Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
El Norte de África y Asia Central parecen compartir los mismos males: dictaduras, corrupción generalizada, pobreza, alto desempleo de la juventud, control total de los medios y un espacio político muy limitado para cualquier oposición.
No es sorprendente que el ímpetu inicial de
Los hombres fuertes centroasiáticos tienen motivos para mirar hacia atrás con ira –y temor– a lo que sucede en Egipto y Siria. Islam Karimov en Uzbekistán y Nursultan Nazarbayev en Kazajstán han estado ambos en el poder durante 21 años. Emomalii Rakhmon en Tayikistán ha sido presidente desde la sangrienta guerra civil del país de los años noventa.
Es verdad, hubo una transición política en Turkmenistán en 2007, cuando murió el extravagante Saparmurad Niyazov. Pero la serpiente siguió conduciéndose de la misma manera bajo el nuevo líder, Gurbanguly Berdymukhamedov.
El caso más complejo es Kirguistán, que pasó por la dudosa Revolución de los Tulipanes de 2005 y
En otros sitios, prevalecen las reformas cosméticas. El parlamento es un poco menos caricaturesco bajo Karimov de lo que debería ser, en teoría, bajo Nazarbayev.
Pero olvidad el tema de elecciones libres y limpias, medios independientes y verdadero debate multipartidista. Uzbekistán podría convertirse fácilmente en una Siria de Asia Central, con una guerra civil que involucraría al sistema de Karimov, al ejército, al radical Movimiento Islámico de Uzbekistán (IMU), alineado con los talibanes, y a la oposición secular. En cuanto a la porosa frontera tayika-afgana, sigue siendo un brillante atractivo para el Islam radical.
Llévame a tiempo a mi base
Asia Central es crucial porque está en el corazón de Eurasia, y por lo tanto en el corazón del Nuevo Gran Juego, enfrentando esencialmente a EE.UU. contra Rusia y China, y una variedad de protagonistas menores como Irán, Turquía y Pakistán.
Cuando se trata de tejemanejes duros del Nuevo Gran Juego, la democracia no es ni siquiera una ocurrencia tardía. Washington parece dar la impresión de que Asia Central fuera una zona de influencia rusa, y también china. No es así en realidad. Pocas perspectivas son más atractivas para el establishment de la inteligencia de EE.UU. que bases militares estadounidenses por toda Asia Central.
Funcionarios en la capital de Uzbekistán abandonaron
Tashkent dijo que tenía que ver con “diferencias” sobre Afganistán. El verdadero motivo, según el experto en Asia Central Vadim Kozioulin: una compleja negociación con Washington sobre la posible readmisión de EE.UU. a la base militar Kanabad, utilizada por Rusia desde que EE.UU. fue expulsado por Karimov en 2005.
Los uzbecos obtendrían muchas golosinas si el trato tuviera lugar: armas, toneladas de equipamiento no militar que de otra manera se quedaría pudriendo en Afganistán, y sobre todo, el estatus de “aliado estratégico” de EE.UU.
El objetivo clave de Washington en todo es –qué iba a ser– el progresivo cerco militar de Irán. Y luego existe el propio objetivo de Tashkent: torpedear el proyecto favorito del presidente ruso Vladimir Putin de una Unión Eurasiática.
Tayikistán, por su parte, enfrenta a Moscú contra Washington en relación con el aeropuerto militar Aini, a solo
Putin se cerca gradualmente a
El resultado final es que elites centroasiáticas inmensamente corruptas se regodean por anticipado ante una partida de
Una cosa es segura: Putin se asegurará de que le salga caro a cualquiera que trate de desechar a Moscú.
Y en cuanto a la verdadera “comunidad internacional”
El Nuevo Gran Juego alcanzó la plenitud cuando los presidentes de China, Rusia y cuatro “estanes” (menos el idiosincrático Turkmenistán) se reunieron a principios de junio en Pekín en la cumbre de
Básicamente, los presidentes de Afganistán, Irán, Pakistán, Turkmenistán y Mongolia, más el ministro de exteriores de India, también estuvieron presentes. No podía haber un escenario mejor para que
Por lo tanto, resumiendo, es lo que una sección sustancial de la verdadera “comunidad internacional” –no la ficción blandida por Washington, Londres y París– piensa sobre episodios clave del Nuevo Gran Juego.
Habrá un aumento de la cooperación económica entre Estados miembros de
Un acontecimiento muy interesante: el miembro de
Por lo tanto no se trata todavía de una OTAN Oriental. La agencia noticiosa china Xinhua, con un eufemismo engañoso, subrayó que
Los dirigentes discuten ‘una nueva Ruta de
Decir que
El principal dolor de cabeza local de
Lo que es claro es que en esta nueva vuelta del Nuevo Gran Juego, lo último que desea Occidente “democrático” es alentar que algunos vientos de
Pepe Escobar es corresponsal itinerante de Asia Times.
Fuente: http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2012/07/2012722133942605266.html
rCR
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