La
entrada masiva de los fondos de pensión estadounidenses es el factor
central que impulsa los precios de los commodities al alza. Esa es la
explicación que el economista heterodoxo Randall Wray ofrece para
analizar lo que llama “la mayor burbuja en la historia”. Wray es
profesor de la Universidad de Missouri-Kansas City, en los Estados
Unidos, e investigador del prestigioso Levy Institute. Discípulo de
Hyman Minsky, se enrola en la corriente poskeynesiana que recupera buena
parte de la tradición de Keynes y la articula con conceptos marxistas y
sraffianos. Wray se especializó en teoría monetaria, mercados
financieros y macroeconomía. Dialogó con Cash acerca de la magnitud de
la actual tendencia a la suba de los commodities y sus causas, entre las
cuales sobresale la entrada de los fondos de pensión. Analizó el
impacto de China y pidió aplicar una “reforma estructural que elimine a
la clase rentista”.
¿Cómo describe el fenómeno de la suba generalizada en el precio de los commodities?
–Para resumirlo, desde 2004 a 2008 experimentamos la mayor burbuja
de commodities de la historia. Si se observan los 25 commodities más
comercializados, los precios se han duplicado en el curso de ese
período. Para los ocho productos más intercambiados, la suba fue mucho
más espectacular. De acuerdo a un análisis del estratega de mercado
Frank Veneroso, durante el siglo XX sólo hubo 13 episodios en los cuales
el precio de un commodity en particular creció un 500 por ciento o más.
Pero en 2004-2008, hubo ocho commodities cuyos precios mostraron ese
desempeño: fuel-oil (suba de 1313 por ciento), níquel (1273 por ciento),
petróleo crudo (1205), plomo (870), cobre (606), zinc (616), estaño
(510) y trigo (500 por ciento).
También subieron mucho otros commodities.
–Sí. Muchos otros commodities agrícolas, vinculados a la energía y
metalíferos también tuvieron muy importantes aumentos de precios, aunque
por debajo de los ratios anteriores. Para los 25 commodities que
usualmente se incluyen en los índices, la suba de precio promedio desde
2003 ha sido 203 por ciento. El Congreso de los Estados Unidos comenzó a
investigar esa burbuja y los inversionistas, preocupados, retiraron una
porción significativa de sus fondos especulativos, lo que produjo que
la burbuja en 2008 colapsara. Sin embargo, cuando el Congreso pasó a
ocuparse de la crisis, el techo de deuda de los Estados Unidos y otras
cuestiones, los especuladores volvieron.
¿En qué medida la suba actual contrasta con la tendencia
histórica a la baja de precios en términos relativos de los bienes
primarios?
–En un paper de abril de 2011, el experto Jeremy Grantham analizó la
burbuja de los commodities durante última década, trabajo que Veneroso
amplió en un trabajo reciente. Toman los 33 commodities más
comercializados, desde oro y petróleo hasta caucho, semillas de lino,
yute, madera contrachapada y fosfato diamónico. Durante los últimos 110
años, el índice de precios compuesto por esos 33 bienes ha declinado a
una tasa anual de 1,2 por ciento. A pesar de que la demanda de esos 33
commodities ha crecido mucho a lo largo del siglo, nuevas técnicas de
producción, sumadas a una exploración satisfactoria, derivaron en una
tendencia de precios declinante. El movimiento actual de precios es una
desviación asombrosa de la tendencia general. Es un boom sin
precedentes. Nada ni siquiera cercano a esto ha sucedido antes, en
ningún mercado, incluyendo la burbuja tecnológica y la de las hipotecas.
¿Por qué sostiene que la operatoria de los fondos de pensión explica el movimiento de los precios?
–Los especuladores han estado siempre presentes en los mercados de
futuros de los commodities. Usualmente los vendedores de commodities
quieren asegurarse un precio alto, y los compradores quieren protegerse
de las fluctuaciones de mercado asegurándose un precio bajo. Entonces
los mercados de futuros se desarrollan para juntar a ambas partes,
permitiendo que cada lado se cubra. Los especuladores llenan el espacio
entre la parte vendedora y la compradora. Pero el tema es que los
especuladores normales nunca son apostadores hacia un solo lado, algunos
piensan que el precio va a subir y otros que va a bajar. El fenómeno
inusual que se verificó en el curso de este boom de precios ha sido la
entrada de fondos de un monto descomunal que tomaron una apuesta única:
que los precios subieran.
¿Cómo?
–Prefiero no entrar en tecnicismos, pero estos fondos no compran
directamente commodities ni tampoco contratos futuros. En lugar de ello,
compran índices de contratos futuros. Es una apuesta pura que indexa
los precios. El experto en esta materia, Mike Masters, los llama
“especuladores de índices” y alrededor del 85 por ciento del dinero de
ese negocio viene del sistema estadounidense de fondos de pensión. Estos
fondos han acumulado una riqueza financiera que equivale al 75 por
ciento del PIB de los Estados Unidos, así que son enormes. Si dirigen,
digamos, sólo el 5 por ciento de la inversión hacia los índices de
commodities, hacen subir los precios. Y por complejas razones, es el
índice de precios el que determina los precios spot, el valor al que el
commodity se vende en este momento. De manera que son estos
especuladores los que empujan hacia arriba los precios de los
commodities del mundo real.
Usted afirma que los fondos de pensión recurrieron a los
commodities porque esos bienes no estaban correlacionados con otros
productos financieros, lo que permite reducir el riesgo. Sin embargo,
después de este proceso que describe, la vinculación entre los distintos
mercados se ha vuelto más estrecha
–Distintos estudios han demostrado que los commodities y otros
activos financieros no estaban correlacionados antes de 1999, por eso
los fondos de pensión fueron advertidos que ante un crac de mercado
podrían diversificar el riesgo si invertían en commodities. El problema
es que la falta de correlación existió sólo porque a los fondos de
pensión no les era permitido entrar en los mercados de commodities. Eso
cambió cuando Estados Unidos aplicó la desregulación en 1999. Una vez
que los fondos de pensión comenzaron a entrar en esos mercados, a través
de contratos de futuro e índices, la correlación aumentó y llegó al 100
por ciento. Esta es la explicación: a medida que el mercado de activos
financieros (los stocks) crece, los fondos de pensión tienen mayor
riqueza financiera para invertir y entonces se mueven hacia commodities,
lo que empuja sus precios. Entonces, más fondos invierten en stocks y
commodities. Pero digamos que los precios de los stocks caen, los
especuladores deben vender otros activos, incluyendo commodities, para
cubrir desfasajes financieros en sus balances, lo que lleva a que caigan
los precios de los commodities. En la crisis financiera global desatada
en 2008 observamos que todos los activos tienen una correlación que se
acerca a la unidad.
Si los fondos de pensión están detrás de la suba de precios,
¿un cambio en la regulación financiera podría hacer que los precios
caigan?
–Absolutamente. Los fondos de pensión representan el 85 por ciento
de la especulación con índices. Si se los forzara a salir de esas
inversiones, el principal impulso para la suba se iría. En el otoño de
2008, cuando los fondos de pensión sacaron un tercio de su dinero de los
índices, el precio del petróleo cayó desde 150 dólares hasta 50 dólares
el barril. Estoy seguro de que la especulación con los índices no es el
único factor detrás del alza de los precios de los commodities, ya que
una parte se explica por cuellos de botella del mundo real. De forma que
no digo que todos los precios de los commodities caerían en una
proporción de dos tercios. Pero el boom se terminaría.
Una explicación común es que la demanda de commodities
creció fuertemente impulsada por China e India. Al menos en el caso de
los alimentos, con una oferta relativamente fija y Estados Unidos que
demanda biodiésel, los precios suben.
–Hay algo de eso, pero son los precios de 33 commodities los que
gozan del boom, no sólo alimentos. Además, la noción de que la oferta de
alimentos está fija es errónea. La mayor causa de hambre en el mundo es
el acceso injusto a la comida; no la falta de capacidad para
producirlo. Buena parte del mundo sólo necesita una redistribución de la
tierra para incrementar la oferta de alimentos. Además, Canadá y
Estados Unidos podrían incrementar enormemente su producción si la
demanda efectiva fuera suficiente. Sin embargo, no defiendo la política
de los Estados Unidos de subsidio a la producción de maíz y soja para
producir biodiésel o carne barata. Son prácticas altamente ineficientes.
Algunos economistas explican el boom de commodities a partir
de la muy baja tasa de interés de la Reserva Federal. ¿Esa hipótesis es
contradictoria con la suya?
–Yo sigo a Keynes en el pedido de la eutanasia del rentista a través
de una política de baja tasa de interés. El problema es que hay
muchísimo dinero buscando altas tasas de retorno, en relación con las
oportunidades de inversión del mundo real. La solución no es aumentar la
tasa de interés de referencia, hay que borrar a la clase rentista y
reducir el monto del dinero en los fondos de inversión. Este es un gran
desafío, pero Hyman Minsky dijo que nos habíamos movido hacia la fase
del capitalismo dominada por el dinero, una forma altamente inestable
que deriva en una inequidad excesiva que es inconsistente con la
democracia. La solución no es tratar de salvar a los inversores sino
deshacerse de ellos a través de reformas fundamentales.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-5628-2011-12-05.html
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