Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R. |
¿Pero es una explicación adecuada de estos eventos? Antes de examinar los hechos que los rodean, hablemos un poco de historia. Echemos una mirada al mapa, que incluye las islas Baengnyeong y Yeonpyeong.
Mares en disputa. La NLL está representada por la línea A azul. La MDL está representada por la línea B roja. 1: Isla Yeonpyeong (fuego de artillería ); 2: Isla Baengnyeong (hundimiento del Cheonan); 3: Isla Daecheong [fuente]
Zona desmilitarizada
El armisticio que terminó con los combates de la Guerra de Corea estableció la Zona Desmilitarizada (DMZ, por sus siglas en inglés) que separa a Corea del Norte de Corea del Sur. Entonces el gobierno de EE.UU. estableció unilateralmente otra línea divisoria, con la intención de crear una frontera marítima entre las dos Coreas. Esa frontera está ilustrada en el mapa por la línea A, la Línea Límite Norte, azul (NLL).
Como se ve, en lugar de extender la DMZ al oeste hacia el mar, la línea estadounidense se orienta hacia el norte, limitando de Corea del Norte al mar. La línea se trazó de esta manera por dos motivos: Primero, cuando se detuvieron los combates, las fuerzas surcoreanas controlaban las islas frente a la costa norcoreana y EE.UU. quería asegurar su posición. Segundo, el control sobre esas islas reforzaba la capacidad de las fuerzas de EE.UU. de monitorear y mantener la presión militar sobre Corea del Norte.
Corea del Norte nunca aceptó la NLL. Argumentó a favor de una frontera alternativa, ilustrada por la línea B, la Línea de Demarcación Militar del Mar Amarillo, roja (MDL). Reconociendo la realidad de las fuerzas del Sur en las islas frente a sus costas, Corea del Norte buscó el reconocimiento de una frontera marítima que pasaba alrededor de las islas pero que de otra manera dividía el mar mediante una extensión de la línea de la DMZ.
El punto crítico en esto es que la NLL promovida por los surcoreanos y EE.UU. no está reconocida por el derecho internacional; no tiene fundamento jurídico. No se fíen de mi palabra. Lo que sigue proviene de Bloomberg News:
“El entonces secretario de Estado Henry Kissinger escribió en un cable clasificado de 1975 que la Línea del Límite Norte trazada unilateralmente es ‘evidentemente contraria al derecho internacional’. Dos años antes, el embajador estadounidense dijo en otro cable que muchas naciones considerarían ‘equivocados’ a Corea del Sur y su aliado EE.UU., si ocurrieran choques en áreas en disputa a lo largo de la frontera…
“La línea serpentea alrededor de la península Ongjin, creando un amortiguador para cinco grupos de islas que Corea del Sur conservó según el armisticio que terminó la Guerra de Corea de 1950 a 1953, en la cual fuerzas dirigidas por EE.UU. combatieron con un mandato de la ONU contra tropas norcoreanas y chinas. El acuerdo no mencionaba una frontera marítima, que no aparece en los mapas de la ONU trazados entonces.
“El límite territorial de 3 millas náuticas (5,5 kilómetros) utilizado para trazar la línea era estándar en esos días. Actualmente casi todos los países, incluidas las dos Coreas, utilizan una regla de 12 millas (19,3 kilómetros), y las islas se encuentran a 19,3 kilómetros de Corea del Norte continental. La más lejana está a 160 kilómetros del puerto surcoreano más importantes, Incheon.
“Si alguna vez se llegara a un arbitraje, es probable que la decisión moviera la línea más hacia el sur", dijo Mark J. Valencia, un abogado marítimo y socio sénior de investigación del National Bureau of Asian Research, quien ha escrito extensamente sobre la disputa…
“Corea del Norte, después de pasar dos décadas reestructurando sus fuerzas, envió navíos a través de la frontera 43 veces entre octubre y noviembre de 1973, provocando confrontaciones, según el sitio Web de la Armada surcoreana. En una reunión con el Comando de la ONU, la afirmación del Norte de que estaba operando dentro de sus propias aguas porque la NLL era inválida fue rechazada.
“Kissinger y otros diplomáticos estadounidenses cuestionaron en privado la legalidad de la frontera marítima y de su patrullaje por Corea del Sur en cables que han sido desclasificados y están a disposición del público.
“La ROK [República de Corea o Corea del Sur] y EE.UU. podría parecer equivocada desde el punto de vista de muchos otros países si ocurriera un accidente en áreas en disputa, escribió el embajador de EE.UU. Francis Underhill en un cable a Washington del 18 de diciembre de 1973, utilizando el acrónimo para la República de Corea.
“Corea del Sur ‘se equivoca al suponer que nos sumaremos a un intento de imponer la NLL a Corea del Norte’, dijo un ‘Mensaje de Defensa Conjunta del Estado’ a la embajada de EE.UU. en Seúl…
“La línea fue ‘unilateralmente establecida y no aceptada por NK [Corea del Norte]’, escribió Kissinger en un cable confidencial de febrero de 1975. ‘En la medida en que pretende dividir unilateralmente aguas internacionales, es evidentemente contraria al derecho internacional’.”
Dudo que las discusiones de los dos eventos recién señalados hayan mencionado esta historia.
Tensiones actuales
Las tensiones en la región no son sólo el resultado de decisiones políticas del pasado. Se siguen tomando decisiones críticas. Por ejemplo, en octubre de 2007, una reunión en la cumbre inter-coreana entre Roh Moo-Hyun (el anterior presidente surcoreano) y Kim Jong Il (el líder norcoreano) produjo un compromiso de ambas partes de negociar un área pesquera conjunta y crear una “zona de paz y cooperación” en el Mar Amarillo. Este acuerdo podría haber reducido considerablemente las tensiones entre los dos países y contribuido a promover un proceso pacífico de reunificación.
Sin embargo, unos pocos meses después de la cumbre, el recién elegido y actual presidente surcoreano, Lee Myung-bak, rechazó los acuerdos logrados en esa cumbre y la anterior realizada en el año 2000. Lee ridiculizó abiertamente los esfuerzos surcoreanos del pasado por mejorar las relaciones con el Norte, y propugnó acciones agresivas en su contra. El gobierno de EE.UU. apoyó la posición de Lee.
Con estos antecedentes, consideremos ahora el primer evento: el supuesto hundimiento por Corea del Norte del Cheonan. El gobierno de Lee afirma que un submarino norcoreano fue responsable del hundimiento del Cheonan y la muerte de 49 marineros. El Cheonan era un barco antisubmarinos, que participaba en juegos de guerra cuando fue hundido en las aguas en disputa alrededor de la isla Baengnyeong. Significativamente, después de semanas de investigación oficial de la causa del hundimiento, Lee culpó públicamente a Corea del Norte sólo un día antes de elecciones locales, elecciones que el partido gobernante perdería según los pronósticos. En los hechos, el partido de Lee recibió una paliza en las urnas.
¿Pero qué pasó con la evidencia de la responsabilidad norcoreana? Corea del Norte ha negado toda participación en el hundimiento. De hecho, hay buenos motivos para creer que el Cheonan se hundió porque chocó contra un arrecife; es lo que su capitán informó cuando envió un mensaje por radio a los guardacostas surcoreanos pidiendo ayuda.
Como señalé en un artículo anterior, tal vez la evidencia más convincente que pone en duda las afirmaciones del gobierno surcoreano de que el Cheonan fue torpedeado por un submarino norcoreano es el hecho de que todas las víctimas del Cheonan murieron ahogadas, casi ninguno de los 58 miembros de la tripulación que sobrevivieron sufrió heridas graves, y los instrumentos internos del barco siguieron intactos. Según varios científicos, si el Cheonan hubiera sido alcanzado por un torpedo, toda la tripulación habría volado por los aires, causando huesos quebrados y la destrucción de instrumentos.
Juegos de guerra agresivos
¿Y el incidente más reciente en relación con el ataque de la artillería norcoreana contra la isla Yeonpyeong? La posición surcoreana es que sus militares estaban solamente involucrados en juegos de guerra de “rutina” (con la participación de 70.000 soldados), que por casualidad también incluían el disparo de munición real hacia el mar desde una base militar en la isla. No habían hecho nada para provocar un ataque de la artillería norcoreana contra la base.
En realidad, el Sur había estado reforzando su artillería en la isla desde hacía un cierto tiempo, realizando ejercicios de artillería cada vez más agresivos con el objetivo aparente de aumentar su capacidad de inhibir el movimiento de la armada norcoreana incluso en sus propias aguas. Esos ejercicios constituían una amenaza directa para la seguridad norcoreana teniendo en cuenta la cercanía de la isla a su costa.
Además, aunque el Sur afirma que sus juegos de guerra y fuego de artillería eran rutinarios, puede haber sido la primera vez que juegos de guerra importantes y disparos simultáneos con munición real fueran realizados por el Sur hacia territorio reivindicado por el Norte. El Norte disparó contra baterías de artillería surcoreana ubicadas en la isla Yeonpyeong sólo después del rechazo del Sur de sus repetidas demandas de que dejara de disparar munición real .
Sigue habiendo muchas preguntas sin respuesta sobre el hundimiento del Cheonan y el ataque de Yeonpyeong. Sin embargo, lo que parece claro es que existen numerosas complejidades en relación con estos eventos que nunca se han publicado aquí, en Estados Unidos, y que esas omisiones terminan por reforzar una visión de las motivaciones y acciones norcoreanas contraproducente con respecto a lo que debería ser nuestro objetivo: lograr la paz en la península coreana.
¿Qué podría ayudar? ¿Y si se alentara al gobierno de EE.UU. a que acepte las ofertas norcoreanas de iniciar negociaciones de buena fe orientadas a firmar un tratado de paz que termine la Guerra de Corea como un primer paso hacia relaciones normalizadas? El hecho de que nuestro gobierno sea renuente a reconocer públicamente el carácter cuestionado de la NLL o a buscar un final de la Guerra de Corea plantea importantes preguntas sobre las motivaciones que impulsan la política exterior.
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Martin Hart-Landsberg es profesor de Economía y director del Programa de Economía Política en Lewis and Clark College, Portland, Oregon; e investigador adjunto en el Instituto de Ciencias Sociales, Universidad Nacional Gyeongsang, Corea del Sur. Este artículo apareció primero en su blog Reports from the Economic Front.
© Copyright Martin Hart-Landsberg, Socialist Project, 2011
Fuente: http://www.globalresearch.ca/
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