sábado, 18 de febrero de 2012

Los Hermanos Musulmanes.

Rebelion. Los Hermanos Musulmanes en el umbral del poder

Egipto
Los Hermanos Musulmanes en el umbral del poder

Renenaba.com

Traducido para Rebelión por Caty R.


 En el umbral del poder, los Hermanos Musulmanes deberán realizar el duro aprendizaje de la gestión diaria de los conflictos sociales del país y velar por la neutralización de las injerencias extranjeras a la hora de fijar la nueva diplomacia egipcia. Asuntos que suponen tener en cuenta las aspiraciones profundas del pueblo rebelde que derrocó la dictadura y los imperativos de poder que exigen la restauración de la posición de Egipto en el mundo árabe. Sobre el fondo de competencia con el movimiento salafista rival, esta prueba es infinitamente más temible que casi cincuenta años de oposición declamatoria a menudo con connotaciones, si no demagógicas, al menos populistas.

1. Lo que pensaba Nasser de los hermanos Musulmanes

 En las elecciones de Egipto los partidos religiosos han ganado casi dos tercios de los escaños del Parlamento. En las de Túnez Ennhada consiguió el 41,47% de los asientos y en Marruecos los islamistas obtuvieron 107 de los 395 escaños que forman el Parlamento.

El auge de los Hermanos Musulmanes en el mundo árabe en las consultas electorales tras la Primavera Árabe, sobre fondo de drenaje masivo de petrodólares, recuerda las relaciones conflictivas entre Nasser, en la época líder carismático de la lucha nacionalista árabe, y la Cofradía, la formación política más antigua de Egipto y sin duda del mundo árabe.

Para los lectores que hablan árabe, aquí va lo que pensaba Nasser de los Hermanos Musulmanes:

http://www.youtube.com/watch?v=OWCJnFu9gF0&feature=player_embedded

http://www.youtube.com/watch?v=EFvLz4FQ6vE&feature=player_embedded

Y para los lectores que no hablan árabe, aquí va un resumen de las declaraciones de Nasser que se han difundido en estos dos vídeos:

Primer vídeo

Nasser señala que intentó establecer una cooperación con los Hermanos Musulmanes de Egipto en 1953, cuando llegó al poder. La primera reivindicación del responsable de la Cofradía era imponer el velo a las mujeres. «Lo rechacé porque consideraba que ese era un paso atrás. Mi interlocutor no había conseguido imponer el velo a su propia hija y quería imponérselo a los diez millones de mujeres egipcias».

Segundo vídeo

«El imperialismo y el colonialismo han proporcionado armas y dinero a los Hermanos Musulmanes. En una de mis entrevistas con el dirigente de la Cofradía, el barbado me dijo que el socialismo está contra la religión…»

Respuesta de Nasser: ¿Pero la religión prescribe que el poder debe ser ejercido exclusivamente por una sola familia, que esa familia dispone de todos los recursos del país y reduce al conjunto de la población al estatuto de esclavos?

Uno de los aspectos de este asunto, especialmente la colaboración con Estados Unidos y Arabia Saudí, lo traté en Les Révolutions arabes et la malédiction de Camp David, Bachari, mayo de 2011 (1).

II. Cuando la CIA financiaba a los hermanos Musulmanes

Por su parte, el periodista Ian Hamme aportó información complementaria en un artículo que apareció en el semanario francés Le Point el 6 de diciembre de 2011 titulado «Quand la CIA finançait les Frères musulmans».

En el texto de Ian Hammel se lee en particular: «Los servicios secretos estadounidenses han apoyado desde hace mucho tiempo a la Cofradía, que nació en 1928 en Egipto. Said Ramadán, el fundador de los Hermanos Musulmanes y padre de Hani y Tariq Ramadán, murió en ginebra en 1995.

El Fondo E 4320 de Berna conserva los archivos federales relativos a Said Ramadán, hijo de Hassan Al-Banna y fundador de los Hermanos Musulmanes egipcios. Perseguido por el régimen de Nasser y refugiado en Suiza, en 1959 Said creó el Centro Islámico de Ginebra, el primer instituto de ese tipo en Europa. Por otra parte también es uno de los fundadores de la Liga Islámica Mundial inspirada por los saudíes.

Una nota confidencial de los servicios secretos suizos del 17 de agosto de 1966 recuerda la «simpatía» de la BUPO, la Policía federal de Protección del Estado, por Said Ramadán. Añade: «Ciertamente está en excelentes términos con los ingleses y los estadounidenses». Otro documento, del 5 de julio de 1967, se muestra todavía más preciso. Presenta a Said Ramadán como un «agente de información de los ingleses y de los estadounidenses». Además entiendo que ha prestado servicios –en el ámbito de la información- a la BUPO.

Lo cierto es que en una reunión, presidida por el jefe del servicio del Ministerio Público Federal el 3 de julio de 1967, se decidió conceder un permiso de residencia a Said Ramadán mientras que debían haberlo expulsado el 31 de enero de 1967. ¿Las razones de esta tolerancia? La posibilidad de «que los amigos de Said Ramadán tomen el poder en los próximos meses en uno u otro Estado calificado en la actualidad de progresista o socialista».

Said Ramadán y el presidente de Estados Unidos

Esos documentos desclasificados van en el mismo sentido que la obra publicada el pasado mes de septiembre por el periodista estadounidense Ian Johnson, galardonado con el premio Pulitzer, Une mosquée à Munich. Les nazis, la CIA et la montée des Frères musulmans en Occident (2), donde se descubre que los alemanes, durante la Segunda Guerra Mundial, utilizaron a los chechenos, kazajos, uzbekos y musulmanes que vivían en la URSS contra los comunistas ateos. Los estadounidenses tomaron el relevo, apoyando a los islamistas contra el bloque comunista y sus satélites. En julio de 1953 una delegación de musulmanes, entre ellos Said Ramadán, fue invitada por Estados Unidos y recibida en la Casa Blanca

El 28 de octubre de 2011, en un artículo titulado «Le rôle mobilisateur de Saïd Ramadan», la web francófona Oumma.com muestra una foto del Presidente Dwight Eisenhower rodeado de los miembros de la delegación. Said Ramadán está a su derecha. El presidente estadounidense estima que en sus relaciones con los dirigentes árabes, «nuestra fe en Dios debería darnos un objetivo común: la lucha contra el comunismo y su ateísmo», revela Ian Johnson. Unos años después Said Ramadán, refugiado en Europa, se relacionó con Bob Dreher, un agente de la CIA instalado en Munich.

En 1959 Said Ramadán obtuvo un doctorado en Derecho en la Universidad de Colonia por su tesis La Sharia, el derecho islámico, su envergadura y su equidad. Ardía en deseos de extender su influencia por toda Europa. «Instalado en Ginebra, consideraba Munich, a un día de viaje de su domicilio, el lugar ideal para establecer una especie de base de avance», leemos en Une mosquée à Munich. ¿Financiaba directamente la CIA a Said Ramadán y a los Hermanos Musulmanes en Europa? Ian Johnson se muestra cauto, en la medida en que una parte de los archivos de la Agencia de Inteligencia no se pueden consultar. «Todo indica que Dreher y Amcomlib (Comité de Liberación Estadounidense) recurrieron a los medios financieros y políticos a su disposición para dar impulso al principal representante de los Hermanos Musulmanes en Europa», escribe. Con el Amcomlib Said Ramadán, de nacionalidad egipcia, viajaba en aquella época con un pasaporte diplomático jordano. Al parecer, el hijo de Hassan el-Banna no carecía de subsidios. Une mosquée à Munich cuenta que conducía un Cadillac (2).

Muerto en 1995 en Ginebra, Said Ramadán es, en particular, el padre del islamólogo Tariq Ramadán y de Hani Ramadán, que le sucedió al frente del Centro Islámico de Ginebra. Preguntado por las posibles relaciones de su padre con los servicios de inteligencia estadounidenses, Hani se negó a responder.

III. Rached Ghannouchi

Rached Ghannouchi, el líder del partido islamista tunecino Annahda, durante mucho tiempo bestia negra de los occidentales, se ha visto distinguido por la revista Foreign Policy como «uno de los intelectuales más importantes del año 2011».

Entre esos 100 intelectuales más importantes aparece un ramillete de belicistas de tomo y lomo: Dick Cheney, exvicepresidente de George Bush hijo, uno de los artífices de la invasión de Irak; Condoleezza Rice, Secretaria de Estado de George Bush; el senador John MacCain; el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy; el matrimonio Clinton; el Ministro de Defensa de Bush hijo y de Barack Obama Robert Gates; el Primer Ministro turco Tayyip Erdogan y el inevitable novelista investigador Bernard Henri Lévy.

Y en el ámbito árabe, además de Rached Ghannouchi, figuran Waddar Khanfar, el exdirector islamista del canal Al-Jazeera casado con la sobrina de Wasfi Talla; el exministro jordano y verdugo de los palestinos en el Septiembre Negro de 1970 Wael Al-Ghoneim, responsable en Egipto del buscador estadounidense Google y animador del levantamiento egipcio en Facebook; el exdirector de la Agencia Atómica de Viena Mohamed Baradei y el politólogo palestino Mustafá Barghouti, a quien nos habría gustado ver distinguido por otros jurados que no fuesen Fredom House o Global Voice Project.

Rached Ghannouchi aprovechó su estancia para visitar el «Washington Institute for Near East Policy», un think tank muy influyente fundado en 1985 por M. Martin Indyk, anteriormente encargado de la investigación en la American Israel Public Affairs Committee, AIPAC, el lobby israelí más poderoso e influyente de Estados Unidos.

El líder islamista, durante mucho tiempo al abrigo mediático del canal Al-Jazeera, ha tomado la precaución de tranquilizar al lobby pro israelí con respecto al artículo que él mismo propuso incluir en la constitución tunecina concerniente al rechazo del gobierno a colaborar con Israel.

En treinta años de exilio, este antiguo nasserista ha modulado su pensamiento político en función de la coyuntura, se ha arrimado sucesivamente a todos los componentes del espectro ideológico árabe según la fortuna política de los dirigentes y optó en su momento por el nasserismo egipcio; después se hizo adepto del ayatolá Ruholla Jomeini de Irán; posteriormente del sudanés Hassan Al Tourabi y luego lanzó su dedicación sobre el turco Tayyip Erdogan, antes de estabilizarse con Catar. Es decir, cinco mutaciones, una media de una mutación cada seis años.

Un gran arte ratificado a posteriori en la afirmación del periodista egipcio Mohamad Tohima «Les Frères Musulmans, des maitres Dans l’art du camouflage et du contorsionnement mercuriel» (Los Hermanos Musulmanes, maestros en el arte del camuflaje y la contorsión), artículo aparecido en el periódico libanés Al Akhabar el 1 de octubre de 2011 que reproduce una tribuna de Mohamad Tohima, director del diario egipcio Al Hourriya. El gran arte. Hasta la próxima voltereta. ¿La próxima caída?

En el umbral del poder, los hermanos Musulmanes de Egipto deberán demostrar su innovación superando el conflicto ideológico que divide el país desde la caída de la monarquía, en 1952, con una especie de síntesis que pasa por la reconciliación del Islam con el socialismo. Dejar de mostrarse como la rueda dentada de la diplomacia estadounidense en el mundo árabe, asumiendo la herencia de Nasser con la tradición milenaria egipcia, liberando a la Cofradía de sus dos muletas tradicionales que han obstaculizado su visibilidad y su credibilidad, la muleta financiera de las petromonarquías retrógradas y la muleta estadounidense del ultraliberalismo.

Además Egipto, epicentro del mundo árabe, bajo la dirección de la Cofradía deberá tomar la iniciativa histórica de la reconciliación con Irán, el líder de la rama rival chií del Islam, para purgar lo que se ha callado de un conflicto de 15 siglos resultante de la eliminación física de los dos hijos pequeños del profeta, Al-Hassan y Al-Hussein, un sacrilegio absoluto si no causado por el dogmatismo, sí al menos por una rigidez formalista.

Repudiar el servilismo respecto a Estados Unidos, desterrar el dogmatismo regresivo bajo pretexto de rigor exegético, conciliar Islam y diversidad, en una palabra, conjugar Islam y modernidad… es el gran desafío de los Hermanos Musulmanes en el umbral del poder cuyo éxito podría conferir una legitimidad estable y un magisterio moral indiscutible a una Cofradía cuya evolución podría impulsar una dinámica de cambio en el epicentro de la gerontocracia petromonárquica del Golfo, en particular en Arabia Saudí, el foco del integrismo y la regresión social, condición imprescindible para el resurgimiento del mundo árabe.

Notas

(1) Para saber más, véase la serie «Los Hermanos Musulmanes egipcios en la prueba de la revolución», de René Naba, partes I, II y III.

(2) Ian Johnson, Une mosquée à Munich. Les Nazis, la CIA et la montée des des Frères musulmans en Occident, JC Lattes.

Fuente: http://www.renenaba.com/egypte-les-freres-musulmans-au-seuil-du-pouvoir/




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