Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
La decisión del Banco Federal de Alemania de repatriar parte de sus reservas de oro mantenidas en el banco de la Reserva Federal de Nueva York ha provocado un frenesí en el mercado del oro.
Fuentes noticiosas alemanas sugieren que una gran porción del oro alemán depositado en las bóvedas de la Fed de Nueva York y la Banque de France será devuelto a Alemania.
Según los analistas, esa operación tendría el potencial de “provocar una reacción en cadena, llevando a otros países a comenzar a repatriar el oro almacenado en Londres, Nueva York o París…”
Si la repatriación del oro se convierte en una tendencia mundial, será obvio que tanto EE.UU. como el Reino Unido han perdido credibilidad como custodios del oro. Para los mercados del oro del mundo, esta operación puede marcar un paso del “oro financiero” al “oro físico”, pero el proceso se encuentra definitivamente en sus fases preliminares.
La decisión de repatriar el oro alemán representa una gran victoria para una parte de la prensa alemana que primero obligó al Bundesbank a admitir que un 69% de su oro está almacenado fuera de Alemania. Es casi seguro que la prensa alemana y por lo menos varios legisladores alemanes exijan un procedimiento de verificación para las barras de oro devueltas desde Nueva York, para asegurarse de que Alemania no recibe tungsteno chapado con oro en lugar de oro. Parece que los tomadores de decisiones alemanes ya no confían en sus socios estadounidenses. (Voice of Russia, 15 de enero de 2013)
Mientras el tema es activamente discutido en Alemania, informes financieros estadounidenses han minimizado la importancia de esta decisión histórica, aprobada por el gobierno alemán en septiembre pasado.
Mientras tanto, varios economistas, ejecutivos empresariales y abogados alemanes han lanzado una campaña de “Repatriad nuestro oro”. La iniciativa no se aplica solo a Alemania. Llama a los países a iniciar una repatriación de TODOS los valores en oro mantenidos en bancos centrales extranjeros.
Mientras la soberanía nacional y la custodia sobre los activos en oro de Alemania forman parte del debate, diversos observadores –incluyendo a políticos– han formulado la pregunta: “¿podemos confiar en bancos centrales extranjeros” (particularmente de EE.UU., Gran Bretaña y Francia) que mantienen las barras de oro de Alemania “para salvaguardarlas”?
…Varios políticos alemanes han… expresado intranquilidad. Philipp Missfelder, un destacado legislador del partido de centroderecha de la canciller Angela Merkel, ha solicitado al Bundesbank el derecho a ver las barras de oro en París y Londres, pero el banco central ha rechazado su solicitud, citando la falta de salas para visitantes en esas instalaciones, informó el periódico alemán Bild.
En vista de la creciente intranquilidad política sobre el tema y la presión de los auditores , el banco central decidió el pasado mes (septiembre) repatriar unas 50 toneladas de oro en cada uno de los próximos tres años desde Nueva York a su sede en Frankfurt para “exámenes exhaustivos” sobre su peso y calidad, reveló el informe.
…Varios pasajes del informe de los auditores fueron ennegrecidos en la copia compartida con los legisladores, citando las preocupaciones del Bundesbank de que podrían comprometer secretos respecto a los bancos centrales que almacenan el oro.
El informe dijo que la cantidad de oro en Londres ha caído “bajo 500 toneladas” debido a recientes ventas y repatriaciones, pero no especifica cuánto oro es mantenido en EE.UU. y en Francia. Los medios alemanes han informado ampliamente que unas 1.500 toneladas –casi la mitad del total de las reservas– están almacenadas en Nueva York. (Associated Press, 22 de octubre de 2012)
Sin embargo, no se prevé una repatriación total y completa de los activos en oro:
“El Bundesbank planifica transferir a Frankfurt 300 toneladas de oro de la Reserva Federal en Nueva York y todo su oro almacenado en la Banque de France en Paris, 374 toneladas, a Frankfurt, a comienzos de este año.
Hasta 2020 quiere tener en Frankfurt, donde almacena casi un tercio de sus reservas, la mitad de las casi 3.400 toneladas de oro evaluadas en casi 138.000 millones de euros – solo EE.UU. tiene más. El resto se guarda en la Reserva Federal, la Banque de France y el Bank of England. (Reuters, 16 de enero de 2012)
La Corte Federal alemana de Auditores, ha solicitado una inspección oficial de las reservas de oro alemanas almacenadas en bancos centrales extranjeros, “porque nunca han sido totalmente comprobadas”.
¿Son “separadas” esas reservas de oro en lingotes mantenidas en la Reserva Federal o forman parte del “gran pote” fungible de activos de oro de la Reserva Federal?
¿Tiene el Banco de la Reserva Federal de Nueva York “activos de oro fungibles en la cantidad afirmada? ¿Podría enfrentar razonablemente un proceso de repatriación de activos de oro iniciado simultáneamente por varios países?
¿Por qué se mantiene oro alemán fuera de Alemania?
“¿Por qué está nuestro oro en París, Londres y Nueva York” y no en Frankfurt?
La explicación oficial –que roza el absurdo– es que Alemania Occidental, al comenzar la Guerra Fría decidió almacenar sus activos en oro en Londres, París, y Nueva York para “colocarlos fuera del alcance del imperio soviético” que supuestamente se proponía saquear los tesoros en oro de Alemania Occidental.
Según Reuters:
Al comenzar la Guerra Fría, Alemania mantuvo en su sitio sus reservas de oro, manteniéndolas fuera del alcance del imperio soviético. Pero funcionarios del gobierno se inquietaron respecto a la organización del almacenamiento y han pedido al Bundesbank que inspeccione las barras.
También el Bundesbank ahora quiere cambiar el sistema, aunque ha dicho que no ve la necesidad de contar las barras o comprobar su contenido en oro propiamente tal y considera que las declaraciones escritas de los demás bancos centrales son suficientes.
Con el fin de la Guerra Fría ya no era necesario mantener las reservas en oro de Alemania “tan lejos hacia el Oeste y tan lejos de la Cortina de Hierro como fuera posible”, dijo el miércoles a periodistas el miembro del consejo del Bundesbank Carl-Ludwig Thiele.
El Bundesbank aumentó el espacio en sus bóvedas después de la transición al euro del marco alemán. Reuters, 16 de enero de 2013)
Según los medios occidentales, en coro, las amenazas del “imperio del mal” en el curso de la era de Guerra Fría habían, por decirlo así, alentado “la protección” y la “salvaguarda” de miles de millones de dólares de oro en lingotes alemán en las seguras bóvedas de los bancos centrales de Francia, Inglaterra y EE.UU. Fue una iniciativa “responsable” emprendida por esos tres países –“amigos de Alemania Occidental”– a fin de ayudar al Bundesbank ubicado en Frankfurt am Main contra un inminente ataque del Ejército Rojo.
Pero ahora, catorce años después del fin oficial de la Guerra Fría, el Bundesbank “planifica traer a casa parte de sus reservas de oro almacenadas en los bancos de EE.UU. y de Francia, cediendo ante presión gubernamental de desliar una táctica de la era de la Guerra Fría que aseguró el tesoro nacional”.
¿Cuál era el objetivo de EE.UU., después de la Segunda Guerra Mundial, al presionar a países para que depositaran sus lingotes de oro en la custodio de la Reserva Federal de EE.UU.?
Históricamente, la acumulación de lingotes de oro en las bóvedas de la Reserva Federal de EE.UU. (por cuenta de países extranjeros) ha servido indeleblemente para fortalecer el sistema global del dólar, tanto durante el período del “patrón cambio oro” de la posguerra (Bretton Woods) (1946-1971) así como posteriormente (1971-).
Historia: Después de la Segunda Guerra Mundial
El sistema de almacenamiento de los lingotes de oro no tiene nada que ver con la amenaza soviética.
Tiene mucho que ver con la historia de la Segunda Guerra Mundial y el período inmediatamente posterior.
El sistema original de los bancos centrales de la posguerra fue dictado por los Vencedores de la Segunda Guerra Mundial, es decir EE.UU., Francia y Gran Bretaña.
Los gobiernos de ocupación militar de estos tres países controlaron directamente las reformas monetarias de la posguerra implementadas en Alemania Occidental a partir de 1945.
Alemania Occidental había sido dividida en tres zonas, bajo la jurisdicción, respectivamente, de EE.UU., Gran Bretaña y Francia. Desde 1945 a 1947, el Reichsmark siguió circulando con nuevo papel moneda impreso en EE.UU.
En 1947, las zonas de ocupación de EE.UU. y el Reino Unido se fusionaron en una “BiZona” anglo-estadounidense. En 1948, bajo una así llamada “Primera Ley sobre la reforma monetaria”, el gobierno alemán estableció el Bank deutscher Länder (Banco de los Estados Alemanes) vinculado a la Reserva Federal de EE.UU. y al Bank of England. Las reformas monetarias fueron implementadas paralelamente con el Plan Marshall, lanzado en junio de 1947.
El Bank deutscher Länder (BdL) debía administrar el sistema monetario de los Länder (el equivalente de Estados en una estructura Federal) en la BiZona bajo la jurisdicción del gobierno militar de EE.UU. y el Reino Unido, llevando al establecimiento del Marco Alemán en junio de 1948, que reemplazó al Reichsmark.
Ludwig Erhard –quien llegó a ser Ministro de Finanzas del gobierno de la RFA de Conrad Adenauer y luego Canciller alemán (1963-1966)– jugó un rol central en el proceso de reforma monetaria. Comenzó su carrera política como consultor económico del Gobierno militar de EE.UU. (USMG). En 1947, fue nombrado presiente de la comisión de reforma monetaria. Desde enero de 1947 hasta mayo de 1949, el gobernador militar estadounidense de la zona de EE.UU. (USMG), el que supervisó el establecimiento del nuevo sistema monetario fue el general Lucius D. Clay, apodado “Der Kaiser” [El emperador].
La zona del Deutsche Mark [marco alemán] fue entonces ampliada a la zona de ocupación controlada por Francia en noviembre de 1947 (sistema de “TriZone”) con la inclusión y participación de la Banque de France.
Mientras la República Federal de Alemania (RFA) (Bundesrepublik Deutschland), fue creada en mayo de 1949, el Bundesbank solo apareció 8 años después, en 1957.
Las reservas de oro de Alemania estaban bajo la jurisdicción del Bank deutscher Laender (y subsiguientemente del Bundesbank). Pero el BdL fue una iniciativa de la ocupación militar de EE.UU.-Reino Unido-Francia.
La pregunta importante es la siguiente:
¿Previeron los procedimientos y acuerdos determinados por los gobiernos de ocupación militar en 1947-48 un marco según el cual parte de los lingotes de oro de Alemania Occidental sería mantenida en los bancos centrales de los vencedores, es decir el Bank of England, la Reserva Federal de EE.UU. y la Banque de France?
Reservas de oro del Tercer Reich
El tema de las reservas de oro del Tercer Reich es un tema per se, fuera del alcance de este artículo.
Un par de observaciones: Desde 1945, grandes cantidades de oro del Tercer Reich fueron transferidas a la custodia de los gobiernos militares. Parte de ese oro fue utilizada para financiar reparaciones de guerra:
En septiembre de 1946, EE.UU., Gran Bretaña y Francia establecieron la Comisión Tripartita para la Restitución del Oro Monetario (TGC). La comisión tiene sus raíces en la Parte III del Acuerdo de París sobre Reparación, firmado el 14 de enero de 1946 respecto a las reparaciones de guerra alemanas. Según el Acuerdo de París de 1946, los tres Aliados fueron encargados de recuperar oro monetario saqueado por Alemania nazi de bancos en Europa ocupada y colocarlo en un “pool de oro”.
Las demandas contra el pool de oro y la subsiguiente redistribución del oro a los países demandantes debían ser adjudicadas y ejecutadas por los tres Aliados. (Para más detalles vea US State Department, Tripartie Gold Commission, 24 de febrero de 1997.
Un Depositario de Divisas Extranjeras (FED) había sido establecido en el Reichsbank en Frankfurt. Referido como el Fort Knox de Alemania, un proceso de recolección había sido establecido por la FED por cuenta del Consejo Aliado de Ocupación.
El oro fue recolectado por la FED, en forma monetaria y no monetaria. En octubre de 1947 –coincidiendo con el establecimiento del Bank deutscher Laender– la FED, había acumulado 260 millones de dólares en oro monetario (al precio del oro en 1947, representaban una cantidad colosal de lingotes de oro).
Una gran parte de este oro fue restituido a diferentes países, organizaciones e individuos demandantes. En 1950, los activos restantes de la FED –que eran mínimos, según el Departamento de Estado de EE.UU.– fueron transferidos al Bank deutscher Laender. (William Z. Slany, US Efforts to Restore Gold and Other Assets Stolen or Hidden by Germany During World War II, US State Department, Washington, 1997, p. 150-59)
Nota:
Las 3.400 toneladas de reservas de oro no forman parte del oro de la era previa a 1945. Además, mientras los procedimientos de la reforma monetaria de Alemania Occidental bajo la ocupación militar aliada (1947-48) contribuyeron a establecer los fundamentos del sistema central bancario alemán en la era de la posguerra, la cantidad inicial de lingotes de oro depositados en los primeros días del Bank deutscher Laender fueron mínimas y de poca importancia.
Se entiende que fuera del campo de la reforma del banco central y del sistema monetario, las fuerzas aliadas de la Segunda Guerra Mundial, incluidos EE.UU., Gran Bretaña, Francia y la URSS se apropiaron de parte del oro del Tercer Reich. Esto en sí es un tema enteramente separado y complejo que va más allá del alcance de este artículo.
Michel Chossudovsky es escritor, profesor emérito de Economía en la Universidad de Ottawa, fundador y director del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG), Montreal y editor del sitio en la web globalresearch.ca. Es autor de The Globalization of Poverty and The New World Order (2003) y de America’s “War on Terrorism”(2005). Su más reciente libro es Towards a World War III Scenario: The Dangers of Nuclear War (2011). También es colaborador de la Encyclopaedia Britannica. Sus escritos se han publicado en más de 20 idiomas.
Compartir esta noticia:
No hay comentarios:
Publicar un comentario