miércoles, 15 de abril de 2015

Venezuela.


Rebelion. Venezuela después de la Cumbre
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Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 15-04-2015

Venezuela después de la Cumbre



La victoria venezolana ante la orden ejecutiva de Obama y su ratificación en la Cumbre de las Américas, causa preocupación, por supuesto, en el imperialismo y en la derecha. Pero no los amilana, por el contrario, inmediatamente asimilan el golpe y arrancan, probablemente con más fuerza aun, las conspiraciones, las guerras económicas, mediática y subversiva de calle.

Una de las respuestas mediáticas de la derecha es la de revertir la realidad y tratar de establecer la matriz de que a Maduro y a Venezuela le fue mal en Panamá. A juicio del presidente de la muy activa organización pro imperialista Diálogo Interamericano, Michael Shifter, quien por cierto participó en las mesas de los foros de la “sociedad civil” y de empresarios en Panamá, “ Maduro no encontró eco porque fue agresivo, mientras el resto buscaba otros objetivos. Quedó en una posición marginal. El hecho noticioso más importante fue el acercamiento Estados Unidos-Cuba ”. Esto no se compadece en absoluto con lo que vimos en la Cumbre, donde el tema de Venezuela y las sanciones estuvo permanentemente presente en los discursos de los jefes de Estado, mientras que el asunto de los “derechos humanos” en nuestro país sí fue realmente marginal. Según Shifter, “La oposición al gobierno quedó satisfecha con los resultados” ¿Cuáles resultados? El cacareado “Foro de la Sociedad Civil y Actores Sociales” fue realmente opaco y las contrarrevolucionarias Mitzi Ledezma y Lilian Tintori quedaron más de lado que otra cosa, a pesar del impulso que trataron de darle Barack Obama y Juan Carlos Varela ¿Acaso no es una señal de ese fracaso que las dos dolientes de las guarimbas no fueran recibidas por la presidente chilena Michelle Bachelet inmediatamente después de la Cumbre, como pretendían?

El vocero pro imperialista de marras añadió que “Maduro quedó aislado; su discurso no logró la resonancia entre los mandatarios, porque el espíritu de la reunión era conciliador y constructivo, y él no encajó. A diferencia de Castro, Maduro enfrentó, fue agresivo y mostró que no confía en Obama”. Bien, aunque en Obama no se puede confiar, Maduro cosechó sonoros aplausos cuando en su discurso extendió su mano y se la ofreció al presidente yanqui. No podemos decir que Obama quedó aislado, porque fue una notable figura en la Cumbre, pero sí que se fue duramente regañado por importantes voces de América Latina.

Por su parte, Carlos Luna, director de Estudios Políticos de la UCV y otro contrarrevolucionario jurado, declaró que “Es falso que Maduro triunfó. Esa campaña está dirigida al público interno; es propaganda. Venezuela fue la gran perdedora. Ahora, los ojos del mundo se ciernen sobre la democracia venezolana porque se acabó la cortina de humo. Quedó en evidencia que atraviesa una crisis económica y que, como preámbulo al foro internacional, devaluó su moneda, lo que es visto en el mundo como un cercenamiento de las libertades económicas” ¿Fue eso lo que se vio en la Cumbre? Por supuesto que no, más bien fue persistente el discurso de que se respete la independencia de Venezuela y cese la injerencia. Luna se pregunta si hubo  vencedores y vencidos, al señalar que e l objetivo principal de Maduro (lograr la derogatoria del decreto de Barack Obama) no se concretó. Falso de toda falsedad, ese no fue nunca un objetivo, pues todo el mundo sabía que eso no iba a ocurrir. A decir verdad, la conclusión que sacamos de esto es que la dirección de la Escuela de Estudios Políticos de la UCV está en muy malas manos. Por cierto, estas declaraciones descaminadas de gente que está sangrando por la herida fueron difundidas, faltaba más, por el diario fascista El Nacional.

Según el presidente Ejecutivo del partido derechista Un Nuevo Tiempo, Enrique Márquez, “El presidente Maduro se fue a la cumbre y volvió con las manos vacías y derrotado” Cayendo en la misma invención de Carlos Luna, dijo que el objetivo de Maduro era pedirle a Obama que derogara el decreto, “pero lo que hizo fue perder el tiempo y los dólares de los venezolanos”. Bueno, la derogación del decreto no es una exigencia solo de Maduro, sino también de la ALBA, la Unasur, la CELAC, los No Alineados, el Grupo de los 77 + China, y de millones que tuitearon y firmaron por esa derogación. Varios mandatarios latinoamericanos y caribeños lo exigieron en la Cumbre, aunque todos sabían que eso no iba a ocurrir.

Por otro lado, líderes revolucionarios están anunciando la profundización de la conspiración en Venezuela. El gobernador del estado Anzoátegui y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, sostuvo que luego de la victoria y el respaldo nacional e internacional obtenido por la campaña Obama, deroga el decreto ya, el imperialismo y la derecha van a intensificar la guerra económica en contra de Venezuela .

Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, declaró que la violencia política regresará a las calles de Venezuela con una nueva ofensiva opositora para intentar enturbiar las elecciones parlamentarias de fin de año .

En ese sentido, es claro que todas las situaciones que rodearon a la orden ejecutiva de Barack Obama terminaron favoreciendo internamente al gobierno de Maduro y a la Revolución Bolivariana. Pero eso no quiere decir que el mandado esté hecho. El resultado de las elecciones parlamentarias es impredecible en este momento, por las circunstancias atípicas en las que se desarrollará ese evento. Uno de los peores errores que podemos cometer es caer en un excesivo triunfalismo. Algo que sabemos quienes pateamos las calles es que hay sin duda bastante descontento por la situación económica, incluso de ciudadanos que tradicionalmente han apoyado al chavismo, pero que no pertenecen al sector más consciente y militante.

Por supuesto, tampoco la oposición tiene razones para ser triunfalista, porque el Gobierno ha seguido atendiendo a los sectores del país menos favorecidos económicamente, que conforman la clara mayoría. Esto sin mencionar la desastrosa situación interna de la derecha y sus carencias crónicas, la ausencia de liderazgo y de proyecto.

La pelea que se viene es dura y la victoria no caerá del cielo, hay que trabajarla. Y, como me dijo una vez un gerente de una empresa donde laboré: “Más que trabajar mucho, hay que trabajar bien”. Sabia idea que no siempre los revolucionarios practican. (De esa cabuya tenemos un rollo, ya que hemos trabajado en entes públicos).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.



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