Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
No es probable, sin embargo, que ningún martillo rompa la ilimitada niebla de falsas ilusiones que envuelve a una elite estadounidense que una inclemente campaña de propaganda trata de presentar como “la comunidad internacional”.
Veamos, por ejemplo, una insípida columna de opinión en la cual descubrimos que “la comunidad internacional está a la espera de signos de debilidad de la posición desafiante de Irán: ¿Se verá obligada Teherán por el aumento de las sanciones a hacer verdaderas concesiones y permitir una solución diplomática del impasse?”
Y la breve respuesta es: no.
Para comenzar, la “comunidad internacional” no es el complejo OTAN/CCG más Israel.
No solo el grupo BRICS de las potencias emergentes, sino también los más de 110 miembros del Movimiento de No Alineados (NAM) –es decir, la mayoría absoluta de una “comunidad internacional” de facto– están horrorizados ante la forma en que se ha tratado a Irán, como un paria en sus negociaciones con el P5+1, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.
El artículo continúa señalando que “los iraníes no aprovecharon la oportunidad” de someterse esencialmente al tipo de diplomacia de Washington que exige una rendición sin la protesta que muestra en las negociaciones nucleares. “En vez de eso exigen su derecho a seguir enriqueciendo [el uranio]". Por supuesto tienen derecho a enriquecerlo como firmantes del Tratado de no Proliferación nuclear (TNP).
Lo que hace remarcable esa columna es que no fue escrita por un neoconservador virulento. El autor es “un profesor de asuntos internacionales de la Escuela Kennedy de la Universidad Harvard, exasesor de seguridad nacional adjunto y miembro del Consejo de Relaciones Exteriores”. Y esto da una medida del nivel de debate intelectual prevaleciente en la puerta giratoria entre el mundo académico, los eruditos y los responsables políticos, las elites estadounidenses no pueden dejar de ver el futuro como algo peor que la peste negra.
Cuida tus pasos
Ahora volvamos al mundo real, donde los hechos entran en colisión.
Rusia está a favor de un “enfoque paso a paso” en las actuales negociaciones nucleares. Esto significa que Irán aumentaría gradualmente su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica, y a cambio se revocarían gradualmente las sanciones.
Echad una buena mirada a este documento [en inglés] filtrado durante esta semana por la misión de Irán en las Naciones Unidas. Contiene la esencia de la posición iraní, llamando a una “cooperación a largo plazo” que termine por demoler el muro de desconfianza erigido entre EE.UU. e Irán desde 1979.
Todo observador y participante informado sabe que este interminable drama geopolítico va mucho más allá del expediente nuclear iraní. Pero tiene que comenzar una solución en algún sitio y ese “algún sitio” es el reconocimiento de Irán de enriquecer uranio, y luego la progresiva disminución de las sanciones.
Es exactamente el racional “enfoque paso a paso” favorecido por Moscú. El paso casi final sería un “acuerdo exhaustivo sobre compromisos colectivos en las áreas de cooperación económica, política, de seguridad y cooperación internacional”.
Esto significa reconocer la soberanía y los derechos de Irán en lugar de demonizarlo y castigarlo porque el complejo OTAN/CCG más Israel detesta/teme una República Islámica de mayoría chií.
No se necesita un confortable puesto en la Escuela Kennedy de Gobierno para ver que la respuesta de Washington será un sonoro “no”. Washington, Londres, París y Berlín –pero no Moscú y Pekín– impedirán que las negociaciones lleguen a alguna parte sin que Irán renuncie al enriquecimiento de uranio.
Vuelve a ser crucial retroceder al 17 de mayo de 2010, cuando Brasil, Turquía e Irán, después de 18 horas ininterrumpidas de alta diplomacia en Teherán, llegaron a un acuerdo: Irán enviaría su uranio de bajo enriquecimiento a Turquía y recibiría combustible enriquecido para un reactor de investigación nuclear.
Incluso algunos países árabes –incluidos miembros del CCG– estuvieron a favor, así como París. Moscú y Pekín se mostraron cautelosos, porque lo vieron como una renuncia iraní a sus derechos según el TNP. En todo caso, el día después la secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton torpedeó el acuerdo, esencialmente porque permitía que Irán siguiera enriqueciendo uranio.
Personajes decisivos
Washington “ablandó” a Iraq durante más de una década con sanciones extremadamente duras antes lanzar "Conmoción y Pavor" y destruir una nación debilitada y fragmentada. A pesar de las ilusiones de los neoconservadores perdidos en la niebla y de los falsos liberales por igual, esta “estrategia” no funcionará con Irán.
Incluso si actualmente Irán vende menos petróleo, e incluso si está aislado de facto del sistema bancario internacional, Teherán encontrará manera de soslayar las nuevas sanciones y el embargo del petróleo de la UE y de aumentar los precios del petróleo. China seguirá siendo un cliente estable, pagando menos por el petróleo iraní (en yuanes) pero comprando más. La eurozona no se romperá, por ahora, de modo que su demanda no disminuirá. Sobre todo, es posible que el Majlis (Parlamento) iraní, apruebe pronto la ley que permite inspeccionar los buques cisterna que lleven petróleo por el Estrecho de Ormuz a países que forman parte del embargo. Aunque esto representa una inspección policial de rutina, el efecto será aumentar los precios del petróleo. El mentecato máximo será –una vez más– la UE, confirmando la infinita capacidad de Bruselas de actuar contra los intereses nacionales de los Estados miembros.
Si uno entrecruza Kaveh Afrasiabi (Iran's Persian Gulf gambit takes shape, 5 de julio 2012) con Chris Cook (Introducing the E-3, 4 de julio) aquí en Asia Times Online, se pueden explorar completamente las múltiples dimensiones de “Irán no cederá”.
El gobierno de Obama tiene que tomar una verdadera decisión: es la escuela diplomática que exige rendición sin protesta o verdaderas negociaciones. Tratar a Irán como un paria solo llevará a un fracaso parecido al del gobierno de Bush, cuya Conmoción y Pavor terminó con Bagdad alineado estrechamente con Teherán (mientras EE.UU. ni siquiera se convirtió en “la nueva OPEP”, que quería lograr el sabio belicista Paul Wolfowitz).
Pero esto palidecerá en comparación con el comercio de Irán, Rusia y China en otras monedas (como ya lo están haciendo); el comienzo del fin del petrodólar como pilar de la política energética global, y por lo tanto de la hegemonía estadounidense. Es hora de que la banda que quiere hacer ceder a Irán vuelva a la escuela.
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y de Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge. Su libro más reciente es Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Contacto: pepeasia@yahoo.com
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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/
rCR
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