Traducido para Rebelión por Christine Lewis Carroll |
Las drásticas medidas preventivas de austeridad que Irlanda tomó el año pasado pretendían solucionar sus problemas. Kenneth Rogoff de Harvard declaró al New York Times que “si quieres escapar de la suspensión de pagos, el camino irlandés es el único”.1 El objetivo de la reducción del gasto público fue asegurar a los mercados financieros de que el gobierno iba en serio al reparar los daños sufridos por el sistema bancario al estallar la enorme burbuja inmobiliaria del país. Según declaraciones de Jean-Claude Trichet este año, los recortes de Irlanda fueron un ejemplo para Grecia. 2
Pero ahora todo ha salido mal. La austeridad auto impuesta ha significado que el Producto Interior Bruto se ha contraído en más del 10% desde 2008 y el Producto Nacional Bruto más todavía; el desempleo es del 14% y sigue subiendo; la brecha presupuestaria es enorme y los bancos más grandes del país necesitan ser rescatados. Como en el pasado, al desaparecer los empleos, los jóvenes emigran. 3
Lo que hay en el corazón de la crisis es una doble negación: mientras el Ministro de Finanzas Brian Lenihan lleva semanas negando que su país necesita ayuda, Irlanda ha acudido al Banco Central Europeo buscando el dinero que no encontraba en otros lugares en condiciones aceptables. También hubo negación en Europa: la Eurozona y el FMI han acudido al rescate con 90 mil millones de euros (a los que Gran Bretaña, cuyos bancos poseen casi la mitad de la deuda de los bancos irlandeses, ha contribuido con aproximadamente 10 mil millones de euros). Pero las severas condiciones impuestas sumirán una economía afligida en la miseria.
Los euro escépticos alegan que todo es culpa del euro: si Irlanda hubiera mantenido la libra irlandesa, lo que le habría permitido devaluar, todo estaría bien. Este argumento falla por dos razones. Primero, hay numerosos ejemplos de países con moneda propia bajo la administración judicial del FMI: Méjico en 1995, Asia en 1997, Rusia, etc. En segundo lugar, Irlanda está devaluando ‘indirectamente’ al reducir los sueldos: esto es lo que significa la frase ‘devaluación interna’.
No, no es el euro el culpable; el problema es que los europeos no quieren aceptar que la unión monetaria significa una auténtica unión económica y política. En los Estados Unidos, es posible que los estados individuales tengan bastante autonomía (igual que las provincias canadienses o los Länder alemanes), pero su supervivencia económica es en último término responsabilidad del gobierno federal que emite los bonos y puede pedir prestado en los mercados internacionales. ¡Imagínense qué habría ocurrido en Louisiana después del Katrina si hubiera dependido de la venta de sus propios bonos en el mercado internacional para recaudar fondos!
Otros argumentarán, no sin razón, que Europa no tiene polis, ninguna identidad política ni cultura compartidas. Se les suele escapar que hasta mediados del siglo XIX, los estadounidenses se identificaron mucho más con su propio estado o región que con Washington – y algunos todavía lo hacen. Una identidad política compartida necesita labrarse; es producto de una visión que trasciende los límites locales. En la actualidad, la crisis económica está erosionando cualquier percepción de comunidad europea que pudiéramos tener. Es lo que a la larga podría matar al euro.NOTAS
1. http://www.nytimes.com/2010/06/29/business/global/29austerity.html?_r=1&sq=if%20you%20want% 20to%20escape%20default&st=cse&adxnnl=1&scp=1&adxnnlx=1290434558-Nc2uIzAqCkib8Yb+o/ZaA
2. http://www.guardian.co.uk/business/2010/sep/23/ireland-austerity-budgets-comment
3. http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2010/nov/21/ireland-economy-collapse-emigrants
http://blogs.euobserver.com/
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