Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos |
Tras la elección triunfal y controvertida de Paul Kagamé al frente de Ruanda, los debates sobre la situación del país se suceden a buen ritmo. Si con frecuencia se pone en tela de juicio el carácter democrático del régimen, no ocurre lo mismo con las muy liberales reformas económicas de las que el país se ha convertido en la punta de lanza. Desde todas partes se saluda esta orientación, con las instituciones financieras internacionales (IFI) y otros proveedores de fondos a la cabeza. Es cierto que algunos progresos pueden dar motivos para ser optimistas: tasa de crecimiento del 8% para la capital |1|, progreso en la lucha contra el paludismo, lucha contra la corrupción, campaña masiva de alfabetización, progreso en la educación (la escuela primaria es gratuita y obligatoria para todos), etc. A pesar de eso, algunos elementos vienen a matizar estas buenas noticias.
La persistencia de las desigualdades
En primer lugar, el mantenimiento de fuertes desigualdades: entre ricos y pobres, entre las ciudades y el campo. Las buenas cifras de crecimiento del país no beneficiarán al conjunto de la población. En efecto, según el indicador de medida de las desigualdades, Ruanda se clasifica en la parte baja de la clasificación |2|. Ahora bien, la historia reciente del país ilustra hasta qué punto una situación social y económica muy desigual puede ser un factor de profunda inestabilidad y favorecer una instrumentalización de las frustraciones, como ocurrió antes del genocidio de 1994 |3|. Quienes apoyan la liberalización del país raramente mencionan este abismo entre ricos y pobres. Sin embargo, a semejanza de muchos otros ejemplos, estas desigualdades tienen su origen directamente en las diferentes medidas promovidas por las instituciones internacionales (privatizaciones, desvinculación del Estado, etc.).
La apertura al gran capital
A continuación y relacionado con la anterior, la apertura sin barreras al capital extranjero. Testimonio de ello son los muy buenos resultados del país en el informe Doing Business 2010 [“Haciendo negocios 2010”] del Banco Mundial |4| que clasifica a los países según el clima de los negocios para guiar a los empresarios en sus inversiones. Ruanda registra el mejor progreso de la clasificación según la reglamentación de los negocios y pasa del puesto 149 al 67. Ahora bien, este progreso saludado por una parte y por otra se explica sobre todo tanto por el aumento drástico de la flexibilidad de los horarios de los trabajadores |5| como un aumento de la facilidad para el despido en las empresas instaladas en Ruanda |6|. La protección de las inversiones también es un criterio en el que el país progresa de manera importante puesto que gana 144 puntos en relación a 2009 |7|. Por consiguiente, se constata que estas reformas benefician sobre todo al capital en detrimento del trabajo, principio elemental de la ideología neoliberal (otro elemento que va en este sentido es la disminución del impuesto de sociedades que ha pasado del 50 al 35% |8|). Se puede ver que el gobierno sigue al pie de la letra los consejos de Tony Blair quien durante una visita a Kigali en mayo de 2009 subrayó la necesidad que tenía el país de promover las inversiones en el sector privado |9|. Todo esto sería insignificante si no tuviera consecuencias directas sobre la población. Ahora bien, como denuncia la International Trade Union Confederation [Confederación Internacional de Sindicatos], “Los patrones ya no tienen que hace consultas previas con los representantes de los empleados [concernientes a las reestructuraciones], ni avisar de ello a la inspección de trabajo”|10|. Evidentemente, este tipo de políticas lleva a un aumento de los beneficios de los patronos en detrimento del bienestar de los trabajadores. Además, lo más frecuente es que los beneficios se repatrien a los países de origen de los inversores. La siguiente gráfica muestra que estos repatriamietos aumentan claramente desde hace varios años. Aunque las cifras se detengan en 2006, se podría apostar a que los datos de los años siguientes siguieron desbocándose, sobre todo tras las políticas de neoliberalización emprendidas por Kigali.
Graphique réalisé par nos soins sur base des chiffres du Global Development Finance 2009 de la Banque Mondiale
Otro problema de estas inversiones extranjeras es que dependen de factores diferentes de las políticas económicas establecidas por los gobiernos. Así, para un inversor la estabilidad política y macroeconómica es un elemento fundamental en la elección del lugar de inversión |11|. La volatilidad de los capitales aumentó de manera importante con la liberalización financiera. Por consiguiente, en caso de que las tensiones políticas amenacen a la estabilidad del país, se corre un grave riesgo de que los capitales invertidos abandonen el país tan rápido como llegaron, lo que llevaría a agravar una situación ya precaria para la mayoría de la población.
Una dependencia constante
Por consiguiente, la dependencia del país de estas aportaciones exteriores puede resultar un problema no desdeñable. Esta dependencia ya no se limita a las inversiones. Así, en el dominio comercial los ingresos de exportaciones de Ruanda están muy concentrados en algunos productos de débil valor unitario (principalmente té y café); la ayuda extranjera sigue representando una quinta parte de los ingresos del país y en el dominio financiero la mayoría de los bancos pertenecen a inversores extranjeros, |12| etc. Por todas estas razones, hablar de Ruanda en términos de modelo económico en el que se podría inspirar toda África es sin lugar a dudas exagerado. Aunque acompañen algunos éxitos, la vulnerabilidad del país en relación con los avatares de la economía es tal que hay un gran riesgo de ver degradarse la situación del país a toda velocidad en caso de un choque importante.
El FMI nunca está lejos
La situación descrita no es nueva para cualquier persona que se interese por la historia del país. Recordemos que en la década de 1970 los proveedores de fondos ya lo consideraban un ejemplo para la región. Por desgracia, la crisis económica mundial había vencido el entusiasmo que prevalecía, con las consecuencias que conocemos. Aunque las tensiones étnicas de la época parezcan calmadas, es razonable temer los efectos a largo plazo de esta liberalización a ultranza impulsada por las IFI con el aval del Estado, sobre todo si ésta prosigue con la exclusión de la mayoría de los ruandeses. Por ello, la firma el pasado mes de junio de un acuerdo entre el FMI y Ruanda es un tanto sorprendente. Y es que este acuerdo permitirá al país «basarse durante tres años en los consejos de expertos del FMI |13|». Visto el fiasco de las políticas económicas impulsadas por el FMI |14|, no se puede menos que preocuparse.
Muy felizmente, el país ha rechazado un nuevo préstamo del FMI. Aunque las razones invocadas son más sus éxitos económicos que la política laxista de los préstamos de las IFI para con el régimen de Habyarimana, esto podría evitar a la población ruandesa estar sometida a las decisiones de estos creadores de miseria. Esperemos que nuestras inquietudes respecto a los riesgos que corre el país a consecuencia de sus políticas sean infundados. En caso contrario, es poco probable que el país puede negar otra vez nada al FMI.
Notas:
|1| Aunque como han demostrado muchos estudios, no se ha demostrado la correlación entre crecimiento y bienestar.
|2| El indicador que mide la desigualdad de los ingresos de un país dado es el coeficiente de Gini. Varía entre 0 y 1. 0, que representan una igualdad perfecta y una desigualdad total. En el caso de Ruanda llega al 0,468, lo que sitúa al país en al parte baja de la clasificación. Véase www.statistiques-mondiales.
|3| Para información sobre los factores económicos del genocidio, véase http://www.cadtm.org/Rwanda-
|4| http://francais.doingbusiness.
|5| El índice de rigidez de los horarios pasó de 40 en 2009 a 0 en 2010.
|6| El índice de dificultad para despedir pasó de 30 en 2009 a 10 en 2010.
|7| Ruanda pasó del puesto 171 en 2009 al 27 en 2010.
|8| MILLET Damien, op. cit., p.86.
|9| http://www.afriquejet.com/
|10| http://www.ituc-csi.org/doing-
|11| ZACHARIE Arnaud, Les enjeux de la globalisation dans les pays en développement, Université Libre de Bruxelles, curso 2008-2009.
|12| http://www.tv5.org/cms/chaine-
|13| http://www.rfi.fr/afrique/
|14| Fue sobre todo a raíz de un programa de ajuste estructural cuando aumentó drásticamente la pauperización de la sociedad ruandesa en la década de 1989 lo que tuvo como consecuencia que la población desocupada contribuyó a la propaganda genocida.
Fuente: http://www.mondialisation.ca/
rCR
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