martes, 28 de febrero de 2017

Los compinches de Trump


Los compinches de Trump Naomi Klein La Jornada Foto El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, sostuvo ayer un encuentro con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca. Es el primer mandatario latinoamericano que se reúne con el magnate Foto Afp. Alejémonos para tener una visión más amplia de lo que ahorita ocurre en Washington. Las personas que ya poseen una porción absolutamente obscena de la riqueza del planeta, cuya parte crece año tras año –según el último conteo, ocho hombres son dueños de la mitad del mundo–, están empeñados en obtener más. Las figuras centrales en el gabinete de Donald Trump no sólo son ultrarricos, también obtuvieron su dinero causando daño a los más vulnerables del planeta y al planeta mismo, a sabiendas de que lo hacían. Parece que ese es un requisito para trabajar ahí. Está el banquero-chatarra Steve Mnuchin, el elegido de Trump para ser secretario del Tesoro, cuya máquina de ejecuciones hipotecarias sin ley echó de sus hogares a decenas de miles de personas. Y pasando de hipotecas chatarra a alimentos chatarra llegamos a quien Trump eligió para ser secretario del Trabajo, Andrew Puzder. Como ejecutivo en jefe de su imperio de comida chatarra, no le era suficiente pagar a los trabajadores un salario abusivo, con el cual no podían vivir. Varias demandas también acusan a su compañía de robarles salarios a sus trabajadores, al dejar de pagarles por su trabajo y horas extra. (N de la T: Después de la publicación original de este artículo, Puzder se retiró porque no reunía los votos suficientes en el Senado para ser ratificado como secretario del Trabajo.) Y pasando de la comida chatarra a la ciencia chatarra, ahí está la elección de Trump para secretario de Estado, Rex Tillerson. Como ejecutivo en jefe de Exxon, su compañía financió y expandió la ciencia chatarra y cabildeó ferozmente, tras bambalinas, contra acciones internacionales para combatir el cambio climático. En parte debido a estos esfuerzos el mundo perdió décadas, durante las cuales deberíamos de haber estado dejando nuestro hábito de consumo de combustibles fósiles; en vez, aceleramos enormemente la crisis climática. Debido a estas decisiones, innumerables personas en este planeta ya están perdiendo sus hogares, por las tormentas y los crecientes niveles del mar; ya hay quienes mueren a causa de las olas de calor y las sequías, y millones verán desaparecer sus tierras debajo de las olas. Como siempre, los más pobres, mayoritariamente negros y morenos, son los primeros y más afectados. Hogares robados. Sueldos robados. Culturas y países robados. Todo inmoral. Todo con altas ganancias. Pero la reacción popular era cada vez mayor. Y por eso esta pandilla de ejecutivos en jefe –y los sectores de los cuales provienen– estaban justificadamente preocupados de que la fiesta llegaba a su fin. Estaban asustados. Banqueros como Mnuchin recuerdan el colapso financiero de 2008 y las discusiones acerca de la nacionalización de la banca. Presenciaron el levantamiento del movimiento Ocupa y luego la resonancia del mensaje antibanquero de Bernie Sanders durante su campaña. Jefes del sector servicios, como Andrew Puzder, están espantados con el creciente poder de la Lucha por 15 dólares (N de la T: movimiento por el pago de 15 dólares la hora), la cual ha ido obteniendo victorias en ciudades y estados en todo el país. Y si Bernie hubiera ganado en la sorprendentemente cerrada primaria, la campaña podría haber tenido un defensor en la Casa Blanca. Imagine qué tan aterrador es eso para un sector que depende de la explotación laboral para mantener los precios bajos y las ganancias altas. Y nadie tiene más motivos para temer el ascenso de los movimientos sociales que Tillerson. Debido al creciente poder del movimiento global contra el cambio climático, Exxon está bajo fuego en todos los frentes. Los oleoductos que transportan su petróleo son bloqueados no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Las campañas de desinversión se esparcen como fuego, provocando incertidumbre en los mercados. Y en este último año la Comisión de Bolsa y Valores y varios fiscales generales estatales investigaron engaños cometidos por Exxon. Que no quede duda: las acciones contra el cambio climático representan una amenaza existencial para Exxon. Las metas de temperatura en el acuerdo climático de París son incompatibles con quemar el carbono que compañías como Exxon tienen en sus reservas, y que es fuente de su valor en el mercado. Por eso los accionistas de Exxon plantean preguntas cada vez más duras acerca de si están a punto de quedarse con un montón de acciones inútiles. Este es el telón de fondo del ascenso de Trump al poder: nuestros movimientos comenzaban a ganar. No estoy diciendo que eran suficientemente fuertes. No lo eran. No estoy diciendo que estaban suficientemente unidos. No lo estaban. Pero definitivamente algo estaba cambiando. Y en vez de arriesgarse a la posibilidad de un mayor progreso, esta pandilla de portavoces de los combustibles fósiles, comerciantes de comida chatarra y prestamistas depredadores se unieron para asumir el control del gobierno y proteger su mal habida riqueza. Seamos claros: esta no es una transición pacífica del poder. Es una toma empresarial del poder. Los intereses que desde hace mucho le han pagado a ambos partidos para que acaten sus órdenes, se cansaron de jugar el juego. Al parecer, todas esas cenas con políticos, todo ese adular y esos chantajes legales insultaban su sensación de ser poseedores de un derecho divino. Así que ahora quitaron al intermediario e hicieron lo que todo mandamás hace cuando quiere que algo se realice bien: lo lleva a cabo él mismo. Exxon para la Secretaría de Estado. Hardee’s para la Secretaría del Trabajo. General Dynamics para la Secretaría de la Defensa. Y los tipos de Goldman básicamente para el resto. Tras décadas de privatizar a cachos el Estado decidieron ir por el gobierno. La última frontera final del neoliberalismo. Por eso Trump y sus nominados se ríen de las débiles objeciones a los conflictos de interés: todo es un conflicto de interés, ese es el punto. ¿Qué hacemos al respecto? Primero, siempre recordemos sus debilidades, hasta cuando ponen en práctica su crudo poder. La razón por la cual cayó su máscara, y ahora presenciamos un mandato empresarial sin disfraces, no es porque las empresas se sintieron todopoderosas; es porque les entró pánico. Es más, la mayoría de los estadunidenses no votó por Trump. Cuarenta por ciento se quedó en sus hogares, y entre quienes votaron una clara mayoría lo hizo por Hillary Clinton. Él ganó dentro de un sistema muy amañado. Aún dentro de este sistema, él no ganó. Clinton y el establishment del Partido Demócrata perdieron. Trump no ganó con abrumador entusiasmo y grandes cifras. Ganó porque Hillary tenía números reducidos y falta de entusiasmo. El establishment del Partido Demócrata no creyó que fuera importante hacer campaña ofreciendo mejoras tangibles para las vidas de las personas. Prácticamente no tenían nada que ofrecer a la gente cuya vida ha sido diezmada por los ataques neoliberales. Pensaron que podían hacer campaña sólo con el miedo a Trump, y no funcionó. Estas son las buenas noticias: Todo esto hace que Trump sea increíblemente vulnerable. Este es el tipo que llegó al poder diciendo la más atrevida y descarada mentira, vendiéndose como defensor del hombre trabajador, que finalmente iba a enfrentarse al poder e influencia empresariales en Washington. Una parte de su base ya tiene el remordimiento del comprador, y cada vez van a ser más. ¿Algo más a nuestro favor? Esta administración va contra todos a la vez. Hay reportes de un presupuesto de choque y temor: será recortado en 10 billones de dólares a lo largo de 10 años, reducirán todo, desde programas contra la violencia de género, para las artes, apoyos a la energía renovable, a la colaboración comunitaria en la seguridad. Queda claro que esta estrategia de guerra relámpago nos abrumará. Pero podrían terminar sorprendidos: podría unirnos bajo una causa común. Y si la escala de las marchas de las mujeres es un indicador, fue un buen comienzo. Construir coaliciones robustas en tiempos de una política aislada es un trabajo duro. Hay dolorosas historias que deben ser enfrentadas antes de poder progresar. Además, buscar fondos y el activismo de celebridades suelen confrontar a la gente y los movimientos en vez de promover la colaboración. Sin embargo, las dificultades no pueden ceder el paso a la desesperanza. Cito un dicho popular de la izquierda francesa: Los tiempos exigen optimismo; guardemos el pesimismo para mejores tiempos. (“L’heure est à l’optimisme, laissons le pessimisme pour des temps meilleurs.”) Personalmente, no puedo armarme de optimismo. Pero en este momento, cuando todo está en riesgo, podemos y debemos localizar nuestra más firme determinación. Naomi Klein es la autora de Esto lo cambia todo. @NaomiaKlein Este artículo se publicó en The Nation. Traducción: Tania Molina Ramírez Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/02/25/mundo/022a1mun#texto

Trump: "Obama está detrás de las filtraciones contra mi Administración y las protestas"


lunes, 27 de febrero de 2017

viernes, 24 de febrero de 2017

Keiser Report en español: Cuestión de confianza (E1034)

Keiser Report en español: Cuestión de confianza (E1034)

(MB)"La verdadera razón por la que existe ese odio a Rusia"


El gran juego de EE.UU. en Oriente Medio


El gran juego de EE.UU. en Oriente Medio Publicado: 24 feb 2017 14:42 GMT 868 La nueva Administración de EE.UU. está formando las bases del futuro rumbo político de Oriente Medio. El gran juego de EE.UU. en Oriente MedioFoto ilustrativa Síguenos en Facebook Todavía no está claro qué acciones emprenderá Donald Trump, pero la Casa Blanca, el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado le presentan sus guiones y tratan de conseguir más influencia en el proceso de toma de decisiones. Turquía ya no es un socio clave Junto con los esfuerzos de Rusia e Irán contra el terrorismo en Siria y las negociaciones de paz en Astaná, Washington abona el terreno para su propio juego. "Los contratos entre Estados Unidos y las monarquías árabes son más importantes que la lucha contra el terrorismo", afirma el presidente del Instituto de Estudios sobre Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski, en su artículo para el portal VPK. En primer lugar, el orientalista ruso llama la atención sobre las propuestas del Pentágono. El Departamento de Defensa de EE.UU. estudia la posibilidad de transferir tropas de combate al norte de Siria. "El contingente militar de Estados Unidos en Siria es de 300 a 500 soldados de las fuerzas especiales, asesores militares de la oposición siria, sin incluir a los franceses y los alemanes". Según Satanovski, tanta determinación de usar las fuerzas terrestres se debe al hecho de que las negociaciones con Turquía se han llevado a cabo sin éxito para la parte estadounidense. En otras palabras, el Pentágono ya no considera a Turquía como un socio clave en las operaciones conjuntas en la región. Zonas de seguridad, la piedra de la discordia Las nuevas propuestas del Departamento de Defensa también incluirán la participación de EE.UU. en la creación de las llamadas "zonas de seguridad". El experto destaca que la actitud de Ankara ahora no supone la asistencia estadounidense en tierra. Satanovski explica que en el pasado Turquía instaba a EE.UU. a crear las zonas de seguridad, pero "su objetivo principal fue usar el apoyo de la aviación estadounidense para garantizar la no intervención de Rusia". Ahora la situación cambió, las relaciones bilaterales de Rusia y Turquía mejoran y no hay necesidad de una participación de EE.UU. El entonces primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan y el presidente de EE.UU., Barack Obama en una conferencia en la Casa Blanca el 16 de mayo de 2013. Kevin LamarqueReuters Finalmente, según Satanovski, los planes del Pentágono pueden empeorar marcadamente las relaciones entre Washington y Ankara. El especialista sostiene que Washington no quiere verse obligado a seguir la política de Turquía, por eso entre los planes del Pentágono figura la creación de una alianza con los kurdos. Asimismo, afirma que la decisión de reforzar las agrupaciones terrestres en Siria contribuye en gran medida al mismo objetivo de fortificar sus posiciones en el Estado oriental: que las fuerzas estadounidenses ayuden a los kurdos y sus aliados a lograr un progreso significativo en el campo de batalla y garanticen la independencia de Turquía. Una amistad en contra de Irán Analizando la situación en la región, el experto ruso señala la actitud de los Estados locales hacia Irán. El autor del artículo destaca: "La nueva administración de Donald Trump mantiene conversaciones con los Estados árabes sobre la creación de un bloque militar que se posicionaría contra Irán e intercambiaría información con Israel". Se trata de unir en una alianza a Arabia Saudita, EAU, Egipto y Jordania, que se parecería a la OTAN por sus cláusulas de defensa mutua. Pero en esta propuesta no se prevé la incorporación de EE.UU. e Israel. Su papel sería proporcionar apoyo en la esfera militar y de inteligencia respectivamente. El experto ruso subraya que entre los candidatos para el nuevo bloque no figuran Turquía ni Catar. La falta de entendimiento entre Turquía y EE.UU. sobre la inclinación del Pentágono a colaborar con los kurdos y sobre el futuro de las zonas de seguridad hace que Turquía vea con desconfianza la nueva alianza. Sin embargo, considera el autor, entre los supuestos miembros también podrían aparecer las discrepancias. Egipto y Arabia Saudita ven el desarrollo de la región de manera diferente. Además ni El Cairo, ni Abu Dabi quieren tomar lo dictado por Riad, que en los planes de EE.UU. figura como un jugador clave del nuevo bloque. La "querida esposa" del Pentágono Yevgueni Satanovski estima que el acercamiento con Riad ya está en pleno desarrollo. El autor incluso llama al ministro del Interior saudita Muhammad bin Naif la "querida esposa" del Ministerio de Defensa de EE.UU. Los hechos lo confirman. La CIA otorgó al Muhammad bin Naif una condecoración por su lucha contra el terrorismo. Otro premio similar le concedieron en Francia. La aproximación de Washington, París y Riad es evidente y el papel de Muhammad bin Naif en ese proceso es muy importante, asegura Satanovski. Según el experto ruso, es él quien abona el terreno para mejorar la seguridad de los contactos con las agencias de Inteligencia de Estados Unidos. "El ministro del Interior saudí prácticamente monopolizó en sus manos todo lo relacionado con la lucha contra el terrorismo islamista y las asociaciones en estos temas con los países occidentales", concluye el experto.

¿Ha sucedido un golpe de estado encubierto contra Donald Trump?

jueves, 23 de febrero de 2017

DONALD TRUMP RESPONDE A CHINA RUSIA Y COREA 2017 FEBRERO, NOTICIAS DE H...

(MB) DONALD TRUMP RESPONDE A CHINA RUSIA Y COREA 2017 FEBRERO, NOTICIAS DE H...

DONALD TRUMP NOTICIAS DE ULTIMA HORA FEBRERO 2017, DONALD TRUMP PERFIL P...

Dr Jalife: "Hoy los verdaderos dueños de México son los Rothschild y Geo...

Con Trump termina un ciclo


Con Trump termina un ciclo Roberto Savio Sur y Sur ¿Podríamos cambiar el debate sobre Donald Trump y no concentrarnos en lo que hace, sino en su importancia histórica? Espero que las siguientes reflexiones sirvan para comprender que el actual presidente de Estados Unidos representa, de hecho, el final de un ciclo estadounidense y que estamos todos en el mismo barco. Se necesitan unas cuantas palabras, pero vale la pena dedicarle cinco minutos más. Primero, nos guste o no, hemos vivido durante los últimos dos siglos en un mundo en que lo anglo tuvo un papel central. La Pax Britannica se extendió desde principios del siglo XIX, cuando comenzó su imperio colonial, hasta fines de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando fue sustituida por la Pax Americana. Estados Unidos creó lo que se conoce como Occidente, en contraposición con Oriente, mientras Europa se dejaba llevar. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue el principal ganador y el fundador de las instituciones internacionales modernas, desde las Naciones Unidas hasta el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como la fuerza detrás de la reconstrucción de Europa con el Plan Marshall, basado en la condición de que los países europeos aceptarían recibir fondos sobre una base europea. Eso llevó a la creación de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, en 1951, que finalmente dio lugar a la Comunidad Europea, en 1967. A Estados Unidos, en tanto que ganador, le interesaba crear un orden mundial según sus valores y siempre y cuando él fuera su garante. Así, el foro de las Naciones Unidas se creó con un Consejo de Seguridad en el que pudiera vetar cualquier resolución. El Banco Mundial se creó en función del dólar como divisa mundial, y no con una verdadera moneda internacional, como propuso el gran economista y delegado británico John Maynard Keynes. Asimismo, la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como respuesta a la amenaza de la Unión Soviética, fue una idea exclusivamente de Estados Unidos. Y el léxico de las relaciones internacionales se constituyó principalmente en base a conceptos anglosajones, a menudo de difícil traducción a otros idiomas, como accountability, gender mainstreaming, sustainable development, entre otras. El francés y el alemán desaparecieron como lenguas internacionales. Además, cierto estilo de vida se volvió el principal producto de exportación estadounidense, desde la música hasta la comida, el cine y la vestimenta, se propagaron por el mundo. Para reforzar el mito, Estados Unidos se constituyó como modelo de democracia. Lo que era bueno para ese país, debía de serlo para el resto. Además, tenía un destino excepcional, basado en su historia, sus éxitos y su especial relación con Dios. Sus presidentes fueron los únicos que hablaron en nombre de los intereses de su país y en nombre de los de la humanidad y que invocaron a Dios. Su éxito económico no sería más que la confirmación de ese excepcional destino. Estados Unidos perdió casi medio millón de ciudadanos en Europa y Asia para garantizar un orden mundial estadounidense. Y el “sueño americano”, de que todo el mundo puede volverse rico, era desconocido en el resto del mundo. Esa fue la primera etapa de Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial, basada en el multilateralismo, en la cooperación internacional, en el respeto al derecho internacional y el libre comercio, un sistema que aseguraba su centralidad y su supremacía, reforzada por su poder militar. Pero multilateralismo significa democracia internacional. Las Naciones Unidas, desde su constitución original de 50 países, en 1945, hasta casi 150, en pocas décadas, se convirtió en el foro donde crear la cooperación internacional, basada en los valores de la democracia universal, la justicia social y la participación equitativa. Y la Asamblea General aprobó por unanimidad en 1973 el primer (y único) plan global de gobernanza, llamado Derechos y Deberes de los Estados, que representaba un plan de acción para reducir las desigualdades del mundo y redistribuir la riqueza y la producción económica. Eso se volvió una camisa de fuerza para Estados Unidos, que se encontró en un foro en el que se tomaban las decisiones por mayoría, y ya no en función de sus propios intereses, como estaba acostumbrado. Pero con la llegada de Ronald Reagan a la Presidencia, en 1981, la primera etapa basada en el multilateralismo, cambió de forma abrupta. Reagan concurrió a la Cumbre Económica Norte Sur, en Cancún, donde se reunieron los 22 jefes de Estado más importantes del mundo, incluido el de China, único representante de un país socialista, para debatir la implementación de aquella resolución de la Asamblea General. El entonces presidente estadounidense, quien se encontró con una entusiasta Margaret Thatcher, destruyó el plan de gobernanza global que avanzaba por buen camino. Vi con consternación cómo, en dos días, el mundo pasó del multilateralismo a la vieja política del poder. Estados Unidos no aceptó que otros decidieran su destino, y de ahí viene el declive de las Naciones Unidas y la negativa de Washington a suscribir obligaciones y tratados internacionales. El destino excepcional y el "sueño americano", fueron reforzados por la retórica de Reagan, quien incluso usó el eslogan: "Dios es estadounidense". Es importante señalar que las grandes potencias estaban felices de salirse de la camisa de fuerza del multilateralismo detrás de Reagan. Su gobierno, aliado del de la primera ministra británica Thatcher, es un ejemplo sin precedentes de cómo destruir los valores y las prácticas de las relaciones internacionales. Y el hecho de que probablemente sea el presidente más popular de la historia moderna de Estados Unidos, muestra la poca importancia que la cooperación internacional tiene para el ciudadano estadounidense medio. También hay que destacar que durante el gobierno de Reagan, tres acontecimientos importantes y simultáneos dieron una nueva forma a nuestro mundo: El primero fue la desregulación del sistema financiero encabezado por él en 1982, posteriormente reforzado por Bill Clinton (1993-2001), en 1999, que llevó a la supremacía de las finanzas y cuyos resultados se sienten en la actualidad. Recordemos que Reagan trató también de reducir los costos sociales. Las políticas de George W. Bush (2001-2009) y Trump tienen la marca de su gobierno. El segundo, fue la creación en 1989 de una visión económica basada en la supremacía del mercado como base de las sociedades y de las relaciones internacionales, el llamado Consejo de Washington. Creado por el Departamento del Tesoro estadounidense, el Banco Mundial y el FMI, el neoliberalismo se introdujo como la doctrina económica indiscutida. El tercer acontecimiento significativo fue la caída del Muro de Berlín, en 1989, y el final de la amenaza del bloque soviético. Entonces, el término de “globalización” comenzó su marcha exitosa, y Estados Unidos sería, una vez más, el centro de la gobernanza. Como dijo Reagan en Cancún, Washington basará sus relaciones en el comercio, no en la asistencia. Su superioridad económica, junto con el control que ejerce sobre las instituciones multilaterales de crédito, lo pondrían una vez más en el centro del mundo, cuando la amenaza soviética había desaparecido. Henry Kissinger lo dijo con claridad: Globalización es el nuevo término para la hegemonía estadounidense. La segunda etapa tras la Segunda Guerra Mundial se extendió de 1982 hasta la crisis financiera y económica mundial de 2008, cuando la quiebra de bancos estadounidenses, que se propagó por Europa, obligó al sistema a dudar de que el Consenso de Washington fuera una teoría indiscutida. Las dudas surgieron también a instancias de la creciente movilización de la sociedad civil, el Foro Social Mundial, por ejemplo, se creó en 1981, así como de muchos economistas que hasta entonces habían permanecido básicamente callados. Los especialistas insistieron en que la macroeconomía, el instrumento preferido de la globalización, solo tomaba en cuenta los grandes números. En cambio, con la microeconomía, se vería la gran desigualdad en la distribución de la riqueza, a no confundir con desarrollo, y que la deslocalización de las empresas y otras medidas que ignoraban el impacto social de la globalización estaban teniendo terribles consecuencias. Los desastres creados por tres décadas de codicia como principal valor de la nueva economía, saltaron a la vista cuando los datos mostraron una concentración de la riqueza sin precedentes y en unas pocas manos, con muchas víctimas, en especial entre los jóvenes. Todo eso vino acompañado de dos enormes amenazas: la explosión del terrorismo islámico, generalmente reconocido como resultado de la invasión a Iraq, en 2003, y las migraciones masivas, que siguieron a ese episodio, pero en especial a las intervenciones en Siria y Libia, a partir de 2011. Estados Unidos y la Unión Europa son las únicas responsables de esas migraciones. Así pasamos de la codicia al miedo: dos motores de cambios históricos, según muchos investigadores. Finalmente, llegamos a Trump. Gracias a este recorrido histórico, podemos comprender fácilmente que su llegada a la Presidencia es simplemente el resultado de la actual realidad de su país. La globalización, originalmente un instrumento de la supremacía de Estados Unidos, significó que cualquiera pudiera usar el mercado para competir. Así lo hizo China, el ejemplo más claro, pero también emergieron muchos mercados nuevos, desde América Latina hasta Asia. Y Europa y Estados Unidos están plagados de víctimas de la globalización, a la que perciben como un fenómeno encabezado por la élite, además de considerar que cualquier acuerdo o institución internacional no se interesa por su destino. No nos olvidemos que con la caída del Muro de Berlín, llegó el fin de las ideologías. La vida política se tornó solo en una competencia administrativa, sin visión ni valores. La corrupción aumentó, la ciudadanía dejó de participar, los partidos se volvieron autoreferenciales, los dirigentes políticos se convirtieron en una casta profesional, las finanzas mundiales y la élite se aislaron en paraísos fiscales y los jóvenes, que no encontraban empleos o estos eran precarios, fueron testigos de que en pocos años se destinaron cuatro billones de dólares a salvar al sistema bancario de su propia mala gestión. En ese contexto y desde 1989, surgieron partidos populistas, xenófobos y nacionalistas en todos los países y comenzaron a atraer el resentimiento de los excluidos. La propuesta, en general, fue la de recuperar el ayer, los buenos tiempos y prometer un mejor ayer, en contra de toda ley histórica. Además, en contra de la opinión de los especialistas, llegó Brexit, y después Trump. Con él, vemos la conclusión de 70 años de Pax Americana y volvemos a una época de nacionalismo y aislamiento de Estados Unidos. A los votantes de Trump les llevará un tiempo darse cuenta de que sus acciones no responden a sus promesas, y de que las medidas que él toma a favor de la élite económica y financiera, no son de su interés. La cuestión real es si su ideólogo, quien logró que lo eligieran, Stephan Bannon, tendrá tiempo de destruir el mundo que encontraron, si el mundo tendrá tiempo de crear un orden mundial sin Estados Unidos en el centro, y ver cuántos de los valores que construyeron la democracia moderna sobreviven y son la base de la gobernanza global. No se puede construir un nuevo orden mundial sin valores comunes, solo con xenofobia y nacionalismo. Bannon organiza una nueva alianza internacional de populistas, xenófobos y nacionalistas, con Washington en el centro y con el británico Nigel Farage, los italianos Matteo Salvini y Beppe Grillo, la francesa Marine Le Pen, el holandés Geert Wilders, y otros en Hungría y Polonia, entre otros países, al tiempo que el ruso Vladímir Putin y el turco Recep Tayyip Erdogan contemplando con simpatía el fin de las democracias liberales. Este año sabremos, tras las elecciones holandesas, francesas y alemanas, cómo le va a la alianza. Y si el gobierno de Trump, más allá de su agenda nacional, logra crear un nuevo orden internacional basado en una democracia no liberal, entre muchas otras consideraciones, tendremos que empezar a preocuparnos porque querrá decir que la guerra no estará muy lejos.

(MB) Nosotros y lo que está en juego con Trump


Portada :: EE.UU. Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf 23-02-2017 Nosotros y lo que está en juego con Trump Paul Craigh Roberts Zero Hedge El asedio mediático al que está sometido Donald Trump, tiene muchos puntos en común con los métodos que se utilizaron en la "guerra contra el terror" de Bush Junior. El uso sistemático de la mentira por parte de la CIA, la NSA y el FBI, transformó a esta agencias en una verdadera policía secreta. La presidencia de Trump se ve ahora amenazada por oponerse al programa que alimentó por décadas (con un gigantesco presupuesto) a estas agencias de inteligencia y a las políticas “neo-con” de hegemonía mundial en materia militar y de “seguridad nacional”. En la práctica, tanto la CIA como la NSA están actuando como policía interna al esparcir falsas informaciones acerca de las "conexiones" de Trump con Rusia. El plan es sencillo, utilizar los medios de comunicación para obligar a Trump a dejar su cargo porque sus “conexiones” serían una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. Actuar abiertamente contra un presidente recién elegido es un sorprendente acto de audacia que implica una enorme confianza o, una gran desesperación de las agencias de inteligencia. En la actualidad la CIA está cooperando abiertamente con la CNN en el “tratamiento periodístico” de especulaciones irresponsables y sin fundamentos. La cadena de televisión sostiene -como si es fuera un hecho fundado- que Trump está bajo la influencia de Rusia. Su única prueba es un "informe" producido por la CIA para el New York Times hace un par de semanas. http://www.informationclearinghouse.info/46476.htm Es evidente que la CNN y la CIA consideran al pueblo estadounidense ingenuo y totalmente estúpido. La siguiente es parte de una entrevista a Glenn Greenwald, periodista y abogado constitucionalista que publico en The Guardian las revelaciones Edward Snowden. La entrevista fue realizada por Amy Goodman para el Canal de Televisión de “Democracy Now”. Habla Glenn Greenwald : " Aunque no hay una definición precisa del “Deep State” (el estado profundo) esta noción esta referida a corporaciones de inteligencia con poder permanente en Washington. Mientras los presidentes elegidos van y vienen los agentes de inteligencia se mantienen en el tiempo y disfrutan del mando real. Ejercen su poder en secreto, en la oscuridad, y no están sujetos a ninguna responsabilidad democrática, La CIA, la NSA, y otros cuerpos de inteligencia, fueron concebidos fundamentalmente para propagar mentiras, propaganda y desinformación. Pero, sus actividades no se limitan a la manipulación, también tienen un largo historial de atrocidades, torturas, escuadrones de la muerte y crímenes de guerra. Gente como el neoconservador Bill Kristol y, también un montón de demócratas están empujando a las agencias del “Deep State” para que actúen como oposición y contra-poder a las autoridades políticas a las que deberían estar subordinadas. Durante la campaña electoral, los principales miembros de la comunidad de inteligencia, incluyendo a Mike Morell, jefe de la CIA del presidente Obama, y ​​Michael Hayden, mandamás de la NSA y de la CIA con George W. Bush, se declararon abiertamente partidarios de Hillary Clinton. De hecho, Michael Morell se instaló en el equipo de dirección del New York Times, y Michael Hayden ocupo el mismo lugar en el Washington Post. El objetivo de ambos agentes era respaldar a Hillary Clinton y culpar a Donald Trump “ porque había sido reclutado por Rusia”. La CIA y la comunidad de inteligencia apoyaron con vehemencia a Hillary Clinton y se opusieron vehementemente a Trump. ¿La razón? Estaban comprometidos con la política exterior de Hillary Clinton y se oponen sin descanso a la política de Donald Trump. Durante los últimos cinco años una de las principales prioridades de la CIA ha sido la guerra en Siria. Para lograr la defenestración del régimen de Assad, Hillary Clinton fue muy crítica con Obama porque no le permitió agravar el conflicto. Clinton quería imponer una zona de exclusión aérea en Siria y enfrentar a los rusos. Donald Trump asumió exactamente el punto de vista opuesto. Sostuvo, en campaña, que a “los Estados Unidos no le debe importar quien gobierna en Siria” ; incluso debe colaborar con los rusos para terminar con el ISIS y al-Qaeda. Por tanto, la política exterior de Trump, estaba en la antítesis de lo que pretendía la CIA. La CIA apoyo incondicionalmente a Hillary Clinton porque ella quería exactamente lo que la CIA demandaba. En la campaña electoral las agencias de inteligencia trataron de socavar a Trump por todos los medios. Una vez que ganó, pretenden destruir su credibilidad con trascendidos sin fundamento real . Además, al retener información de inteligencia (con el argumento que el Presidente no es una persona de “confianza”) están actuando de manera sediciosa. En los hechos las agencias de inteligencia se arrogan la capacidad para imponer su propia política. Ahora, que quede claro. yo creo que la presidencia Trump es extremadamente peligrosa. Usted ,en su noticiero, acaba de ofrecer muchos argumentos validos. Trump y sus políticas devastarán el medio ambiente. Eliminarán las redes de seguridad pública . Beneficiarán a los multimillonarios. Han puesto en marcha políticas intolerantes contra inmigrantes y musulmanes . Es muy importante resistir estas políticas. Y, hay un montón de maneras de resistir. Es obligatorio contenerlos mediante el activismo ciudadano. Pero también es muy importante que el Partido Demócrata se haga una sería auto-crítica . Debe preguntarse, que puede hacer para ser una fuerza política significativa después de haberse derrumbado en todas partes”. Sin embargo, el Partido Demócrata está muy lejos de una autocritica . No está haciendo nada para promover la resistencia popular. Lo que está haciendo es apoyar lo peor de Trump junto con empujar al “Deep State” y la CIA ( con todas sus historias de atrocidades) a participar en un golpe blando contra el presidente electo. Esa política es extremadamente peligrosa. Si usted cree (al igual que yo ) que la CIA y el “Deep State”, por una parte, y la presidencia Trump, por la otra, son extremadamente peligrosos, estoy de acuerdo pero hay una gran diferencia entre estas opciones;. Trump fue elegido democráticamente y está sujeto a controles democráticos, como lo han demostrado los tribunales y como lo están demostrando los ciudadanos movilizados. La CIA y sus agentes nunca han sido elegidos ni podrán ser elegidos por la gente. Y por tanto no están sujetos a ningún control democrático. Así que instar a la CIA y la comunidad de inteligencia para que quebranten los poderes electos es un locura total. Es una receta para la destrucción de la democracia, bajo el pretexto de salvarla. Sin embargo, es lo que están haciendo los neoconservadores y sus aliados liberales del Partido Demócrata. Es lo que están reclamando. Su estrategia es increíblemente torcida y peligrosa. " Http://www.informationclearinghouse.info/46476.htm Los Estados Unidos se encuentran en una extraña situación ; los llamados liberales progresistas están asociados con el “Deep State”. Los liberales progresistas presionan para destituir a un presidente que no ha cometido ningún delito censurable. Por su parte los neoconservadores se han manifestado claramente por un golpe de estado contra la democracia. Por eso los grandes medios de comunicación mantienen un bombardeo diario de mentiras, insinuaciones y desinformación. Mientras tanto la opinión pública despreocupada se “chupa el dedo” . ¿Qué puede hacer Trump? Debe limpiar las agencias de inteligencia y terminar las licencias concedidas a la CIA, por Bush y Obama, para llevar a cabo actividades inconstitucionales. Además, puede utilizar las leyes que prohíben los monopolios en los medios de comunicación que Clinton permitió conformar. Si Bush y Obama utilizaron la detención indefinida a ciudadanos estadounidenses sin el debido proceso y si Obama ordenó asesinar con drones, lo menos que puede hacer Trump es utilizar las leyes de defensa de la competencia para poner fin a los grandes conglomerados de medios que hablan, en su contra, con una sola voz,. Trump no tiene más alternativa que luchar. Debe acabar con el trabajo de policía secreta que están practicando las agencias de inteligencia y debe terminar con los grandes conglomerados de medios que han orquestado una campaña permanente de desinformación . Descartar a Flynn fue un grave error. Trump debería haber mantenido a Flynn y debería haber actuado contra las "fugas información”. La NSA sabe quienes son los responsables de esas filtraciones. Trump debe llevar a cabo una limpieza en la corrupta gestión de la NSA y colocar a funcionarios que identifiquen los puntos de fuga. Con esa información debería procesar a los “filtradores” con todo el rigor de la ley. Ningún presidente puede sobrevivir a organismos de inteligencia que ejercen de policía secreta y que están decididos a destruir su gobierno. Si los asesores de Trump no saben esto, Trump necesita desesperadamente nuevos asesores”. Traducción, Emilio Pizocaro

miércoles, 22 de febrero de 2017

Jalife, Yizbeleni, Villasana, O'Farril; Previsiones Trump y el Nuevo Ord...

“La austeridad es una condición estructural del euro”


“La austeridad es una condición estructural del euro” Andrés Villena CTXT El acto fundacional de la Red Modern Monetary Theory (MMT), celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el pasado 25 de enero, ofreció la oportunidad de conocer a algunos de los mayores exponentes de esta forma innovadora de estudiar los sistemas de moneda fiduciaria y, al mismo tiempo, presentó a algunos líderes políticos internacionales que podrían ser los primeros en introducir las nociones de soberanía monetaria y trabajo garantizado en los debates políticos y parlamentarios dentro de los países de la zona euro. Un ejemplo de estos nuevos dirigentes es Alfredo D’Attorre (Melfi, Italia, 1973), representante del partido Sinistra Italiana. D’Attorre, doctor en Filosofía, rompió con la disciplina del Partido Democrático de Matteo Renzi que, presionado por la troika, accedió a la puesta en marcha de políticas económicas de austeridad, algo común en el sur de la eurozona. D’Attorre representa una línea de pensamiento europeísta que subraya la contradicción en la que incurre el euro: seguir en él supone empobrecer a los ciudadanos y cebar a la más extrema de las derechas; salir del euro representa una esperanza con una serie de riesgos que se minimizarían con una coordinación entre distintos países. Sinistra Italiana es una fuerza emergente que en pocas semanas celebrará su primer Congreso. ¿Cuál es su origen político? Es la confluencia de una serie de fuerzas políticas y parlamentarias, algunas procedentes del Partido Democrático, después del giro derechista de Matteo Renzi, y con alguna incorporación de otras formaciones como la parlamentaria Izquierda, Ecología, Libertad o una parte de Refundación Comunista. Sin embargo no puede entenderse como un mero agregado de formaciones: la única manera de ser decisivos es atraer el voto de una buena parte de los italianos, especialmente de los más jóvenes, los más propensos a la abstención. Ustedes se rebelan contra las políticas de austeridad aplicadas por Renzi en el gobierno. Especialmente contra una reforma laboral no incluida en el programa electoral del partido e impuesta desde Europa. La denominada Jobs Act representa la sumisión del gobierno democrático a la troika y, al mismo tiempo, la vacuidad de la retórica antiausteridad de nuestro actual primer ministro [Paolo Gentiloni]. Como cuando se les impuso Mario Monti como gestor, las decisiones más importantes para la ciudadanía no tienen un origen electoral… Totalmente. Además, apenas hay diferencias entre la política deflacionaria del Gobierno Monti y la de Renzi; este último, como mucho, ha obtenido una mínima flexibilidad presupuestaria, unos decimales, a cambio de acceder a realizar reformas estructurales en áreas clave del Estado, como la reforma laboral, una reforma educativa... Para colmo, la mínima flexibilidad obtenida de la troika no se empleó precisamente para planes de inversión estratégicos, sino en gasto con una finalidad electoralista. ¿Si continúan las políticas de austeridad, hay un futuro para Italia en la eurozona? Es una locura. Esta denominada austeridad expansiva ha servido para meter a Italia en la peor crisis que se ha conocido: hemos perdido nueve puntos porcentuales de PIB; el desempleo está, todavía, en el 12%; y hemos perdido una cuarta parte de nuestra producción industrial. El efecto de la aplicación de estas políticas de austeridad dentro de la eurozona es insostenible para la sociedad italiana: es preciso poner en el centro de la agenda los intereses de la población y del trabajo en un proceso constituyente y democrático. Cuando Syriza ganó las elecciones, retaron a la troika y perdieron. Pero Grecia es una economía pequeña. Italia, por el contrario, es la tercera economía de la eurozona… Somos una economía bastante fuerte, aun con el daño sufrido por la austeridad. La segunda potencia manufacturera de Europa y la tercera economía del euro. Además, contamos con un superávit por cuenta corriente y con un superávit primario. De hecho, si los gobiernos de Francia e Italia se pusieran de acuerdo a la hora de presionar a favor de los intereses de la mayoría de sus ciudadanos, en coherencia con la naturaleza democrática de sus respectivas constituciones, el escenario cambiaría. Y, naturalmente, España podría sumarse a este acuerdo si Podemos ganase más apoyos electorales. ¿Cuál es el escenario más probable que barajan? Negociación en igualdad de condiciones, salida del euro… Mi posición es que no es posible una reforma de los Tratados europeos… Bajo las actuales circunstancias esto es una utopía. Por supuesto, una salida unilateral del euro por parte de un solo país contiene algunos riesgos. Lo que propongo es una estrategia conjunta en Europa de “resistencia constitucional”, que anteponga los intereses de la ciudadanía. Entonces, Alemania tendría que responder. Lo que no debemos aceptar bajo ningún concepto es más desempleo y la destrucción de nuestro Estado del bienestar en beneficio de un euro supuestamente intocable. La austeridad no es fruto casual, ni de las circunstancias: la austeridad es la otra cara del euro tal y cómo este ha sido construido. ¿Euro y neoliberalismo son inseparables? Por supuesto. Y me parece poco realista esa izquierda que pretende ejercer una posición de “sí al euro, pero no a la austeridad”. Porque en el marco actual del euro no se pueden aplicar políticas de gasto expansivo, la austeridad es una condición estructural del euro. ¿En qué se resume la alternativa política que representa Sinistra Italiana? En un verdadero gobierno del cambio, no solo con respecto al legado de Renzi, sino con respecto a las posiciones previas del centro izquierda italiano que, a todas luces, ha jugado a ser el partido del euro, el de la flexibilidad del trabajo, etc. Lo que tenemos que introducir es un nuevo modelo –basado en nuestra Constitución–, que persiga el pleno empleo y no el control de la inflación per se. La prioridad para nosotros es la dignidad del trabajo, frente a la total libertad de movimiento de los capitales, las mercancías, etc. Entiendo que quieran proteger el factor trabajo, pero todo esto último suena a proteccionismo Si defender el trabajo es ser proteccionista, entonces somos proteccionistas. E iremos más lejos: hay que superar el dogma de la supuesta independencia de la banca central: el Estado debe recuperar el control de la moneda y de la política monetaria. El derecho al trabajo no es una competencia del mercado, sino del Estado. Necesitamos una economía mixta en la que la presencia del sector público sea equiparable a la de las mejores épocas de la historia reciente de Italia. A propósito de la supuesta independencia de los bancos centrales, en nuestro caso, del Banco Central Europeo, diversos diarios han informado del lanzamiento de una investigación sobre la pertenencia de Mario Draghi a un think tank, el Grupo de los 30, formado por exbanqueros centrales, ejecutivos de la banca privada de inversión, etc. Algunos de ellos pertenecen también a la Comisión Trilateral, como Jean-Claude Trichet ¿Qué es lo importante de esto? Pues que el dogma de la independencia de los bancos centrales se ha traducido en la total sumisión de la política democrática a los grandes bancos. No hay independencia alguna: son ahora los gobiernos democráticos los que dependen del Banco Central. Por ello necesitamos recuperar los bancos centrales y ponerlos bajo control democrático. ¿Cómo se puede conseguir hoy el pleno empleo? Mediante una intervención estatal directa consistente en planes de trabajo garantizado en los que colaboren las distintas administraciones públicas del país. Trabajo garantizado frente a Renta Básica Universal, ¿por qué se queda con el trabajo garantizado? Creo que el objetivo principal debe ser el trabajo. Una renta básica para todo el mundo, incluyendo a los hijos de los millonarios, no funcionaría de ninguna forma. Una renta mínima puede colaborar de diversas formas a la finalidad del pleno empleo complementándolo, pero una izquierda que compre la idea del “fin del trabajo” es una izquierda que automáticamente dejará de existir. La idea del trabajo garantizado es la columna vertebral de las políticas de pleno empleo propuestas por los teóricos de la Modern Monetary Theory... Sí y, de hecho, hemos mantenido contactos con economistas de la corriente MMT, entre ellos, Warren Mosler. Este paradigma es fundamental para nuestro proyecto. ¿Han entablado relaciones con otros partidos críticos como Unidos Podemos en España? Sí, por supuesto, pero debemos hacer mucho más. La peculiaridad del internacionalismo que ahora es necesario debe hacer compatible un claro esfuerzo de reforma en el ámbito nacional con la colaboración internacional. La izquierda debe abandonar ese globalismo acrítico que ha exhibido en los últimos años, lo que no debe ser un obstáculo para las alianzas internacionales. ¿Qué buscaba Renzi con el referéndum? El referéndum tenía muchos sentidos. En primer lugar, abría el camino a una reforma estructural absolutamente caótica. En segundo lugar, había una reforma electoral, con el objeto de introducir un sistema presidencialista, no de manera explícita pero sí sustancialmente. Pero, además, había una dimensión europea que perseguía añadir aún más poder decisorio a las instituciones supranacionales. Por esto último interpretamos que el “no” al referéndum ha sido, en parte, una negativa a esta configuración comunitaria que ha demostrado ser tan perjudicial para la mayoría de los ciudadanos. ¿El Movimiento 5 Estrellas podría ser un buen compañero de viaje para la consecución de la soberanía monetaria y del pleno empleo? Hay mucha confusión y contradicciones en el Movimiento 5 Estrellas. De hecho, nace con un impulso liberal y antiestatista. Prácticamente lo contrario a nosotros. Y muestran contradicciones, porque renuncian al euro pero no presentan una alternativa que enraíce con los principios constitucionales y con una economía mixta. Algo parecido a lo que le sucede a la Liga Norte: por una parte, hablan de salir del euro pero, por otra, quieren impulsar reformas tributarias de lo más neoliberales. Las conexiones y las alianzas son difíciles en este momento.

‘EEUU intenta evacuar a cabecillas de EIIL cercados en Tal Afar’

‘EEUU intenta evacuar a cabecillas de EIIL cercados en Tal Afar’: Un comandante de las fuerzas populares iraquíes informa de que EE.UU. trata de evacuar en secreto a los cabecillas de EIIL de la ciudad de Tal Afar.

Imágenes: EEUU apoya a Daesh en Irak con materiales y el personal

Imágenes: EEUU apoya a Daesh en Irak con materiales y el personal: Seis personas y varios cargamentos fueron lanzados de un avión estadounidense en Tal Afar, noroeste de Irak, ocupada por el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).

martes, 21 de febrero de 2017

Analistas políticos abordan la Conferencia de Intifada Palestina

Analistas políticos abordan la Conferencia de Intifada Palestina: Las declaraciones del Líder iraní se produjeron en la VI Conferencia Internacional en Apoyo a la Intifada Palestina, celebrada en Teherán.

domingo, 19 de febrero de 2017

¿Por qué no cae ningún capo gringo del narcotráfico?


¿Por qué no cae ningún capo gringo del narcotráfico? Fuente Texto y Foto: https://chema706.wordpress.com/2016/02/14/por-que-no-cae-ningun-capo-gringo-del-narcotrafico/ 14 FEBRERO, 2016 ~ XOANMDELRIO Lo llamaron “Plan Colombia” y se inscribía en la estela de la “guerra contra las drogas” declarada por el mentiroso presidente Nixon hace 40 años. Lo suscribieron su sucesor Bill Clinton y uno de los peores presidentes que haya sufrido Colombia, Andrés Pastrana. La pasada semana se celebró en Washington el 15 aniversario del “Plan”. Con reunión masiva en el ala este de la Casa Blanca y una superfiesta en la embajada colombiana, que inauguraba local. Allí se anunció una secuela que se llamará “Paz Colombia”, si el Senado le aprueba a Obama unos cientos de miles de dólares que añadir a los teóricos 10.000 millones ya gastados. En principio, el objetivo central del Plan era combatir el narcotráfico, acabar con la producción y consumo de drogas, especialmente de la cocaína. Pero pronto, en la estela de una guerra fría que seguía vigente en América Latina, se orientó fundamentalmente a la lucha contra la subversión, representada especialmente por las FARC, que entonces contaban con 25.000 miembros y podían poner en jaque al Estado en numerosas zonas del territorio colombiano. Helicópteros, pertrechos, asesores, para acabar con la “guerrilla comunista”, fueron el centro del convenio. Más adelante, a través de operaciones encubiertas con la CIA y la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) tristemente célebre por las revelaciones del perseguido Edward Snowden sobre sus actividades de interceptación y espionaje ilegal en todo el mundo, se vendió al Gobierno de Uribe tecnología sofisticada, especialmente las denominadas “bombas inteligentes” que contribuyeron a abatir jefes guerrilleros como el mando militar Jojoy, Alfonso Cano o Raúl Reyes, este último en territorio ecuatoriano mediante el apoyo logístico de la base militar estadounidense de Manta, hoy clausurada por el presidente Correa. A pesar de los duros golpes infligidos a la guerrilla, “daños colaterales” incluidos, el Plan Colombia no consiguió terminar con las FARC, que han seguido ocupando territorio con más de 10.000 efectivos y manteniendo en jaque a las fuerzas militares. Por eso el actual presidente, Juan Manuel Santos, aun cuando fue ministro de Defensa con el guerrerista Uribe, decidió nada más iniciar su mandato entablar unas conversaciones de paz que se han desarrollado en los últimos años en La Habana, que ya han conseguido la tregua en las acciones de la guerrilla y permitirán alcanzar la paz negociada en los próximos meses. Lo que no consiguieron el Plan Colombia ni el Ejército en medio siglo, lo han logrado civiles y jefes guerrilleros sentados en una mesa desarmada en la capital cubana. Junto al énfasis guerrero, la vertiente “antidrogas” del Plan Colombia ha desplegado su acción en los últimos 15 años, principalmente centrada en la fumigación aérea de los cultivos. Así como en el aspecto militar del acuerdo el dinero “donado” debía emplearse en la compra de todo lo empleado – “incluidas las botas de los soldados”, según me informaba un alto cargo del Gobierno Uribe–, en este caso, las beneficiarias de la fumigación eran, además de los aviones alquilados, las multinacionales químicas Monsanto y Dow Chemical, que se deshacían en Colombia a precio de oro de venenos cuya aspersión ya está prohibida en el mundo civilizado por la presión ecologista e incluso de los organismos de Naciones Unidas. Cuatro millones de hectáreas han sido fumigadas en territorio colombiano durante el Plan Colombia, obligando al traslado de cultivos sin eliminarlos, antes bien aumentando el área sembrada de coca y, según el gran periodista Antonio Caballero (antiguo columnista de Público), “arrojando a los campesinos cocaleros en brazos de las guerrillas que los defienden y a las que pagan protección”. Junto al Plan, los agentes de la poderosa agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) han operado en Colombia a sus anchas como una dependencia clave de la Embajada en Bogotá. Con sus investigaciones han logrado centenares de detenciones seguidas de extradición, para que cuenten lo que saben y enriquezcan el patrimonio informativo y la capacidad de presión de la agencia a todos los niveles, incluyendo centros de poder económico y político. Más de mil extraditados desde Colombia. Célebres narcos como Pablo Escobar abatidos o grandes narcos, como los jefes del cártel de Cali, conducidos a cárceles estadounidenses. En estos días, el Chapo Guzmán, tras su enésima fuga, trincado en medio de la horterada que persigue a este tipo de personajes y reclamado de inmediato por la potencia del Norte… Pero la pregunta que servía de titular a este comentario sigue en el aire. Las toneladas de cocaína y heroína llegan puntualmente a Estados Unidos desde Colombia, México, Panamá o Perú para su distribución en su inmenso territorio mediante redes bien organizadas, hasta llegar, con pureza variable, al ejecutivo de Wall Street o al negro lumpen del Bronx…¿Quién las recibe? ¿Qué fantasmas invisibles se hacen cargo de las avionetas, los submarinos o las mulas viajeras que arriban a los aeropuertos con su carga de coca? ¿Por qué se habla de “chapos”, “escobares”, “orejuelas”, y jamás de un capo estadounidense? ¿Por qué nadie investiga cómo se manejan las inmensas cantidades de dólares que sin duda manejan los bancos lavadores del destino final de la droga, infinitamente superior en valor al de la compra de la hoja al perseguido campesino cocalero? Hace tiempo, García Márquez le preguntó reservadamente a Clinton sobre todo esto. Más o menos le contestó que la respuesta era un grave problema de Estado y que se sabría, al modo de los misterios de Fátima, dentro de varias décadas. Mientras tanto, los mayores consumidores y agentes del negocio de la droga son de la misma potencia que aparece como perseguidora implacable del narcotráfico. Como decía el paisano citado por Carlos Fuentes refiriéndose a los gringos: “Ellos ponen sus narices, nosotros los muertitos”. 12 febrero 2016 Antonio Albiñana Fuente: Público.

Rusia revela la razón por la que EE.UU. creó el sistema de defensa antimisiles


sábado, 18 de febrero de 2017

‘Trump no terminará su mandato y enfrentará un impeachment’

Trump, la CIA y Medio Oriente: La mano invisible de la guerra


OPINIÓN PROGRAMAS DOCUMENTALES REPORTEROS CINE PERSA SERIES FOTOS TV EN DIRECTO SEA REPORTERO DISTRIBUCIÓN PROGRAMACIÓN SÍGANOS EN https://www.facebook.com/Hispantv https://www.youtube.com/user/hispantv https://plus.google.com/+hispantv https://twitter.com/Hispantv Instagram como: hispantv.canal WhatsApp y Viber: +98 921 79 29 404 OPINIÓN Trump, la CIA y Medio Oriente: La mano invisible de la guerra El nuevo jefe de la CIA, Mike Pompeo, elegido por Trump, entregó un premio al príncipe heredero saudí, Mohamad bin Nayef, en honor a su lucha antiterrorista y sus contribuciones a la paz mundial. La nueva cúpula de la CIA, presidida por Mike Pompeo, el flamante jefe mundial de espías y operaciones encubiertas elegido por el presidente Trump, hizo entrega de un premio al príncipe heredero saudí, Mohamad bin Nayef bin Abdulaziz Al Saud, en honor a su "lucha antiterrorista y sus contribuciones para asegurar la paz y la seguridad internacional". Demasiadas ironías en una sola oración. Inmediatamente después de este escandaloso acto condecorativo, numerosos analistas se aprestaron a juzgar el hecho como “una broma de mal gusto”, teniendo en cuenta no sólo la responsabilidad de la CIA en la creación y organización de las principales redes terroristas en todo el mundo, especialmente árabe, sino también el oscuro prontuario del reino saudí en el financiamiento y reclutamiento de los grupos extremistas activos en la región mediooriental. Pero el hecho en sí no sólo se trata de un acto de hipocresía de los que nos tienen acostumbrados los miembros de la alta política global; expresa además un elemento de continuidad en materia de política exterior que indica ciertos indicios de la relación entre el presidente Trump y su aún incierta estrategia hacia esta zona invadida, saqueada y destruida por las distintas caras de la intervención imperialista durante las últimas décadas. Antes de adentrarnos en especulaciones debemos pensar qué tan ciertas o posibles pueden ser las ideas del nuevo presidente norteamericano, respecto a las intenciones declaradas de acabar “realmente” con Daesh y Al-Qaeda y, por decantación, con la estrategia de la CIA de utilizar al terrorismo como arma de guerra “no convencional” contra gobiernos opuestos a los planes norteamericanos. Para analizar este tema debemos tener en cuenta algunos elementos. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos creó oficialmente la CIA como parte fundamental de una nueva estructura de dominación global. La llamada Guerra de cuarta generación fue introducida en la doctrina militar norteamericana muchas décadas antes, pero cobró impulso en esta época como un cambio cualitativo en la forma de ejercer el poder. Así, Estados Unidos reemplazó la vieja doctrina de lo que Eric Hobsbawn llamó el “imperialismo formal” (a través del cual las potencias coloniales dominaban y administraban de forma directa los pueblos subyugados militar y económicamente) por una doctrina más “informal” de dominación imperialista, que se desligó del problema de la administración colonial y la ocupación militar permanente, optando por utilizar mecanismos más indirectos, claro está, sin abandonar nunca la táctica de la intervención militar directa. Tal orientación implicó, en el plano militar, el desarrollo de técnicas no convencionales y el uso de lo que se conoce actualmente como “guerra en las sombras” o “guerra sucia” para ejercer el dominio sobre países cuyos gobiernos eran hostiles a sus designios o ejercían algún tipo de obstáculo para los intereses de los capitales transnacionales. La manipulación de los medios de comunicación, la organización de atentados y asesinatos políticos, la tortura sistemática, el reclutamiento de mercenarios, etc. fueron elementos empleados en el marco de esta estrategia. El terrorismo fue apropiado por la CIA como un método “anónimo” para producir el caos, la desestabilización o a la eliminación de actores políticos a escala internacional. Hacia el final de la Guerra Fría surgió la Doctrina Reagan que comenzó a considerarse válida contra gobiernos o grupos con respaldo soviético, y que, años después, fue revitalizada ante los atentados del 11-S por la Doctrina Bush, que implicó el desarrollo de tácticas usadas contra diferentes insurgencias, el radicalismo, el crimen transnacional y otras actividades que se empezaban a denominar genéricamente como terroristas. Desde este punto de vista, se introducía una concepción de guerra total basada en operaciones políticas y psicológicas enmarcadas en conflictos de baja intensidad. De esta manera, la estrategia militar utilizada en este tipo de conflictos se convertía en política. Transcurridos más de 15 años de los atentados de las torres gemelas y desde que la denominada “primavera árabe” llegó al mundo árabe, fuimos testigos del surgimiento y la multiplicación de numerosos grupos terroristas surgidos en el contexto de las desastrosas incursiones por parte de Estados Unidos, con la complicidad de las potencias de la OTAN, en Medio Oriente. Hay que recordar que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) nació al calor de la intervención militar norteamericana en Libia, que culminó con el asesinato de su entonces presidente Muamar Gadafi, en 2011. Previamente a este suceso, los más altos estrategas norteamericanos junto a sus “seguidores” de la OTAN se encargaron de armar una compleja red de grupos radicales de índole terrorista que sirvieron como punto de apoyo para desencadenar desestabilización en aquellos países donde los gobiernos no fueran lo suficientemente colaborativos con sus intereses. La CIA formó parte constitutiva de esta orientación funcionando como nexo entre los servicios de inteligencia de las principales potencias mundiales y los colaboradores regionales. Dicha agencia organizó la entrada en Libia de estos grupos desde Túnez y Egipto, durante los bombardeos que realizó el gobierno francés. Posteriormente, esos núcleos recibieron armamento a través de una red montada por la misma CIA cuando, después de haber ayudado al derrocamiento de Gadafi, pasaron a Siria en 2011 para derrocar a Al-Asad y seguidamente atacar Irak, en momentos en que el gobierno de Al Maliki se alejaba de Occidente y se acercaba a China y Rusia. En consecuencia, se fueron diseminando los grupos extremistas por territorios particularmente estratégicos para asentar sus centros de mando. El infierno de la guerra y la anarquía resultaron un buen escenario para reclutar y entrenar a cientos de terroristas. Cuando el presidente Obama puso en manos de la CIA la brillante idea de organizar a diversos grupos armados, la agencia “ya sabía que tenía un socio dispuesto a financiarla: Arabia Saudita”. Junto con Qatar, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, el reino wahabita “proporcionó armas y miles de millones de dólares, mientras que la inteligencia estadounidense dirigió el entrenamiento de los rebeldes”. Así lo documentó el New York Times en una investigación publicada el 23 de enero de 2016. Wikileaks hizo lo propio al sacar a la luz las conexiones entre la ex Secretaria de Estado y posterior candidata presidencial Hillary Clinton y el lobby saudí, para llevar adelante los mencionados planes. Pero antes, George Bush Junior había declarado que los atentados del 11-S “fueron perpetrados por Al-Qaeda”, lo cual justificaba la invasión de Afganistán y posteriormente de Irak, luego de la escandalosa mentira mundial posteriormente probada de que Sadam Hussein albergaba en su territorio armas de destrucción masiva y planeaba utilizarlas contra la población norteamericana. En 15 años, Estados Unidos había sacrificado a más de 10.000 vidas estadounidenses, mientras el saldo de ciudadanos medioorientales muertos fue de más de 2 millones, sin contabilizar el desplazamiento poblacional, la destrucción y la guerra inacabada en el continente. Durante todos esos años se ocultó el rol jugado por Arabia Saudí como cerebro de Al-Qaeda y, más concretamente, su relación con los terroristas que llevaron supuestamente a cabo los atentados del 11-S. Pero la estrecha colaboración entre los servicios secretos de Estados Unidos y Arabia Saudí ya tenía sus antecedentes. En Angola la CIA apoyó, con financiamiento saudita, a los rebeldes que operaban contra el gobierno de Luanda, aliado de la URSS; en Afganistán Estados Unidos organizó una red de grupos extremistas para luchar con los soviéticos, que Arabia Saudita financió a través de una cuenta de la CIA en un banco suizo; los saudíes financiaron la operación de la CIA para ayudar a los contras en Nicaragua con 32 millones de dólares a través de una cuenta en las Islas Caimán, sólo por nombrar algunos casos recopilados por Red Voltaire. Republicanos y demócratas han sabido aprovechar la especial relación con esta potencia del Golfo Pérsico que, a su vez, también ha recibido sus beneficios. Por ello nunca vimos que Estados Unidos condenara la violación de los derechos humanos o la ejecución de civiles entre las fronteras que protegen a esta monarquía. No obstante, este trabajo de colaboración desigual también se extiende a otras esferas. Arabia Saudí es principal exportador de crudo del mundo, de un gobierno que, por su poder es el único en el mundo árabe que puede contrarrestar el alcance regional de su archirrival Irán. De hecho, el Estado árabe constituyó una pieza clave para mantener los precios del petróleo bajos cuando estos comenzaron a desplomarse en el 2015. La petromonarquía se negó a recortar su cuota de producción, inclusive en su propio desmedro, para poder amortiguar la caída estrepitosa de la renta proporcionada por este recurso natural a partir de la disminución de la oferta. La medida fue tomada luego de una clara presión por parte de Estados Unidos, que sí logró sus cometidos al lograr desequilibrar rápidamente, en mayor o menor medida, los pilares de las economías de países que se resistían a sus órdenes como Venezuela, Rusia e Irán. En el ocaso de su mandato, Obama aprobó una operación de venta de armas a los saudíes por un valor de 154,9 millones de dólares, en el medio de la feroz agresión que dicha monarquía sigue perpetrando aún hoy contra el pueblo yemení. Ya en 2014, Arabia Saudí se había convertido en el mayor importador de armas del mundo con la compra de equipamiento militar, principalmente de EEUU, por un valor de 6,4 mil millones de dólares. Al parecer, y luego del acercamiento mencionado en el comienzo de este artículo, el nuevo presidente Donald Trump no ve razón alguna para estropear tan provechosas relaciones. Si bien su administración, ya desde la época preelectoral viene declarando la intención de dejar de apoyar y financiar a grupos extremistas, no parece que la relación con los principales patrocinadores del terrorismo internacional vaya a menguar. El objetivo principal de la utilización del terrorismo como arma se enmarca en la necesidad más general por parte de la principal potencia del mundo, de influir a través de actividades clandestinas en gobiernos extranjeros, organizaciones o personalidades, con el fin de lograr un escenario adecuado para la aplicación de su política exterior, sin tener que recurrir a la costosa (desde todo punto de vista) intervención militar clásica. Esta estrategia es constitutiva del aparato de dominación imperialista contemporáneo y, por ende, imprescindible para la conservación de la hegemonía en un mundo globalizado. Teniendo presente el momento histórico al cual asistimos y la complementariedad de estos actores, es que debemos analizar si efectivamente están dadas las condiciones para que el presidente Trump cambie de rumbo en la estrategia política exterior de Estados Unidos. ¿Dejará Trump en el pasado la táctica que promueve la utilización de actores indirectos como “contras” o “terroristas” en sus acciones internacionales, para pasar a desarrollar políticas de injerencia directa? ¿O combinará ambos métodos, como lo hizo el segundo presidente Bush? En el primer caso, el método resultaría por demás anacrónico y obsoleto, con casi ninguna esperanza de éxito para sus perpetradores; más bien nos hallaríamos ante el empleo de un recurso por extrema debilidad, que dejaría mucho más expuestos los mecanismos del poder imperialista. En el segundo, los resultados recientes no han sido nada exitosos para los paladines de la política imperialista y catastróficos para el resto de la humanidad. En definitiva, sólo cuando se acabe la incertidumbre que genera el hoy imprevisible rumbo que marca el nuevo jefe de la Casa Blanca y el imperialismo norteamericano pase a la acción, se podrán resolver las actuales incógnitas, lo que nos pondrá a los incómodos analistas en la obligación de pensar la entrada en una nueva y desconocida era de “guerras no convencionales”. Escrito por Alejandra Loucau

Sepa por qué el 'modelo de negocio' del Estado Islámico está al borde del colapso


Sepa por qué el 'modelo de negocio' del Estado Islámico está al borde del colapso Publicado: 18 feb 2017 22:57 GMT 35114 "No solo es una organización terrorista, sino que también posee territorios", según expresa el director de un centro que ha elaborado un nuevo informe acerca de los recursos que mantienen a flote a los terroristas. Sepa por qué el 'modelo de negocio' del Estado Islámico está al borde del colapsoKhalil AshawiReuters Síguenos en Facebook El 'modelo de negocio' del grupo terrorista Estado Islámico (EI) está fallando, mientras está sufriendo escasez en sus recursos financieros y perdiendo el control de territorio, informa AP. El EI es el grupo terrorista más rico del mundo, que explota recursos petroleros, obliga a civiles atrapados a pagar impuestos punitivos y recibe enormes sumas como rescate. Además, aprovecha las antigüedades saqueadas en sus avances en Siria e Irak en el 2014. Con su actividad terrorista en aquel entonces capturaron bancos, pozos petroleros y enormes arsenales. Sin embargo, un nuevo informe publicado por el Centro Internacional del Estudio de Radicalización y Violencia Política (ICSR, por sus siglas en inglés), con sede en el Reino Unido, ha revelado que las finanzas de los terroristas se han agotado sustancialmente desde la mitad del 2014. Según los datos destapados, el ingreso del EI pasó de unos 1.900 millones de dólares en el 2014 a unos 870 millones de dólares en el 2016. Exclusiva: RT obtiene documentos que explican cómo funciona la 'corporación' petrolera del EI Peter Neumann, director del ICSR, ha señalado que la explotación de vastos territorios ha sido beneficiosa para el EI, pero la burocracia involucra costes. "No solo es una organización terrorista, sino que también posee territorios", ha destacado Neumann, haciendo referencia a la idea de creación de un califato por los yihadistas. En particular, tienen que "reparar caminos, pagar a maestros, manejar los servicios de salud" y "gastar dinero en cosas en las que Al Qaeda nunca tenía que gastar". El analista ha comparado la estrategia financiera del EI con una "estafa piramidal" que requiere una expansión constante, lo que no se ve posible por la pérdida de territorios en Siria e Irak. El fracaso de los yihadistas en la ciudad iraquí de Mosul podría "dar un golpe letal" al grupo. "La propia marca del grupo sufrirá, así como la atracción de perpetrar ataques terroristas en nombre del Estado Islámico, dado que ya no transmite el mensaje de fuerza y utopía de antaño", ha concluido Neumann.

CNN ante la Revolución de la Comunicación Fernando Buen Abad Domínguez Rebelión "Vamos a la Revolución Comunicacional en Medios, Redes, Calles y Paredes” N.M. Edición 68 de “Contacto con Maduro” 20 de noviembre del añ o 2016. Mientras hay gobiernos neoliberales que suspenden, de manera inconsulta y unilateral, las “Leyes de Medios” más avanzadas; mientras hay gobiernos derechistas que alientan la “auto-regulación” de los monopolios mediados. Mientras el proceso de concentración mediática protagoniza sus luchas inter-burguesas atropellando con monopolios la libertad de expresión de los pueblos… ocurren en las bases de los pueblos fenómenos de trascendencia, cuantitativa y cualitativa, de primer orden. Acudimos a un momento realmente apasionante de la lucha de clases expresada, también, en los medios de comunicación. Hoy la situación nueva es esta: Nicolás Maduro llama a una Revolución de la Comunicación. Décadas -de la lucha reciente- han dejado sobre la mesa de la Historia Latinoamericana una experiencia magnífica -y renovada- a propósito de la soberanía de los pueblos en materia de “medios de comunicación de masas”. Se trata de una experiencia que no puede omitir el debate sobre la propiedad privada de las herramientas para la producción. (Cámaras, micrófonos, televisoras, imprentas, teléfonos…) tampoco se elude el uso de los mass media como armas de guerra ideológica contra los pueblos. Pero la parte más difícil, la más huidiza acaso, radica en la conquista de la unidad de los medios y los modos para comunicarnos, para hacer visibles las luchas emancipadoras, impulsadas por el espíritu revolucionario que recorre al mundo con brújula al Socialismo… debate y lucha simplemente extraordinarios. En su madurez actual, tal convocatoria no tolera ya la idea de que alguien, de un modo u otro, se beneficie individualmente con los recursos y riquezas que son de todos, incluyendo el espacio aéreo, los satélites y la red radio-eléctrica, que son recursos tan vitales como el agua, como la tierra, como las minas… En su estado actual la convocatoria es el clamor colectivo más avanzado que se opone a la dilapidación, al dispendio, a la irresponsabilidad y a la agresión permanente que algunos usufructuarios del espacio radioeléctrico perpetran diariamente. Una convocatoria definitoria. De nada le sirve la “soberanía” por la soberanía misma sin un programa Socialista para la transformación comunicacional nacido desde las bases organizadas de los trabajadores, obreros y campesinos… En su estado actual la convocatoria a una Revolución de la Comunicación rechaza todo quietismo sobre las ideas y todo autoritarismo de las formas. La convocatoria a una Revolución de la Comunicación desde sus raíces más hondas es magnífica pero insuficiente sin un programa político de acción directa hacia la Comunicación Revolucionaria para modificar radicalmente el paisaje de barbarie y miseria actual, es decir programa para ganar las herramientas de producción comunicativa bajo control de los trabajadores y las comunidades. De nada sirve, la convocatoria a una Revolución de la Comunicación sin un plan, (ideas, acuerdos, metodología… praxis) impulsado, por ejemplo, desde el “empoderamiento” del pueblo. Poder económico, poder de ideas, poder creativo… poder Socialista. Desde 1910, con el estallido de la Revolución Mexicana, apareció en Latinoamérica el proceso de “producción de sentido” revolucionario que marcó, también, la historia toda del siglo XX. Una tras otra, las luchas revolucionarias del continente probaron ser (además del “motor de la historia”) el motor de la producción de sentido que expresa claramente la lucha de clases con símbolos, también. Es el caso de las imágenes de Emiliano Zapata, Francisco Villa, las “adelitas”… la música, la literatura, la fotografía, el cine… la propaganda, la prensa revolucionaria y, en general, los procesos revolucionarios que maduraron al calor de la lucha de clases y al calor de las fuerzas emancipadoras de cada frente y de cada proceso histórico. La Revolución semiótica permanente. Es ese el aporte semiótico revolucionario de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Chile, Argentina, Brasil… que cambiaron el modo de entender el mundo y de expresarlo. Es el aporte semántico que encontró diversidad de significantes con raíz popular incuestionable. Es el “signo” que orienta la certeza social de que otro mundo es posible y que esa posibilidad no es una entelequia sino una realidad que tiene tiempo, lugar y signos concretos. Es el aporte de las luchas revolucionarias que el aparato monopólico dominante ha invisibilizado y ha deformado ante los ojos de los propios pueblos que, además, padecen el desfalco semiótico de su Historia reciente bajo la metralla de las armas de guerra ideológica del capitalismo. Nicolás Maduro llama a una Revolución de la Comunicación. ¿Por qué no? Latinoamericana… mundial, universal. No podemos desestimarlo, es preciso integrarse con delegados de base, con delegados de los movimientos sociales que en todo el mundo construyen comunicación no alienante, comunicación para la libertad. Organicemos una fuerza que se sume de inmediato desde el este de Los Ángeles hasta la Patagonia; que convoque a los cientos de miles de comunicadores, radios, televisoras, periódicos, sitios Web… trabajadores de la comunicación de base que, de un modo u otro, desde sus organizaciones, acepten caminar con la Revolución de la Comunicación. Esto no es nuevo, sólo es urgente. Si no respondemos, los años próximos nos verán derrotados como nunca. Están dadas las condiciones el mundo ha despertado tal conciencia sobre el papel de los medios, sus virtudes y sus amenazas, que ya una fuerza objetiva con que se bañan diariamente las subjetividades más diversas. Esta es una hora buena, están encendidas las máquinas de los corazones que alimentan las máquinas filmadoras, radiofónicas, televisivas… No hay mucho que discutir. Ya hay organizaciones que entienden lo qué debe hacerse a estas horas y entienden lo que debemos construir para las horas venideras. No hay tiempo que perder. Sumemonos cuanto antes, un congreso, encuentro, asamblea…. organizador (y en movimiento) para acordar acciones directas de inmediato, caminando hombro con hombro alumbrados con la lección Revolucionaria, que también en materia de comunicación, propone Maduro. Convoquemos un congreso dinámico y creativo para la Revolución Socialista de la Comunicación, convoquemos a las experiencias más convocantes, acordemos una marcha de ideas y organizaciones unidas y en sintonía con los logros nacidos de la Revolución, démonos la oportunidad de la hora y aprendamos todos, desde abajo y para siempre, la dialéctica de la comunicación que los pueblos impulsan en su ascenso revolucionario. Una Revolución de la Comunicación que recorra el mundo. Una fuerza no uniforme que luche contra la alienación, contra el secuestro mercachifle de los medios de Comunicación, contra los peligros ideológicos, contra las formas de los anti-valores y las persecuciones de todo tipo. Organicemos lo que ya existe, sin conformismo, arribismo, ni vedetismo… organicémonos desde los que mejor se hace y movilicemos mil iniciativas nuevas, frescas… esta vez sin protagonismos estériles, pongamos por estrella única esta Revolución y regalémosle los mejores frutos de nuestras mejores definiciones, aprendizajes y acciones en transición permanente. Vallamos rápido y directo, sin dejarnos abrumar y derrotar por la palabrería ni los espejismos, vallamos de inmediato, pensando bien y haciendo lo correcto. No es imposible. Discutamos sólo lo necesario, lo que nos fortalezca unidos, y acordemos métodos para discutir las diferencias fraternalmente, progresivamente, fértilmente. Total las urgencias del presente son las prioridades del debate y de la lucha. Fijemos una agenda y fijemos un calendario. Sin ponernos trampas, dilaciones ni desvíos. Hagamos nacer, desde abajo, un programa político de Comunicación que nos ayude a orientarnos en la unidad organizada. Un programa Político de Comunicación que sepa diagnosticar y pronosticar, que se ayude con lo mejor de la ciencia y los mejores científicos militantes, que se ayude con los técnicos y que se ayude desde las prácticas directas creadoras, día a día, de experiencias magníficas… radios, televisoras, cinematográficas, editoriales… organicémonos como un brazo en lucha, nacido del mismo cuerpo social revolucionario en desarrollo. Organicémonos como una fuerza que, tarde o temprano, será una sola en todo el mundo. No impongamos nuestras recetas, no dependamos de “las recetas”. Aprendamos de las lecciones concretas de los pueblos, aprendamos, desde abajo, cómo se construye y se organiza un pueblo… aprendamos de lo mejor y ofrezcamos lo mejor que tengamos. No dictemos “verdades” de sabio o de burócrata… mejor ampliemos el diagnóstico, el debate y el pronóstico. Ampliemos el diagnóstico, el debate, el pronóstico y la lucha sobre la propiedad privada de las herramientas de trabajo comunicacional, ampliemos el debate y la imaginación sobre la creación de los lenguajes nuevos. La Revolución de la Comunicación debe radiografiar los huesos mismos de toda estructura de comunicación, explorarlos críticamente, desde sus entrañas. Ya la anunció Nicolás Maduro y es indispensable que empujemos entre todos, que hagamos nuestra tal batalla, que ayudemos y nos ayudemos a aprender. Inventar o errar al lado de todos los pueblos. Levantemos continentalmente la bandera de la Revolución de la Comunicación que tiene un futuro magnífico, nadie puede hacerse sordo, todos estamos obligados a levantar la voz. ¿De qué manera hay que explicar lo importante que es la convocatoria de Nicolás Maduro a una Revolución de la Comunicación armada con cuantos medios sea necesario para liberar a la humanidad de todo aquello que la hace prisionera en los límites de sus más elementales necesidades? Habrá que disponer de los mejores logros tecnológicos y las mejores experiencias sociales para convertirnos en militantes de la verdad, transformadores revolucionarios de la conciencia para la creación de una sociedad sin clases, sin propiedad privada. Revolucionarios de la Comunicación militantes en la ciencia, la educación, la tecnología… la poesía, para activar todas las fuerzas sociales en la resolución de los problemas de la vida práctica. Ya podríamos acordar, de inmediato, estar listos para avanzar en la organización de todo nuestro caudal comunicacional revolucionario. Intervengamos internacionalista y solidariamente, intervengamos política y científicamente, intervengamos como se debe. Como una fuerza organizada desde y con los medios de comunicación para “tomar el cielo por asalto”. Que el mundo sepa que se abre una nueva etapa de lucha gigantesca y profunda que es de todos nosotros los que soñamos el triunfo definitivo de la Revolución Permanente. ¿Podríamos apresurarnos? Fernando Buen Abad Domínguez (Ciudad de México, 1956) es Director de cine por la Universidad de Nueva York. Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Master en Filosofía Política y Doctor en Filosofía. Es especialista en Filosofía de la Imagen, Filosofía de la Comunicación y Crítica de la Cultura. Miembro del Consejo Consultivo de TeleSur. Miembro de la Asociación Mundial de Estudios Semióticos. Miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad. Miembro del Movimiento Internacional de Documentalistas. Posee experiencia en producción fílmica, televisiva, radiofónica ​ ​y editorial. Desarrolló actividades de investigación y docencia universitaria en México, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, España y Estados Unidos entre otros países. Colaborador de Rebelión y otras revistas digitales. Autor de varios libros sobre Filosofía de la Comunicación, Filosofía de la Imagen, Imagen Filosofía y Producción Creativa, Crítica de la Cultura... así como de numerosos artículos publicados en México y en otros países. Ha sido Presidente del Jurado del Festival Tres Continentes del Documental, miembro del Jurado Internacional del Festival Al Jazeera de Producción Televisiva, Qatar 2006 entre otros. Ha dirigido diversos proyectos de investigación y tesis doctorales en su país y en el exterior. Ponente en múltiples congresos internacionales. En el año 2013 fue asesor del rectorado del Instituto del Altos Estudios Nacionales (IAEN). Ha sido asesor del Centro de Investigación Aplicada en Recursos Audiovisuales CIARA. Rector-fundador de la Universidad de la Filosofía. Ha impartido cursos de postgrado y conferencias en varias universidades latinoamericanas. Ha obtenido distinciones diversas por su labor intelectual. ​Actualmente es Director del Centro Universitario para la Información y la Comunicación Sean MacBride de la Universidad Nacional de Lanús, Argentina. ​ BuenAbad@gmail.com Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante un

viernes, 17 de febrero de 2017

Una 'trampa de deuda' que puede desencadenar la Tercera Guerra Mundial

Keiser Report en español: El auge del bilateralismo (E1030)

China advierte a EEUU contra envío a Taiwán de infantes de marina

China advierte a EEUU contra envío a Taiwán de infantes de marina: China advierte a EE.UU. sobre el posible envío de infantes de marina para proteger su representación en Taiwán, y pide respeto al principio de ‘una sola China’.

Teoría Monetaria Moderna y creación de empleo - Economía Directa 16-2-2017


http://www.ivoox.com/17048507

‘Turquía juega en dos frentes, atiza la guerra y urge la paz’

‘Turquía juega en dos frentes, atiza la guerra y urge la paz’: El Gobierno sirio dice que Turquía debe dejar su postura dual de avivar las llamas del conflicto en Siria y al mismo tiempo abogar por el fin de las hostilidades.

‘Turquía juega en dos frentes, atiza la guerra y urge la paz’

‘Turquía juega en dos frentes, atiza la guerra y urge la paz’: El Gobierno sirio dice que Turquía debe dejar su postura dual de avivar las llamas del conflicto en Siria y al mismo tiempo abogar por el fin de las hostilidades.

jueves, 16 de febrero de 2017

Moscú: "Estamos dispuestos a cooperar con EE.UU. pero el diálogo de la f...

La nueva táctica estadounidense en la lucha económica contra Pekín


La nueva táctica estadounidense en la lucha económica contra Pekín © REUTERS/ Kim Kyung-Hoon ECONOMÍA 14:03 15.02.2017URL corto42487015 El candidato a secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, ha declarado recientemente que aspira a equiparar las manipulaciones monetarias a subsidios fraudulentos. El experto económico Gary Hufbauer comentó a Sputnik las posibles implicaciones de este proyecto en la lucha económica contra China. Durante los últimos años, varios proyectos de ley semejantes han sido enviados al Congreso norteamericano. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido aprobado. Si esta vez el proyecto ve luz verde, el Departamento de Comercio estadounidense podrá acusar a cualquier país de manipulación monetaria, aseguró Hufbauer. Dólar estadounidense © FLICKR/ CHRIS POTTER Nuevo Orden Económico: ¿fin de la época del petrodólar? "Luego este país [que sea acusado] demandará a EEUU en la Organización Mundial del Comercio y calificará de contradictorias las reglas de la entidad y las acciones [de Washington]", opinó el experto, que agregó que la tensión no ha hecho más que comenzar. Hufbauer explica que todos los países, sin excepciones, utilizan manipulaciones monetarias para lograr una ventaja competitiva frente a otros Estados o con el fin de ayudar a las empresas nacionales. No obstante, es muy difícil definir qué es una manipulación monetaria, prosiguió. Es mucho más complicado todavía calificar qué cantidad de manipulaciones pueden ser equiparadas a los subsidios. El analista manifestó que los conflictos y las disputas son inevitables en caso de que Washington tome decisiones de este tipo por su cuenta y riesgo. "Todavía no está claro, pero creo que Washington va a tener muchas tensiones con Pekín respecto al comercio, teniendo en cuenta las recientes declaraciones de Trump. Creo que veremos numerosas causas judiciales en las que se mencionará a China, incluso causas referidas a manipulaciones monetarias", aseveró. Lea también: El destino del yuan en el Año del Gallo Pekín, capital de China © FLICKR/ CAITRIANA NICHOLSON ¿Están China y EEUU al borde de una guerra económica? El especialista eludió decir, sin embargo, que las posibles tensiones entre Pekín y Washington pueden provocar una guerra comercial sin cuartel. Hufbauer piensa que varios pequeños 'enfrentamientos' económicos con China son inevitables y, al parecer, "la nueva Administración [norteamericana] está preparada para ellos". Asimismo, el experto aclaró que estas acciones de EEUU pueden tener una motivación política, de manera que quizá busquen ejercer influencia sobre el gigante asiático. Sería injusto asegurar que China ha estado debilitando su divisa nacional: recientemente, Pekín ha dado pasos para fortalecer el yuan, y esto contradice a las acusaciones de Washington, concluyó Hufbauer.

El golpe de Estado anti-Flynn del “estado profundo”, explicándolo de la manera más clara posible


El golpe de Estado anti-Flynn del “estado profundo”, explicándolo de la manera más clara posible por The Saker, en The Vineyard of The Saker. Traducción de Leonardo Del Grosso Bueno, mi sensación es que un gran número de comentaristas están malinterpretando la naturaleza de lo que está pasando. Por lo tanto, esta vez, en lugar de escribir un análisis, lo voy a explicar con un estilo simplificador y, con suerte, hacer un mejor trabajo sobre lo que queremos esclarecer. Así que, aquí vamos. 1- ESTO NO ES SOBRE FLYNN. Permítanme repetirlo una vez más. ¡ESTO NO ES SOBRE FLYNN!!! Por favor, no vengan a decirme que Flynn estaba equivocado en Irán, en el Islam o en China. Estoy de acuerdo. Pero, == >> ¡ESTO NO ES SOBRE FLYNN!!! << == 2- ESTO ES SOBRE EL PODER. Como por ejemplo ¿quién es el jefe? ¿Quién es el número uno? ¿Quién es el perro alfa? ¿El presidente o el “estado profundo”? De eso es de lo que se trata – demostrar a todos quién está a cargo. 3- FLYNN ERA UN SÍMBOLO. Él era el símbolo de la idea completa de drenar el pantano de Washington, que es sobre todo las agencias de 3 letras + el Pentágono, de todos modos. Flynn era el tipo que se atrevía a desafiar a la policía de pensamiento y ser amable con los rusos. Flynn era el hombre que quería llevar a la CIA y JCS (Joint Chiefs of Staff: Estado Mayor Conjunto) de nuevo bajo el control de la Casa Blanca. Y Flynn era el tipo con contactos con SOCOM (U.S. Special Operations COMmand: Comando de Operaciones Especiales) y JSOC (Joint Special Operations Command: Mando Conjunto de Operaciones Especiales). Flynn tuvo que ser derribado. 4- FLYNN ERA TAMBIÉN UNA PIEDRA ANGULAR. Para bien o para mal, es absolutamente evidente que Flynn fue el cerebro detrás de toda la política exterior de Trump. En algunas cosas Flynn era genial (Rusia), en algunas cosas estaba bien (terrorismo Takfiri), en algunas cosas era ridículo (China) y en algunas cosas era terrible (Irán). Pero eso no es lo que importa aquí. Escuche a Kucinich quien claramente dice que no se trata de Trump o Flynn, sino de un golpe de Estado contra la Presidencia por parte del “estado profundo” de los Estados Unidos. Ahora que Flynn ha sido derribado, no queda “política exterior de Trump”. 5- FLYNN ES TAMBIÉN UN DOMINÓ. Ok, esto es crucial, presta atención ahora. A menudo, Putin ha sido criticado por proteger a sus amigos, incluso cuando estos amigos son culpables de malas acciones. Ahora déjeme hacerle una pregunta simple: ¿usted preferiría arriesgar su pellejo para Trump o para Putin? Exactamente. Si Trump era un tipo de persona leal, podría haber llamado a Pence y a Flynn a la Oficina Oval, pedirle a Flynn que se disculpara y decirle a Pence que se callara. Pero no hizo nada de eso. Al aceptar la “renuncia” de Flynn, Trump mostró que no protege a los que luchan por él. Definitivamente ahora habrá un efecto de dominó en quienes ahora han entendido lo importante: Trump es débil, los neocons lo sacaron de las pelotas, y Trump te dejará colgando cuando la mierda golpee al ventilador. 6- AL FINAL DEL DÍA, ESTO ES SOBRE EL CARÁCTER DE TRUMP. Eso era la gran incógnita, ¿verdad? Nadie realmente podía anticipar qué clase de presidente sería Trump. Todos, incluyendo precisamente Ud., disfrutaban especulando sobre su ego, su falta de experiencia política, el hecho de que no le debía nada a nadie, que era un negociador, un pragmático de sentido común. Bueno, todavía no sabemos qué tipo de presidente será Trump, pero me temo que ahora sabemos qué tipo de Presidente NO será: NO va a drenar el pantano, NO va a cambiar la subordinación de los intereses nacionales de EE.UU. al Imperio anglo-sionista, NO forjará una histórica asociación con Rusia y NO enviará a los neoconservadores al sótano desde el que reptaron hace 24 años. Si Trump carece de cerebros, espalda o huevos es algo que puede suponerse, pero ahora es dolorosamente claro que entonces tiene mucho más en común con Yanukovich que con Putin. Como he dicho, se acabó. No por las opiniones de Flynn sobre Irán o el Islam. Sino debido a que Trump ha cedido, se ha quebrado y ahora todo lo que queda es una dolorosa agonía de 4 años. Eso suponiendo que los neoconservadores no lo procesen sólo para disfrutar de su arrogancia y sentido de supremacía. Francamente, mi corazón le habla a todos aquellos que sinceramente esperaban que Trump fuera el hombre para liberar a los Estados Unidos de los neoconservadores y restaurar el poder de la “cesta de deplorables” sobre las muchas minorías y los intereses especiales. Algunos ahora se complacen en un montón de “te lo dije”, pero estarán equivocados. Esperar lo mejor era lo correcto. Aquellos que votaron por Trump hicieron lo único en su poder para impedir que Hillary ocupara la Casa Blanca. Esa fue la decisión correcta, hicieron lo correcto, tanto moralmente como pragmáticamente. Pero ahora también tenemos que reunir nuestro coraje y aceptar la realidad de lo que ha ocurrido. Minimizar las implicancias de este profundo golpe de estado no tiene sentido alguno, ni moralmente ni pragmáticamente. Y la realidad es esta: A los neoconservadores y al estado profundo norteamericano les llevó menos de un mes revertir los resultados de las elecciones presidenciales. Trump ahora declara que “espera que Rusia devuelva a Crimea“. Es por sobre el pueblo – bienvenido (de nuevo) a la guerra entre Rusia y el Imperio. The Saker PD: una cosa más. Trump siempre fue, por supuesto, el candidato de una parte del “estado profundo de Estados Unidos”. Trump no apareció ex nihilo, y tampoco Flynn. Está ocurriendo que una facción del estado profundo está luchando contra otra facción del estado profundo. Ahora las élites estadounidenses se han dividido por un tiempo. Pero desde que ahora Trump tiene autoridad legal y los que intentan una revolución de color no lo logran, hablo del estado profundo contra la Presidencia.

‘Lanzamiento del misil norcoreano fue para contrarrestar a EEUU’

‘Lanzamiento del misil norcoreano fue para contrarrestar a EEUU’: Pyongyang cree que el reciente lanzamiento de su misil fue una medida para fortalecer la seguridad en la península coreana y contrarrestar las amenazas de EE.UU.

Irán urge en Astaná a integridad territorial y soberanía de Siria

Irán urge en Astaná a integridad territorial y soberanía de Siria: Irán enfatiza que integridad territorial, soberanía nacional y derecho de los sirios para determinar su futuro son los principios para resolver la crisis siria.

Putin alerta de que amenaza de OTAN se ha vuelto más seria

Putin alerta de que amenaza de OTAN se ha vuelto más seria: La contención de Rusia es la nueva misión de la OTAN, por eso la amenaza que representa esa alianza militar se ha vuelto más seria, denuncia Vladimir Putin.

Keiser Report en español: Trump, el nuevo Boris Yeltsin (E1033)

Keiser Report en español: Trump, el nuevo Boris Yeltsin (E1033)

Detrás de la Razón - Compre oro y sálvese: Estados Unidos y Trump controlan

lunes, 13 de febrero de 2017

Orígenes del “feminismo” rosa contra Trump por Edward Curtin, en Misión Verdad. Curtin es scritor y profesor de sociología en el Massachusetts College of Liberal Arts. Publicado originalmente en Global Research. La traducción para Misión Verdad la realizó María Luisa Salazar. Seducción simbólica: derechos de las mujeres, política partidista, etnocentrismo y “narcisismo americano”. En 1929, Edward Bernays, el sobrino de Sigmund Freud, propagandista de guerra y golpes de Estado en EEUU/CIA, y fundador de las relaciones públicas, condujo un exitoso experimento de manipulación subliminal para la industria del tabaco. En esa época, había un tabú en contra de las mujeres que fumaban en público, y Bernays fue contratado para cambiar eso. Consultó a un psiquiatra, A. A. Brill, quien le dijo que los cigarrillos eran una representación del pene y un símbolo de poder masculino. Si lograban engañar a las mujeres para que fumaran, éstas entonces inconscientemente pensarían que “tenían” sus propios penes y se sentirían más poderosas. Esto, por supuesto, era irracional. Pero funcionó. Bernays, en sus propias palabras, había “diseñado el consentimiento” de las mujeres, a través de la prestidigitación simbólica. Fue lanzada la era de la imagen. Hizo esto llevando a un grupo de mujeres a que escondieran cigarrillos debajo de su ropa en un desfile de Pascua en Nueva York. A la señal de Bernays, los sacaron y prendieron, lo que éste llamó “antorchas de libertad” (teniendo como referencia a la Estatua de la Libertad). La prensa había sido notificada con antelación y se dedicaron a fotografiar y reportar la noticia. El titular del New York Times del Día de los Inocentes (el 1 de abril, en EEUU) de 1929 decía “Grupo de chicas prenden cigarrillos como un gesto de libertad”. Esta falsa noticia (fake news) hizo que los cigarrillos fuesen socialmente aceptados para las mujeres, y las ventas y la publicidad dirigidas a ellas, incrementó drásticamente. Las estructuras de poder institucionalizadas sonrieron y siguieron felizmente su camino. Las mujeres no eran más libres, ni más poderosas; pero sentían que lo eran. Se quebró un tabú simbólico engañando a las mujeres. La imagen triunfó por encima de la realidad. Hemos pasado del símbolo del “pene” al de la “vagina”, y ahora el símbolo es mostrado abiertamente como un irónico espectáculo posmoderno con la forma de un mar de gorritos rosados (los pussyhats en el original, aludiendo a los gorros tejidos y desplegados en la marcha de las mujeres en febrero en los EEUU. La voz “pussy” alude tanto a los gatos en una expresión equivalente a “mínino” en español, pero también al sexo de la mujer de forma vulgar y generalizada: nota de Misión Verdad). Y las fake news continúan a pasos acelerados; la labor de los manipuladores de consciencia continúa y sigue siendo exitosa. Los genitales siguen siendo el exabrupto. En los años 20 no se hablaba de penes; la idea entonces era que había una asociación inconsciente que llevaba a las mujeres a fumar. Actualmente la sutileza ha desaparecido. El poder de la vagina está ahí afuera, simbolizada de manera tierna por los pussyhats, promovido por un grupo llamado “Proyecto Pussyhat”, que en su página web elogia al Washington Post y al New York Times por su “periodismo de alta calidad” e “integridad”. “Entre sitios web de noticias falsas”, sostiene el Proyecto Pussyhat, “necesitamos periodismo de alta calidad más que nunca… periódicos con integridad… (que) continúen reportando la verdad”. Es decir, el New York Times y el Washington Post. Por “verdad” e “integridad” las mujeres que dirigen esta página quieren decir que los rusos están detrás de los resultados electorales, que Irak tiene armas de destrucción masiva, y que hay 200 o más páginas web alternativas que repiten propaganda rusa; que eran algunas de las mentiras reportadas por estos periódicos con “integridad”. ¿O es otra cosa la que están pensando las mujeres de Pussyhat? La mayoría de las mujeres que marcharon contra Trump tenían seguramente buenas intenciones dentro de sus visiones limitadas. Ante la llamada de los organizadores, despertaron de sus largas siestas liberales. En respuesta a los repugnantes comentarios de Trump acerca de “agarrar las vaginas” -palabras enfermas, machistas y agresivas en su significado- se pusieron sus gorros rosados, escribieron pancartas, y salieron a la calle con su recién despertada indignación. Asqueadas con mucha razón por ser agredidas verbalmente y temerosas de que sus derechos reproductivos estén amenazados, se abalanzaron como tigres ante su agresor verbal. De ahí siguieron marchas y demostraciones masivas, muy bien organizadas y amigables con los medios de comunicación. Fue un desfile exitoso. Sin embargo, como lo que otros han escrito, hay algo en todo esto que no está bien. Durante los años de Obama, de interminables guerras, asesinatos con drones, encarcelamiento de informantes (en inglés whistleblowers, refiriendo a personas que filtran informaciones secretas o comprometedoras que revelan acciones de las estructuras de poder, sean militares, de seguridad o corporativas en EEUU: nota de Misión Verdad), incluyendo a Chelsea Manning, etc., estos manifestantes estuvieron silenciosos y fuera de las calles. Una gran cantidad de mujeres (si no la gran mayoría) que marchó en contra de Trump -y es que las últimas marchas de mujeres sólo pueden ser descritas como marchas anti-Trump- eran partidarias de Hillary Clinton, aunque describieran su elección como “el mal menor” o no. Por ende, la oposición a los comentarios agresivos de Trump en relación a la vagina era un apoyo implícito al “feminismo” de Clinton y Obama. En otras palabras, era apoyar a un hombre y una mujer que no hablaban públicamente de manera agresiva acerca de los genitales de las mujeres, pero cometían acciones misóginas y misandrias al matar a miles de mujeres (y hombres y niños) en todo el mundo, y lo hacían con armas con formas fálicas. Trump probablemente seguirá su ejemplo, pero esa posibilidad no fue el ímpetu para estas marchas. Las marchas se centraron en el lenguaje misógino y machista de Trump, y sus amenazas de limitar el acceso de servicios de salud para las mujeres, como la planificación familiar y el aborto. Puesto que las mujeres que marcharon recientemente no lo hicieron contra Obama y Clinton, su secretaria de Estado, mientras mataban extranjeros (otros) y Clinton se regocijaba por la matanza sodomizada de Muammar Gadaffi, está bastante claro que el enfoque de su molestia fue una especie de indignación personal frente a los comentarios ofensivos de Trump. ¿En dónde estuvieron estos ocho años? Mike Whitney lo dijo perfectamente hace poco: “Estaban dormidos. ¿O no? Porque los liberales siempre duermen cuando su hombre está en el cargo, especialmente si su hombre es un encantador de serpientes cosmopolita de buen hablar, que canturrea sobre las libertades individuales y la democracia mientras desata la violencia más increíble sobre civiles del Medio Oriente y Asia Central… A nadie parece importarle cuando un mandarín birracial bien hablado mata la mayor cantidad de gente de color, pero cuando un magnate de los inmuebles, insolente y sin pelos en la lengua toma las riendas del poder, ahí sí ‘ten cuidado’ porque aquí vienen los que protestan. Tres millones de ellos”. Evidentemente, la política partidista, el interés propio, la hipocresía y un etnocentrismo increíble están involucrados. ¿Habrían ocurrido marchas de mujeres si Hillary Clinton hubiera sido elegida? Por supuesto que no. Ella hubiese sido aplaudida y elogiada como la primera presidenta, y su historia de guerra, contra mujeres y hombres, hubiese sido excusada y apoyada en el futuro, como ha pasado con Obama. Esto es porno liberal por excelencia; complicidad por el silencio. “Manos fuera de mi vagina”, “Mi vagina te devuelve la cogida” (This pussy grabs back). Estas son réplicas ingeniosas a los comentarios de Trump, pero son totalmente inefectivas e inofensivas. Los objetivos de Trump son más grandes, al igual que los de Obama y Clinton. Las protestas simbólicas llaman la atención, pero resultan en la inmovilización de arreglos estructurales de poder, o en cosas peores. La campaña de las “antorchas de Libertad” de Edward Bernays dio lugar a más mujeres fumando, más enfermedades, y más ganancias para las compañías de tabaco. Se aprovechó de los ingenuos. ¿Qué se aprendió? El Pussyhat Project terminó siendo un mar de mujeres con gorros rosados e imágenes coloridas. Daniel Boorstin escribió en su libro de 1960, The image, que son el futuro. Ese futuro es ahora. El lenguaje de las imágenes está por todos lados y está ligado a lo que Boorstin denominó “pseudo-acontecimientos” y nuestra “demanda por ilusiones con las que nos engañemos a nosotros mismos”. Simbólicamente, llevar tus genitales en la cabeza es una imagen impresionante, pero se pierde y es engañosa, cuando uno no se ha opuesto a la brutalidad sistémica del Imperio norteamericano que arrasa con el mundo bajo Obama y Clinton. Boorstin argumentaba que este mundo de imágenes desplazaría nuestra habilidad de pensar con claridad y comprender las maneras en las que estábamos siendo manipulados. Una imagen, decía, era “sintética, verosímil, pasiva, vívida, simplificada y ambigua”. Diseñada y atractiva para los sentidos -no existen mininos rosados que yo sepa- esquivan el discernimiento y no pueden ser, en términos estrictos, desenmascarada. “Una imagen, como cualquier otro pseudo-acontecimiento, se vuelve mucho más atractiva con cada esfuerzo nuestro en desacreditarla”. El artificio de la imagen y nuestro conocimiento de su ingenuidad -por ejemplo, los pussyhats– nos convence de que somos astutos, incluso cuando no lo somos. Es interesante señalar que la palabra imagen (del latín, imago) está relacionada con la palabra imitar (latín, imatari). Es como si ciertas imágenes pudieran servir como espejos (“reflejar” que se equipara con “imitar”) en los cuales nos podamos ver e imitarnos, “aunque nos guste fingir que estamos viendo a alguien más”. Y viendo nuestras imágenes en la Imágenes, podemos imitarnos en un ciclo interminable de autocomplascencia y miradera de ombligo. La cultura del selfie ha triunfado. La sociedad del espectáculo avanza. El enfoque de las imágenes genitales es un reflejo del narcisismo norteamericano, una mirada hacia dentro, mientras que “afuera”, otros están siendo masacrados por los amos de la guerra. Este es el comienzo de una revolución rosa. Edward Bernays estaría orgullos


Orígenes del “feminismo” rosa contra Trump por Edward Curtin, en Misión Verdad. Curtin es scritor y profesor de sociología en el Massachusetts College of Liberal Arts. Publicado originalmente en Global Research. La traducción para Misión Verdad la realizó María Luisa Salazar. Seducción simbólica: derechos de las mujeres, política partidista, etnocentrismo y “narcisismo americano”. En 1929, Edward Bernays, el sobrino de Sigmund Freud, propagandista de guerra y golpes de Estado en EEUU/CIA, y fundador de las relaciones públicas, condujo un exitoso experimento de manipulación subliminal para la industria del tabaco. En esa época, había un tabú en contra de las mujeres que fumaban en público, y Bernays fue contratado para cambiar eso. Consultó a un psiquiatra, A. A. Brill, quien le dijo que los cigarrillos eran una representación del pene y un símbolo de poder masculino. Si lograban engañar a las mujeres para que fumaran, éstas entonces inconscientemente pensarían que “tenían” sus propios penes y se sentirían más poderosas. Esto, por supuesto, era irracional. Pero funcionó. Bernays, en sus propias palabras, había “diseñado el consentimiento” de las mujeres, a través de la prestidigitación simbólica. Fue lanzada la era de la imagen. Hizo esto llevando a un grupo de mujeres a que escondieran cigarrillos debajo de su ropa en un desfile de Pascua en Nueva York. A la señal de Bernays, los sacaron y prendieron, lo que éste llamó “antorchas de libertad” (teniendo como referencia a la Estatua de la Libertad). La prensa había sido notificada con antelación y se dedicaron a fotografiar y reportar la noticia. El titular del New York Times del Día de los Inocentes (el 1 de abril, en EEUU) de 1929 decía “Grupo de chicas prenden cigarrillos como un gesto de libertad”. Esta falsa noticia (fake news) hizo que los cigarrillos fuesen socialmente aceptados para las mujeres, y las ventas y la publicidad dirigidas a ellas, incrementó drásticamente. Las estructuras de poder institucionalizadas sonrieron y siguieron felizmente su camino. Las mujeres no eran más libres, ni más poderosas; pero sentían que lo eran. Se quebró un tabú simbólico engañando a las mujeres. La imagen triunfó por encima de la realidad. Hemos pasado del símbolo del “pene” al de la “vagina”, y ahora el símbolo es mostrado abiertamente como un irónico espectáculo posmoderno con la forma de un mar de gorritos rosados (los pussyhats en el original, aludiendo a los gorros tejidos y desplegados en la marcha de las mujeres en febrero en los EEUU. La voz “pussy” alude tanto a los gatos en una expresión equivalente a “mínino” en español, pero también al sexo de la mujer de forma vulgar y generalizada: nota de Misión Verdad). Y las fake news continúan a pasos acelerados; la labor de los manipuladores de consciencia continúa y sigue siendo exitosa. Los genitales siguen siendo el exabrupto. En los años 20 no se hablaba de penes; la idea entonces era que había una asociación inconsciente que llevaba a las mujeres a fumar. Actualmente la sutileza ha desaparecido. El poder de la vagina está ahí afuera, simbolizada de manera tierna por los pussyhats, promovido por un grupo llamado “Proyecto Pussyhat”, que en su página web elogia al Washington Post y al New York Times por su “periodismo de alta calidad” e “integridad”. “Entre sitios web de noticias falsas”, sostiene el Proyecto Pussyhat, “necesitamos periodismo de alta calidad más que nunca… periódicos con integridad… (que) continúen reportando la verdad”. Es decir, el New York Times y el Washington Post. Por “verdad” e “integridad” las mujeres que dirigen esta página quieren decir que los rusos están detrás de los resultados electorales, que Irak tiene armas de destrucción masiva, y que hay 200 o más páginas web alternativas que repiten propaganda rusa; que eran algunas de las mentiras reportadas por estos periódicos con “integridad”. ¿O es otra cosa la que están pensando las mujeres de Pussyhat? La mayoría de las mujeres que marcharon contra Trump tenían seguramente buenas intenciones dentro de sus visiones limitadas. Ante la llamada de los organizadores, despertaron de sus largas siestas liberales. En respuesta a los repugnantes comentarios de Trump acerca de “agarrar las vaginas” -palabras enfermas, machistas y agresivas en su significado- se pusieron sus gorros rosados, escribieron pancartas, y salieron a la calle con su recién despertada indignación. Asqueadas con mucha razón por ser agredidas verbalmente y temerosas de que sus derechos reproductivos estén amenazados, se abalanzaron como tigres ante su agresor verbal. De ahí siguieron marchas y demostraciones masivas, muy bien organizadas y amigables con los medios de comunicación. Fue un desfile exitoso. Sin embargo, como lo que otros han escrito, hay algo en todo esto que no está bien. Durante los años de Obama, de interminables guerras, asesinatos con drones, encarcelamiento de informantes (en inglés whistleblowers, refiriendo a personas que filtran informaciones secretas o comprometedoras que revelan acciones de las estructuras de poder, sean militares, de seguridad o corporativas en EEUU: nota de Misión Verdad), incluyendo a Chelsea Manning, etc., estos manifestantes estuvieron silenciosos y fuera de las calles. Una gran cantidad de mujeres (si no la gran mayoría) que marchó en contra de Trump -y es que las últimas marchas de mujeres sólo pueden ser descritas como marchas anti-Trump- eran partidarias de Hillary Clinton, aunque describieran su elección como “el mal menor” o no. Por ende, la oposición a los comentarios agresivos de Trump en relación a la vagina era un apoyo implícito al “feminismo” de Clinton y Obama. En otras palabras, era apoyar a un hombre y una mujer que no hablaban públicamente de manera agresiva acerca de los genitales de las mujeres, pero cometían acciones misóginas y misandrias al matar a miles de mujeres (y hombres y niños) en todo el mundo, y lo hacían con armas con formas fálicas. Trump probablemente seguirá su ejemplo, pero esa posibilidad no fue el ímpetu para estas marchas. Las marchas se centraron en el lenguaje misógino y machista de Trump, y sus amenazas de limitar el acceso de servicios de salud para las mujeres, como la planificación familiar y el aborto. Puesto que las mujeres que marcharon recientemente no lo hicieron contra Obama y Clinton, su secretaria de Estado, mientras mataban extranjeros (otros) y Clinton se regocijaba por la matanza sodomizada de Muammar Gadaffi, está bastante claro que el enfoque de su molestia fue una especie de indignación personal frente a los comentarios ofensivos de Trump. ¿En dónde estuvieron estos ocho años? Mike Whitney lo dijo perfectamente hace poco: “Estaban dormidos. ¿O no? Porque los liberales siempre duermen cuando su hombre está en el cargo, especialmente si su hombre es un encantador de serpientes cosmopolita de buen hablar, que canturrea sobre las libertades individuales y la democracia mientras desata la violencia más increíble sobre civiles del Medio Oriente y Asia Central… A nadie parece importarle cuando un mandarín birracial bien hablado mata la mayor cantidad de gente de color, pero cuando un magnate de los inmuebles, insolente y sin pelos en la lengua toma las riendas del poder, ahí sí ‘ten cuidado’ porque aquí vienen los que protestan. Tres millones de ellos”. Evidentemente, la política partidista, el interés propio, la hipocresía y un etnocentrismo increíble están involucrados. ¿Habrían ocurrido marchas de mujeres si Hillary Clinton hubiera sido elegida? Por supuesto que no. Ella hubiese sido aplaudida y elogiada como la primera presidenta, y su historia de guerra, contra mujeres y hombres, hubiese sido excusada y apoyada en el futuro, como ha pasado con Obama. Esto es porno liberal por excelencia; complicidad por el silencio. “Manos fuera de mi vagina”, “Mi vagina te devuelve la cogida” (This pussy grabs back). Estas son réplicas ingeniosas a los comentarios de Trump, pero son totalmente inefectivas e inofensivas. Los objetivos de Trump son más grandes, al igual que los de Obama y Clinton. Las protestas simbólicas llaman la atención, pero resultan en la inmovilización de arreglos estructurales de poder, o en cosas peores. La campaña de las “antorchas de Libertad” de Edward Bernays dio lugar a más mujeres fumando, más enfermedades, y más ganancias para las compañías de tabaco. Se aprovechó de los ingenuos. ¿Qué se aprendió? El Pussyhat Project terminó siendo un mar de mujeres con gorros rosados e imágenes coloridas. Daniel Boorstin escribió en su libro de 1960, The image, que son el futuro. Ese futuro es ahora. El lenguaje de las imágenes está por todos lados y está ligado a lo que Boorstin denominó “pseudo-acontecimientos” y nuestra “demanda por ilusiones con las que nos engañemos a nosotros mismos”. Simbólicamente, llevar tus genitales en la cabeza es una imagen impresionante, pero se pierde y es engañosa, cuando uno no se ha opuesto a la brutalidad sistémica del Imperio norteamericano que arrasa con el mundo bajo Obama y Clinton. Boorstin argumentaba que este mundo de imágenes desplazaría nuestra habilidad de pensar con claridad y comprender las maneras en las que estábamos siendo manipulados. Una imagen, decía, era “sintética, verosímil, pasiva, vívida, simplificada y ambigua”. Diseñada y atractiva para los sentidos -no existen mininos rosados que yo sepa- esquivan el discernimiento y no pueden ser, en términos estrictos, desenmascarada. “Una imagen, como cualquier otro pseudo-acontecimiento, se vuelve mucho más atractiva con cada esfuerzo nuestro en desacreditarla”. El artificio de la imagen y nuestro conocimiento de su ingenuidad -por ejemplo, los pussyhats– nos convence de que somos astutos, incluso cuando no lo somos. Es interesante señalar que la palabra imagen (del latín, imago) está relacionada con la palabra imitar (latín, imatari). Es como si ciertas imágenes pudieran servir como espejos (“reflejar” que se equipara con “imitar”) en los cuales nos podamos ver e imitarnos, “aunque nos guste fingir que estamos viendo a alguien más”. Y viendo nuestras imágenes en la Imágenes, podemos imitarnos en un ciclo interminable de autocomplascencia y miradera de ombligo. La cultura del selfie ha triunfado. La sociedad del espectáculo avanza. El enfoque de las imágenes genitales es un reflejo del narcisismo norteamericano, una mirada hacia dentro, mientras que “afuera”, otros están siendo masacrados por los amos de la guerra. Este es el comienzo de una revolución rosa. Edward Bernays estaría orgullos