Traducido para Rebelión por Germán Leyens |
La crisis del clima del Siglo XXI, ha sido causada en gran parte por solo 90 compañías, que entre ellas produjeron cerca de dos tercios de las emisiones de gases invernadero generadas desde el comienzo de la era industrial, muestra nueva investigación.
Las compañías varían desde firmas de propiedad de inversionistas –nombres muy conocidos como Chevron, Exxon y BP– hasta firmas de propiedad estatal y bajo dirección gubernamental.
El análisis, publicado por la revista Climatic Change, y bien acogido por el ex vicepresidente Al Gore como un “paso crucial hacia adelante” estableció que la vasta mayoría de las firmas estaban en el negocio de producir petróleo, gas o carbón.
“Hay miles de productores de petróleo, gas y carbón en el mundo”, dijo el climatólogo y autor Richard Heede en el Climate Accountability Institute en Colorado. “Pero los que toman las decisiones, los directores ejecutivos, o los ministros de carbón y petróleo si uno lo limitara a solo una persona, podrían ser transportados en un autobús Greyhound o dos”.
La mitad de las emisiones consideradas fueron producidas solo en los últimos 25 años – mucho más allá de la fecha en la que gobiernos y corporaciones se percataron de que las crecientes emisiones de gases invernadero de la quema de carbón y petróleo estaban causando un peligroso cambio del clima.
Muchas de las mismas compañías también poseen sustanciales reservas de combustibles fósiles que –si son quemadas– ponen al mundo ante un riesgo cada vez mayor de un peligroso cambio climático.
Los expertos en el cambio climático dijeron que el conjunto de datos es el más ambicioso esfuerzo hecho hasta la fecha por responsabilizar a productores individuales de carbono, en lugar de los gobiernos.
El panel de cambio climático de las Naciones Unidas, el IPCC, advirtió en septiembre de que al ritmo actual el mundo corre peligro de agotar dentro de 30 años su “presupuesto de carbono – la cantidad de dióxido de carbono que podría emitir sin entrar en la zona de peligro sobre 2C de calentamiento. El ex vicepresidente de EE.UU. y defensor del medio ambiente, Al Gore, dijo que la nueva contabilidad del carbono podría reajustar el debate sobre la responsabilización por la crisis climática.
Dirigentes reunidos en Varsovia esta semana para conversaciones de la ONU sobre el clima, se enfrentaron repetidamente por el tema de qué países tienen la responsabilidad de resolver la crisis climática – emisores históricos como EE.UU. o Europa o las economías ascendientes de India y China.
Gore, en sus comentarios, dijo que el análisis subrayó que no era solo tarea de los gobiernos actuar respecto al cambio climático.
“Este estudio es un paso crucial hacia nuestro entendimiento de la evolución de la crisis del clima. Los sectores públicos y privados por igual deben hacer lo necesario para detener el calentamiento global,” dijo Gore a The Guardian. “Los que son históricamente responsables de la contaminación de nuestra atmósfera tienen una clara obligación de formar parte de la solución”.
Entre ellos, las 90 compañías en la lista de máximos emisores produjeron un 63% de las emisiones cumulativas globales de dióxido de carbono industrial y de metano entre 1751 y 2010, ascendiendo a unas 914 gigatoneladas de emisiones de CO2, según la investigación. Todas, con la excepción de siete de las 90 son compañías energéticas que producen petróleo, gas y carbón. Las siete restantes son fabricantes de cemento.
La lista de 90 compañías incluye a 50 firmas de propiedad de inversionistas – sobre todo compañías petroleras con nombres ampliamente reconocidos como Chevron, Exxon, BP, y Royal Dutch Shell y productores de carbón como British Coal Corp, Peabody Energy y BHP Billiton.
Unas 31 de las compañías que componen la lista son compañías de propiedad estatal como
Saudi Aramco de Arabia Saudí, Gazprom de Rusia y Statoil de Noruega.
Nueve son industrias dirigidas por gobiernos, que producen sobre todo carbón en países como China, la antigua Unión Soviética, Corea del Norte y Polonia, la anfitriona de las conversaciones de esta semana.
Expertos familiarizados con la investigación de Heede y la política del cambio climático dijeron que esperan que el análisis ayude a romper el impase en las conversaciones climáticas internacionales.
“Parecería como si esto podría romper la obstrucción”, dijo Naomi Oreskes, profesora de historia de la ciencia en Harvard. “Hay todo tipo de países que han producido una cantidad tremenda de emisiones históricas de los que normalmente no hablamos. No hablamos normalmente de México o Polonia o Venezuela. Por lo tanto no se trata solo de rico contra pobre, es también productores contra consumidores, y ricos en recursos contra pobres en recursos.”
Michael Mann, el climatólogo, dijo que espera que la lista conduzca a mayor escrutinio del uso de las compañías del petróleo y el carbón de sus reservas restantes. “Lo que pienso que sería un cambio radical en este caso es el potencial para una identificación clara de las fuentes de futuras emisiones”, dijo. “Aumenta la rendición de cuentas por la quema de combustibles fósiles. No se puede quemar combustibles fósiles sin que el resto del mundo lo sepa.”
Otros se mostraron menos optimistas de que llevar las cuentas de manera más exhaustiva de las fuentes de emisiones de gases invernadero facilitaría el logro de la reducción de emisiones requerida para evitar un catastrófico cambio climático.
John Ashton, quien sirvió como negociador jefe del cambio climático del Reino Unido durante seis años, sugirió que los resultados reafirman el papel central en la economía de las entidades productoras de combustibles fósiles.
“El desafío que enfrentamos es pasar en el espacio de no mucho más que una generación de un sistema de energía intensivo en carbono a un sistema energético neutral en carbono. Si no lo hacemos no tendremos ninguna probabilidad de mantener el cambio climático dentro del umbral de los 2C,” dijo Ashton.
“Al destacar la manera en la cual una cantidad relativamente pequeña de grandes compañías se encuentran al centro del actual modelo de crecimiento intensivo en carbono, este informe destaca ese desafío fundamental”.
Mientras tanto, Oreskes, quien ha escrito extensivamente sobre la negación del clima financiada por las corporaciones, señaló que varias de las principales compañías en la lista han financiado el movimiento de cambio climático.
“Para mí una de las cosas más interesantes en las que hay que pensar es la coincidencia de productores en gran escala y del financiamiento de campañas de desinformación, y cómo eso ha retrasado la acción”, dijo.
Los datos representan ocho años de exhaustiva investigación de emisiones de carbono con el transcurrir del tiempo, así como la historia de propiedad de los principales emisores.
Las operaciones de las compañías cubren el globo, con sedes de las compañías en 43 países diferentes. “Esas entidades extraen recursos de cada provincia con petróleo, gas natural y carbón en el mundo, y procesan los combustibles para obtener productos comercializables que son vendidos a consumidores en cada nación de la Tierra”, escribe Heede en el documento.
Las mayores de las compañías de propiedad de inversionistas fueron responsables de una parte más grande de lo normal de las emisiones. Casi un 30% de las emisiones fueron producidas solo por las mayores 20 compañías, estableció la investigación.
Según el cálculo de Heede, las compañías petroleras y productoras carbón dirigidas por el gobierno en la antigua Unión Soviética produjeron más emisiones de gas invernadero que ninguna otra entidad – algo menos de un 8,9% del total producido con el transcurrir del tiempo. China llega cerca, en segundo lugar, con sus entidades dirigidas por el gobierno que representan un 8,6% de las emisiones totales del globo.
ChevronTexaco fue el principal emisor entre las compañías de propiedad de inversionistas, causando un 3,5% de las emisiones de gas invernadero hasta la fecha, y Exxon está bastante cerca con 3,2%. En tercer lugar, BP causó un 2,5% de las emisiones globales hasta la fecha.
El historial histórico de emisiones fue basado en el uso de registros públicos y datos del Centro de Información y Análisis de Dióxido de Carbono del departamento de energía de EE.UU., y tuvieron en cuenta las emisiones a todo lo largo de la cadena de producción y distribución.
El centro estimó las emisiones industriales globales desde 1751 en 1.450 gigatoneladas.
Suzanne Goldenberg es corresponsal medioambiental de The Guardian en EE.UU.
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