martes, 23 de enero de 2018

Ataques de Turquía a kurdos demuestran debilidad absoluta de EEUU

Qué pasa

"Ataques de Turquía a kurdos demuestran debilidad absoluta de EEUU"

QUÉ PASA
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Javier Benítez
Hasta los dientes. Así armó EEUU a los kurdos en Siria, sin escuchar razones. De nadie. Faltando al derecho internacional, sin respetar soberanías, y apostando a que se quemara toda la región, incluso uno de sus socios estratégicos: Turquía. Y tras una andanada de avisos a Washington, Ankara dijo basta, y saltó todo por los aires.
El pretexto para dotar a los kurdos, de armas ligeras primero, y de armas pesadas después ya con Trump en el poder, era el de combatir al Estado Islámico. Pero los kurdos, socios del país norteamericano en el terreno, también combatieron al Ejército sirio. 
Fueron innumerables las advertencias de todos, incluso de quienes no participan de forma directa en el conflicto del país árabe, sobre la gravedad que representaba la aventura estadounidense, con los kurdos como nuevos socios, y a su vez, éstos sintiéndose portadores de un cheque en blanco que coqueteaba con la eternidad que le extendía el Tío Sam.
Ahora, EEUU y los kurdos en carne propia, conocen dónde le aprieta el zapato a Turquía. Y ahora, los kurdos constatan la verdadera, auténtica y única realidad: que han sido una herramienta con fecha de caducidad. 
Con la boca pequeña Washington pidió a Ankara que no ejecutara los ataques, pero ante el hecho consumado y los pedidos de auxilio de los kurdos, EEUU hizo, por lo menos en esta ocasión, la gran Poncio Pilato: se lavó las manos. Hizo como que no los conocían de nada. Como si fuera la primera vez que escucharan hablar de ellos. EEUU no va a entrar en guerra con Turquía, primero que nada, porque ambos son miembros de la OTAN. Sabía eso el país otomano, y lanzó el zarpazo.
Así, el 19 de enero, y con bombardeos aéreos contra tropas de las Unidades de Protección Popular (YPG), Ankara comenzó a agitar su 'Operación Rama de Olivo', aunque la anunció el día 20. El Estado Mayor turco anunció el inicio del operativo contra posiciones kurdas en la región siria de Afrín. 
La región siria de Afrín está controlada por las milicias kurdas, apoyadas y pertrechadas por EEUU, a las que Ankara considera terroristas por sus lazos con el brazo armado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En este sentido, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que las acciones unilaterales de EEUU en Siria enfurecieron a Turquía. Un día más tarde, en una rueda de prensa con su par de Yemen, Lavrov incidió en que "Washington ha alentado y continúa alentando los sentimientos separatistas entre los kurdos, ignorando por completo el carácter sensible y la dimensión regional del problema kurdo".
"En el marco de esa política de intervenir en los asuntos domésticos de Siria hace unos días se anunció la creación de unas fuerzas de seguridad fronteriza, luego hubo declaraciones bastante torpes que lo desmentían, aunque de hecho todo ese trabajo que busca tomar bajo control la frontera con Irak y Turquía continúa. O bien no entienden todo el asunto o se trata de una provocación deliberada", afirmó el jefe de la diplomacia rusa.
El presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia, Fernando Moragón, explica que en esta situación 'hay un problema de fondo, y es que los norteamericanos que siempre han sido como los israelíes, aliados de los kurdos, se encuentran en una situación a la desesperada. Producto de que han perdido la guerra en Siria. Así de claro", sentencia.
"Ellos (EEUU) indirectamente a través de diferentes grupos yihadistas y demás, han perdido. Y el problema es que no lo aceptan, que sería lo más razonable. Entonces se han enrocado y lo que están intentando es montar los mayores problemas posibles al Gobierno de Damasco. Pero ahí están en la contradicción, y es que no pueden ser al mismo tiempo aliados de los kurdos de Siria, y aliados de Turquía", expresa el analista.
Metidos en el lío en el que entraron por propio pie, los kurdos comenzaron a pedir auxilio a los cuatro vientos. Así, el representante del Kurdistán sirio en Moscú, Rodi Osman, llamó a Rusia a detener la operación militar turca contra los kurdos.
Al respecto, el experto observa que aquí "se ve el gran deterioro en el estado de relaciones entre EEUU y Turquía. Turquía se permite atacar a un aliado de EEUU, y ese aliado de EEUU, en vez de recurrir a 'la gran potencia' para que de alguna manera intervenga, tiene que recurrir a Rusia, que es aliado de Turquía en el tema de Siria y en otros temas, para que intervenga a su favor. Esto demuestra un síntoma de debilidad absoluta de EEUU, que ni siquiera tiene capacidad de maniobra ya en la región", concluye Fernando Moragón.

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