En efecto, desde que la crisis financiera impactó en el Primer Mundo a mediados del 2007 y más aún en estos dos últimos años, innumerables conflictos y tensiones estallaron o se agudizaron a los largo de esa amplia línea, acompañándose de una frenética y generalizada carrera armamentística, sin precedentes desde el fin de la Guerra Fría.
Resulta, desde luego, imposible desvincular un acontecimiento de otro, una guerra de otra, un golpe de Estado de otro, pues detrás de cada uno de ellos, ya sea la rebelión en Malí, la guerra civil en Siria, la retórica incendiaria en la península coreana o las amenazas de golpe y los golpes de Estado en América Latina, siempre se encontrarán los mismos actores disputándose el tablero de ajedrez en el que se está convirtiendo el planeta. Paso a paso, jugada tras jugada, el ordenamiento geoestratégico mundial se está remodelando.
Para entender qué es lo que está sucediendo y cuáles pueden ser los resultados de una situación global que día a día se torna más incontrolable y más explosiva, es preciso aceptar que estamos asistiendo a la emergencia de nuevas potencias económicas y políticas (China, Rusia y en menor medida Brasil, la India, Irán, etc.). Para asegurar su desarrollo, estas potencias deben garantizar su proyección internacional disputando a las viejas potencias occidentales parte de sus mercados y zonas de influencia. Claros ejemplos de este enfrentamiento por las áreas de influencia son la penetración política y sobre todo económica de China, Rusia y, en menor medida Irán, en América Latina y África, zonas tradicionales de influencia norteamericana y europea, así como, en respuesta, las actividades militares occidentales en áreas estratégicas para China y Rusia (la península coreana, Irán, Siria, Cáucaso, Taiwán, el Mar Amarillo, los Mares de China Oriental y Meridional, etc.)
Esto no es nuevo. Las disputas para controlar recursos y mercados son tan viejas como la sociedad humana. Lo novedoso del asunto es quizás lo intrincado de los diversos intereses en juego, fruto de la globalización.
Un ejemplo ilustrativo de este gigantesco entrevero de intereses puede ser la intensa y difícil batalla comercial y financiera que se libran China y los Estados Unidos de Norteamérica por la hegemonía económica a escala planetaria. El país oriental actúa como potencia emergente cada vez más capaz de disputar, en todos los ámbitos 1 , el liderazgo mundial a un desinflado Imperio Occidental. Éste, entretanto, reacciona mostrando y usando los dientes o buscando mejorar su competitividad tanto en el aspecto monetario como productivo.
La República Popular de China es, hoy por hoy, el principal acreedor de los Estados Unidos, es decir el mayor tenedor extranjero de bonos de deuda norteamericanos y el segundo después de la Reserva Federal Estadounidense. 2 Esta realidad, sin embargo, puede tener varias lecturas: por un lado, China dispone de un arma financiera peligrosa para atacar el corazón de la economía norteamericana, es decir su moneda. No son pocos los indicios en ese sentido: China renunció al uso del dólar norteamericano y el Euro en muchas de sus transacciones comerciales internacionales, notoriamente con algunos miembros del dinámico grupo de potencias emergentes llamado BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). 3 Por otro lado, Estados Unidos es un gran cliente del gigante asiático y, es bien sabido, que la bancarrota de un cliente afecta también a quien le vende. Sin contar que una depreciación importante del dólar afectaría a China, no sólo porque le restaría competitividad en los mercados internacionales, sino también porque vería como pierde valor real la deuda que EEUU mantiene con ella. Además, China es receptora de inversiones norteamericanas que se verían afectadas por un ataque chino contra el dólar.
Dicho de otra manera, la interdependencia económica entre Estados Unidos de Norteamérica y China y el poderío militar de ambas naciones impiden un golpe directo y demoledor entre los competidores.
Este esquema de interdependencia y equilibrio relativo entre potencias se repite si se consideran otros actores un tanto adversarios, un tanto socios, como Rusia, Europa, la India, Japón, Brasil, etc.
En definitiva, nada es fácil ni lineal en un mundo dónde los Estados y las Naciones han cedido parte de sus prerrogativas a los capitales, donde los intereses de los países y de las empresas se mezclan, se imbrican, chocan y se superponen de una manera aparentemente tan caótica como contradictoria o desenfrenada.
Pese a esa sensación de confusión, la humanidad está asistiendo a un auténtico choque de titanes que tiene como trasfondo una feroz puja entre potencias emergentes y viejas por el control de las riquezas naturales y las posiciones estratégicas. El surgimiento de China como nueva potencia económica mundial y el renovado potencial ruso obligaron al Gobierno de Obama a adoptar, ya desde 2011, un nuevo giro estratégico hacia la región del Pacífico. Con la cooperación de sus aliados en Oceanía (Australia, Nueva Zelanda y otras naciones de la región), la administración Obama decidió cercar las nuevas potencias asiáticas, localizando bases militares y tropas así como realizando acuerdos de cooperación militar e intervenciones bélicas en naciones vecinas de China y Rusia. Ese asedio se vio favorecido por la ausencia de salida a mares abiertos o navegables todo el año que padecen los dos gigantes de Asia. En el centro de ese despliegue occidental están las rutas comerciales por las que fluye hacia China el petróleo proveniente de África, América Latina y el Medio Oriente. La intención evidente es afectar el abastecimiento energético fundamental para el desarrollo de esa nación oriental. 4
A este panorama tenso se debe añadir, para completar un cuadro verdaderamente preocupante, una realidad ineludible: la profunda crisis ecológica que agobia la Tierra desde que sus recursos limitados deben responder a las necesidades ilimitadas de un crecimiento económico cuyo imperativo es superarse año tras año. No hay matemática que pueda resolver esa ecuación, el modelo es lisa y llanamente insostenible en el marco ya exiguo de este planeta.
Aceptado como un hecho el enfrentamiento generalmente indirecto entre las viejas potencias occidentales y las nuevas potencias emergentes (lideradas por China y en menor medida Rusia) con el objetivo de controlar recursos naturales cada vez más limitados y abastecer mercados cada vez más voraces, el Cinturón de Fuego que atraviesa el planeta adquiere repentinamente una inobjetable connotación geoestratégica.
En efecto, esa línea de conflictos que rodea el planeta tiene dos características principales que por supuesto no son mera casualidad:
En primer lugar, se observa que el Cinturón de Fuego afecta a países con destacables riquezas naturales, principalmente recursos energéticos como el petróleo, cuyo techo de producción ya se está alcanzando y cuya escasez es sólo cuestión de tiempo. Así Irak, Libia, Irán, Venezuela, Sudán y, en menor medida, Siria, Ecuador o la República Árabe Saharaui ocupada por Marruecos fueron últimamente escenario de fuertes enfrentamientos políticos o militares. En algunos casos no se trata, por cierto, de conflictos recientes, aunque resulta obvio que la disputa entre potencias por los recursos naturales volvió a avivar viejas brasas.
Otros acontecimientos de esta índole tienen también una vertiente económica, pero el trasfondo no es el petróleo sino otras riquezas minerales como el oro, la bauxita, el coltan, el uranio, los diamantes, etc. (Malí, República Democrática del Congo, República Centroafricana, Guinea-Conakry, etc.) 5
En resumen, estos conflictos son, en primer término, la respuesta categórica de las viejas potencias occidentales al intento de los países emergentes, fundamentalmente China y Rusia, de establecer cabezas de puente para penetrar en vastas regiones de extracción de materias primas tradicionalmente bajo influencia occidental desde la expansión colonial europea.
El segundo aspecto llamativo del Cinturón de Fuego es que, de manera invariable, la reciente emergencia de numerosos conflictos cumple con dos objetivos geoestratégicos a la vez paralelos y combinados: el primero cercar a China y Rusia como ya se dijo anteriormente, el segundo socavar la influencia y el desarrollo creciente de Irán.
El primer objetivo geoestratégico debería, en un comienzo, cortar la proyección internacional de las dos mayores potencias asiáticas, acorralarlas en el marco de sus fronteras, obligarlas a depender de Occidente para su abastecimiento en materias primas y luego, en una segunda etapa, hacerlas retroceder fronteras adentro mediante la exacerbación de tensiones nacionalistas, étnicas o religiosas capaces de fragmentar sus respectivos territorios (Chechenos, Azeríes, Tibetanos, Uigures, etc.). Así aisladas, dependientes y fragmentadas, China y Rusia no significarían ya una amenaza para el poder occidental.
A la primera parte de este esquema responden sin duda, enumerándolas una por una, de Este en Oeste, las tensiones entre Rusia-China y Japón-Taiwán por el control de islas e islotes, el enfrentamiento retórico en la península de Corea, las maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y los Estados Unidos de Norteamérica y el despliegue militar norteamericano en torno a los mares que bañan las costas chinas. También es parte de esta ofensiva estratégica occidental el asombroso acercamiento de los Estados Unidos de Norteamérica con Vietnam para controlar aguas ricas en petróleo en el mar de China Meridional y la ofensiva diplomática de Obama en el sudeste asiático (Myanmar, Tailandia y Camboya), paso obligado de los barcos chinos hacia el Golfo Pérsico. 6 Las repentinas tensiones entre China y la India podrían ser analizadas como un intento chino de frenar el acercamiento de la India con Japón, estrecho aliado de Occidente. 7 Otros elementos que conforman ese cerco a China y Rusia son la ocupación de facto de Pakistán por la OTAN, su desestabilización y progresiva fragmentación, la ocupación de Afganistán, las amenazas cada vez más agresivas contra Irán, la recurrente inestabilidad de Irak, la instrumentalización de la organización Al-Qaeda como herramienta de desestabilización en Medio Oriente, la diplomacia anti rusa de Occidente en las Repúblicas de Asia Central que pertenecían anteriormente a la URSS, el proyectado despliegue de escudos antimisiles en Turquía y Europa del Este, que permitirían cerrar definitivamente el paso a las flotas rusas del Mar Negro y del Mar Báltico, el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de países del ex-bloque socialista y, finalmente, la eventual invasión, ocupación y desmembramiento de Siria. Por ser este país árabe un aliado estratégico de Irán y encontrarse, en su ciudad portuaria de Tartús, la única base militar rusa en el extranjero, los acontecimientos que conmocionan a Siria constituyen el punto de inflexión de la ofensiva occidental.
Siguiendo esa estrategia de proyectarse y cercar a Rusia y China, Occidente está logrando el control efectivo y absoluto del Mediterráneo y del Mar Rojo, convirtiendo ambos mares en una prolongación del Atlántico Norte.
La invasión de Libia, el apoyo al autodenominado Ejército Libre Sirio, la injerencia francesa en Túnez luego del derrocamiento del dictador pro-occidental Ben Alí, la desestabilización del gobierno de Mursi en Egipto (gobierno que, es preciso recordar, estrechó lazos con Irán y rompió relaciones con Israel), la intervención norteamericana en Yemen o la inestabilidad que reina en el cuerno de África (Somalia, Kenia, Eritrea, Etiopía) es decir en las puertas de entrada y de salida al Mar Rojo, la partición en dos de Sudán habitual opositor a las políticas occidentales en África Oriental, la invasión de Malí por los franceses y los alemanes, los intentos de golpe de Estado en la República Centroafricana, el apoyo europeo y norteamericano irrestricto a Marruecos frente a las reivindicaciones independentistas del Sahara Occidental, el envío de tropas francesas a Níger para controlar sus yacimientos de uranio, el despliegue de fuerzas aéreas norteamericanas en la base militar española de Morón, en Andalucía, frente al Magreb, reflejan la clara progresión de Occidente en su afán por volver a controlar todo el norte de África y los dos mares ya mencionados.
Así, a la vez que logra cerrar la puerta a cualquier intromisión asiática en el área y que pone bajo su control las riquezas de esa extensa región, el Tratado del Atlántico Norte conseguiría, con el control total del Mediterráneo y del Mar Rojo, conectar directamente con el Océano Índico y con el Golfo Pérsico facilitando el monitoreo de los movimientos de las flotas rusas, chinas e iraníes e impidiendo su eventual conexión. 8
Luego de recorrer Asia y África, el Cinturón de Fuego cruza el Atlántico para desembarcar en Venezuela principalmente y, desde allí, expandirse hacia los países que conforman la Alianza Bolivariana (ALBA) constituida por Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, algunas islas del Caribe y, hasta 2009, Honduras. El Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela) también está en la mira, sobre todo desde el surgimiento del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires y el posterior ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur.
Tanto China como Rusia o Irán, éste último por razones particulares, han encontrado, en estos países latinoamericanos y caribeños, un entorno favorable para desarrollar amplias, profundas e intensas relaciones que abarcan tanto los ámbitos políticos, económicos, culturales como militares 9 . Ese ambiente acogedor para con las potencias asiáticas se explica, en algunos casos, por la voluntad manifiesta de emanciparse de la tutela norteamericana y, en otros como Brasil, por la posibilidad de diversificar sus mercados y de acelerar su despegue como potencia estratégica a escala mundial.
No es por ende sorprendente que muchos Estados latinoamericanos hayan sido a su vez objeto de una feroz embestida por parte del Pentágono, de Europa y de sus aliados en la región (oligarquías nacionales, Colombia, Chile, Perú y, de una manera más ambigua, Uruguay). Intentos de golpes de Estado y sabotajes de todo tipo afectaron o afectan todavía a Venezuela, Ecuador, Bolivia, Honduras, Haití y Paraguay, mientras la desestabilización económica y política genera inseguridad en otros países como Argentina o Cuba. En algunas oportunidades la tensión alcanzó tales extremos que se arriesgó el estallido de un enfrentamiento bélico entre Estados como en el caso de Colombia y Venezuela, Colombia y Ecuador, Nicaragua y Costa Rica o, en menor medida, Uruguay y Argentina, con el consiguiente pedido de auxilio del presidente uruguayo Tabaré Vázquez a su homólogo norteamericano George W. Bush 10 .
El segundo objetivo de la ofensiva estratégica occidental es Irán. La República Islámica constituye sin dudas un blanco prioritario, una pieza clave, en el marco del Cinturón de Fuego que pretende cercar a Rusia y China pero, de por su ubicación, sus recursos y su potencial industrial, militar y político se convirtió además en un objetivo estratégico per se de las potencias occidentales.
Irán es el único país del Golfo Pérsico que mantiene una clara independencia frente a los intereses occidentales. En él, las inversiones rusas y chinas encuentran un ámbito propicio para establecerse y desarrollarse. Para mayor preocupación del bloque occidental en general y de los Estados Unidos de Norteamérica en particular, Irán pisó tierra latinoamericana mediante su alianza con el ALBA, grupo del que es miembro observador. 11 La República Islámica, principal país de confesión chií, constituye además el puntal de apoyo de numerosos grupos de resistencia árabe frente al Estado de Israel y la injerencia occidental. 12 De esta manera, la proyección geoestratégica de Irán llega, de hecho, hasta el Mediterráneo a través de Irak, Siria y los movimientos de resistencia islámicos y laicos en el Líbano (Hezbollah) y Palestina (Hamás, Djiad Islámica, FPLP, etc.), pero su influencia también se disemina entre los aliados regionales de Occidente como Catar, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Arabia Saudí por contar estos Estados con una importante proporción de su población de confesión chií.
El caso de Irak es, en ese sentido, paradigmático. Si bien el país mesopotámico protagonizó una durísima guerra contra Irán entre 1980 y 1988, durante el gobierno suní de Saddam Hussein, y luego fue invadido y ocupado por Estados Unidos de Norteamérica, el hecho que su población sea mayoritariamente chií terminó conciliándolo con los intereses persas. Dicho de otra manera, luego de las primeras elecciones en Irak y la victoria electoral de la mayoría chií, los norteamericanos tuvieron que negociar con su archienemigo Irán para lograr pacificar un poco el país que habían invadido y en el que sus tropas estaban empantanadas 13 .
En la actualidad, el surgimiento de grupos islamistas suníes radicales, vinculados a las ideologías salafista o wahabita, pertenecientes a la red Al-Qaeda y patrocinados por Occidente, Israel, las monarquías del Golfo y Turquía, tanto en Irak como en Siria, está directamente orientado a derrocar gobiernos chiíes afines a la nación persa y, por ende, a cercenar la expansión estratégica de esta última tanto en la región como más allá de ella. 14
La respuesta iraní frente a la arremetida occidental se expresa en varios ámbitos: su decisión inquebrantable de desarrollar la tecnología nuclear para afianzar su independencia energética, su intenso desarrollo industrial, científico y armamentístico así como su apoyo amplio y abierto a los polos de resistencia en Asia, África y América Latina. Hasta ahora, la nación persa mantuvo una posición de apoyo diplomático y político al gobierno de Bashar Al-Assad, negándose a entrar de lleno en operaciones militares. Es indudable, no obstante, que el gobierno de los ayatolas no ignora que Irán es el objetivo principal detrás de la agresión a Siria y que una caída del régimen Baas en Siria sería la antesala de una agresión directa a Irán.
En el campo de batalla sirio, las últimas victorias gubernamentales frente a los grupos mercenarios ligados a Al-Qaeda avivaron la intervención turca, israelí, saudí y catarí en el conflicto. A su vez, esta injerencia creciente ya determinó muy firmes declaraciones de Hassan Nasrallah, el líder del movimiento chií Hezbollah en el Líbano, aclarando que ni dicha organización, ni Irán podrían tolerar el derrocamiento del actual gobierno sirio. 15 Los Occidentales y sus aliados respondieron con un bombardeo israelí a un centro de investigación militar próximo a Damasco y con maniobras militares simultáneas de Turquía e Israel en la frontera siria 16 . Es indudable que el mundo se encuentra en esa región frente a la potencialidad inminente de una conflagración de dimensiones inauditas desde la Segunda Guerra Mundial.
La respuesta de China y Rusia frente a la arremetida occidental ha sido hasta ahora sumamente prudente, ambivalente y de alcance relativo según el ámbito en el que se ha desarrollado:
Ambas potencias, por cierto, se sumaron a la carrera armamentística y tecnológica, reaccionando fuertemente frente al desarrollo tecnológico y militar occidental. Así mismo en el aspecto económico intentan ganar terreno, desplazando a sus competidores norteamericanos y europeos y extendiendo relaciones comerciales y políticas hacia zonas que antes le eran, si no vedadas, por lo menos de difícil penetración.
Rusia, quizás, tenga en su enorme potencial energético su arma más poderosa para enfrentar la hegemonía occidental. La nacionalización de recursos petroleros y gasíferos, otrora en manos de empresas europeas y norteamericanas, le devolvió a Moscú un peso de primer orden en la geopolítica mundial. Sin contar que de esta manera Rusia logró contrarrestar la ofensiva occidental sobre el Golfo Pérsico anulando la posibilidad de un monopolio energético mundial en manos de Occidente. Lo cierto es que el plan de Putin de controlar los recursos energéticos rusos abre la posibilidad para el diseño de un nuevo orden mundial multipolar donde por un lado estén Rusia, China, Irán y Venezuela y por otro Estados Unidos y las potencias de la OTAN. Se trata de una lucha geopolítica y geoestratégica a nivel mundial en el que se inscriben también los despliegues marítimos de Rusia, China e Irán para contrarrestar el escudo misilístico del Pentágono destinado a cercar militarmente las tres potencias Euroasiáticas.17
Por su lado, China con su potencial financiero, industrial y tecnológico somete a Occidente a una despiadada competencia, diversificando su red de proveedores y clientes, conquistando mercados y lealtades a fuerza de inversiones, créditos, exportaciones, importaciones e intereses económicos compartidos.
El gigante oriental, en ese sentido, se convirtió en el mayor socio comercial de África (160.000 millones de dólares) por encima de Estados Unidos de Norteamérica y Europa. Sus empresas colocaron 15.000 millones de dólares en África sólo en el 2012 atraídas por los minerales de los países africanos, así como por el petróleo de África occidental o la biodiversidad del África ecuatorial. China importa además productos agrícolas de Chad, Malí, Benín y Burkina Faso para su industria textil y coloca, en el continente negro, parte importante de sus productos manufacturados, figurando Nigeria como el principal consumidor africano de importaciones chinas.18
Una situación similar se refleja en América Latina, donde China ha comenzado a disputar el terreno a los Estados Unidos de Norteamérica y a Europa, tanto en el campo del intercambio comercial como en el de las inversiones financieras o productivas, la ciencia, la cultura, la tecnología o las actividades bancarias.19 Es cierto que no todos los países latinoamericanos ven con buenos ojos el avance asiático sobre la región. Los centroamericanos, por ejemplo, sufren la competencia de los productos manufacturados chinos que ellos producían habitualmente en sus zonas francas. Los países de América del Sur, en cambio, aprovechan el dinamismo de un cliente excepcional para colocar sus materias primas (petróleo, cobre, madera, bauxita, etc.) y su producción de alimentos, a la vez que buscan, en la potencia china, un respaldo para emancipar sus economías de la tradicional dependencia de los Estados Unidos de Norteamérica.20
China es hoy por hoy la principal amenaza que pesa sobre el dólar como moneda de intercambio a escala planetaria. El gigante asiático parece, en efecto, querer socavar el uso de la divisa norteamericana en el comercio internacional. El anuncio de un plan para establecer la convertibilidad del yuan prepara el camino para que la moneda china se convierta en divisa de reserva a la par del dólar o en su detrimento. La convertibilidad del yuan facilitaría el flujo de capitales e inversiones desde y hacia China y permitirá además controlar la situación económica del país por medio de tasas internas como lo hacen la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo. Otra ventaja para China derivada de la convertibilidad sería la inclusión del yuan en la canasta del Fondo Monetario Internacional, sobre cuya base se establecen los derechos especiales de giro y los créditos internacionales.21
Muchos proyectos tanto de Rusia, como de China o de los países pertenecientes al grupo BRICS van en esa misma dirección. Se pueden citar, a modo de ejemplos, la propuesta de creación de un Banco de Desarrollo del grupo BRICS que rivalizaría con las instituciones internacionales de crédito dominadas por Estados Unidos y la Unión Europea22 o el aumento de las reservas de oro de las dos potencias asiáticas como una manera de prevenir cualquier derrumbe del dólar23. Inspirados o alentados por esas políticas monetarias novedosas, numerosos Estados están optando por el uso de sus propias monedas en sus transacciones o por el uso de mecanismos de pago regionales como el Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) en el caso del ALBA, esquivando así la divisa estadounidense. De esta manera, el proceso lanzado por China de 'derrocamiento' del dólar en las transacciones comerciales se está acelerando notoriamente.
En el ámbito diplomático y militar, contrariamente al aspecto económico, las dos potencias asiáticas demostraron reaccionar tibia y ambiguamente a la hora de defender sus intereses:
Rusia y China, con el fin de la Guerra Fría, habían priorizado el ámbito diplomático para resolver conflictos internacionales y buscaban, mediante la negociación, un paulatino desarme mundial. Sin embargo, el dinamismo de la industria militar occidental y la virulencia de su actividad bélica, fundamentalmente a lo largo de las fronteras australes del eje Pekín – Moscú, obligaron a las dos potencias asiáticas a sumarse, casi a regañadientes, a la carrera armamentística. China intenta, en la actualidad, modernizar su fuerza aérea y reforzar su marina de guerra, consciente de que el control de sus mares es la clave de su proyección geoestratégica. Otro aspecto significativo es que China se lanzó de lleno en la conquista espacial, apoyando en ese marco a algunos de sus aliados como Venezuela y Ecuador. 24
Rusia, por su parte, intenta dar una respuesta concreta al escudo antimisiles que Occidente está desplegando todo a los largo de su frontera. Algunas maniobras navales rusas en el Mediterráneo y sobre todo en el Caribe de la mano de Venezuela, se asemejaron a un auténtico desafío a Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados.
Pese a todo ello, tanto China como Rusia aceptaron casi sin protestar la invasión de Libia y de Malí. En el primer caso, sus reclamos llegaron tarde y sólo lograron subrayar en qué medida descomunal las dos naciones asiáticas se habían equivocado al autorizar la zona de exclusión aérea sobre el país dirigido por Gadafi. En el segundo caso, Rusia, pretextando la lucha contra el islamismo radical, pareció aceptar el avance occidental hacia el corazón del Sahel. En cambio China, que tiene más intereses que Rusia en África, asumió la intervención francesa con una mezcla de preocupación y benevolencia. Así de claro lo expresaba He Wenping, director de Estudios Africanos del Instituto de Estudios Asiáticos Occidentales y Africanos de la Academia China de Ciencias Sociales, citado por M. K. Bhadrakumar e n un artículo publicado en Asia Times Online:
“China tiene ciertos intereses en Malí debido a sus proyectos de inversión. No es necesariamente algo malo para China ya que la decisión francesa de enviar a sus soldados puede estabilizar la situación… Sin embargo, a pesar de todos los beneficios potenciales, hay una posible causa de alarma: las fuerzas francesas. La participación de las fuerzas francesas en Malí justificará la legalización de un nuevo intervencionismo en África.”
Pekín comprende perfectamente que Occidente se está lanzando a una estrategia de contención de sus intereses en África, intentando recuperar el control de sus antiguas colonias en las que, hoy, China está progresando. El problema para Occidente es que no puede competir con China en el terreno comercial, porque ésta ofrece una relación más amplia y justa con las naciones africanas. De ahí la necesidad occidental de una política agresiva y belicosa.25
China y Rusia, aprendiendo de la experiencia libia, mantuvieron sobre Siria cierta unidad y firmeza en el Consejo de Seguridad de la ONU, rechazando tajantemente cualquier intento de Occidente por obtener el aval de dicho organismo para una intervención militar en el país árabe. En pleno conflicto sirio, las maniobras navales rusas en aguas del Mediterráneo Oriental, con su puerto de atraco en Tartús, subrayaron la importancia de esa base militar para Rusia y demostraron la voluntad del Presidente Putin de conservarla. Así mismo se puso de manifiesto la imposibilidad de hallar una solución al enfrentamiento en dicho país sin la participación de Rusia como mediador. 26
Esta postura tiene, pese a todo, sus límites y sus ambigüedades: Rusia no pasa de un apoyo meramente diplomático y defensivo al gobierno de Damasco. La oposición neta de Moscú a toda intervención militar extranjera en Siria, el rechazo al masivo suministro de armas occidentales a los mercenarios de Al-Qaeda, la negativa a negociar una salida del poder del presidente sirio, las múltiples reuniones entre el canciller ruso Lavrov y miembros del gobierno Baas, el acercamiento y reconocimiento por parte de Rusia del Hezbollah abundan en ese sentido 27 . Pero, a contrapié de esa postura, Moscú se negó a venderle a Siria su sistema de defensa antiaéreo S-300, aunque aceptó entregarle sistemas más anticuados pretextando que se trataba de un negocio cerrado antes de que comenzara la guerra civil. 28 Algo similar sucedió con Irán. En este último caso, alegando las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU impuso a Teherán en junio de 2010, Rusia no cumplió con el suministro de armas acordado evidenciando su deseo de no comprometerse más allá de un marco jurídico internacional que, desde hace tiempo ya, nadie respeta en el bando occidental.29 Peor aún, el hecho terminó perjudicando al Estado ruso quien no sólo perdió dos clientes importantes, sino que ahora arriesga tener que indemnizar a Irán por la ruptura del contrato de compra-venta.
Quizás uno de los éxitos diplomáticos aparentes de China haya sido la creación, en el año 2001, de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS) que reúne a China, Rusia, Uzbekistán, Kazakstán, Tayikistán, Kirguistán y varios países observadores de importancia relevante como Pakistán, Afganistán, Irán y la India.
El objetivo primero de la organización fue “la lucha contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo” en el marco de un Oriente que comenzaba a sufrir las consecuencias devastadoras de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001.30 Paulatinamente empero, se fueron incorporando a la agenda el tema de la cooperación económica, aunque, en este capítulo también, más que de economía, se trata de seguridad económica, centrándose las discusiones sobre temas tan estratégicos como la energía, la alimentación, el agua, las comunicaciones y las finanzas.
Muchos analistas quisieron ver en esta organización un mecanismo para contrarrestar el Nuevo Orden Mundial que pretende imponer Occidente, proponiendo, en su lugar, un orden multipolar basado sobre la seguridad, la cooperación mutua y la libertad de cada Estado para elegir su modelo de desarrollo.31 Sea como sea, después de los acontecimientos que conmocionaron Kirguistán en el 2010 y la incapacidad de los socios de la OCS para intervenir en ellos, la organización perdió un poco de su prestigio y parece estar bastante estancada.
En realidad, la OCS parece ser lo que indican sus siglas: una organización que coordina políticas de seguridad entre miembros muy dispares, con intereses particulares muy diferentes, sin que eso represente stricto sensu una alianza de ningún tipo.
En conclusión, basta con mirar un mapa para apreciar que desde Pyongyang hasta Beirut se propaga un incontenible incendio. Guerras, rebeliones, golpes de Estado y levantamientos de todo tipo se van sucediendo frenéticamente, se extienden seguidamente a lo largo de la mitad Norte de África para luego saltar el Atlántico y tocar tierra americana en Caracas de donde la inestabilidad se ramifica hacia los países cuyas políticas incomodaron o incomodan a Washington. El Cinturón de Fuego con el que Occidente procura rodear a China y Rusia está claramente dirigido a quebrar la proyección geoestratégica de estas dos potencias, de manera a acorralarlas dentro de sus fronteras y luego provocar su fragmentación y debilitamiento.
El Imperio Occidental busca deshacerse de sus dos principales competidores, arrebatándoles zonas de influencia y mercados, atomizando a sus potenciales aliados e imponiéndose a ellos como única alternativa para establecer relaciones internacionales. Tanto China como Rusia, encerradas en sus fronteras, rodeadas de Estados fallidos, de bases militares y de conflictos más o menos intensos, se verían entonces obligadas a una oprobiosa dependencia para su desenvolvimiento internacional.
En realidad, ya no se trata para los occidentales de ocupar militarmente los espacios que circundan las potencias orientales. Las dolorosas experiencias de Afganistán e Irak dejaron sus enseñanzas. Por ahora les basta con conseguir que las zonas que circundan Rusia y China sean tan inestables, tan inviables política y económicamente como para que todo intento de sus poderosos vecinos de proyectarse hacia ellas se convierta en una peligrosa aventura. Luego ya se tendrá tiempo para que el desorden se propague fronteras adentro de Rusia y China, mientras los intereses occidentales progresan en esas zonas, beneficiándose de la debilidad de auténticos Estados fallidos. En ese sentido África con sus interminables enfrentamientos étnicos y sectarios detrás de los cuales se esconden empresas y capitales del mundo desarrollado ha sido una lección muy provechosa para Occidente. La instrumentalización de Al-Qaeda por parte de la OTAN parece perseguir un diseño similar en el mundo musulmán: la propagación del caos en zonas de penetración sino-rusa para lograr su retirada. Una vez alejados los gigantes asiáticos, norteamericanos y europeos podrán dedicarse a pescar en río revuelto.
Occidente está cerca de lograr su propósito. Para cerrar el cerco, sólo le falta conseguir la caída de algunos bastiones aún en mano de sus rivales. Hassan Nasrallah llama de manera muy pertinente a esos bastiones “las Fuerzas de la Resistencia”. Hoy por hoy, el núcleo de esas fuerzas está constituido por las diversas facciones palestinas (excepto el Fatah), el Hezbollah, Siria e Irán. Es contra ellos que el Imperio Occidental está dirigiendo toda su furia.
Entendido de esta forma, el derrocamiento de Al-Assad supondría un golpe durísimo. Significaría, en efecto, un golpe mortal a 60 años de resistencia palestina, el cerco y la asfixia del movimiento chií libanés y, finalmente, abriría la puerta a una agresión directa de Occidente contra un Irán totalmente aislado y abandonado.
La caída de Irán conllevaría el dominio de Occidente sobre el Golfo Pérsico y, por ende, sobre la mayor parte del petróleo mundial y su red de oleoductos, por lo que Venezuela perdería el control de su principal arma estratégica. La Revolución Bolivariana debería entonces replegarse y moderar sus objetivos o tendría los días contados. América Latina abruptamente regresaría a la época del consenso de Washington.
China y Rusia, hasta ahora, han generalmente priorizado el ámbito económico en su proyección internacional, pensando quizás que su modelo de desarrollo relativamente acorde con el modelo occidental evitaría las rispideces. Los logros de ambas fueron y son inobjetables. A pocos años del Fin de la Guerra Fría, consiguieron afirmarse como potencias ineludibles en el escenario económico y financiero internacional.
El golpe fue muy fuerte para Occidente, pero sin dudas estuvo atenuado por la interdependencia que caracteriza la globalización. El hecho que Rusia y China hayan centrado sus esfuerzos en competir con Occidente principalmente en el plano económico también funcionó como un atenuante de dicho golpe. Mientras los asiáticos se dedicaban a tejer una red de relaciones comerciales y negocios en el mundo entero, los occidentales ubicaban estratégicamente sus tropas. A la hora de la verdad, las potencias del Este se sienten rodeadas y con las manos atadas pues comprenden que cualquier reacción de su parte pone en serio peligro las conquistas económicas que lograron en estas dos últimas décadas.
Es probable que las dos potencias asiáticas soñaran con un entendimiento con Occidente para compartir el poder mundial, sin tener que chocar por ello. De ahí sin dudas una política internacional moderada, prudente, indecisa, con la que fueron cediendo terreno y posiciones estratégicas, ante una constante progresión occidental todo a lo largo de sus fronteras.
Si Rusia y China contaban con que el planeta se repartiera pacíficamente entre potencias que comparten algunos principios básicos, Occidente les respondió bastante clara y brutalmente que el poder no se comparte.
En la actualidad las potencias asiáticas se encuentran frente a un dilema: o enfrentan enérgicamente a Occidente en todos los ámbitos, incluido el plano militar y aceptan las consecuencias nefastas de ese enfrentamiento o se someten y aceptan permanecer a la sombra de Occidente, como potencias, sin duda, pero de proyección limitada.
Lo que está por venir dependerá de las decisiones que tomen próximamente los dos gigantes asiáticos en los acontecimientos que estremecen Medio Oriente así como de la capacidad d resistencia de Irán y sus aliados. Si Rusia y China siguen con su moderación, tendrán tarde o temprano que aceptar el dominio del Imperio Occidental. Si optan en cambio por apoyar decididamente “las Fuerzas de la Resistencia”, el mundo asistirá pronto a un choque de proporciones colosales.
Notas:
1 “China acabará con el reinado militar de EE.UU. en Asia en dos décadas.”, Russia Today, 02.05.2013. http://actualidad.rt.com/actualidad/view/93379-china-eeuu-liderazgo-militar-asia
2 “La deuda de EE.UU., ¿una 'bomba' financiera en manos chinas?”, Russia Today, 14.09.2012 http://actualidad.rt.com/economia/view/53746-deuda-eeuu-arma-financiera-manos-china
3 “Brasil y China se alejan del dólar y el euro para su comercio bilateral”, Tiempo Argentino, 27.03.2013. http://tiempo.infonews.com/2013/03/27/mundo-99004-brasil-y-china-se-alejan-del-dolar-y-el-euro-para-su-comercio-bilateral.php “ China y Rusia dejarán de usar el dólar en sus intercambios internacionales”, Expansión.com, 24.11.2010. http://www.expansion.com/2010/11/24/mercados/divisas/1290625111.html 4 “China entre el Congreso del PC y las respuestas estratégicas a EE.UU”. Periodismo Internacional Alternativo, 13.11.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/china-entre-el-congreso-del-pc-y-las-respuestas-estrategicas-a-ee-uu/5 Central Intelligence Agency, “The World Fact Book, Mali”, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/ml.html
“República Centroafricana: coalición armada toma el poder luego del derrocamiento del gobierno”, Periodismo Internacional Alternativo, 25.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/republica-centroafricana-coalicion-armada-toma-el-poder-luego-del-derrocamiento-del-gobierno/
“Países africanos no reconocen al presidente de facto de República Centroafricana”, Periodismo Internacional Alternativo, 04.04.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/paises-africanos-no-reconocen-al-presidente-de-facto-de-republica-centroafricana/
“Resistencia por la independencia de Sahara Occidental frente a Marruecos”, Periodismo Internacional Alternativo, 22.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/resistencia-por-la-independencia-de-sahara-occidental-frente-a-marruecos/
“Los vínculos de EEUU con los movimientos armados de la República del Congo”, Periodismo Internacional Alternativo, 20.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/los-vinculos-de-eeuu-con-los-movimientos-armados-de-la-republica-del-congo/
“Acuerdo petrolero entre Sudán del Sur y Sudán”, Periodismo Internacional Alternativo, 13.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/acuerdo-petrolero-entre-sudan-del-sur-y-sudan/
“Alemania suma sus tropas a la invasión en Mali”, Periodismo Internacional Alternativo, 13.03.2013 http://www.noticiaspia.com.ar/category/africa/
6 “¿Qué busca Estados Unidos en Myanmar? A propósito de la próxima gira de Obama al sudeste asiático”, Periodismo Internacional Alternativo, 09.11.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/que-busca-estados-unidos-en-myanmar-a-proposito-de-la-proxima-gira-de-obama-al-sudeste-asiatico/7 ¿Está China intentando demostrar a la India 'quién manda' en la región?, Russia Today, 03.05.2013, http://actualidad.rt.com/actualidad/view/93497-chino-india-incursion-region-disputa
8 “Nuevos ataques de drones estadounidenses en Yemen”, Periodismo Internacional Alternativo, 22.04.2013 http://www.noticiaspia.com.ar/nuevos-ataques-de-drones-estadounidenses-en-yemen/“Kenyatta ganó las elecciones presidenciales en Kenia”, Periodismo Internacional Alternativo, 09.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/kenyatta-gano-las-elecciones-presidenciales-en-kenia/
“Elecciones generales en Kenia”, Periodismo Internacional Alternativo, 04.03.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/elecciones-generales-en-kenia/
“Resistencia por la independencia de Sahara Occidental frente a Marruecos”, Periodismo Internacional Alternativo, 22.03.2013 http://www.noticiaspia.com.ar/resistencia-por-la-independencia-de-sahara-occidental-frente-a-marruecos/
“Túnez: movilización en apoyo al gobierno y rechazo a la injerencia de Francia”, Periodismo Internacional Alternativo, 09.02.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/tunez-movilizacion-en-apoyo-al-gobierno-y-rechazo-a-la-injerencia-de-francia/
“Egipto, entre los planes del imperio y la posibilidad revolucionaria”, Periodismo Alternativo Internacional, 28.01.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/egipto-entre-los-planes-del-imperio-y-la-posibilidad-revolucionaria/
“EEUU y España aliados en el avance imperialista sobre África”, Periodismo Alternativo Internacional, 30.04.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/eeuu-y-espana-aliados-en-el-avance-imperialista-sobre-africa/
“La desestabilización de Pakistán”, Periodismo Alternativo Internacional, 30.12.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/la-desestabilizacion-de-pakistan/
9 “Irán estrecha sus vínculos en Nuestra América”, Periodismo Internacional Alternativo, 19/02/2013, http://www.noticiaspia.com.ar/iran-acrecienta-sus-vinculos-en-nuestra-america/
10 “Vázquez pidió apoyo a Bush en caso de "conflicto bélico", El Espectador.com, 11.10.2011, http://www.espectador.com/noticias/223686/vazquez-pidio-apoyo-a-bush-en-caso-de-conflicto-belico11 “Irán criticó a Estados Unidos por intervenir en los asuntos soberanos de Nuestra América”, Periodismo Internacional Alternativo, 02.01.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/iran-critico-a-estados-unidos-por-intervenir-en-los-asuntos-soberanos-de-nuestra-america/
12 “El brazo más fuerte”, Periodismo Internacional Alternativo, 18.12.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/el-brazo-mas-poderoso/13 Hamid Alkifaey, “Estados Unidos e Irán trabajan juntos en Iraq”, 16.08.2011, http://iraqsolidaridad.wordpress.com/2011/09/01/estados-unidos-e-iran-trabajan-juntos-en-iraq/
14 “2003-2013: Resistencia iraquí, guerra sucia estadounidense y la remodelación de Oriente Próximo (1a Parte)”, Periodismo Internacional Alternativo, 01.05.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/2003-2013-resistencia-iraqui-guerra-sucia-estadounidense-y-la-remodelacion-de-oriente-proximo-1a-parte/
“Decenas de muertos por atentados en Irak”, Periodismo Internacional Alternativo, 16.04.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/decenas-de-muertos-por-atentados-en-irak/
“Lazos Irán-Irak se cimentan en la paz, amistad y el desarrollo”, Iran spanish radio, 12.11.2012, http://spanish.irib.ir/noticias/iran1/item/130693-lazos-ir%C3%A1n-irak-se-cimentan-en-la-paz,-amistad-y-el-desarrollo
“Irak tierra de atentados financiados por las monarquías árabes”, Periodismo Internacional Alternativo, 03.05.2013, http://www.noticiaspia.com.ar/irak-tierra-de-atentados-financiados-por-las-monarquias-arabes/
“Siria: la carrera por el oro negro”, Manlio Dinucci, 10.05.2013, http://www.insurgente.org/index.php/2012-04-11-10-03-53/mundo/item/5304-siria-la-carrera-por-el-oro-negro
15 “Hezbolá no descarta ayudar a Siria en una hipotética intervención militar”, Telesurtv, 01.05.2013, http://www.telesurtv.net/articulos/2013/05/01/hezbola-no-descarta-ayudar-a-siria-en-una-hipotetica-intervencion-militar-4478.html 16
“Turquía e Israel emprenden maniobras militares en sus fronteras con Siria”, Telesurtv, 07.05.2013, http://www.telesurtv.net/articulos/2013/05/07/turquia-e-israel-emprenden-maniobras-militares-en-sus-fronteras-con-siria-920.html 17
“Rusia de la mano del gas y del petróleo en búsqueda de mayor poder geoestratégico”, Periodismo Internacional Alternativo, 13.11.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/rusia-de-la-mando-del-gas-y-del-petroleo-en-la-busqueda-de-mayor-poder-mundial/
18 “Russia, China grapple with Mali's future”, M K Bhadrakumar, Asia Times Online, 25.01.2013, http://www.atimes.com/atimes/China/OA25Ad02.html
19 “China reemplazaría a Unión Europea como segundo inversor en América Latina”, Perú21, 31.03.201, http://peru21.pe/economia/china-reemplazaria-union-europea-como-segundo-inversor-america-latina-212429020 “China – América Latina: Relaciones de cooperación y competencia post ingreso del gigante asiático a la Organización Mundial del Comercio”, Ana Clara Rho, Grupo de Estudios Internacionales contemporáneos, 18.07.2011. http://geic.files.wordpress.com/2011/07/ensayo-007-20111.pdf
21 “China avanza en su plan de 'derrocar' al dólar”, Russia Today, 07.05.2013, http://actualidad.rt.com/economia/view/93834-china-yuan-convertible-reserva-mundial22 “Los BRICS crean su propio banco para deshacerse del dólar”, Russia Today, 10.03.2011, http://actualidad.rt.com/economia/view/88646-brics-uso-dolar-banco-desarrollo
23 “Rusia y China se blindan de oro contra EE.UU”, Russia Today, 12.02.2013, http://actualidad.rt.com/economia/view/86415-rusia-china--reservas-oro-eeuu-economia 24“China entre el Congreso del PC y las respuestas estratégicas a EE.UU.”, op. cit.
25 “Russia, China grapple with Mali's future”, op. cit.
26 “Putin expuso duras críticas a EEUU y reiteró su postura ante Siria”, Periodismo Internacional Alternativo ,21.12.2012, http://www.noticiaspia.com.ar/putin-expuso-duras-criticas-a-eeuu-y-reitero-su-postura-ante-siria/27 “Rusia alaba la Credibilidad de Hezbolá”, Al Manar, 27.04.2013, http://www.almanar.com.lb/spanish/adetails.php?fromval=2&cid=31&frid=23&seccatid=31&eid=32719
28 “EEUU no se decide a atacar: Siria tiene innovadores misiles rusos”, Cuba Debate, 07.03.2012, http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/03/07/eeuu-no-se-decide-a-atacar-siria-tiene-innovadores-misiles-rusos/“Rusia se niega a suministrar el sistema de defensa antimisiles S-300 a Siria”, La Voz de Rusia, 26.06.2012, http://spanish.ruvr.ru/2012_06_26/rusia-siria-s-300-suministros/ 29
“Irán avanza hacia sistema antiaéreo alternativo al ruso S-300 según militares”, RIA Novosti, 17.04.2012, http://sp.rian.ru/Defensa/20120417/153453255.html 30
“La Organización de Cooperación de Shanghái: promesas y decepciones”, Eurasian hub, 07.06.2012, http://eurasianhub.com/2012/06/07/la-organizacion-de-cooperacion-de-shanghai-promesas-y-decepciones/ 31
“Asia en el centro del nuevo orden mundial, la Organización para la Cooperación de Shanghái surge como fuerza mundial”, Larouche Political Action Committee, 18.06.2012, http://spanish.larouchepac.com/node/16706
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