viernes, 2 de julio de 2010

Pedro Páez Pérez







Rebelion. “La Patria Grande espera que Chile se reconozca como latinoamericano”












Pedro Páez Pérez, ex jefe de la economía ecuatoriana con Rafael Correa

“La Patria Grande espera que Chile se reconozca como latinoamericano”










Pedro Páez Pérez fue ministro de Coordinación de Políticas Económicas del Ecuador (cartera que incluye finanzas, Banco Central, compañías, aduanas, servicios de rentas internas, relaciones internacionales) entre el 2007 y el 2008, durante los comienzos de la administración del Primer Mandatario Rafael Correa. En la actualidad, Páez es representante plenipotenciario del Presidente de la República.

En veloz visita a Chile ofreció la siguiente entrevista.

¿Con qué Estado se encontraron cuando Correa obtuvo la presidencia en el Ecuador?

Hemos iniciado un trabajo muy complejo y lleno de peligros. Llegamos al gobierno luego de tres décadas de desmantelamiento deliberado y sistemático de las capacidades estatales de gestionar soberanamente la cosa pública económica. El presidente Rafael Correa se encontró, en el caso más extremo, con la dolarización oficial que mutiló los instrumentos clásicos de política monetaria y cambiaria. La política fiscal misma ya estaba comprometida en su gran mayoría por una serie de preasignaciones y mecanismos que anulaban la capacidad de ministro de Finanzas de organizar el presupuesto público.

¿Y comercialmente?

La política comercial estaba básicamente comprometida con una serie de tratados internacionales y la adhesión tardía a la Organización Mundial de Comercio (OMC). En fin, nuestros espacios reales de política económica estaban reducidos a su mínima expresión.

¿Cómo enfrentaron los amarres?

Innovando instituciones y generando nuevas capacidades. Rescatamos parte de lo que había antes, pero sobre todo nos dedicamos a definir un nuevo arsenal de iniciativas. Ahí donde no teníamos política monetaria, inventamos una política de liquidez. Ahí donde no teníamos un tipo de cambio nominal, inventamos un tipo de cambio real. Ahí donde los compromisos internacionales habían dejado asfixiada cualquier posibilidad de política sectorial, articulamos una política de sustitución de importaciones muy selectiva y muy limitada todavía, pero que nos permitió establecer incentivos fuertes. Redujimos al máximo los costos de importación de tecnología y los insumos clave que no son producidos internamente. Al mismo tiempo subimos al máximo los bienes de consumo final, acompañado de créditos preferenciales e incentivos tributarios específicos a través de la banca pública que no existían antes.

¿Qué medidas crediticias adoptaron?

El primer año triplicamos el volumen de crédito de la banca pública y ampliamos el repertorio de productos financieros y no financieros para adecuarnos a los requerimientos de la producción. De este modo la gran producción como la pequeña producción, y otras formas productivas de la economía no capitalista, la economía popular, tienen su espacio. Debimos enfrentar las condiciones oligopólicas del mercado ecuatoriano y el estado de desregulación en la cuenta de capitales y en el mercado financiero.”

LOS DE ABAJO

¿Qué políticas puntuales diseñaron para el pueblo?

Establecimos estructuras financieras populares –cooperativas, cajas de ahorro, bancos comunales- que ahora tienen la capacidad de articularse físicamente al sistema electrónico del Banco Central. Antes esto sólo existía para la banca transnacional.

¿De qué vive el Ecuador?

Ecuador vive básicamente del petróleo, de las remesas de nuestros compatriotas que están fuera del país, del banano, del café, del cacao y de los camarones. Es un modelo primario extractivista que lastimosamente se ha exacerbado. El neoliberalismo, en vez de impulsar los conatos de industrialización que tuvimos en los 70 con el petróleo, terminó con buena parte de esa industrialización. El eje fundamental, más que el valor agregado, está ligado a temas de rentas diferenciales, extracción de recursos naturales y exportación de mano de obra barata.

¿Y qué cambios han propiciado al respecto?

Antes lo fundamental era el pago de la deuda externa, ahora es la inversión social (salud, educación). Antes el gasto de salud estaba en el 2 % del PIB; nosotros logramos subirlo al 6 %. Rafael Correa abrió 12 mil plazas de profesores de un total de 120 mil maestros. En la salud pública, antes los médicos trabajaban hasta 4 horas diarias y ahora trabajan 8 horas diarias gracias a un arreglo salarial. En materia previsional, comienza a pagarse una deuda larga que existía del gobierno con el seguro social. Se han establecido mecanismos que resguardan el manejo de los fondos pensionales para que no nos pase como en otros países de América Latina, donde los ahorros de toda una vida de los trabajadores se perdieron por ser invertidos en el exterior.

HACIA REFORMAS ESTRUCTURALES

¿Han nacionalizado áreas de la economía?

No ha habido nacionalizaciones en el Ecuador. Nos hemos concentrado en mejorar los procesos de liquidez de los recursos.

¿Y los impuestos?

En el Ecuador hubo antiguamente contratos petroleros que significaban para el Estado 80 % de ingresos netos, y 20 % para la empresa concesionaria. Aprovechando la crisis financiera de los 90, la oligarquía invirtió los porcentajes. Esto debía variar de acuerdo con los precios del petróleo, y las empresas no cumplieron la ley. Entonces, desde 2006, alrededor del 50 % queda para el Estado. Eso nos ha permitido tener un volumen de inversión pública muy significativo, desde un 4 % a un 13 % del PIB en 2008.

¿Para qué sirvieron esos recursos?

Comenzamos a realizar obras estratégicas, como la mejora de la refinería petrolera. También se reactivaron empresas hidroeléctricas que estuvieron congeladas por la política neoliberal de los ajustes presupuestarios. Esto nos permitirá, por fin, tener una autosuficiencia energética para el 2015.

¿Y las transformaciones más profundas?

Lo avanzado no obvia el objetivo de emprender reformas estructurales más profundas entre la relación del Estado, el capital privado y la economía popular. La nueva Constitución recién reconoce el derecho a la diferencia de la economía popular. Las formas productivas populares no sólo estaban invisibilizadas, sino que criminalizadas. A las cooperativas las obligaban a funcionar como banco, por ejemplo.

¿Qué función cumplen las cooperativas?

En Ecuador hay 35 bancos y 1300 cooperativas. Las cooperativas están movilizando buena parte del ahorro popular, sobre todo en provincia y en los barrios marginales.

¿Cuándo comenzó esta práctica?

En la crisis de lo 90, los bancos se desplomaron llevándose los ahorros de los ecuatorianos. Fue entonces cuando empezaron a florecer iniciativas financieras populares.

¿De qué manera golpeó la crisis de los 90 al país?

Esa crisis fue tan violenta que debieron partir del país 3 millones de personas en los últimos 15 años, y sólo somos 13 millones de ecuatorianos. Lo peor pasó entre 1995 y 2005.

LOS ASALARIADOS

¿Y la actual crisis sistémica?

Durante la crisis financiera sufrimos una devaluación brutal. Entramos a la dolarización con 25 mil sucres por dólar. Entonces el salario mínimo correspondía a 48 dólares mensuales, y un alto porcentaje ganaba por debajo del mínimo. Ahora el sueldo mínimo está en 240 dólares. La idea es ir avanzando a un salario de dignidad, en el que el reparto de utilidades de una empresa esté condicionada por ese salario de dignidad.

¿Cuáles son las condiciones de retiro de los trabajadores?

En Ecuador la gente jubila a los 65 años de edad, y a los 40 de trabajo. Y el trabajador al jubilar remunera el promedio del salario de los últimos 5 años (100 %).

¿Y qué ocurre con el mundo laboral organizado?

La desindustrialización y tercerización han atentado contra la sindicalización. Hoy por hoy existen varias centrales sindicales. Las más importantes son la Confederación de Trabajadores del Ecuador, la Central Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas que pugna por la central única; y la Central Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales libres, que es la más grande e industrializada.. También hay nuevas organizaciones como la Unión General de Trabajadores. Donde hay más sindicalización es en el sector público. Todavía existe un panorama sindical y político muy atomizado y débil.

¿Cómo se acuerdan los salarios?

Existen comisiones salariales por sector, con representación tripartita (por rama). Hay contratos colectivos y una política de salario mínimo vital. La palabra final la tiene el gobierno.

¿Y detrás del gobierno no la tienen los empresarios?

No bajo este gobierno.

LA PATRIA GRANDE

Ecuador está ligado al Banco del Sur…

Estamos con una banca de desarrollo de nuevo tipo que es el Banco del Sur. Se trata de un sistema monetario común tendiente a la construcción de una soberanía monetaria en la Región y a crear una alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI).

¿Por qué optar por la integración latinoamericana?

El proceso de construcción nacional –promesa largamente incumplida- no sólo puede darse a escala de Estado nación. Necesitamos un espacio supranacional, a nivel de la Patria Grande que soñaron los libertadores. La noción de Patria Grande no niega, sino que fortalece las soberanías nacionales, y en especial, a las soberanías populares. El objetivo es blindar nuestras economías frente a los avatares de las crisis internacionales. Es decir, hacer todo lo contrario de lo que hizo el neoliberalismo.

¿Qué ocurre con el capital transnacional de los gigantes del norte?

Hay un gran porcentaje de la inversión extranjera que saca más de lo que pone. Y termina financiando sus capitales contables con la extracción de las propias ganancias del negocio interno. Al respecto, en América Latina los últimos 30 años han sido fatales. Por eso lo que planteamos es una mejor generación de ingresos y una mayor retención de ese ingreso, orientado hacia la inversión productiva y a la generación de empleo.

¿Está en crisis el neoliberalismo?

Hay una bancarrota práctica de la teoría convencional neoclásica. Sólo se sostiene por su poder financiero. Y hay un gran repertorio de opciones que uno puede recuperar de la historia. Pero políticamente tenemos dos problemas. El poder del capital en términos de dominación, y el poder en términos de capacidad. El neoliberalismo ha reducido a las naciones, a los Estados y a las personas a la impotencia. Aquí lo que busca el neoliberalismo es que el verdadero leviatán sea el mercado y no dejarnos otra oportunidad que la resignación. Este sistema que habla tanto de la iniciativa privada lo que ha hecho es privarnos de la iniciativa. El Estado tiene que convertirse en el largo plazo, en la síntesis del interés colectivo. Hay que ciudadanizar al Estado y democratizar los mercados.

Muchos hablan de que la presente crisis económica ya estaría en su tiempo final…

Es una ilusión que lo peor de la crisis haya pasado y que Latinoamérica esté blindada. El Continente tiene que prepararse para enfrentar los riesgos que ahora son evidentes en Europa. A los griegos, portugueses, españoles e italianos se les está tratando igual que a los latinoamericanos en los 80, en el sentido de que se les culpa, como se nos culpaba desde los centros de poder, de ser irresponsables con nuestras cuentas. Pero en Estados Unidos e Inglaterra, donde en realidad están los focos de infección de la crisis, la situación es mucho peor.

¿Qué impone la crisis?

La crisis plantea una destrucción del crédito, una destrucción de la confianza, expresión de la insolvencia estructural del sistema. Las inyecciones de billones de dólares para salvar al capital financiero sólo están alimentando nuevas burbujas especulativas. Y deben cuidarse aquellas economías continentales que tienen relaciones muy fuertes con el mundo financiero europeo y especialmente español.

CIUDADANÍA Y BUEN VIVIR

¿Quién manda en Ecuador?

Existe una oligarquía de larga data y nuevos ricos. El neoliberalismo ha producido una nueva camada de grupos de poder que se ha aliado matrimonialmente con la vieja oligarquía. Y sobre todo ha transformado su estrategia de reproducción. Los últimos años no sólo son de destrucción de industria e institucionalidad democrática, sino también de un debilitamiento de los sujetos históricos, tanto a nivel de las elites, como de las clases subalternas.

¿Por qué el gobierno de Rafael Correa resalta tanto el concepto de ciudadanía?

Paulatinamente la figura de la ciudadanía cobra una importancia central a nivel de resistencias y recomposición popular. Hablamos de ciudadanía de manera muy ligada a la concepción del precio justo. El problema nuestro es que los trabajadores son expoliados. La mayoría de nuestros campesinos y artesanos van a negociar sus mercancías en condiciones que saben perfectamente que son asimétricas. Por eso el concepto de ciudadanía es un elemento tremendamente movilizador (precio justo), y va mucho más allá del mercado. Está asociado al desplazamiento del consumismo, y a vivir en plenitud o buen vivir. Entonces el futuro se define sobre la acción ciudadana.

¿Ecuador está más cerca de Brasil y Argentina o de Venezuela y Bolivia?

Ecuador está en la mitad del mundo. Estamos cerca de todos. Y en el gobierno y en el Ecuador existen muchas izquierdas.

¿Cómo se mira Chile desde Ecuador?

Nosotros tenemos lazos históricos con el pueblo chileno de solidaridad y cariño. El exilio chileno durante la dictadura, en el Ecuador no sólo fue bien tratado, sino que además bien querido. La Patria Grande del Continente espera que Chile se reconozca como latinoamericano.

Fuente: http://www.alainet.org/active/39229〈=es

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