritmo sensacional, algo así como un 5% anual, para que suponga una verdadera diferencia.

No es culpa de Obama que no esté pasando esto. Consideremos el momento en el que el gran presidente del siglo pasado, Franklin Delano Roosevelt, hubo de enfrentarse a un implacable enemigo, Adolf Hitler (lo más análogo a la física que podamos imaginar, en el sentido de que era enloquecidamente solipsista, aunque en su caso también era un malvado). Ni siquiera cuando los ejércitos alemanes habían empezado ya a rodar por toda Europa, consiguió FDR, con todo, hacer acopio de fuerzas para que Norteamérica se levantara del sofá y luchara.

Existía incluso en aquel entonces el equivalente de los negacionistas del cambio climático, encantados de defender que Hitler no representaba ninguna amenaza para Norteamérica. Ciertamente, en algunos casos se trataba de idénticas instituciones. La Cámara de Comercio norteamericana, por ejemplo, se opuso de manera estentórea a la Ley de Préstamos y Arriendos [de 1941 para ayudar a la Gran Bretaña en guerra]. .

De modo que Roosevelt hizo todo lo que le permitía su autoridad, y luego cuando Pearl Harbor le ofreció su momento, empujó con toda la fuerza que podía. Fuerza significaba, por ejemplo, decirle a las empresas de automóviles que quedaban fuera del negocio de coches durante algún tiempo para pasar, en cambio, a la fabricación de tanques y aviones de combate.

Para Obama, enfrentado a un Congreso comprado por el sector de combustibles fósiles, un enfoque realista consistiría en hacer absolutamente todo lo que pudiera con su autoridad: nuevas regulaciones de la EPA (Environment Protection Agency, la Agencia de Protección Medioambiental del gobierno federal), por ejemplo; y, por supuesto, debería denegar el permiso para tender el oleoducto de arenas alquitranadas Keystone XL, algo para lo que no requiere permiso alguno de John Boehner [el republicano que preside la Cámara de Representantes] ni del resto del Congreso.

Hasta ahora, sin embargo, ha sido, en el mejor de los casos, tibio cuando se trata de dichas medidas. La Casa Blanca, por poner un caso, desautorizó la propuesta de la EPA de mayor regulación sobre ozono y “smog” en 2011, y el año pasado abrió el Ártico a la perforación petrolífera, al tiempo que vendía a precio de ganga vastas extensiones de la cuenca del río Powder, en el estado de Wyoming, a la minería del carbón.

Su Departamento de Estado metió la pata en las negociaciones globales sobre cambio climático. (Es difícil recordar un fracaso diplomático de mayor perfil que el de la cumbre de Copenhague). Y hoy Washington bulle de rumores de que aprobará el oleoducto Keystone, que podría transportar 900,000 barriles diarios del crudo más sucio de la Tierra. Casi gota por gota, es la cantidad que ahorrarían sus nuevas regulación de ahorro de consumo en automóviles.

Si Obama fuera serio, estaría haciendo algo más que lo fácil y obvio. Iría buscando ese momento de Pearl Harbor. Sabe Dios que tuvo su oportunidad en 2012: el año más cálido de la historia de los Estados Unidos continentales, la mayor sequía de su vida, y un deshielo del Ártico tan grave que el principal científico del gobierno federal para el cambio climático lo declaró “emergencia planetaria”.

De hecho, ni siquiera pareció darse cuenta de estos fenómenos, haciendo campaña para un segundo mandato como si estuviera en una burbuja de aire acondicionado, hasta cuando la gente se desmayaba en masa a causa del calor. A lo largo de la campaña de 2012, siguió declarando su amor por una política energética de “todo lo antedicho”, en la que aparentemente el petróleo y el gas natural eran exactamente igual de benéficos que el sol y el viento.

Sólo al final mismo de su campaña, cuando pareció que el huracán Sandy presentaba una abertura política, dio indicios de aprovecharla, y su personal permitió que los informadores se enterasen, sin atribuirlo a ninguna fuente, de que el cambio climático sería ya una de sus tres prioridades más importantes (o quizás cuatro, después de la matanza de Newton) de un segundo mandato.

Es un comienzo, supongo, pero resulta muy diferente a decirles a las empresas automovilísticas que harían mejor en reequiparse para producir turbinas eólicas en masa.

Y en cualquier caso, lo retiró a la primera oportunidad. En su rueda de prensa posterior a las elecciones, anunció que el cambio climático era "de verdad", señalando su acuerdo, digamos, con el presidente George H. W. Bush en 1988. Por deferencia a las "futuras generaciones", estuvo asimismo de acuerdo en "hacer más". Pero enfrentarse al cambio climático, añadió, entrañaría "duras opciones políticas". Desde luego, demasiado duras, parece, pues estas eran sus líneas clave:

"Creo que ahora mismo el pueblo norteamericano ha estado tan centrado y seguirá tan centrado en nuestra economía y empleo y crecimiento que si el mensaje es de alguna manera que vamos a ignorar el empleo y el crecimiento para afrontar simplemente el cambio climático, no creo yo que nadie se apunte a esto. Yo no iría por ahí".

Es como si Winston Churchill, primer ministro británico durante la II Guerra Mundial, hubiera declarado:

"No tengo nada más que ofrecer que sangre, trabajo, lágrimas y sudor. Y sabe Dios que eso no cosecha muchos votos, así que mejor nos olvidamos".

Al presidente hay que presionarle para que haga todo lo que pueda y más. Es por lo que miles de nosotros descenderemos sobre Washington, D.C., el fin de semana previo al Día del Presidente [jura del cargo], en lo que constituirá la mayor manifestación medioambiental en muchos años. Pero existe otra posibilidad que hemos de considerar: que no esté quizás a la altura de esta tarea y que tengamos nosotros que hacerlo por él, lo mejor que podamos.

Si no se enfrenta él al sector de los combustibles fósiles, lo haremos nosotros. Es la razón por la que los activos movimientos de desinversión de 192 campus de todo el país están haciendo todo lo que pueden para poner de manifiesto que el sector de combustibles fósiles amenaza su futuro. Si él no utiliza nuestra posición como superpotencia para sacar las negociaciones internacionales sobre cambio climáticos del barro, lo intentaremos nosotros.. Es por lo que la gente joven de 190 países se va a reunir en Estambul en junio en un esfuerzo por sacarle los colores a las Naciones Unidas para que actúen. Si no escucha él a los científicos – como los 20 climatólogos más importantes que le dijeron que el oleoducto Keystone es un error – , en ese caso los científicos más relevantes tendrán cada vez más claro que tienen que propiciar que les detengan para dejar clara su postura.

Quienes figuramos en el creciente movimiento contra el cambio climático, nos movemos con toda la rapidez y contundencia que sabemos (aunque no tanto, me temo, como exige la física). Tal vez si vamos lo bastante rápido, hasta este pacientísimo presidente acabará atrapado por esta ola. Pero no es que le estemos esperando. No podemos.

Bill McKibben , es un conocido medioambientalista estadounidense, especialmente respetado por sus escritos sobre el cambio climático. Actualmente es «Schumann Distinguished Scholar» en el Middlebury College, Vermont.

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=5633

 



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter

martes, 29 de enero de 2013

El pepe.


Mali:detrás de bastidores.


Rebelion. AFRICOM: contra China desde Malí
Portada :: África
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 29-01-2013

AFRICOM: contra China desde Malí



Un nuevo demonio con rostro al que perseguir, —Mokhtar Belmokhtar, jefe de Al Qaeda del Magreb Islámico— oculto en un territorio estratégico a conquistar, Malí. ¡Demasiado parecido a la fábula de “Bin Laden en Afganistán”!

Curiosamente, este “peligrosísimo” grupo nunca había atentado contra los intereses occidentales: se dedicaba al secuestro, pillaje y contrabando. Ahora, ofrecerá el pretexto perfecto a los nuevos conquistadores de Malí para militarizar el Sahel, cuyas sufridas gentes ya estaban luchando contra una hambruna de magnitud.

Bajo la fraudulenta excusa de “lucha contra el terrorismo”, la espectacular agresión militar de Francia, diseñada por el Pentágono, tiene objetivos más serios que vencer a cuatro integristas que cortan manos. Eso mismo hace la aliadísima Arabia Saudí y es lo que planean hacer los al-qaedistas que gracias a la OTAN gobiernan la “nueva y democrática Libia”. Decía Charles de Gaulle que ”Francia no tiene amigos, sólo tiene intereses”. Y es que el uranio de esta región abastece las 54 centrales nucleares del país galo, y China allí se presenta como un peligroso rival.

Estados Unidos, sus aliados europeos y China libran una dura batalla, aunque con distintas estrategias, para expandir su influencia por África y asegurarse el acceso a sus recursos y mercados. Esta nueva ronda de guerras se inicia cuando China pone los pies en la zona de influencia de potencias occidentales y la convierte en su “profundidad estratégica”.

Malí, después de Costa de Marfil, Sudán ( Detrás la partición de Sudán ) y Libia ( Libia: un negocio de guerra redondo ) es el cuarto país africano invadido tras la creación en 2007 de AFRICOM, el Comando de Estados Unidos para África cuyo objetivo es contener la creciente presencia de China y ahogar las luchas de liberación de los pueblos africanos. Sus prácticas son similares las que Estados Unidos aplicaba a América Latina en la década de los 70 y 80: conspirar, secuestrar, torturar…

La ocupación militar, el regreso a la dimensión más siniestra del colonialismo, se debe sobre todo a la fragilidad de los gobiernos corruptos e incompetentes afines a Occidente. Así se garantizará el acceso duradero a los inmensos recursos naturales del continente. La “colonización blanda” que practica China es un nuevo enfoque que ofrece a dichos gobiernos irresistibles ventajas competitivas: su materia prima a cambio de donaciones, préstamos a bajo interés y la construcción de infraestructuras. Con éste método China se ha convertido, desde 2009, en el primer socio comercial de África.

En Malí operan una veintena de empresas chinas. En toda África están presentes cerca de un millón de sus ciudadanos, que hacen lo mismo que los occidentales, pero sin pegar tiros.

Ya el foro sobre Cooperación China-África (FOCAC), que se celebró en Beijing en el año 2000 y reunió a cincuenta jefes de Estado del continente, había puesto nervioso a Washington. Allí se acordaron contratos billonarios e inversiones para el progreso de las regiones deprimidas. Desde entonces, los prestamos que China ha ofrecido a África han sido mayores y con más ventajas que los del Banco Mundial, el FMI, Estados Unidos y Europa. Junto con los demás países llamados BRICS, Pekín planea crear un banco de desarrollo para el continente, cuestionando así las políticas del FMI y del Banco Mundial. ¿Lo hace con los billones de dólares de la deuda de Estados Unidos que guarda en su caja?

Demasiados y vitales intereses para que puedan evitar un choque armado. China ha entrado en lo que fue la zona de influencia europea. Después de que Estados Unidos le obligara a marcharse de Irak, Sudán y Libia —sus proveedores de petróleo— y redujera sus compras del crudo iraní por las sanciones de la ONU, China ha convertido a África en su profundidad estratégica.

AFRICOM planea implantar un cuartel general central con sucursales por todo el continente, en las que las antiguas colonialistas, Francia, Gran Bretaña, Portugal y España, tendrán responsabilidad y beneficio, lo que contrasta con el hecho de que el gigante asiático carece de bases militares fuera de sus tierras. Mantener la hegemonía mundial cuesta: Estados Unidos elevó el presupuesto del Pentágono de 267.000 millones de dólares en 2000 a 708.200 millones en 2011.

Peligrosamente rico

En l a década de los 90 Estados Unidos luchaba contra Francia en Congo, en una guerra proxy —delegada a las tribus y sin derramar la sangre del hombre blanco— para hacerse con sus diamantes, el coltán y el cobalto entre otros minerales estratégicos, y los 1.000 millones de dólares que su oro producía cada año. Por ello, masacraron a cientos de miles de congoleños. En 2008 la pesadilla de Estados Unidos tuvo rasgos asiáticos: China había firmado unos acuerdos con el presidente Joseph Kabila por el valor de 9.000 millones de dólares con el que pagaría carreteras, ferrocarriles, hospitales y presas a cambio de participar en el negocio de cobre y coltán, que es exportado a China para ser procesado.

Hoy, China importa 2 millones de barriles de petróleo al día de Sudán, Angola y Congo, el 30% de sus importaciones totales; también una cuarta parte del petróleo y las materias primas consumidas por Estados Unidos proceden de estos territorios.

En la última década China ha invertido 15.0000 millones dólares en África y se ha convertido en su primer socio comercial. Desde 2006 el comercio entre ambos se ha triplicado. Las compañías occidentales pierden contratos, y los mercados financieros, los créditos que los africanos solicitaban para conseguir fondos de las instituciones financieras

La alternativa que Pekín presenta es atractiva para los mandatarios africanos, que no para los ciudadanos que ven cómo se agotan sus materias primas, a cambio de tecnología y productos, a veces, con la calidad de todo a cien. Es una relación desequilibrada e insostenible, aunque no ha dañado la imagen de los asiáticos ni ha provocado sentimientos en su contra.

Asciende China y Estados Unidos sigue utilizando la inútil estrategia de la tensión, que sólo beneficia a uno de los principales pilares de su economía: la industria militar.

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/628/africom-contra-china-desde-mali/



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter

Celac-UE. la voz de los pueblos.


Rebelion. Declaración de la Cumbre de los Pueblos frente a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno UE-CELAC, Santiago de Chile

Declaración de la Cumbre de los Pueblos frente a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno UE-CELAC, Santiago de Chile

Enlazando Alternativas


En el marco da la Cumbre de los Pueblos realizada entre los días 25, 26 y 27 de Enero de 2013, en Santiago de Chile, las organizaciones y movimientos sociales y políticos de los diferentes países de América Latina, el Caribe y la Unión Europea declaramos lo siguiente :

Hoy, somos testigos de cómo los bienes naturales, los derechos y las personas han sido mercantilizadas en las naciones y pueblos de América Latina, Europa y el Caribe, producto de la lógica capitalista, que en su vertiente neoliberal y machista, permite su instalación y profundización a través de aparatos cívicos, políticos, militares.

Las relaciones existentes entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe que priorizan los privilegios y ganancias de los inversionistas frente a los derechos de los pueblos a través de acuerdos comerciales y acuerdos bilaterales de inversiones, profundizan este modelo que perjudica a los pueblos de ambas regiones.

Es así, que estos Estados mercantilistas, las transnacionales y las corporaciones continúan siendo administradores y profundizadores de la pobreza y la desigualdad social en el mundo, amparados por un tipo de democracia representativa, de mano de la elite, que se aleja de los intereses de las grandes mayorías de nuestro pueblo.

Esta hegemonía del capital financiero se manifiesta entre otros en la privatización y mercantilización de los servicios públicos, el desmantelamiento del Estado de bienestar, la precarización del trabajo, el extractivismo, la usurpación, la destrucción y mercantilización de los bienes naturales y sociales propios del pueblo y el desplazamiento forzoso de los pueblos originarios, provocando las crisis alimentarias, energéticas y climáticas.

En la Unión Europea la crisis capitalista ha significado un verdadero golpe de estado financiero que ha impuesto políticas de austeridad en contra de los derechos de los pueblos, de los derechos laborales, ambientales, etc. La troika europea (FMI, BCE, Comisión Europea) obliga los estados a endeudarse para salvar los bancos para que seamos los pueblos los que paguen la crisis provocada por ellos mismo.

Al mismo, es necesario visibilizar la creciente opresión y discriminación hacia las mujeres en América Latina, el Caribe y Europa.

No obstante, a este panorama que parece adverso, reconocemos procesos históricos y recientes a partir de las luchas de nuestros pueblos en el mundo, que han logrado tensionar y agrietar las actuales lógicas y nos dan la esperanza de que otro mundo es posible.

De este modo, surge la necesidad de construir las bases para un nuevo modelo de sociedad que transforme las actuales lógicas y coordenadas políticas, económicas, sociales y culturales en todas nuestras naciones y pueblos de ambos lados del continente las luchas de los diferentes actores y organizaciones del campo popular.

Para alcanzar estos objetivos proponemos que :

Los derechos y bienes naturales arrebatados a nuestro pueblo deben ser recuperados, por medio de la nacionalización, la comunitarización de los bienes y servicios y los medios de producción y el reconocimiento constitucional de la naturaleza como sujeto de derecho. Esto implica pasar de ser resistencia y movimientos reivindicativos a una alternativa que contenga una propuesta política-social integral de país.

Promover el paradigma del buen vivir basado en equilibrio del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente y los derechos de la tierra, al servicio de los pueblos, con una economía plural y solidaria.

Democracia directa, participativa y popular y su concretización desde las bases sociales. Para ello, es necesario la integración de actores sociales y políticos del mundo, valorando prácticas territoriales y haciendo el dialogo entre las instancias locales y globales.

Promover la integración en la participación política de los niños y niñas y las juventudes, desde un enfoque de género. Respeto a la libre determinación de los pueblos originarios del mundo, entendiéndolos como pueblos hermanos no sometidos a la territorialidad impuesta por la colonización. Esto, sumando a la promoción de la soberanía alimentaria en perspectiva de una autotomía territorial que a los pueblos y comunidades decidir qué y cómo producirlo.

En cuanto al avance de la represión y la criminalización de la protesta, movimientos sociales y populares, debemos articularnos de tal manera de generar la fuerza necesaria para frenar el avance de leyes antiterroristas y la inserción en las comunidades indígenas de nuestros pueblos, como a su vez la militarización imperialista que ha instalado bases militares en América Latina, Europa y el Caribe.

Sensibilizar, agitar y promover luchas contra las transnacionales, mediante campaña de denuncias y boicot en todos los niveles.

Posicionar el feminismo con un proyecto político anti-patriarcal y anticapitalista. Reconocer y promover los derechos de los migrantes y los derechos de los pueblos de libre tránsito entre las naciones.

Plena solidaridad con el pueblo Palestino y todos aquellos pueblos y naciones oprimidos por el poder colonizador y el imperialismo, así como el repudio a las intervenciones cívicos-militares en Honduras, Haití y Paraguay. Apoyamos los procesos de paz, con la participación de los actores sociales y políticos en Colombia. Solidaridad con el pueblo cubano en contra del bloqueo, con Argentina en el proceso de recuperación de las Malvinas, con Bolivia y su demanda por salida al mar, con el pueblo Venezolano en el proceso Bolivariano y con los movimientos sociales en Grecia y España. En el caso de Chile, solidaridad con el movimiento estudiantil en defensa de la educación pública, gratuita y con el pueblo-nación mapuche contra la represión realizada de parte del Estado.

Acompañando la lucha por la soberanía de nuestros territorios en América Latina, es necesario luchar por el respeto de la soberanía de nuestro cuerpo como territorio propio de las mujeres.

Entendemos que la superación de la precarización laboral a la que se ven expuestos las mayorías de trabajadores en América Latina y el mundo, pasa por un cambio estructural que altere las relaciones de propiedad y producción de bienes y servicios valorando la labor esencial que desempeñan los trabajadores y trabajadoras como sustento sobre el cual se construye toda sociedad.

De manera transversal, debemos avanzar en la construcción de plataformas de lucha comunicacional que no sólo permitan develar y difundir las demandas y alternativas de nuestros pueblos frente al modelo hegemónico, sino también como forma de explicar las verdaderas causas de los problemas que hoy nos aquejan.

Debemos ser capaces de construir demandas unitarias que aglutinen a todos los actores sociales y pueblos en disputa y que a su vez nos permitan trazar un horizonte estratégico hacia el cual avanzar, articulando y organizando la unidad entre el movimiento sindical, social y político en América Latina, el Caribe y Europa. Esto debiera traducirse en una hoja de ruta de trabajo y de movilizaciones para el presente periodo, pero con perspectivas a largo plazo.

Al mismo tiempo, fortalecer la organización social y popular en cada sector de inserción, potenciando la amplificación de nuestras demandas a las grandes mayorías por medio de la politización y la movilización.

No podemos dividir más las instancias organizativas en las que estamos, conducir hacia un proyecto en la diversidad es el mayor desafío que se nos presenta para la generación de una alternativa real de poder popular. Romper con los sectarismos que fragmentan, dividen e impiden la construcción de unidad del campo popular, es una tarea urgente.

Frente al poder del bloque dominante sólo la unidad y la solidaridad entre nuestros pueblos nos darán la fuerza necesaria para alcanzar nuestros más alto objetivos y vencer.

Santiago de Chile, 27 de Enero 2013

Fuente: http://www.enlazandoalternativas.org/spip.php?article1123



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter

Celac-UE¿dos modelos?


Rebelion. La primera batalla entre dos modelos y dos historias distintas: CELAC – UE

La primera batalla entre dos modelos y dos historias distintas: CELAC – UE



En la primera cumbre de la CELAC- UE realizada en Santiago de Chile donde asistieron 60 delegaciones de alto nivel reflejaron la batalla de dos modelo, dos historias muy diferentes pero están en pleno desarrollo diría el periodista Walter Martínez.

Estos dos espacios de integración regional tienen historia muy diferente, en caso de Unión Europea todos sabemos que hasta hoy siguen representado por países colonialista y guerrerista que históricamente eran sus prácticas para consolidar su llamada desarrollismo o un estado de bienestar que hoy están cayendo en pedazo y sin salida esperanzador, solo dejan miseria, guerra, desconfianza, inestabilidad y destrucción del planeta. Esta practica en nuestros continente llevan mas de 500 años, desde esa historia pasada, hasta hoy en Mali una historia presente en el continente Africano tiene la misma practica con otro discurso, terrorismo y masacrando gente inocente en nombre de los derechos humanos, democracia, destituyendo gobierno elegido por el pueblo, libre comercio privatizando la salud, educación y otros derechos económicos, sociales y culturales, reducción de la pobreza privatizando la riqueza para unos pocos, y dejando a la exclusión a la mayoría, hablan de medio ambiente con practica economía extractivista al antojo de las empresas transnacionales.

  Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual. Martin Luther King

Barack Obama dijo en su nueva toma de posesión: Domaremos el sol y los vientos y la tierra para alimentar nuestros vehículos y hacer funcionar nuestras fábricas, tiene la misma practica y la misma visión de este bloque de la UE por otro lado manifestó: Tampoco se trata de preguntarse si el mercado es una fuerza del bien o del mal. Su poder para generar riqueza y extender la libertad es incomparable, pero esta crisis nos ha recordado que, sin una atenta vigilancia, el mercado puede descontrolarse, y que una nación no puede ser próspera cuando sólo favorece a los más ricos. En este ya marca posicionamiento ante este bloque, este es la crisis estructural de este modelo capitalista que hasta ahora siguen predicando el mismo discurso del libre mercado y jamás practicado en el bloque, la salida de la crisis económica se reduce solo en paquetazo neoliberal como el recorte salarial, y privatización, indignando hasta entre lo mismos gobernantes del bloque, ¿Quien defenderá a quien? ¿Quien devorará a quien?

La estrategia de la Unión Europea es muy claro en esta primera cumbre, defender sus interés económicos y seguir apoderando de nuestros recursos naturales en nombre de la unidad, imponiendo su receta de libre mercado, por que la región nuestras americana desde que dejo de ser patio trasero de los EEUU, es una zona de estabilidad y de paz, a parte de las potencialidades productivas existente en la región.

El comercio es una planta que crece dondequiera que hay paz, tan pronto como hay paz y mientras la paz dura. Carlos Marx.

La seguridad para los europeos, cuyas inversiones directas en la región llegan a los 385.000 millones de euros, y tienen el interés de consolidar con países de la CELAC sus viejos modelos del neoliberalismo y así debilitar el nuevo bloque que surgió con otra historia y con otro modelo con principios claro, para enfrentar la hegemonía capitalista, por eso seguirán siendo grandes batallas.

La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños surge en un momento cuando las correlaciones de fuerzas se han unificado en América Latina, donde la visión humanista y progresista se ha manifestado más allá de las pretensiones capitalistas y comerciales que hasta el momento han predominado en la región, hay que estar siempre alerta sobre la posibilidad de dispersión de esfuerzos si se mantienen descoordinados los distintos grupos de la región, eso no significan aislar de otros bloques sino cohesionar bien dentro de la CELAC, y construir el mundo multicéntrico y pluripolar categoría muy autentica del comandante Hugo Chavez, impulsor de las nuevas integraciones verdadera en la región con una democracia y respeto de soberanía, pero con firmeza de la necesidad de romper la cadena colonialista y neocolonialista cumpliendo los sueños de nuestros libertadores.

El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía. Carlos Marx.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter

El alma de Davos.


Rebelion. La cosmovisión de los buitres
Portada :: Economía
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 29-01-2013

La cosmovisión de los buitres



Y ellos, los que dirigen el cotarro, acumulan grandes fortunas, tienen el neoliberalismo como dogma axiomatizado y teorizan sobre ajustes, limpieza del “mercado laboral” y austeridades públicas en tiempos de antihumanista crisis civilizatoria, ¿qué piensan si piensan? ¿Qué cosmovisión abonan y defienden? ¿En qué usan su tiempo y sus energías que diría y cantaría don José Luis Perales?

Un ejemplo de su “pensamiento”. De una contra de La Vanguardia [1], la que firman Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet. Dirán seguramente: una vergüenza, un vómito. De acuerdo. Empero, acaso podamos añadir: algo podemos aprender, algo podremos inferir.

Nicolas Berggruen es un inversor billonario (Liberty; Prisa), el máximo responsable de los últimos despidos de El País , un “ciudadano emprendedor” que se presenta como “un estudioso de la gobernanza”. Haciendo honor a su leyenda de homeless billonario (2.400 millones, Forbes ) NB no tiene “residencia fija, ha volado durante veinte años en jet privado de hotel en hotel”. De 5e, de cinco estrellas por supuesto. Parece ser que tiene ahora el propósito de “fundar una familia" tras haber consolidado sus inversiones y su Instituto Berggruen -tres Nobel y seis ex presidentes en el consejo-, una “fundación” que se dedica a estudiar “cómo gobernar países”.

Andy Robinson, en La Vanguardia –“Davos: ¿dinámicamente resistente o resistentemente dinámica?” [2] lo ha presentado como “inversor multimillonario y el verdadero cortador del bacalao (y de la plantilla) en el Grupo Prisa…”. El tal NB tiene dudas respecto al dinamismo del Foro Económico de Davos a pesar de cumplir con el retrato robot del Davos Man, el “que necesita de altruismo y filantropía para complementar su insaciable afán de lucro” en palabras de AR.

NB ha llegado recientemente a Barcelona impresionado de Portugal, “por el enorme sacrificio que están haciendo sus ciudadanos”. Su sensibilidad está demostrada, marca de su casa. En su opinión, la crisis de España y Portugal solo tiene dos salidas: “abandonar el euro con sufrimiento” o “integrarse más en el euro con sufrimiento”. O barbarie o barbarie. NB cree que “el sufrimiento de una mayor integración tendrá más recompensa”. ¿Por qué? No se sabe, no contesta. Sostiene que España verá, algún día, en algún momento, cómo “el ajuste anima a invertir aquí”. No hay más. El capitalismo salvaje, para NB, es un postulado de la naturaleza social. El determinismo histórico economista. ¡Y ellos osan criticar a las visiones tradicionales del marxismo!

Hace treinta años, señala, “el bienestar europeo era tal vez el sistema más eficiente y solidario que ha construido la humanidad y España apenas comenzaba a beneficiarse de él”. El y los suyos hicieron mucho por conseguirlo como es sabido. ¿Qué ha acabado con él? Que “hemos” ganado. ¿Quiénes han ganado? No hay dudas para NB: “Occidente derrotó el comunismo con libre mercado y revolución tecnológica: la llegada de la era digital”. Eso sí, el darwinismo social y un pseudomarxismo de cuarta fila en el puesto de mando en el vértice de su concepción el mundo: “la historia nunca se detiene y las victorias humanas sólo son el anuncio de nuevas batallas: la paradoja es que los países emergentes se han beneficiado más que nosotros del fin de la guerra fría, del libre mercado y de la tecnología, y ahora compiten y desafían con sus bajos salarios el bienestar europeo”.

NB comenzó en España como inversor. En Media Capital y sigue invirtiendo en Prisa. Media Capital le reportó beneficios. Pero él no “diría la verdad si dijera que los de Prisa hoy son envidiables”. No importa. NB no invierte “por apropiarme de valor a corto plazo, sino para generar valores a largo”. Sabe esperar.

Sólo sobrevivirán, señala, los grandes grupos mediáticos de referencia. Pero es ilusorio, añade, “esperar hoy los grandes beneficios de antaño”. La Vanguardia para NB entra en esa categoría "de referencia". Da consejos: “Concéntrense en proporcionar contenidos de calidad [¿de calidad¿ ¡Qué risa doña Sofía!] y competitivos en coste que trasciendan la información banal, porque esa ya la está dando gratis todo el mundo”. La receta de siempre. Lo de información “banal” es una broma, un guiño a los entrevistadores. “La clave es que los medios sirvan y que la comunidad -toda y no sólo un partido- perciba ese valor”. El vomitivo toque de distinción popperiano-soriano: “la sociedad abierta ya creará modelos de negocio que den dinero por ese servicio. Hoy el medio ya no genera información y contenidos para el mercado, sino que medio y mercado son una red”.

¿Y por qué quiere Mister Inversor invertir en España? Porque la “madurez” con que asumimos los ajustes –NB dixit- “es un prometedor capital social”. ¡Vivan la explotación y la sumisión! Además, las infraestructuras españolas son magníficas. Hubiera o no corrupción en las adjudicaciones, ¡a quién le importa esa nimiedad!, “las grandes obras están ahí”. Es nuestra gran ventaja señala.

Sigue invirtiendo en arte. Su padre, la tradición es la tradición, fue íntimo “amigo” de Picasso. “Y su mejor coleccionista. Por eso a la familia nos enorgullece tanto el Museo Berggruen de Berlín”. Huele a pasta, a pasta sucia. Es el momento de comprar arte: “El mercado reduce la obra de arte a una cifra, pero esa cifra no dice nada de la obra: sólo que alguien la ha pagado”. Invertir en arte, sostiene, el cinismo no tiene límites en estas capas sociales exquisitas, “es invertir en la humanidad, pero escrutar los altibajos de las cifras pagadas para ganar dinero no me interesa”

La democracia, señala don NB (¿qué entenderá el billonario prisista por demos?) “es el menos malo de los sistemas, pero ha degenerado en partitocracia, que incentiva a los partidos a pelearse a corto plazo por repartirse el botín”. ¿Les suena el rollo? La “democracia”, prosigue, se ha de equilibrar “con instituciones de la sociedad civil que velen por los objetivos de todos a largo plazo”. ¡De todos! ¡Cálmense! La suya, por ejemplo, es todo un ejemplo. El modelo político de NB no tiene desperdicio: “La Confederación Helvética reparte el poder sin ideología según quien pueda ejercerlo mejor... Para gobernar, siempre hay un criterio de eficiencia mejor que el de partido”. ¿Huelen el sabor de esta sofisticada comida? ¿Les recuerda de lo que pasó en la historia de Europa¿ ¿Les recuerda algo de lo que está pasando?

NB dice dedicarse a la gobernanza del mundo. ¿Qué gobernanza? Hic Rhodus, hic salta!

.

PS: Una nota del corresponsal de La Vanguardia en Davos ayuda a nuestro principio de realidad y puede completar el cuadro de la criminal cosmovisión necare [la neoliberal-capitalista realmente existente] “[…] para tener una idea de lo lejos que se sitúa Davos -la “montaña mágica” aislada en su decadencia física y moral, según Mann- del mundo real abajo en el valle, cabe reflexionar sobre una votación que se hizo ayer [jueves 23 de enero de 2013] en una sesión sobre el sector financiero. “¡Levanten las manos todos los que piensan que hace falta más regulación en el sector bancario!”, anunció la periodista María Bartiromo. Solo dos personas levantaron la mano. “Y ¿los que apoyan menos regulación?”. Cientos de manos, en el aire. “¡Esto es Davos!”, exclamó sorprendido Zhu Minh, del FMI. Dimon de JP Morgan encantó al público al insistir en que los bancos han sido tratados como “chivos expiatorios” en la crisis. Esos banqueros de Davos y Wall Street son los más dinámicamente resistentes de todos”.

Notas:

[1] http://www.lavanguardia.com/lacontra/20130124/54362278416/la-contra-nicolas-berggruen.html#ixzz2IuRYowRu

[2] http://blogs.lavanguardia.com/diario-itinerante/?p=1500

Salvador López Arnal es miembro del Frente Cívico Somos Mayoría

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter

Chávez en Celac.


Portada :: Venezuela 29-01-2013 Mensaje del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez se dirige a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños Hugo Rafael Chávez Frías AVN Hermanas y hermanos: En nombre del Pueblo de Venezuela, reciban un fervoroso saludo bolivariano junto con el vivo testimonio de hermandad hacia cada uno de los Pueblos de la Patria Grande. En realidad y en verdad, lamento no poder acudir a esta cita en Santiago de Chile. Como es del conocimiento de todas y todos ustedes, desde diciembre del año pasado estoy batallando nuevamente por mi salud en la Cuba revolucionaria y hermana. Por eso, estas líneas son la manera de hacerme presente en esta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños; son la manera de reafirmar, hoy más que nunca, el compromiso vivo y activo de Venezuela con la causa histórica de la Unión. Imposible no sentir a Simón Bolívar palpitando entre nosotros en esta Cumbre de la Unidad. Imposible no evocar a Pablo Neruda, a Pablo de Chile y de América, en esta tierra y en este presente de Patria Grande del que estamos hechos: Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos./ La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,/ de nuestra joven sangre venida de tu sangre/ saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos. Bolívar, siempre Bolívar. En este 2013 estamos conmemorando el Bicentenario de la Campaña Admirable: 200 años de aquella prodigiosa gesta bolivariana. El 14 de mayo de 1813 un Ejército de neogranadinos y venezolanos partió desde Cúcuta al mando del entonces Brigadier Simón Bolívar, avanzando con una prodigiosa rapidez, combatió y venció en Niquitao, Los Horcones y Taguanes para liberar el centro y el occidente de Venezuela, entrando triunfalmente el 6 de agosto de aquel año de gloria en Caracas. La victoria militar de los patriotas tuvo una trascendente consecuencia política: el nacimiento de la II República de Venezuela. Por eso con un recuerdo vivo, quiero compartir con ustedes una certeza: gracias a la CELAC ya nos vamos pareciendo a todo lo que una vez fuimos y a todo lo que quisimos ser pero nos fue arrebatado; nos vamos pareciendo a la Pachamama, a la cintura cósmica del Sur, a la reina de las Naciones y la madre de las Repúblicas. El espíritu de la unidad ha vuelto con toda su fuerza; es el espíritu de nuestros Libertadores y Libertadoras que ha reencarnado en los Pueblos de Nuestra América Latino Caribeña; es el espíritu en el que confluyen muchas voces para hablar con una sola voz. Fue el entrañable espíritu de la Cumbre de América Latina y del Caribe que le dio nacimiento a la CELAC en Caracas; es el entrañable espíritu de esta Cumbre en Santiago de Chile. Desde aquel diciembre de 2011, cuando fundamos en Caracas la CELAC, los acontecimientos mundiales no han hecho más que ratificar la extraordinaria importancia del gran paso hacia adelante que dimos. Ahí está la crisis golpeando a EEUU y a Europa y arrojando a la miseria a miles de seres humanos. Miles de mujeres, hombres, niñas y niños han perdido sus casas, sus empleos, su seguridad social, sus más elementales derechos. Mientras que EEUU y Europa, parafraseo al eminente filósofo Ernesto Laclau, están cometiendo un suicidio colectivo, nosotros estamos capeando el temporal, y lo vamos a capear definitivamente. Somos, hoy por hoy, ejemplo para el mundo de unidad en la diversidad, en función de la justicia, el bienestar social y la felicidad. A un año y casi dos meses de su constitución en Caracas, la CELAC ha sabido plantarse con un carácter y una personalidad bien definidas, lejos de cualquier dictamen o pretensión ajena a sus principios y postulados. Hoy más que nunca podemos decir que cuando afirmamos que hemos reemprendido real y verdaderamente El Camino De Nuestros Libertadores, lema que identifica a esta Comunidad, no estábamos haciendo una retórica y vana declaración. Ahora bien, tan trascendente lema exige que lo llenemos cada día de más y más contenido histórico, político, económico y social. Por eso hoy ratificamos la denuncia y la condena del vergonzoso bloqueo imperial a la Cuba martiana y revolucionaria; la continua colonización y, ahora, la militarización progresiva de las Islas Malvinas, ambos hechos son violatorios de todas las resoluciones que ha emitido ONU para salvaguardar los derechos de los Pueblos cubano y argentino, pero sin voluntad alguna de parte de este organismo supranacional para hacerlas cumplir. La justicia está incontestablemente del lado de Cuba y de la Argentina. Si somos una Nación de Repúblicas, nuestra soberanía es la de toda la Patria Grande, y debemos hacerla respetar. Cuando resuena el fúnebre sonido de los tambores de la guerra en el mundo, cuánto valor tiene que los Estados de América Latina y el Caribe estemos creando una zona de paz donde se respete celosamente el derecho internacional y se reivindique la solución política y negociada de los conflictos. Tenemos el deber de anteponer a la lógica de la guerra una cultura de la paz, sustentada en la justicia y en la igualdad. La CELAC es el proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante de nuestra historia contemporánea. Tenemos todo el derecho de sentirnos orgullosos: la Nación de Repúblicas, como la llamaba el Libertador Simón Bolívar, ha comenzado a perfilarse como una hermosa y feliz realidad. Cómo no recordar, otra vez, la voz de Neruda cuando nos dice desde su memorable poema Alturas de Machu Picchu: Sube a nacer conmigo, hermano. Subamos, hermanas y hermanos, porque ha llegado la hora de nacer de nuevo, con toda la memoria y todo el porvenir iluminando el presente. Los sagrados propósitos, las relaciones fraternas, y los intereses comunes que unen entre sí a las Repúblicas de Nuestra América Latino Caribeña, tienen en la CELAC una base fundamental no sólo para garantizar la estabilidad de los Gobiernos que nuestros Pueblos se han dado, sino la soberanía y, digámoslo con Jorge Luis Borges, la perpetuidad de cada una de nuestras Patrias. Largo y difícil ha sido nuestro común transitar desde que nos enfrentamos al imperio español en el siglo XIX. Y la lucha por la Independencia, la lucha que hoy continúa, estuvo ligada indisolublemente ligada, en el pensamiento y la acción de nuestros Libertadores y Libertadoras, a la lucha por la unidad; por la construcción de la Patria Grande sobre los más sólidos cimientos. Recordemos a Bolívar: Una sola debe ser la patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad. Pero las oligarquías le cerraron el paso al proyecto histórico unitario, y el costo todavía lo estamos pagando. Tiene razón el escritor argentino Norberto Galasso: Lo que pudo ser la victoria de la Patria Grande se convirtió en las veinte derrotas de las patrias chicas. Esta historia no debe repetirse. Pongo toda mi convicción al reiterar unas palabras que dije en Caracas el histórico 2 de diciembre de 2011 al nacer la CELAC: ¡O somos una Patria, o no seremos Patria! ¡O hacemos la única Patria Grande, o no habrá Patria para nadie en estas tierras! Cómo no reconocernos en estas palabras que el Libertador Bernardo O'Higgins, el gran discípulo del inmenso Francisco de Miranda, le escribiera a Bolívar en 1818: La causa que defiende Chile es la misma en que se hallan comprometidos Buenos Aires, la Nueva Granada, México y Venezuela, o, mejor diríamos, es la de todo el continente de Colombia. Todo cuanto hagamos por la unidad no sólo estará justificado por la historia sino que además se convertirá en el más luminoso legado que podamos dejarles a las nuevas generaciones. Igualmente, estaremos honrando activamente la memoria de nuestros Libertadores y Libertadoras. En la CELAC, como quería Bolívar, hemos vuelto a ser una sola Patria. Quiero evocar con ustedes unas palabras del sabio Andrés Bello, tan entrañablemente chileno como venezolano, quien no sólo fue el pionero del Derecho Internacional en Nuestra América, sino, también, el primer jurista en el mundo en darle cuerpo doctrinal a los organismos multilaterales de integración y unidad. Desde el siglo XIX, este gran forjador de nuestra Independencia intelectual nos sigue marcando el camino: La tendencia del siglo que vivimos es a multiplicar los puntos de contacto entre los pueblos, a unirlos, a fraternizarlos, a hacer de todo el género humano una sola familia. Resistir esa tendencia es descender en la escala de la civilización. Mi convicción es que la tendencia del siglo XXI debe ser la misma que la enunciada, con tanta lucidez, por Bello. La gran política tiene en la CELAC un sólido espacio para su realización. Se ha puesto elocuentemente de manifiesto que Nuestra América Latino Caribeña es capaz de verse y pensarse a sí misma y al mundo con plena autonomía, y de actuar conjuntamente. La gran política supone un aprendizaje permanente: es aprender a convivir con nuestras diferencias, aceptarlas y procesarlas, buscando siempre la mejor manera de complementarnos. La gran política impide que la intriga nos divida. No olvidemos aquella dolorosa advertencia de Bolívar: Más hace un intrigante en un día que cien hombres de bien en un mes. Pero estoy persuadido de que, en esta hora estelar de nuestra historia, fracasarán quienes intenten desviarnos; que prevalecerá, lo digo con Bolívar, el bien inestimable de la unión; que el monroísmo desaparecerá definitivamente como instrumento de opresión, dominación y desunión en este lado del mundo. Estas iluminadoras palabras, en una línea claramente bolivariana, del gran pensador argentino Jorge Abelardo Ramos en su Historia de la Nación Latinoamericana (1968), deben llamarnos a la reflexión: El subdesarrollo como dicen ahora los técnicos o científicos sociales, no posee un carácter puramente económico o productivo. Reviste un sentido intensamente histórico. Es el fruto de la fragmentación latinoamericana. Lo que ocurre, en síntesis, es que existe una cuestión nacional sin resolver. América Latina no se encuentra dividida porque es “subdesarrollada” sino que es “subdesarrollada” porque está dividida. El subdesarrollo es hijo de la división, y, por eso mismo, es decisivo resolver la cuestión nacional nuestroamericana en los próximos años. Hoy contamos con todas las condiciones objetivas y subjetivas para hacerlo. Queridos hermanos y hermanas: Me voy a detener brevemente en algunos puntos de la agenda de la CELAC. Dejo otros por fuera para no alargar más este mensaje. Pienso que es del todo decisivo darle el más riguroso cumplimiento a dos grandes compromisos sociales, incluidos dentro del Plan de Acción de Caracas, para que la CELAC tenga valor de existencia para nuestros Pueblos: hablo del desarrollo del Programa Latinoamericano y Caribeño de Alfabetización y del Programa Latinoamericano y Caribeño de Erradicación del Hambre. La única respuesta a la crisis que han encontrado los países del Primer Mundo ha sido el recorte del gasto social y de la inversión pública. Desde la CELAC, nosotros podemos sostener el crecimiento económico con una fuerte inversión social, acordando una agenda común para la igualdad y para el reconocimiento al derecho universal que tiene cada uno de nuestros ciudadanos, sin exclusión, a recibir salud y educación gratuitas. Igualmente, urge consensuar acuerdos que nos permitan crear y llevar adelante una agenda energética común. Contamos con una fortaleza, de entrada, para enfrentar el panorama extremo de un mundo donde las fuentes energéticas tienen sus días contados. Ingentes son los recursos de la región: sólo tenemos que crear políticas adecuadas que estén a la altura de los dones que la naturaleza nos ha prodigado. Allí está la experiencia exitosa de PETROCARIBE para demostrar que sí es posible construir una alianza energética con base en la reciprocidad. Quiero parafrasear a Bolívar: lo que hemos hecho es apenas un preludio de la gran tarea a cumplir para consolidar a nuestra CELAC. Nunca antes habíamos contado con un escenario tan apropiado. Multipliquemos los efectos sensibles y los esfuerzos bien dirigidos, lo digo con Bolívar, para convertir a la CELAC en centro de irradiación del nuevo sistema de unión de los países de América Latina y el Caribe. Queridos Jefes de Estado y de Gobierno: Nos hemos comprometido en darle todo el apoyo a Cuba que ocupa, a partir de esta Cumbre de Santiago, la Presidencia Pro Témpore de nuestra Comunidad. Es un acto de justicia luego de más 50 años de resistencia al criminal bloqueo imperial. América Latina y el Caribe le están diciendo a Estados Unidos con una sola voz que todos los intentos por aislar a Cuba han fracasado y fracasarán. Quiso el azar, y así quedara en la historia, que precisamente el día de hoy, en que Cuba asume la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, se conmemoren 160 años del nacimiento del apóstol de la independencia Cubana, y uno de los más grandes bolivarianos de todos los tiempos: José Martí. Sus proféticas palabras aun resuenan: “pueblo y no pueblos, decimos de intento, por no parecernos que hay más que uno del bravo a la Patagonia. Una ha de ser, pues que lo es. América, aun cuando no quisiera serlo; y los hermanos que pelean, juntos al cabo de una colosal nación espiritual, se amarán luego.” Ha llegado el tiempo de ese amor de Martí, de ese amor de Bolívar, el amor nuestroamericano. Por eso, desde mi corazón bolivariano, hago votos por el rotundo éxito de esta Cumbre de la CELAC. Aquí en La Habana estaré pendiente de su desarrollo. Con toda la luz de la Patria Grande que irradia hoy con más fuerza en Santiago de Chile, vaya un infinito y fraterno abrazo para todas y todos. Hugo Chávez Frías Presidente de la República Bolivariana de Venezuela ¡Hasta la Victoria Siempre! ¡Que Viva la Unión de Nuestros Pueblos. Que Viva la CELAC!

El Oscar y el elogio a la tortura.


Rebelion. La doncella y la muerte
Portada :: EE.UU.
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 29-01-2013

La doncella y la muerte

Página 12

Esta semana se estrena La noche más oscura, la nueva película de Kathryn Bigelow, la primera cineasta mujer en ganar un Oscar –en 2010, por Vidas al límite–. Bigelow vuelve a elegir la guerra como tema, pero esta vez en versión casi documental: filma la búsqueda y captura de Osama bin Laden. La decisión de mostrar una larga escena de tortura a un prisionero durante la primera mitad de la película causó un debate que no cesa, desde el regreso de la teoría de la defensa nacional que los franceses “inventaron” para Argelia e Indochina hasta su justificación como tarea de inteligencia en series como 24, pasando por quienes creen que la directora está suscribiendo el uso de la tortura o apenas mostrándolo como un hecho insoslayable. Radar repasa cómo ese debate tomó forma y furia en los medios norteamericanos. Además, una contundente toma de posición de José Pablo Feinmann en contra de la película de Bigelow y del retrato heroico que hace de los agentes de inteligencia mostrándolos como guerreros de la democracia.


Cuando los militares bolivianos cometieron la –para ellos– hazaña de matar a Ernesto Che Guevara, se sintieron orgullosos. Tanto, que lo mostraron al entero mundo en el piletón de Vallegrande. Ahí estaba el invencible Che, muerto. Ahí estaban ellos, vivos y vencedores. Que el Che, con su milagrosa sonrisa, con sus ojos, aun muerto, abiertos, les arruinara la fiesta, al punto de que el mundo vio al más bello muerto de la historia rodeado de sus asesinos y burlándose de ellos con su sonrisa, con sus ojos pícaros, tal como los tenía cuando andaba de un lado a otro por el planeta, es otra cuestión. Los militares reprodujeron el famoso cuadro de Rembrandt sobre la lección de anatomía: señalaban que los balazos habían entrado por aquí y por ahí y por allá. Ahora viene la pregunta que todos (menos los norteamericanos) se han hecho: ¿alguien vio muerto a Osama bin Laden? Nadie. Y si esperan verlo en la película de Bigelow, olvídense. Van a ver un poco de cierta barba blanca y los orificios de una nariz con algún toque de sangre. ¿Alguien vio cuando lo tiraron al mar? ¿Tomaron fotos de algo sus sacrificadores? Nada. Y cuando llegó la noticia del eterno ocultamiento en el mar todos –en la Argentina y en muchos países del mundo– dijeron: mentira, nos toman por idiotas. O no lo mataron o lo mataron hace tres o cinco años y recién ahora (vaya uno a saber por qué) la CIA nos lo hace saber.

Tomarnos por idiotas es lo que se proponen, pero en concepciones conspirativas de la historia los argentinos somos maestros. ¿Por qué nos escamotearon a Osama? ¿Por qué lo tiraron al mar? ¿A quién tiraron al mar? ¿No tienen una foto para mostrarnos? ¿En la palabra de quién tenemos que creer que semejante archivillano ha sido abatido y el vencedor es parco en exhibir y probar exhaustivamente su triunfo y hasta su gloria? Además, ¿alguien cree todavía que el acontecimiento histórico universal de las Torres Gemelas no tuvo aliados internos? 1) Legitimó el triunfo electoral de Bush, que había sido todo menos transparente. A partir de ahí se transforma en el líder de la nueva cruzada: The President takes charge, dicen entusiastas varios magazines; 2) Se legaliza la guerra contra Saddam Hussein y la invasión a Irak. Guerra que todavía continúa y que ya ha tenido un costo de vidas altísimo. Y que ha recurrido a la tortura (tarea de inteligencia) y ha instalado innúmeros campos de concentración, no detectables por los satélites pues sólo los tienen EE.UU. o sus buenos aliados del Occidente capitalista y cristiano. La guerra de Irak está sostenida por el ataque a las Torres. Y la tortura sigue siendo (y seguirá siendo) la más efectiva de las tareas de inteligencia. Por si hiciera falta: la película de Bigelow lo demuestra. Ya lo había demostrado la casi intolerable Unthinkhable y el fanático agente Jack Bauer en 24 de la cadena Fox, propiedad del derechista Rupert Murdoch, zar de los medios. Ahí se entroncan los medios con los guerreros de la democracia, tortura mediante.

LAS LAGRIMAS DE LA COMANDANTE

Los norteamericanos no inventaron esto. Fue obra de los franceses. En Indochina y en Argelia impusieron la teoría de la Defensa Nacional. Su herramienta principal de inteligencia: la tortura. “La legalidad es incómoda, coronel”, heroicamente le dice un periodista francés (que, sin duda, había leído a Sartre) al coronel Mathieu. Su respuesta (notable) ya es bastante conocida: “La cuestión no es la tortura. La cuestión es si Francia se queda o no en Argelia. Si se queda, no me pregunten por los métodos que utilizo para lograrlo”. La valiente, obstinada agente de la CIA Maya (la actriz Jessica Chastain, que ganará su Oscar pese a su voz poco atrayente, aguda hasta un poco más allá del registro de una gran actriz) podría decir a quienes la denuesten: “La cuestión no es la tortura. Es si ustedes quieren o no que atrapemos a Osama. Si lo quieren, no me pregunten por los medios que utilizo para conseguirlo”. Porque en el film de Bigelow los medios por los que se atrapa de Osama son: 1) La terquedad de la agente Maya. Su obstinación casi enfermiza. “Los de Washington dicen que es una asesina”, le comenta un hombre del Departamento de Estado a otro. Así nomás, al pasar. Maya, la heroica y terca protagonista, es una asesina según las altas fuentes de Washington. Luego Maya presencia las torturas y aunque algún mohín de disgusto expresa su linda cara, de ningún modo intenta impedir ninguna atrocidad. Las atrocidades de las torturas mienten. La principal y casi única es la que aquí conocemos como “el submarino”. ¡Qué piadosos los de la CIA! ¿No averiguaron los métodos de inteligencia de los militares argentinos? El empalamiento, la picana, la tortura delante de los hijos, la violación de las mujeres, el robo de los bebés, el asado de los prisioneros, vivos o muertos, los vuelos de la muerte, etc. O sea, Bigelow muestra una tortura light.

Sin embargo, su fiel torturador dice una frase decisiva ante el capo de la CIA (James Gandolfini): “Todo esto se basa en informes de los presos. Hay un 60 por ciento de posibilidades de encontrar a Osama”. Maya (que comparte la idea de que todo se basa en el testimonio de los presos) dice, contundente, “Hay un ciento por ciento. O, para no asustar sus cojones, caballeros, digamos un 95 por ciento. ¡Pero es un ciento por ciento!”. ¿Quién es Maya, personaje que se devora el film con su omnipresencia, de la que podría afirmarse sin dudar que atrapa a Bin Laden por su perseverancia casi inverosímil? Maya (y aquí va la bomba) es el alter ego de Bigelow. “Si yo hago la película, yo lo atrapo.” ¿Quién es Kathryn Bigelow? Filmó siempre películas de hombres. Estuvo casada con James Cameron, detalle que algo tendrá que ver en la totalidad de nuestro análisis. Su film anterior fue una glorificación de los desactivadores de bombas, todos héroes, todos sacrificados, todos tipos que arriesgan sus vidas por salvar las de los otros. Bigelow es uno de los grandes personajes de Hollywood, es (según creo) bellísima, y ya pasó los sesenta. Tiene cara de inteligente, de mujer brillante, corajuda. Es patriota. Y atención: uno de sus próximos proyectos es hacer un film sobre la Triple Frontera a la que llenará de narcotraficantes, fundamentalistas islámicos y drogones miserables, despojos de la vida que nada valen.

Volvamos a Maya. Todos están en contra de su obstinación por ir tras Bin Laden. Un personaje comenta: “Es ella contra el mundo”. Sin embargo, aparte de su patriotismo agobiante, nada parece justificar (internamente) esa perseverancia. Maya es sensible. Maya es dura. Se enfrenta al mundo masculino y hasta llega a reventar a gritos a un tipo que se le opone (gran escena de Jessica Chastain que proyectarán si le dan el Oscar, recuérdenlo). La película se centra más en ella que en el misterio Osama, en el despliegue de inteligencia, o en la acción impresionante de las fuerzas de ataque. ¿Por qué llora Maya al final del film? ¿Por qué el film cierra con un plano medio de Maya derramando breves, pero dolorosas lágrimas? Tal vez, conjeturo, porque comprende que el sentido de su vida ha muerto con Osama. Tal vez porque sabe que mintió. ¿Alguien puede imaginar qué habría sucedido si Maya destapa la bolsa mortuoria de Osama, lo mira, mira a sus compañeros y niega con su cabeza en lugar de afirmar? ¿Era posible una actitud así en una mujer que había arrastrado al poder más grande de la Tierra hacia una zona inhallable donde no estaba lo que debía estar, lo que ella había dicho (con el ciento por ciento de su obstinación) que estaba? Llora por eso. Porque mintió. Porque será imposible exhibir algo de Osama al mundo y probar la hazaña. Porque habrá que sepultarlo en el mar, escamotearlo, esconderlo para la eternidad. Y si no que alguien diga por qué llora esa mujer tan dura, una “asesina”, una comandante de hombres, una convencida de los beneficios de la tortura.

UNA BANDERA PARA LA GUERRA

Decir que el film está bien hecho es un pleonasmo. Bigelow dirige bien y tiene –aquí– a toda la CIA y a todo el gobierno de los EE.UU. de su parte. Aunque se inicia con un contraste burdo, indigno de cualquier artista, pero perfecto para justificar la tortura. Pantalla en negro y de a poco empezamos a escuchar los gritos de los que habitan las Torres cuando se produce el atentado. Es el horror, por supuesto. Pero ese horror está puesto exactamente ahí para que la película pueda abrir con una escena brutal de tortura. ¿Ven? Aquí está la consecuencia inevitable del atentado. Fue porque nos agredieron que hacemos algo que no haríamos. Nos forzaron. Nos obligaron a hacer cosas que John Wayne jamás habría hecho, aunque las haría de estar en nuestro puesto, como vengadores de la injuria más grande que América ha recibido.

Confieso –casi dando un salto en el desarrollo del film– que el ataque final a la morada del Villano no me impresionó como lo esperaba. Ocurre de noche. Las luces salen de los súper cascos de los súper soldados. Hay tiros a destajo, muertos, idas y venidas, hasta que parece que matan a alguien (al que casi no se ve) que es Osama. A partir de aquí, lo ponen en una bolsa, lo llevan a un helicóptero y luego a un avión en que aguarda Maya, quien dice –con apenas un leve movimiento de cabeza– que sí, que es él.

La película ha generado furias de todo tipo. El progresismo norteamericano (que existe, y ya lo creo que existe; sobre todo, claro, en Nueva York) no le ha perdonado nada a Bigelow. Naomi Wolf le ha enviado una carta personal. La carta es dura y no se ahorra nada. Ni siquiera el símil Bigelow-Riefensthal que resulta evidente para muchos de los que ven la película. ¿Quién es Naomi Wolf? Tiene un peso, un, por decirlo así, predicamento entre los sectores progresistas norteamericanos que la autoriza a decirle a Bigelow lo que abundantemente le dice. Anda por los cincuenta años, nació en San Francisco y su último libro es un éxito de ventas. Se llama The End of America. Postula que su país está muriendo por incurrir en la negación de sus valores tradicionales, los de la democracia. Que se está deslizando hacia el fascismo utilizando como pretexto el acontecimiento del nine eleven que ha llevado a primer plano a todas las fuerzas conservadoras y les ha dado una bandera de lucha, una bandera para la guerra con el argumento falaz e infundado de defenderse de un segundo ataque. (Ver: Antes de que nos ataquen de nuevo, de Bruce Ackerman, y Terrorismo y Contraterrorismo, un libro apoyado por la marina argentina. También The Real America, ese horrible manifiesto de Glenn Beck. Y para vacunarse contra esta catarata autoritaria siempre está el notable La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn.) Pero The End of America es un libro apocalíptico. Al menos para eso que los norteamericanos piensan de sí mismos y de aquello que quieren seguir siendo. Ya no seguirán siendo eso, dice Wolf. Si presenciamos el fin de “America” es porque su corrimiento hacia las leyes del fascismo parecen ser inexorables, ya que Obama, en el aspecto de la guerra contra el terror, no se ha diferenciado esencialmente de los republicanos. Le exige a Bigelow que presente las pruebas que la llevaron a filmar su apodíctico film. “Querida amiga –le dice–, presenta tus fuentes. Muestra tus pruebas de que la tortura produjo información que salvó vidas o de cualquier otro tipo. Pero no puedes presentar pruebas de esta información. Porque no existen. Cinco décadas de investigación, citada en el documental de 2008 The End of America, confirma que la tortura no funciona. Robert Fisk suministra otro resumen de esa categórica conclusión. Y este informe de 2011 de Human Rights First refuta la principal premisa de Zero Dark Thirty.” Y éste es el punto axial de la discusión. Aun cuando se acepte dejar de lado el aspecto moral, ¿sirve la tortura para obtener información, como tarea de inteligencia? Recordemos: uno de los personajes más cercanos a Maya, el que hemos visto torturar con mayor convicción a los sospechosos, dice en la reunión con el jefe de la CIA: “Todo esto se basa en informes de los presos”. Y sin embargo, afirma que sólo hay un 60 por ciento de posibilidades de atrapar a Osama en base a esos datos, en tanto que Maya, terminante, vocifera: “¡Un ciento por ciento!”. Los halcones no quieren abandonar la tortura porque, a través de ella, dan cauce a su sadismo, a su odio racial. Y algo –aunque puedan conseguirlo por otros medios más civilizados, aunque ¿hasta qué punto la tortura no le es hoy inescindible a la civilización como antes lo fueron las grandes masacres de los pueblos colonizados?– conseguirán. Las palomas seguirán insistiendo en que la tortura no es eficaz, que quiebra no sólo al enemigo sino al torturador, que, además, hunde en la infamia al país, que acostumbra a su pueblo a la brutalidad, al fin de la democracia y a la entronización de la violencia como regla para sobrevivir en la sociedad del dolor.

UNA SERVIDORA

En cuanto al paralelo con Leni Riefensthal, es complejo. Pero me atrevería a decir que perjudica a Bigelow. Leni filma en los albores del nazismo. Filma a comienzos de la década del ’30. Heidegger, en la célebre correspondencia que sostuvo con Marcuse, le dice, justificándose: “Auschwitz no era visible desde 1933”, fecha en que asume el rectorado de la Universidad de Friburgo. Marcuse, desde luego, le dice que sí, que era visible. Leni podría haber dicho lo mismo. Y el tema es materia de discusión. Pero nadie puede discutir que Bigelow filma cuando la Guerra contra el Terror lleva diez años de vejaciones y horrores varios. Sabe bien la causa a cuyo servicio se pone. La carta de Wolf finaliza condenando sin retorno a Bigelow: “El desagradable trabajo que realizó Riefensthal, con el paso del tiempo, no se ha podido ocultar. Los estadounidenses también despertarán y verán a través de la apología de La noche más oscura las mentiras estandarizadas de un régimen que pretende que esta brutalidad es necesaria de alguna manera. Cuando eso suceda, la misma comunidad que hoy te aplaude dará un salto atrás. Como Riefensthal, eres una gran artista. Pero ahora te recordarán eternamente como una servidora de la tortura”.

Como no podía ser de otro modo, el limitado y pretendido politólogo Vargas Llosa se ha metido en esta cuestión. Dice que vio el film de Bigelow en Nueva York y que, al terminar, el público se puso de pie y aplaudió a rabiar. Algunos, se conmueven, lloraban. Viene, en su texto, de comentar un libro de Niall Ferguson que atesora una visión ásperamente pesimista sobre la cultura occidental. Escribe: “Al terminar este film genial y atrozmente autocrítico, los centenares de neoyorquinos que repletaban la sala se pusieron de pie y aplaudieron a rabiar; a mi lado, había algunos espectadores que lloraban. Allí mismo pensé que Niall Ferguson se equivocaba, que la cultura occidental tiene todavía fuelle para mucho rato”. ¿Por qué no? ¿Cómo no habría de compartir Vargas Llosa el alivio de esos neoyorquinos paranoicos que aceptan cualquier cosa con tal de ser protegidos del feroz terrorismo, del fundamentalismo asesino que les derrumbó esas torres en el mismísimo corazón financiero de Manhattan? ¿Cómo no habría de creer que Occidente tiene larga vida en tanto “servidoras de la tortura” (Naomi Wolf dixit) como Bigelow hagan films financiados por la CIA y el Pentágono? Sólo un hombre con una visión tan limitada de Occidente y del humanismo no advierte que la tortura no salvará esta contradictoria civilización que, entre atrocidades, ha dado también maravillas al mundo. Si se salva será por entender de una vez por todas algunos de los principios centrales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos declarada el 10 de diciembre de 1948. Que son: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Y también: Prohibición de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes. Sin embargo, la esperanza se nos vela ante los acontecimientos. Desde 1948 hasta aquí se han acumulado incontables horrores. Cualquier guerrero del Pentágono o de la CIA o de muchos otros países se reiría de esos principios, dictados ante el cercano horror de la Segunda Guerra, con sus cincuenta millones de muertos. Walter Benjamin ya se horrorizaba al ver en la historia una cadena de ruinas. Proponía la concepción de la historia como catástrofe. Aunque, también él, dijo la más hermosa frase que aún puede dar vida a cierta forma de empecinada ilusión: Es por nuestro amor a los desesperados que aún conservamos la esperanza.



Envía esta noticia
Compartir esta noticia: delicious  digg  meneame twitter