miércoles, 28 de septiembre de 2011

Sobre la crisis.




Aporrea: Sexta parte: ¿Llegó la crisis a su apogeo?[1]














































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  Mundo en revolución























En el ojo del huracán: la crisis de la deuda en la Unión Europea


Sexta parte: ¿Llegó la crisis a su apogeo?[1]

Por: Eric Toussaint entrevistado por el CADTM

Fecha de publicación: 28/09/11

















imprímelo































Entre julio y septiembre

de 2011, por todo el mundo, las

bolsas de nuevo sufrieron una violenta sacudida. La crisis

se profundiza en la

Unión Europea, y en particular respecto a sus deudas. El

CADTM entrevistó a

Eric Toussaint con el objetivo de descodificar los

diferentes aspectos de esta

nueva fase de la crisis.












CADTM: ¿Llegó la crisis a

su apogeo?

Eric

Toussaint
: Estamos muy lejos del fin de la crisis.

Si nos limitamos a tener en cuenta los aspectos financieros,

debemos ser

conscientes de que los bancos privados han continuado, desde

2007, con un juego

extremadamente peligroso que les resulta beneficioso,

mientras no haya

accidentes, y que es perjudicial para la mayoría de la

población. La cantidad

de activos dudosos en sus balances es gigantesca. Ahora

bien, debemos tener en

cuenta que los 90 principales bancos europeos, y esto hay

que saberlo, en los

dos próximos años deberán refinanciar deudas por el

astronómico monto de 5,4

billones de euros (5 400 000 000 000 €). Y eso representa el

45 % de la riqueza

producida anualmente en la Unión Europea.[2] Los riesgos son

colosales y la

política llevada a cabo por el BCE, la CE y los gobiernos de

los países

miembros de la UE no resuelve nada, todo lo contrario.



También

hay que insistir sobre un aspecto central

de los riesgos que corren los bancos europeos: financian una

parte importante

de sus operaciones pidiendo préstamos a corto plazo en

dólares a prestamistas

estadounidenses, los US

Money market

funds
,[3] con un tipo

inferior al del BCE.

Además, volviendo al caso griego como ejemplo: ¿cómo se

puede pensar que los

banqueros europeos se contenten con el 0,35 % a 3 meses si

tiene que pagar el 1

% por los préstamos que les concede el BCE? Los bancos

europeos financiaron y

financian todavía sus préstamos en Estados Unidos mediante

los créditos que

piden a los Money

market funds
de

Estados Unidos. Pero estos organismos tienen miedo de lo que

pasa en Europa y

también les preocupa la disputa entre demócratas y

republicanos sobre la deuda

pública estadounidense. [4]

A partir de junio de 2011, esta fuente de financiación con

bajos tipos de

interés estaba prácticamente agotada, especialmente a costa

de los grandes

bancos franceses, lo que precipitó su caída en bolsa y

aumentó la presión que

ejercían sobre el BCE para que les recomprara los títulos,

proveyéndoles dinero

fresco. En resumen, tenemos aquí también la demostración de

la amplitud de los

vasos comunicantes entre la economía de Estados Unidos y la

de los países de la

Unión Europea. De allí los contactos incesantes entre Barack

Obama, Angela

Merkel, Nicolas Sarkozy, el BCE, el FMI… y los grandes

banqueros, de Goldman Sachs

a BNP Paribas, pasando por el Deutsche Bank. Una ruptura de

los créditos en

dólares de los que se benefician los bancos europeos puede

provocar una grave

crisis en Europa, e igualmente, una dificultad de los bancos

europeos para

reembolsar los préstamos estadounidenses, podría precipitar

una nueva crisis en

Wall Street.

Desde

2007-2008, los bancos y otros inversores

institucionales desplazaron sus actividades especulativas

del mercado

inmobiliario (donde provocaron la burbuja que estalló en una

decenas de países,

comenzando por Estados Unidos) hacia los mercados de deuda

pública, de divisas

(donde cada día se cambian el equivalente a 4 billones de

dólares - 4 000 000

000 000 $ - de los que el 99 % corresponde a la

especulación) y de los bienes

primarios (petróleo, gas, minerales, productos agrícolas).

Estas nuevas

burbujas pueden reventar en cualquier momento. Uno de los

detonantes podría ser

un aumento de los tipos de interés que decida la Reserva

Federal de Estados

Unidos (seguida por el BCE, el Banco de Inglaterra…). Por

este lado, la FED

anunció en agosto de 2011 su intención de mantener su tipo

director cerca de

cero hasta 2013. Pero hay otros acontecimientos que pueden

constituir un

detonante de una nueva crisis bancaria o de un crash bursátil. Los sucesos de

julio-septiembre de 2011 nos

muestran que estamos en un momento en que necesitamos reunir

energías para

conseguir que las instituciones financieras privadas queden

fuera de juego y no

puedan seguir perjudicando.



La

amplitud de la crisis está también determinada

por el volumen de la deuda pública de los Estados y su modo

de financiación en

Europa. Los banqueros europeos poseen más del 80 % de la

deuda total de países

en dificultad, como Grecia, Irlanda, Portugal, los del Este

europeo, España e

Italia. En volumen, los títulos de la deuda pública italiana

representan 1,5

billones de euros (1 500 000 000 000 €), o sea, más del

doble de la deuda

pública de Grecia, Irlanda y Portugal en conjunto. La deuda

pública de España

alcanza los 700.000 millones de euros (la mitad de la

italiana). La cuenta es

fácil: las deudas públicas de Italia y España representan el

triple de las

deudas públicas griegas, irlandesas y portuguesas. Como

hemos visto en julio y

agosto del año 2011, mientras cada país continuaba pagando

sus deudas, varios

bancos europeos casi se desplomaron. La intervención del BCE

los salvó. Pero el

andamio financiero de los bancos europeos es tan frágil que

un ataque en la

bolsa los podría dejar fuera de combate. Sin hablar, por

supuesto, de un crash

bancario, que es también

perfectamente posible.

Hasta

aquí, aparte del trío Grecia – Irlanda –

Portugal, principalmente, los Estados habían conseguido

refinanciar sin grandes

dificultades sus deudas recurriendo a nuevos préstamos,

cuando llegaba el

vencimiento. La situación se degradó mucho en estos últimos

meses. Ya en julio

y comienzos de agosto de 2011, los tipos de interés exigidos

por los inversores

institucionales a Italia y España para la refinanciación de

sus deudas, con

préstamos a 10 años, se habían disparado, alcanzando el 6 %.

Nuevamente, fue la

intervención del BCE, que recompró masivamente títulos

españoles e italianos,

lo que permitió la satisfacción de los banqueros y otros

inversores

institucionales, e hicieron bajar los intereses. ¿Por cuánto

tiempo? Pues

Italia debe pedir cerca de 300.000 millones de euros entre

agosto de 2011 y

julio de 2012, ya que es el monto de sus obligaciones que

vencen en ese corto

lapso. Las necesidades de España son netamente inferiores,

alrededor de 80.000

millones de euros, pero sigue siendo una suma considerable.

¿Cómo se

comportarán los inversores institucionales en el curso de

los próximos doce

meses y qué pasará si las condiciones para sus demandas de

dinero al mercado

estadounidense se endurecen? Hay muchos otros

acontecimientos que pueden

agravar la crisis internacional. Una cosa es segura: la

política actual de la

CE, el BCE y el FMI no conducirá a ninguna solución

favorable.







CADTM: Muchas veces has

escrito que la deuda

privada era mucho más grande que la deuda pública. Pero aquí

te has centrado en

la deuda pública…

Eric

Toussaint
: No hay ninguna duda sobre eso. Las

deudas privadas son mucho más importantes que las deudas

públicas. Según el

último informe del McKinsey Global Institute, la suma de las

deudas privadas, a

escala mundial, se eleva a 117 billones de dólares (117 000

000 000 000 $), o

sea casi el triple del conjunto de deudas públicas cuyo

volumen alcanza los 41

billones de dólares (41 000 000 000 000 $). Por supuesto,

existe un gran riesgo

de que las empresas privadas, y los bancos y otros

inversores institucionales,

no puedan hacer frente a los reembolsos de sus deudas.

General Motors y Lehman

Brothers quebraron en 2008, como otras muchas empresas, al

ser incapaces de

pagar sus deudas.



Los

banqueros, los otros jefes de empresa, los

medios tradicionales y los gobiernos quieren hablar

solamente de deudas

públicas y ponen como pretexto su aumento para justificar

los nuevos ataques

contra los derechos económicos y sociales de la mayoría de

la población. La

austeridad y la reducción de los déficit públicos se

convirtieron en recetas

únicas a las que se agregan las privatizaciones y los nuevos

impuestos al

consumo. Para quedar bien, algunos gobiernos europeos añaden

un minúsculo

impuesto a cargo de los ricos y hablan del impuesto a las

transacciones

financieras.

Es

evidente que el aumento de las deudas públicas

es el resultado de treinta años de políticas neoliberales

como son: la

financiación de las reformas fiscales, que favorecieron a

las grandes fortunas

y a las grandes empresas privadas, mediante el recurso al

empréstito; el rescate

de los bancos y otras empresas poniendo parte de sus deudas

o de sus pérdidas a

cargo de los presupuestos del Estado; una nueva reducción de

los ingresos

fiscales debido a los efectos de la recesión y al aumento de

algunos gastos

públicos con los que ayudar a las víctimas de la crisis. El

efecto combinado de

estos diferentes factores provocó el aumento de la deuda

pública. Todo se

reduce a una política social deliberadamente injusta, cuyo

objetivo es

favorecer sistemáticamente a una clase de la sociedad, la

clase capitalista,

mientras algunas migajas se distribuyen entre las clases

medias con el fin de

controlarlas. Por el contrario, la gran mayoría de la

población pagó los platos

rotos de estas políticas y ha visto cómo sus derechos eran

fuertemente recortados,

incluso simple y llanamente burlados. Debido a ello,

concentré mis respuestas

en la deuda pública puesto que es absolutamente necesario

lograr una solución

positiva a este problema.



Fin de la quinta parte



Traducido por Griselda Piñero y Raúl Quiroz















[1]

Veáse la

primera parte «Grecia» http://www.cadtm.org/Grecia,7022

, la segunda parte «La gran liquidación de títulos

griegos» http://www.cadtm.org/La-gran-liquidacion-de-titulos

, la tercera parte «El BCE, fiel servidor de los

intereses privados» http://www.cadtm.org/El-BCE-fiel-servidor-de-los,

la cuarta parte «Un ‘plan Brady’ europeo: la austeridad

permanente» http://www.cadtm.org/Un-plan-Brady-europeo-la y la

quinta parte “CDS y agencias de

calificación: los provocadores de riesgos y

desestabilización” http://www.cadtm.org/CDS-y-agencias-de-calificacion-los









[2] Véase Gillian Tett en el Financial

Times
del 5 de agosto de 2011, p. 22, así como

Peterson Institute for

Internacional Economics, Europe on the

Brink
, julio de 2011.







[3] Véase Daniel Munevar: «El pequeño y oscuro

secreto de los bancos

europeos» http://www.cadtm.org/El-pequeno-y-oscuro-secreto-de-los







[4] Véase «US funds cut eurozone exposure» en el

Financial Times, del 25 de julio de 2011,

p.15.

eric.toussaint4@gmail.com





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Eric Toussaint entrevistado por el CADTM







El ALBA y Gadhafi


Freddy Yépez

















Chávez en el Bronx


Julio Escalona















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