A lo largo de 2010 la economía alemana se ha desmarcado de otros países de la eurozona, ya que tendrá un crecimiento económico del 3,4 % del Producto Interior Bruto (PIB) y, en cambio, para la eurozona será del 1,7% (en el caso español se registrará un retroceso del 0,1%).
Conviene analizar la evolución del “modelo” alemán para poder plantearse si Alemania sigue siendo el motor económico europeo.
Hay que partir del hecho de que Alemania con 82 millones de habitantes y con un PIB de 2,4 billones de euros (2008), es una potencia industrial y económica de las mayores del mundo.Ocho millones de personas, el 33% de la población activa, trabajan en el sector industrial, siendo los subsectores del automóvil, fabricación mecánica, electrotécnico y la industria química los más importantes.
Se aborda, brevemente, la dinámica industrial y económica alemanas en los años 70 y 80, según las directrices de la “economía social de mercado”.En la década de los 90, además de la reunificación, se produce un proceso de adaptación y modernización de la industria alemana, desarrollándose fuertemente la exportación de productos alemanes. Esta dinámica prosigue al comienzo del siglo XXI, con oscilaciones económicas y reformas en el mercado de trabajo. Dinámica económica y dinámica institucional son complementarias en la evolución del capitalismo alemán.
Con la crisis económica actual, a partir de 2008, se acentúan ciertos rasgos competitivos y se atisba una profundización de la lógica competitiva, “universalista”, del capitalismo actual.
AÑOS 70 y 80.
El modelo económico alemán, basado en el desarrollo industrial (que viene de antiguo) se consolida, en los años 70, la economía de mercado coordinada que, según S.Beck, se basa en :
-formas de gobierno corporativo y finanzas basadas en vínculos personales que permiten estrategias a largo plazo;
-estructura interna de empresa caracterizada por el consenso más que por la jerarquía de los diversos agentes y socios;
-relaciones industriales en las que se fomenta la producción de calidad, el saber-hacer interno en las empresas, y se favorece la protección del despido y la coparticipación;
-educación y sistema de formación, combinando cualificaciones específicas de la empresa y para el sector;
-red de relaciones entre empresas, impulsando los esfuerzos en I+D y la transferencia de tecnología.
Por tanto, la orientación institucional favorece las relaciones cooperativas a largo plazo, con innovaciones continuadas, entre otras, obteniendo ventajas comparativas y dando como resultado un impresionante éxito de la economía alemana. Por otra parte la política monetaria rigurosa contra el ascenso de la inflación en los 80, supuso, en ocasiones, la subida de los tipos de interés ante el crecimiento de la inflación. Todo ello a costa de causar cierta recesión económica (reducción del PIB), tanto a comienzos de los 80 como en el principio de la década siguiente. El Bundesbank impuso una rígida estabilidad monetaria y cambiaria. Buscando la estabilidad de precios, trajo como consecuencia la asfixia del consumo interno, lo que empujó a las fuerzas económicas al crecimiento de las exportaciones como fuente del crecimiento económico.
Asimismo se buscaba una política presupuestaria prudente, con bajos déficits públicos en los periodos expansivos de la economía.
El conjunto de medidas citadas fue diluyendo la perfecta combinación de crecimiento económico, sólida cobertura social y estabilidad laboral, siendo patente su resquebrajamiento a mediados de los años 80.
Fue sintomático como los sindicatos, en su lucha por la semana de trabajo de las 35 horas, a mediados de los años 80, tuvieron que avenirse a la descentralización y flexibilización de la negociación colectiva.
AÑOS 90.
En 1990 Alemania se enfrenta a los costes de la reunificación que supuso una fuerte transferencia de recursos de la R.Federal de Alemania a la antigua Alemania del Este, y forzó a los gobiernos a plantearse la necesidad de adoptar drásticas medidas de ahorro. A pesar de resistencias sindicales y políticas, se produjo un cierto estancamiento económico y del estado de bienestar existente.
Paralelamente la industria alemana se fue adaptando a la revolución de las telecomunicaciones, bioingeniería y similares en las cuales Alemania iba por detrás de EEUU y Japón.
La adaptación de las compañías alemanas, basada en su capacidad de investigación y desarrollo ha sido notable, explicando el continuado éxito exportador. Para la consecución de dicho objetivo, la política económica alemana se ha centrado en la competitividad, supeditando la negociación salarial a dicho objetivo. Y por otra parte, dada la creciente competencia mundial, ha recurrido a proveedores globales para bajar costes de producción.
Por ello, para escapar a los altos salarios existentes en los años 90, la industria ha iniciado movimientos de capitales, tanto hacia sectores rentables en suelo alemán (sectores de fuerte automatización y muy ligados a mercados exteriores y con estabilidad relativa de salarios) como hacia países de Europa Central y asiáticos basados en bajos salarios.
La deslocalización de ciertas fases de producción en países con bajos costes, ha ayudado a mantener rentables las compañías alemanas. Para el periodo 1996-2000 las exportaciones hacia la zona euro suponen el 11% del PIB alemán; las dirigidas a países europeos fuera de la eurozona constituyen el 3%; las dirigidas a los países de Europa Central , el 1,5% ; las exportaciones dirigidas a Rusia y países emergentes, el 2,5%.
Por tanto la eurozona constituye el espacio donde las exportaciones alemanas así como el excedente de la balanza comercial, es el más importante. Aunque hay que señalar que Rusia, países de Europa Central y países asiáticos van adquiriendo un peso creciente en las exportaciones alemanas.
Como resultado de los movimientos de capitales la economía alemana está formada por dos grandes compartimentos. Uno de ellos floreciente, muy rentable, con actividades de alto contenido tecnológico y volcado a la exportación; y un segundo compartimento en el que se incluyen actividades centradas en el mercado interior, especializado, en gran medida, en los servicios y en la distribución comercial, en los que están muy extendidos los bajos salarios y la precarización.
Es decir, el crecimiento económico es dependiente de las exportaciones y de las inversiones realizadas pero a la vez hay una debilidad crónica en el consumo interior del país. Es significativo que en el periodo 1990-1999 el crecimiento del PIB fue el 2,3% , como valor medio, y en cambio el crecimiento del comercio fue el 5,2%.
PERIODO 2000-2008.
Con el comienzo del siglo XXI, hasta 2008 ( cuando empieza a sentirse los efectos de la crisis) la economía alemana ha tenido un periodo de estancamiento (2001-2004) y otro periodo de relativa expansión ( 2005-2007). Entre el año 2000 y el 2007 el PIB ha pasado de 2,06 a 2,42 billones de euros; en cambio la inversión productiva ha sido prácticamente similar, pasando de 449 a 442,5 mil millones de euros. La inversión productiva y en vivienda supone un 16-17 % del PIB para el periodo 2002-2007. Por otra parte la productividad por habitante en el sector manufacturero, su variación media en el periodo citado, ha sido de 3,7%, siendo uno de los valores mayores de la U.E-15 ( en el caso español ha sido de 0,99%). Asimismo señalar que el valor añadido industrial (beneficios+salarios) ha aumentado el 22% en el periodo 2000-2007.
La dimensión exportadora alemana es creciente, pasando de 7.250 M de euros en el año 2000 a 170.970 M de euros en 2007. Entre 2004-2007 el saldo neto de las exportaciones ( restadas las importaciones) ha representado el 60% del crecimiento económico.
La contribución del sector del automóvil, equipamiento de transporte, maquinaria mecánica y eléctrica y el sector químico, suponen el 50% de la exportaciones alemanas y el total del excedente comercial en 2001. A señalar que la política exportadora alemana no ha sido afectada por la apreciación del euro (respecto al dólar) lo que no sucede para las mercancías francesas e italianas. Para el periodo 2002-2007 el saldo de la balanza comercial ha sido el 6,8% del PIB. En 2008 la balanza de mercancías y servicios ha supuesto un saldo positivo de 219.360 M de euros, constituyendo los productos manufacturados el 86% de sus exportaciones y siendo la U.Europea la que recibe el 63% de las mismas. En cuanto a las importaciones, el 70 % son productos manufacturados y el 58% proceden de la U.Europea. Es significativo que el 5% de las importaciones provengan de EE.UU. y el 7% de China.
Conviene no olvidar que, en la primera década del siglo XXI, Alemania mantiene un esfuerzo permanente de modernización industrial y tecnológica, de modo que sus industrias se centran en sectores de medio-alto y alto nivel tecnológico. La inversión en I+D oscilan entre 2,4% del PIB (año 2002) y 2,6% (año 2.008) y que el número de patentes triádicas por millón de habitantes, varían entre valores de 74,2 y 73,1 para los años 2002 y 2008 respectivamente. Los esfuerzos en I+D no solamente se refieren a grandes empresas sino que el 29% de las empresas de tamaño medio (100-500 empleos), realizan gastos en I+D; y para el caso de las pequeñas empresas (menos de 100 empleos), el 12% participan en gastos de I+D. A señalar que la contribución empresarial industrial aporta dos tercios de la inversión en I+D. También en el ámbito de la innovación las pymes alemanas realizan el 28% del gasto. El número de investigadores trabajando en empresas por cada 10.000 empleos es de 74, solamente superado por Suecia y Japón.
Los valores citados están muy alejados de los existentes en otras economías como en el caso español, en el que el gasto de I+D, para el periodo considerado, varía de 0,9 a 1,3% del PIB y el número de patentes varía de 4 a 5,7. El número de investigadores en empresas por cada 10.000 empleos es de 21.
Tanto el impulso tecnológico y científico en la industria de gama alta, como la externalización de actividades productivas de bajo nivel tecnológico( y, por tanto, de bajos salarios) siguen siendo palancas fundamentales de la dinámica económica alemana.
Esta exuberancia exportadora, especialmente en la U.Europea , conlleva que se produzcan déficits comerciales en economías como la española, griega, portuguesa, entre otras, respecto a la economía alemana. Al excedente comercial alemán, como contrapartida, le corresponde una exportación de capitales ( en forma de inversiones, préstamos a bajo interés…) a las economías con déficits comerciales ya citadas. Para el periodo 2000-2007 el saldo del movimiento de capitales ha pasado de importar 28.340 M de euros a exportar 234.980 M de euros.
Un tercio de estos capitales alemanes se han invertido directamente en actividades comerciales o industriales en el extranjero; y los dos tercios restantes se han centrado en actividades financieras o inmobiliarias en el extranjero, alimentando actividades especulativas. Hay que considerar que desde comienzos de la década se ha producido un fenómeno de diferenciación y separación de los bancos alemanes respecto de la industria, admitiéndose la creciente importancia de los mercados de capitales y de los accionistas. En 2005, los bancos públicos, ”Landesbanken” han perdido gran parte de las garantías públicas de las que se aprovechaban en sus relaciones con la industria. Ante esta situación se han encaminado a buscar otras fuentes de rentabilidad, como es el caso del mercado de hipotecas “subprime” y derivados financieros en el mercado americano.
No es extraño, por tanto, que la dinámica especulativa en la esfera financiera e inmobiliaria vaya adquiriendo importancia creciente.
El éxito del modelo alemán, además de en la exportación, también se ha basado en cierta contención salarial. El coste salarial unitario manufacturero se ha estancado en el periodo 2002-2008. Para dicha magnitud, tomando como valor cien el año 2002, alcanza un valor de 90 en 2006 y vuelve a obtener el valor 100 en 2008. El salario real por habitante con valor 100, para 2002, alcanza el valor de 95 en 2008. El coste salarial por hora de trabajo ha evolucionado de 30,1 dólares (año 1995), a 22,6 (año 2000) y 37,6 (año 2007). Como ejemplo comparativo, en el caso español, para 2007, el salario horario ha sido de 21 dólares. Aunque el nivel de vida español es más bajo que el de Alemania, no dejan de ser significativas las diferencias salariales existentes.
Por otra parte la renta familiar, tomando como referencia 100 el año 2002, alcanza la cifra de 95 en 2006 y 97 en 2008, es decir se produce un estancamiento y ligera disminución del consumo familiar,
En cuanto a los beneficios (excluidos impuestos e intereses) han evolucionado pasando de ser el 7% del PIB en el año 2000 a alcanzar la cifra de 11% en 2.008. No es extraño que la acumulación de riqueza se acreciente, de modo que el 1% de los más ricos acumula el 12% de la renta alemana.
La evolución salarial se ve reflejado en el consumo familiar que se estanca en el periodo 2001-2008 cuando en la zona euro ha crecido el 15%. Se ha argumentado que dicho estancamiento fue debido a la disminución de empleos que se produjo entre 2001-2005, pero la creación de 830.000 empleos en el periodo 2005-2007 no ha dado lugar a un aumento sustancial del consumo, dada la evolución negativa de las prestaciones sociales y de los salarios reales. Asimismo el aumento del IVA en tres puntos, a comienzos de 2007, ha contribuido a frenar el consumo. Por otra parte la evolución de la tasa de ahorro de las familias ha pasado de 9,2% (año 2000) a 10,8% (año 2007) debido a la inseguridad económica de los estratos medios de rentas, lo que no ha favorecido el consumo.
En cuanto a la evolución del mercado de trabajo, a partir de finales de los años 90 y comienzos del siglo XXI, el desempleo crece persistentemente alcanzando la cifra de 4,5 millones de parados en 2001( tasa de paro 10,6%). Esta situación impulsó al gobierno verde-socialdemócrata (1998-2005) de Schröder a desarrollar las “leyes Hartz” ( I a IV) que favorecieron la flexibilidad laboral fomentando la creación de empleo a través de las subcontrataciones, los contratos temporales y el trabajo autónomo así como una reorganización de los subsidios de desempleo( con deterioro de la situación de los parados de larga duración) y ayudas sociales. Como ejemplo, en la” ley Hartz IV” se reglamenta que todo empleo se considera aceptable, incluso si su remuneración es inferior a los mínimos fijados en convenio. La extensión de los contratos de trabajo ocasional, temporal y poco calificado a los colectivos tradicionales de asalariados cualificados, han presionado las remuneraciones a la baja.
Los sindicatos acusaron al Gobierno de haber creado más pobreza y más empleos precarios para mantener la competitividad de las empresas exportadoras. A señalar que la pobreza severa ha aumentado, entre 1997-2007, de 6 a 11% de la población. Los sindicatos han debido hacer concesiones, aceptando contratos y salarios menores que los estipulados en convenios colectivos, así como la minoración de los acuerdos de rama y la extensión de la flexibilidad laboral, lo que ha originado un estancamiento, en conjunto, del salario efectivo por habitante en relación con la evolución de los salarios de convenio.
Las reformas del mercado de trabajo cada vez son más contradictorias con las necesidades crecientes de la financiación de la protección social, ya que la creación de nuevos empleos se hacen mediante contratos con bajas cotizaciones sociales y bajos salarios, creciendo la pobreza, tanto en relación con los trabajadores en activo como con los jubilados. Aumentan, por ello, las ayudas sociales financiadas mediante impuestos.
Asimismo, se han producido cambios en los sistemas de pensiones y reformas en atención sanitaria y su financiación.
Todo lo anterior ha tenido su reflejo en las políticas públicas. Finalizan las restricciones de la política presupuestaria con la reforma fiscal de 2001-2002, aumentando los déficits públicos hasta el 4% en 2003. Se consigue reducir el déficit al 3,3% del PIB en 2005, alcanzándose el equilibrio presupuestario en 2007. El gobierno de “Gran Coalición” (socialdemócratas-
Como vemos, Alemania ha sufrido políticas de austeridad, de reducción del gasto público(incluyendo gasto social) desde la época de Schröder (1998-2005), como señala V.Navarro; todo ello resultado del descenso de los ingresos del Estado, como consecuencia de la reducción de los impuestos sobre beneficios de sociedades y sobre las rentas superiores, política seguida más tarde por A.Merkel. Los impuestos sobre el capital disminuyeron 22 puntos y el gravamen de las rentas superiores se redujo en 9,5 puntos. Si Alemania hubiera mantenido los niveles de imposición fiscal de 1998, su Estado habría recaudado 75.000 M de euros más por año. Es significativo que las cuentas del Estado mostraban un superávit (0,2% del PIB ) en 2008, frente a déficits públicos de otros países de la eurozona.
El tener una política presupuestaria restrictiva, buscando la no existencia de déficits públicos, no impide que exista un cierto grado de endeudamiento en la economía alemana. Para 2006 las familias tenían un endeudamiento del 68% del PIB; las empresas, el 59% del PIB y las Administraciones Públicas el 67% del PIB.
Las reformas del gobierno de Schröder y posteriormente de Merkel desplazaron, en la primera década del siglo XXI, el modelo alemán hacia la desregularización institucional y hacia una estrategia de precios competitivos incluyendo salarios moderados y recortes fiscales, como ya hemos señalado.
LA CRISIS : 2008-ACTUALIDAD.
La crisis comienza a apreciarse a lo largo de 2008 y está actuando por dos vías. Una vía sigue siendo la financiera. Muchos de sus bancos estaban participando en operaciones especialmente “tóxicas” ( las hipotecas “subprime” entre otras), originadas principalmente en EE.UU. Además de los grandes bancos privados, sobre todo el Commerzbank y el H.R.E, y algunos bancos públicos-el Landesbanken- tuvieron que ser rescatados mediante garantías públicas de hasta 400.000 M de euros.
Los créditos problemáticos (los que el deudor no está en capacidad de pagar el servicio de deuda, o aquellos en los que a corto o medio plazo exista el peligro de que no sean pagados) de los bancos alemanes ascendían, al cierre de 2009, a 213.000 M de euros ( en el caso español era de 97.000 M de euros). No es de extrañar la posición del gobierno alemán en la crisis griega de exigir solvencia y plan de austeridad al gobierno griego para que los bancos alemanes puedan cobrar los créditos pendientes.
La otra vía ha sido la del comercio y de la producción industrial. La industria de exportación sufrió ante el descenso de la demanda internacional, especialmente el sector del automóvil con su sobrecapacidad de producción. El retroceso del PIB alemán, -1,8% en el 2º semestre de 2008 y -4,6% en el primer semestre de 2009, muestran el impacto de la crisis, aunque a finales de 2009 y a lo largo de 2010 las exportaciones han vuelto a despuntar. De cualquier modo, estos hechos no han tenido una repercusión directa en el empleo (la tasa de paro en 2009 ha sido de 7,6%) ,dado que se ha conseguido retener en el puesto de trabajo, mediante el paro parcial, a 1,2 millones de trabajadores. El gobierno mantiene estas medidas de apoyo durante 24 meses con un presupuesto, para estas medidas, superior a mil millones de euros. Asimismo se ha instrumentado un plan de relanzamiento de la economía desde finales de 2008. A señalar que durante 2008 y 2009 los trabajadores alemanes tuvieron que aceptar recortes de sus salarios mensuales reales por encima del 0,5%.
Las medidas para reflotar el mercado supusieron 78.000 M de euros y el gasto general público aumentó, en 2009, el 3%. Dicho aumento del gasto público ha supuesto un déficit público del 5,4% en 2010, teniendo en cuanta los subsidios ya señalados para trabajadores en paro parcial, ciertas ayudas económicas a las familias, subvenciones a ciertos sectores industriales e incrementos en la inversión pública. Es significativo que las exportaciones están creciendo, a lo largo de 2010, el 18% frente al 2 % de las importaciones.
La economía alemana tiene un excedente comercial de 103.000 M de euros con seis economías europeas ( francesa, inglesa, austriaca, belga, española e italiana) en 2009. En cambio la economía alemana tiene déficits comerciales con Chequia, Eslovaquia y Hungría (por un valor superior a los 4.000 M de euros). Alemania deslocaliza la fabricación de subconjuntos industriales en sus vecinos de Europa Central y no conserva más que el montaje final vendiendo a otros países subconjuntos y piezas obtenidas con buena productividad pero con costes de subcontratación.
A lo largo de 2010 el PIB alemán crece pero no recupera el porcentaje perdido en 2008 Las exportaciones tienen un fuerte impulso pero el consumo privado retrocede dos puntos respecto a 2009. Los efectos depresivos del estancamiento y retroceso del consumo privado alemán sobre otros países europeos (al no favorecer la importación de productos europeos en Alemania) son permanentes.
La estructura productiva alemana, para 2009, tenía 230.000 empresas para el tramo de 10-49 trabajadores; 47.000 empresas para el tramo 50-249 trabajadores y 10.000 empresas con más de 250 trabajadores. El volumen de empresas exportadoras era de 236.000. En 2009 las 30 mayores empresas alemanas ( la gran mayoría industriales) han tenido unas ventas superiores a 2,2 billones de dólares y sus beneficios han sido de 27.500 M de dólares.
Por otra parte la tasa de autofinanciación de las empresas alemanas ha pasado de 95% a 103%, en los últimos años, y la tasa de beneficio del 10,4% del PIB al 9,4%. Como ejemplo significativo, Mercedes Benz ha pasado de 2.292 M de euros en los 9 primeros mes de 2009 a obtener beneficios por valor de 3.534 M de euros, para igual periodo de 2.010.
Las exportaciones alemanas, en 2009, han alcanzado la cifra de 1,12 billones de dólares, siendo la U.E-15 la receptora del 62% de las mismas y los países de Europa Central y China absorben el 16 % del total. Por ello el dinamismo de las exportaciones alemanas exteriores a la U.E , hoy en día, no pueden compensar la disminución de exportaciones a la U.E., dado el estancamiento económico existente. Y todo ello unido al estancamiento del consumo privado en el mercado interno alemán.
No es casualidad que el ministro alemán de economía haya propuesto subidas salariales para reanimar el consumo privado. Patronal y sindicatos han acordado, en octubre 2010, subidas salariales del 3,6% para los 85.000 trabajadores del acero de Renania del Norte-Westfalia, Bremen y Baja Sajonia. Asimismo, gracias a las ayudas recibidas por mantener el trabajo a tiempo parcial en las empresas, se ha podido reducir el volumen de parados de 3,5 millones de personas en 2009 a 2,945 millones en octubre 2010.
La industria alemana busca la diversificación, profundizando en la industria farmacéutica, ingeniería biomédica, metrología y automática. En los servicios, se desarrollan los servicios de proximidad para las empresas, sectores como la salud, equipo deportivo, ocio y educación.
La industria alemana ocupa un lugar importante en el campo de las energías renovables como la eólica y solar e invierte en tecnologías apropiadas para reducir las emisiones de CO2 en diversas actividades industriales. Como señala P.Gruss, presidente del Instituto Max Planck, en 2010,“nuestros agentes políticos y económicos han pactado un aumento sostenido de los presupuestos en I+D durante los próximos cinco años” Y para su Instituto supone un aumento de 200 M de euros sobre un presupuesto de 1.600 M de euros.
Invertir ahora en ciencia de frontera es esencial para el desarrollo y la innovación alemana. Se plantean invertir ya 3% del PIB en I+D+i. La investigación en ciencias básicas es esencial. El desarrollo de la biotecnología influye en el 70% de la producción farmacéutica. La necesidad de invertir más en investigación viene marcada por factores como que la exportación de productos de alta calidad chinos es superior que la de Alemania.
Las nanotecnologías, nuevos materiales junto con las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) son campos atractivos. Estos campos exigen cubrir nuevos puestos de trabajo en la esfera de la ingeniería, química, física, matemática e informática, calculándose que en Alemania se dejan de cubrir 70.000 puestos en estas áreas.
La suma de subvenciones a las empresas, de ayudas a colectivos laborales, de invertir en I+D+i, y mantener ciertas prestaciones sociales, ha tenido como consecuencia el aumento del endeudamiento de las administraciones públicas, en 2010, alcanzando la cifra de 78% del PIB ( mayor que en el caso español que es de 62,3% del PIB). Sigue siendo notable, asimismo, el endeudamiento de las familias (66% del PIB) y de las empresas alemanas , 55% del PIB ( en el caso español es de 102%).
Esta política de endeudamiento no es incompatible con el plan de austeridad adoptado, en junio 2010, con un valor aproximado de 80.000 M de euros que abarca hasta 2014. Planes de austeridad que se extienden a varios países de la eurozona.
La política de rigor presupuestaria y, especialmente, cumplir los planes de austeridad vigentes en la eurozona se ha ratificado y reforzado con los acuerdos de octubre 2010, aprobándose, asimismo, el mantenimiento de los planes de rescate para los próximos años, aunque las entidades financieras deberán contribuir a los costes generales por los rescates de los países en los que hayan invertido. Como ha señalado A.Merkel ,”los bancos y los fondos que perciben altos intereses deberán contribuir a los costes de la crisis”.
Es decir, la eurozona ha de seguir una línea ortodoxa de economía de mercado sin considerar la existencia de desequilibrios entre economías con perspectiva de crecimiento económico de 2,5-3 % del PIB (como es el caso de las economías austriaca, holandesa y alemana) y otras economías más deprimidas como la griega, la portuguesa y la española.
REFLEXIONES FINALES.
Como vemos el “modelo exportador” alemán-esa mezcla única de elevada productividad, baja fiscalidad y contención salarial- funciona únicamente merced a los desequilibrios de la eurozona. Desequilibrios permanentes en las últimas décadas de modo que unas economías con déficits en las balanzas comerciales (y también con déficits públicos) como la griega, española, portuguesa e irlandesa, dependen de las exportaciones alemanas, holandesas, austriacas y finlandesas, entre otras.
Todo lo anterior hay que situarlo en la crisis financiera internacional que explotó a partir de 2007. Las masas de miles de millones de dólares, la liquidez excesiva existente en el mundo, con créditos baratos y generadora de burbuja financiera, con beneficios impresionantes, también ha tenido repercusión en Alemania.
El plan de rescate, de mayo 2010, de 750.000 M de euros, en forma de préstamos y garantías sirve para reembolsar a los bancos (entre ellos bancos alemanes) las deudas pendientes (hasta 2013), en detrimento de favorecer el consumo. Naturalmente el plan de rescate supone planes de austeridad para las economías con déficits públicos, lo cual acentúa la recesión para varios años (en el caso español, diversos analistas contemplan la posibilidad de que hasta 2016 no habrá un cierto relanzamiento económico, con crecimiento económico cercano al 3% y una tasa de paro de 8-9%).
En octubre 2010, la U.E. ha aprobado, bajo presión de A.Merkel, la prolongación de los planes de rescate mientras sea necesario, a la vez que se va a realizar un control riguroso sobre los déficits públicos y sus plazos. Es decir la banca internacional (también los bancos alemanes) no ceden en sus exigencias de cobro de los préstamos pendientes, sin plantear cambios en los plazos ni reestructuraciones de las deudas. Hay que señalar que la banca alemana posee créditos problemáticos por valor de 213.000 M de euros, lo que explica suficientemente la exigencia de la ortodoxia neoliberal económica, a costa de mantener los desequilibrios económicos (con síntomas de recesión en algunos países) en la eurozona.
Es cierto que en dicha reunión de las élites europeas de octubre pasado se contempló, parcialmente, la posibilidad de que existan impagos y cierta reestructuración de la deuda de los países que cometan impagos, pero entonces serán los mercados financieros los que sancionen y dobleguen a los gobiernos que incumplan los planes de austeridad. Ante el riesgo de impago los mercados de deuda empezarán a ponerle precio a este riesgo y a hacer pagar tipos de interés más elevados a los países más “irresponsables” con sus cuentas públicas.
Pero esta estrategia debilita la credibilidad de que la zona euro tenga una buena coordinación y homogeneización de las políticas fiscales para que funcione de manera efectiva un área económica común, y favorece las actuaciones de mercados financieros contra los países que tienen déficits públicos, como se ha visto con el caso irlandés.
Muchos analistas y responsables políticos señalan constantemente que Alemania tiene que favorecer el mercado interno (con lo que aumentarían las importaciones de otros socios europeos) y practicar cierto grado de federalismo económico, favoreciendo la disminución de los desequilibrios en la eurozona .Como dice Schieder “…Puede que los altos superávits vayan en interés de los consorcios exportadores alemanes y del sector financiero, pero no son ‘ intereses de Alemania’ “ ya que se sigue manteniendo(hasta ahora) el estancamiento salarial.
Es significativo que las exportaciones alemanas han pasado de suponer el 75% de las mismas las que se dirigían a la U.Europea, en 2007, a reducirse al 62% en 2010, en favor de China, Rusia y otros países emergentes. Todo parece indicar que Alemania no se quiere circunscribir demasiado con el ámbito europeo, sino que busca la diversificación mundial, acentuada, de sus exportaciones, tanto a EE.UU ( en la espera de su recuperación económica) como a Rusia, países asiáticos y sudamericanos. No es descartable que, ante el estancamiento económico duradero de varios países de la eurozona, Alemania busque aumentar las exportaciones en otras zonas del globo, repartiendo 50% de las mismas en la esfera europea y otro 50% extramuros de Europa. Y todo ello siguiendo la ortodoxia neoliberal, en cierta medida, con sus socios europeos (planes de austeridad, recortes de gastos sociales, reequilibrio presupuestario, etc) manteniendo estancado el consumo doméstico alemán (en los seis primeros meses de 2.010 ha bajado el consumo 1,4%) para que no haya un rebrote de la inflación.
Asimismo es significativo la obsesión por el control de costes productivos y la persecución incesante del beneficio empresarial. La decisión del gobierno alemán, como señala R.Poch, de prolongar una media de 12 años la vida de las 17 centrales nucleares del país, muestra el poder del sector eléctrico alemán que podrá ganar cerca de 100.000 M de euros con dicha decisión a cambio de pagar 30.000 M de euros para contribuir al desarrollo de las energías renovables, de modo que sean hegemónicas en la generación de electricidad después de 2.032.
En referencia a los planes de austeridad europeos es sorprendente que el presidente Rodriguez Zapatero haya declarado, en octubre, que las medidas impopulares que ha adoptado el ejecutivo, y que han originado una huelga general (septiembre), son similares a las que adoptó Schröder en Alemania (congelación de pensiones, aumento de la edad de jubilación de 65 a 67 años y reformas fiscales regresivas) en el periodo 1998-2005 y que, todo ello, le ha permitido a Alemania sobrellevar ahora la crisis en condiciones mucho mejores que otros países. De igual manera concluye Zapatero, se tiene que hacer en el Reino de España, enfrentándonos a unos años duros que darán lugar, más tarde, a la recuperación económica, como ha ocurrido en Alemania.
Este análisis comparativo laudatorio del plan de austeridad español es interesadamente erróneo. La aplicación de las reformas de Schröder determinó un estancamiento de la economía alemana, como ya he señalado, y afectó negativamente a varias economías de la U.Europea. La manera como está saliendo Alemania, provisionalmente, de la recesión económica no ha sido mediante la política de austeridad, como señalaba Zapatero, sino, al contrario, gracias a sus políticas expansionistas siendo el déficit del Estado a lo largo de 2010, más del doble de lo que ha sido en 2009 y la deuda pública de las administraciones alemanas es de 67% del PIB alemán, superior al endeudamiento de economías como la española, la francesa y la inglesa. Los Länder (equivalentes a las comunidades autónomas españolas) han aumentado su gasto de una manera muy notable, precisamente lo opuesto a lo que está sucediendo en la situación española. Son las políticas expansivas del gasto público (que son lo contrario de los planes de austeridad) las que favorecen la dinámica de la economía alemana.
Aquella situación de economía social de mercado de los años 70 y 80 poco tiene que ver con la economía alemana actual..Los retos de la construcción europea siguen pendientes pero los dirigentes alemanes siguen entendiendo que dicha construcción se ha de hacer a través del mercado en el sentido más neoliberal del término, cumpliéndose el Pacto de Estabilidad. No es extraño que el bloque de “economías del Sur” como la española, portuguesa, griega e irlandesa, deficitarias en sus balanzas comerciales y con amplios déficits públicos se vayan alejando de las “economías del Norte”, como son la alemana, la holandesa, la austriaca y la finlandesa que tiene superávits en sus balanzas de pagos y sus déficits públicos no son importantes.
El ajuste neoliberal existente (el último “castigado” es Irlanda), la competitividad acentuada internacionalmente (la guerra de divisas actual es otro episodio más) debilitan la cohesión europea; y la falta de coordinación y de federalismo económico (que incluye transferencias de recursos del “Norte” al “Sur” ) junto con medidas que refuercen los presupuestos públicos de la U.Europea son factores imprescindibles, entre otros, para reorientar el rumbo europeo. La negativa del gobierno alemán y francés a emitir eurobonos (para hacer frente a los planes de rescate de otros países) es sintomática del influjo neoliberal permanente
Las tensiones en la U.Europea están servidas (con degradación social creciente que se manifiesta en la respuesta de huelga general reciente realizada en Portugal) y en los próximos años veremos una jerarquización y desequilibrios mayores en el interior de la U.Europea, consecuencia de la acentuación neoliberal y con el protagonismo de los mercados financieros en la construcción europea.¿Resistirá el euro como moneda única?
BIBLIOGRAFIA
Beck,S.(2010) : “El modelo económico alemán sale reforzado de la crisis” La Vanguardia, Dossier nº 37.Barcelona.
Brodersen,H(2009) : “L’Allemagne face à la crise: un choix s’impose”, Problemes économiques” nº 2975, julio 2009.Paris.
Gruss,P (2010) : “La única forma de salir de la crisis es invertir en cerebros”, El Pais 21-9-2010.Madrid.
Hauke, Th (2009): “Developper le modèle de croissance allemand autour de ses points foros”,Problemes économiques nº 2975.Paris.
Häussermen,S (2010) : “¿Modernización o liquidación ¿ , lo que queda del Estado de bienestar alemán” , La Vanguardia, Dossier nº 37.Barcelona.
NATIXIS (2010) : FLASH ECONOMIE, varios números.Paris.
Navarro, V (2010): “Zapatero,¿el Schröder español?, Rebelión 08-10-2010.
Navarro,V (2010) : “ Por qué las políticas del gobierno Zapatero deben cambiar”,Sistema Digital 02-10-2010.
Pfaller,A (2010) : “La globalización, una perspectiva económica”,La Vanguardia, Dossier 37.Barcelona.
Poch, R (2010) : “Alemania y el ajuste simétrico” La Vanguardia 10-09-2010.Barcelona.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Envía esta noticia
Compartir esta noticia:
No hay comentarios:
Publicar un comentario