Elegido el pasado 5 de diciembre como Presidente del Partido de la Izquierda Europea (PIE), Pierre Laurent considera que este partido debe convertirse en “un actor de primera plana portador de la alternativa”. Una petición a favor de un fondo de desarrollo social alimentado por una tasación de las transacciones financieras ha sido lanzada. Objetivo : un millón de firmas.
Acaba de ser escogido como Presidente del Partido de la Izquierda Europea. ¿Estamos ante el fin del euroescepticismo del Partido Comunista Francés ?
Pierre Laurent : Hace ya mucho tiempo que no confundimos nuestra crítica de los actuales tratados con el euroescepticismo. Nuestro compromiso se centra en una refundación social y democrática de la Unión Europea. En 2004 fuimos en Roma uno de los partidos fundadores del Partido de la Izquierda Europea. Francis Wurtz ha sido uno de los artesanos del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE) en el Parlamento Europeo. Ahora bien, esta elección nos coloca ante el reto de superar una etapa. El PIE debe abrir un nuevo período volcado en la acción. Ante la gravísima crisis actual, el PIE quiere convertirse en un actor de primera plana, portador de la alternativa en la escena política europea. Para ello era necesario que partidos como el nuestro asumieran responsabilidades en el III Congreso del PIE. Con este espíritu presentamos, con el apoyo de nuestros socios del Front de Gauche, nuestra candidatura a la presidencia de la organización. Se generó un consenso en torno a esta propuesta, sobre la base de una dirección renovada y más colegiada.
Su intervención se produce en el marco de una aguda crisis...
Pierre Laurent : Estamos viviendo un momento histórico para Europa. El modelo ultraliberal de la construcción europea, en el propio núcleo de la expansión del capitalismo financiero globalizado, ha entrado en una crisis fundamental. La Unión Europea está ante una encrucijada : o bien corre el riesgo de desintegrarse o bien acepta su transformación. Los tratados europeos han consagrado la omnipotencia de los mercados financieros y de la ley de los accionistas. Ahora este sistema está en crisis y quiere que los trabajadores de toda Europa paguen la factura para poder perpetuar de este modo su dominación. De ahí la inyección masiva de fondos para apoyar los mercados financieros por un lado y los planes de hiperausteridad, de retraso de la edad de jubilación, por otro. Si dejamos a los dirigentes europeos seguir por este camino –se prevén en 2011 nuevas inyecciones de capital -, perpetuarán un ciclo de regresión y de recesión dramáticas. Todas las bases de los tratados actuales tienen que ser reconsideradas. Empeñarse en rechazar este debate es correr el riesgo de que se produzca una explosión de la UE y de la Zona Euro. La actitud de los gobiernos europeos está cargada de irresponsabilidad, especialmente la del Gobierno de Nicolás Sarkozy.
¿Puede la economía suponer un cuestionamiento del Tratado de Lisboa ?
Pierre Laurent : Toda la lógica de los tratados, entre ellos la del Tratado de Lisboa está en entredicho. Se ha construido Europa siguiendo el principio de la competencia para convertirla en una zona atractiva para los mercados financieros. Sus pilares son la precariedad laboral, las privatizaciones, el dumping social y fiscal.. Esta divergencia entre crecimiento financiero y la destrucción de las necesidades sociales ha origiado la crisis en Grecia, Irlanda, España o Francia. Por el momento, los planes de apoyo financieros han dejado intactos estos mecanismos. En Francia, se produce una drástica reducción del presupuesto público, una presión constante sobre los salarios, la congelación del salario mínimo por quinto año consecutivo, la reforma de las pensiones...
En España, donde participé el domingo pasado en un mitin de Izquierda Unida con los representantes de las dos centrales sindicales, de Comisiones Obreras (CCOO) y de la Unión General de los Trabajadores (UGT), el Gobierno de Zapatero ha suprimido el subsidio de 426 euros para 700.000 parados de larga duración. Éstas políticas son descabelladas : alimentan engranajes recesivos, conllevan una gravísima propagación de las desigualdades, de la precariedad y de la pobreza. Si les sumamos todas las medidas de austeridad anunciadas en los países de la Unión Europea, la cifra ascendería a unas centenas de billones de euros que conduciría a una contracción de la actividad económica extremadamente brutal. Mientras tanto, la moneda europea y el Banco Central Europeo (BCE) siguen funcionando como cortapisa del presupuesto público, del gasto social y de las inversiones útiles. Los únicos bien servidos son los mercados financieros.
El euro está siendo objeto de fuertes presiones : en su nombre se llevan a cabo las políticas de austeridad. El PCF había criticado la creación de la moneda única. ¿No habría que salir del euro ?
Pierre Laurent : Nosotros criticamos la moneda única por la manera en la que fue implantada. Propusimos la creación de una moneda común de cooperación. En lugar de crear una moneda apéndice del marco y que respalda las exigencias de la rentabilidad de los mercados financieros contra el gasto público y social, contra los salarios, nosotros abogamos por la creación de una moneda común que hubiese permitido la cooperación, la distribución de los recursos financieros, la financiación de créditos útiles para un desarrollo solidario y ecológico. Teníamos razón, ya que hoy esta exigencia no deja de aumentar. La salida del euro, por la que apuestan algunos, no sería una solución. Más bien todo lo contrario : dejaría solos a los países excluidos de la Zona Euro ante la guerra financiera internacional y los desestabilizaría aún más. Por otra parte, precisamente Alemania, con el apoyo de Nicolas Sarkozy, empuja a los países más débiles a salir del euro, y asistimos a alegatos de dirigentes europeos a favor de la reducción de la Zona Euro. Se trata ni más ni menos de la lógica egoísta de la ley del más fuerte. Frente a esto, lo que hace falta es un cambio radical del papel del euro y del BCE para convertirlos en instrumentos de cooperación y de distribución de los costes.
A nivel europeo, los conservadores y el Partido Socialista Europeo (PSE) abogan sin ambajes/respaldan abiertamente las políticas de austeridad. En este contexto, una escalada del populismo puede ver la luz. Ante este panorama, ¿cómo lograr entonces conformar mayorías progresistas ?
Pierre Laurent : Uniendo a todos aquellos y aquellas que en este momento luchan por toda Europa para alcanzar objetivos de desarrollo social solidario. Cuando denunciábamos en 2005 el proyecto de Constitución Europea, algunos nos tacharon de anti-europeístas. En realidad son ellos los que han matado la idea europea. Si continuamos siguiendo sus políticas, esto generará el rechazo de los pueblos europeos y estimulará el populismo y la xenofobia. Marine Le Pen, cuya principal baza sigue siendo el fomento de la división y del odio entre los pueblos, hace demagogia sobre la salida del euro. Con gente como ésta, el incremento del egoísmo y del nacionalismo agravará la lógica de la competitividad. Sin embargo, ante la crisis, que golpea a los más débiles, hay que apostar por la solidaridad. Quienes juegan con fuego en Francia, respaldando la promoción mediática de Marine Le Pen están cometiendo una gran irresponsabilidad. La historia nos enseña hacia dónde pueden llevarnos los graves períodos de crisis capitalista. Nuestro deber consiste en trabajar por soluciones solidarias.
Europa impregna totalmente el debate nacional...
Pierre Laurent : El debate europeo y el debate nacional son indivisibles. ¿Quién puede aspirar a un cambio de izquierdas sin reabrir el debate sobre la orientación de la construcción europea ? Nicolas Sarkozy y Angela Merkel quieren apretar aún más el corsé para prohibir el debate. Francia, los pueblos europeos, deben recuperar su soberanía, su libertad de elección. Nosotros debemos, por ejemplo, rechazar que los presupuestos nacionales sean sometidos a tutela, que tengan que recibir en primer lugar el beneplácito de Bruselas. Es inaceptable. Hemos presentado una proposición de ley contra esto. De forma más general, Francia debe alzar su voz, como exigió el pueblo francés en 2005, para que se reabra el debate sobre el Tratado de Lisboa.
¿Cómo aspira el PIE a convertirse en un catalizador de las movilizaciones en Europa ?, ¿apuesta por los movimientos sociales ?
Pierre Laurent : En todas partes las movilizaciones aumentan. En Grecia son recurrentes desde hace tiempo. Las huelgas generales han tenido un seguimiento masivo en España y en Portugal. En Francia se ha impuesto la reforma de las pensiones contra la inmensa mayoría de la opinión pública. En realidad, pueblos enteros dicen no a los planes de austeridad y al rumbo actual, pero falta aún a nivel europeo, aparte de los eurodiputados del GUE, una voz política que apoye, que respalde, estas reivindicaciones sociales, una voz que rompa el mortífero consenso que se ha instalado entre la derecha y los socialdemócratas. El PIE aspira a convertirse en la fuerza que permita catalizar el debate sobre las alternativas políticas en Europa. El PIE quiere dialogar con los movimientos sociales, con los sindicatos y con todas las fuerzas políticas que estén dispuestas a cuestionar el camino político en el que se está hundiendo la Unión Europea. Ha llegado la hora de que el PIE actúe de manera más ambiciosa.
¿En qué estado se encuentra el PIE actualmente ?, ¿cómo puede ampliarse ?
Pierre Laurent : El Partido de la Izquierda Europea fue fundado hace 6 años por una decena de partidos. Hoy cuenta con 27 partidos miembros. Ahora bien, importantes partidos de la transformación social todavía no son miembros del PIE. Nosotros deseamos reunir al conjunto de esas fuerzas. Necesitamos ser más influyentes y crear correlaciones de fuerzas más significativas.
¿Es posible luchar por objetivos concretos y comunes para toda Europa ?
Pierre Laurent : Los objetivos de un nuevo desarrollo social, ecológico y democrático pueden unir a numerosas fuerzas. Un ejemplo ilustrativo es la reivindicación de un salario mínimo europeo. Las convergencias sindicales se desarrollan a una gran velocidad. El 15 de diciembre ha sido la segunda jornada de movilización convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) desde el mes de septiembre. Ante la crisis, los objetivos sociales deben ir de la mano de propuestas alternativas sobre financiación. Por eso el III Congreso del PIE ha lanzado una gran petición a nivel europeo para proponer, en contraposición con el Fondo de Estabilización Financiera, que no sirve sino para reflotar mercados financieros e imponer la austeridad, la creación de un “Fondo de Desarrollo Social Europeo”. Este fondo podría nutrirse de una tasación sobre las transacciones financieras y de nuevos créditos del Banco Central Europeo. El régimen del BCE debe cambiar. Podría comprar títulos de la deuda pública para financiar nuevos objetivos sociales con créditos a muy bajo interés o a interés cero. Para ello vamos a hacer uso del nuevo derecho a la iniciativa ciudadana, cuyas reglas acaban de ser fijadas por el Parlamento Europeo. Un millón de firmas son necesarias : asumimos el reto. Considero que podríamos ayudar a que las exigencias democráticas, que van ganando cada vez más peso en Europa, se abran camino.
¿No le preocupa la política exterior de la UE, cada vez más alineada con la OTAN ?
Pierre Laurent : Por supuesto. En la actual situación de crisis mundial querer reforzar la alineación de Europa con la OTAN supone una aberración. La Unión Europa debería ser una voz independiente que construyera puentes con continentes que buscan otros aliados, con América Latina y África, o en Asia con China. De este modo, habría otras formas de diálogo que terminarían con las hegemonías actuales. Para el PIE, las tropas europeas deben retirarse de Afganistán. Europa debe alzar su voz por una solución diferente para el conflicto en Afganistán. Otro tema crucial es Palestina. En el momento en el que Barack Obana, al contrario de lo que prometió, renunció a exigir a Israel el cese de la colonización, Europa tenía que haber saltado a la palestra. Sin embargo, Europa permanece muda. Es una vergüenza.
UN JOVEN PARTIDO FRENTE AL TÁNDEM PPE-PSE Fundado el 8 de mayo de 2004 en Roma, a iniciativa de diez partidos que se reclaman de la izquierda transformadora, el Partido de la Izquierda Europea es la formación más joven a escala europa frente a los dos partidos dominantes que codirigen el Parlamento Europeo : el Partido Popular Europeo (PPE) y el Partido Socialista Europeo (PSE). Entre los miembros fundadores del PIE figuran el Partido Comunista Francés (PCF), Die Linke (Alemania), Izquierda Unida (España) y los comunistas italianos. El primer presidente del PIE fue el italiano Fausto Bertinotti, que fue sucedido por el alemán Lothar Bisky en el II Congreso del PIE (Praga, 2007). El III Congreso se reunió del 3 al 6 de diciembre de 2010 en París. El Parti de Gauche y Gauche Unitaire se sumaron al PCF al adherirse al PIE. Los eurodiputados del PIE forman parte del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica (GUE/NGL) en el Parlamento Europeo.
Traducido por Elvira Hdez.
(Página 6 y 7 de l’Humanité del 17 de diciembre de 2010)
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